Querida chica del tren:
Mi padre me dijo que no podía llevarme a la escuela, que me fuera en tren, no sabes cuanto me alegro escuchar eso.
En cuanto me subí al tren decidí sentarme contigo, así que me arme de valor y eso fue lo que hice.
No tienes idea de cuanto me dolió que te cambiaras de lugar ¿tan desagradable soy? Mi corazón se partió.
En verdad me sentí mal el resto del día, ya no quiero escribirte por un tiempo.
Att: William.