El niñero (Yaoi) [EN AMAZON]...

By Diother_Lu

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Tyler tiene una vida tranquila, no hay grandes preocupaciones que lo mantengan en vilo por las noches, ni siq... More

Antes de leer
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Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
SORTEO
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Tyler: 11 años
Capítulo 23
Capítulo 24
Tyler: 14 años
Capítulo 25
Capítulo 26
Recuerdos de Ángel: 1
Capítulo 27
Capítlo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Recuerdos de Ángel: 2
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Tyler: 17 años
Capítulo 39
Recuerdos de Ángel: 3
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Tyler: 10 años
Capítulo 49
Recuerdos de Ángel: 4
Capítulo 50
Recuerdos de Ángel: 5
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Tyler: 17 años (2)
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Recuerdos de Ángel: 6
Capítulo 63
IMPORTANTE
Tyler: 17 años (3)
Capítulo 64
Recuerdos de Ángel: 7
Capítulo 65
Recuerdos de Ángel: 8
Capítulo 66
Capítulo 67
Recuerdos de Ángel: 9
NUEVAS POLÍTICAS DE WATTPAD

Tyler: 18 años

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By Diother_Lu

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La mujer, desesperada, se tropieza por los pasillos, sus hombros dan contra las paredes, sus pies torpes se pisotean entre ellos y las rodillas, débiles, la hacen tambalearse. Con los ojos anegados en lágrimas y sin ver más que borrones se lanza al brazo de Tyler; se aferra con fuerza, cayendo de rodillas y apretando con sus dedos cubiertos de tiritas hasta que estas se manchan de sangre de nuevo.

La forma en la que anda y se cae, como mareada, y en la que balbucea y sorbe las palabras hacen que Tyler la mire con más rabia que compasión. Ella es pequeña y delicada, nada en comparación al cuerpo grande y torpón que solía tropezar así por los pasillos cuando era pequeño. Sin embargo, parpadea varias veces seguidas, asegurándose de que esa figura que lo busca no es su padre. Respira hondo. Ella grita. Cierra los ojos, se tranquiliza. Ella llora. Su padre ya no está. Ella se abalanza contra él como si fuese el último pilar del mundo. Su padre se fue hace ya mucho tiempo.

—Cariño ¡Cariño! ¿A dónde vas? ¿Qué estás haciendo? Oh, cariño, mi amor, ¿Qué hac...

—¡Suéltame! ¡No me toques, no me toques, suéltame! —grita él saliendo de su trance. Se zafa con un movimiento brusco y ella cae al suelo de lleno, pero aun así su tono no suena imperativo, es más un ruego. La mujer, en el suelo, lo mira con ojos abiertos, aterrados, mientras se lamenta por el dolor del golpe— Lo siento, yo... —murmura acercándose a ella, pero cuando le tiende la mano con delicadeza la mujer agacha su cabeza y se cubre, como un animalillo asustado y Tyler se aleja, mordiéndose el labio. Se fuerza a apartar la vista como cuando era pequeño y con voz contenida dice: —Me voy, mamá. He decidido que me voy a ir de casa.

—Pero ¿Cómo? —pregunta ella mirando hacia arriba y sosteniéndose en la pared para levantarse. Su cuerpo menudo y encorvado se acerca un poco a su hijo, pero no llega a tocarlo. Con un tono miserable y aterrado añade: —No tienes suficiente dinero con lo que ganas de niñero y el mundo ahí afuera es tan frío, tan cruel... —habla con un hilillo de voz, mirándolo intensamente a los ojos con los suyos grandes, castaños, brillantes.

Tyler siente que sus ojos lo devoran, que el pequeño cuerpo de su madre guarda en sí el increíble poder de tirar de él y arrastrarlo. Su corazón late deprisa y aparta la vista sin decir nada.

—¿Por qué no te quedas conmigo? Con lo que yo te quiero, con lo que yo te cuido... —su tono va subiendo un poco, pero todavía suave y amable. Sus golpes de voz no son gritos, sino que parecen una canción y Tyler, muerde su labio, indeciso —he dado todo por ti, mi amor, todo lo que hago, es por ti, mi bebé, mi niño, mi amor... Solo te pido que te quedes conmigo, por favor ¿Es tanto pedir? —termina, preguntando humildemente, con sus manos recogidas en su regazo, la cabeza ladeada y sus cejas castañas uniéndose de la preocupación.

—He dejado lo de ser niñero, con ese dinero me pagaré un mes o dos de alquiler y ya tengo un posible trabajo, en una tienda. —explica en un tono monótono, tratando de terminar pronto, pero ve los labios de ella temblar y las lágrimas bajándole por las mejillas y no puede evitar volverse hacia la mujer que sabe que lo va a querer más que nadie en el mundo y tomarle de las manos. Le acaricia los nudillos mientras habla —Por favor, no llores, solo... siento que me ahogo aquí ¿Vale? Sé que has hecho cosas por mí, para protegerme, cosas que... ah, mamá, solo entiéndeme, quiero irme.

—¿Y dejarme sola? —pregunta ella angustiada, deslizando lentamente sus manos fuera de las de Tyler, llevándoselas al pecho, apretando la ropa sobre este —¿Y dejarme sin nada si nadie? —solloza.

Se limpia las lágrimas con las manos y Tyler siente el impulso de hacerlo él, de cuidarla, de hacerla feliz y ser un niño bueno. No quiere decepcionarla, pero...

—Cuando eras pequeño y tu padre amenazaba con irse llorabas toda la noche, yo me siento así ahora mi amor, no quiero que te vayas. Eres la luz de mi vida.

—Es diferente —dice el chico, quejumbroso, alejándose de ella y mirándola con rencor por haberlo comparado con él —, yo no soy él ¡No lo soy! —grita, llevándose las manos a la cara y la mujer retrocede un paso —¡Mamá! No me mires como a él, no soy él.

—Lo sé, mi amor, tú eres el hombrecito de la casa, tú eres responsable y amable y tan, tan buen chico. —corre ella a decir, llevando sus manos a las mejillas de Tyler y asiéndolas con dulzura, haciendo que baje su rostro para mirarla a ella mientras susurra palabras de consuelo. La respiración de Tyler, lejos de normalizarse, se entrecorta cada vez más —No eres para nada como él, tú nunca me harías sufrir tanto mi amor, es por eso que no entiendo por qué ahora me estás diciendo cosas tan dolorosas... Déjame entenderte ¿Por qué quieres irte? Solo dilo, cariño, dilo y mamá solucionará lo que esté mal en casa para que no quieras marcharte, mamá lo solucionará todo, como siempre.

—No... no lo sé... solo sé que quiero marcharme. Mamá, siendo que no lo soporto más, esta casa, estas paredes, t... no aguanto.

—Podemos mudarnos otra vez —dice ella ilusionada, con los ojos brillando. —, trabajaré más duro y buscaré otra casa, escogerás tú el color de la pared y...

—¡No! ¡No lo entiendes, no es eso! —le responde Tyler dolido, ofendido.

—¡No lo entiendo! ¡No entiendo por qué querrías abandonarme después de todo lo que he dado por ti! Te he dedicado mi vida entera ¿Es tanto pedir que tú te quedes a mi lado hasta que termine? ¿Me odias acaso?

—¿¡Qué!? No, yo... —Tyler solloza, se acerca a ella un paso y se paraliza. Le está mirando con tanto enfado, con tanta decepción. Siente su corazón romperse. Tanta culpa, tantísima... pero algo tira de él lejos de ahí.

—¿Entonces por qué me harías esto? Sin ti quiero morirme y tú dices que te quieres ir ¿Eso deseas? ¿Ver a tu madre muerta? Sabes todo lo que he hecho por ti y aun así... aun así... ¿Qué he hecho mal para que me odies?

—¡No! —chilla horrorizado, llevándose puerilmente las manos a la boca como si hubiese dicho una indecencia. —Mamá, para de decir eso, no te odio, solo quiero irme, quiero irme y olvidarme de todo... quiero sentirme seguro y tranquilo, quiero dormir en paz y...

—¿Qué otro lugar podría ser más seguro que en casa con mamá, mi amor? Me tienes para cuidarte hasta el último día de mi vida. Quédate conmigo, allí afuera no tienes nada, a nadie. Eres lo único que tengo en el mundo y yo soy lo único que tienes, nadie más podría quererte tanto, mi niño ¿Quién haría lo que yo? Si nos separas vamos a estar solos para siempre ¿Por qué querría ese sufrimiento para ambos? ¿Me odias tanto que escogerías quedarte solo por siempre para hacerme sufrir? ¿Me odias, mi amor? ¿Me odias como papá?

—No, no... —lloriquea Tyler desconsolado. Su madre lo abraza, calmándolo. —lo siento mamá, yo no quiero hacer lo que él... lo siento, te quiero mamá, yo solo... solo...

—Ven mi amor, no pasa nada, te perdono, te perdono. —le dice sosteniéndole la cara, limpiando los gruesos lagrimones que le caen por las mejillas. —Ven, cocinaremos algo juntos y luego tomaremos un baño relajante y vamos a olvid-

—¡No! No, para, no quiero más, no quiero... Me asfixias, me asfixia esta casa ¡Quiero irme! —dice de pronto, zafándose del abrazo y mirándola con ojos abiertos y atentos, como si fuese una bestia.

—Pero cariño, habíamos...

—¡No! ¡Te he dicho que no me toques!

—¡Ah! —grita ella cuando Tyler le da un manotazo en los dedos que le tiende.

—Me voy a ir, mamá, me voy a ir y tú no vas a buscarme, ni a preguntar por mí ni a asomarte en mi vida en lo más mínimo o hablaré sobre el bosque mágico.




Fin del capítulo ¿Qué os ha parecido?

Este ha sido un poco distinto a los vistos hasta ahora ¿Qué pensáis al respecto?

¿Qué creéis que es el bosque mágico?

¿Qué pensáis que hará Ty con estos nuevos recuerditos? ¿Creéis que recordará más?

¿Tenéis alguna teoría loca owo?

Gracias por leer, nos vemos en el próximo cap <3

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