Padres Temporales | Soukoku

By -SplashSplash

146K 14K 10.8K

Atsushi y Akutagawa se convierten en niños al entrar en contacto con una habilidad. Es labor de Dazai y Chuuy... More

Advertencias
Uno
Dos
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho
Especial De Navidad
Nueve
Diez
Once

Tres

14.4K 1.4K 1.4K
By -SplashSplash


Dazai miraba el GPS tratando de ubicarse mientras cargaba a Atsushi y las bolsas de compras que traían los pañales y la ropa.

La verdad no había comprado nada para Atsushi. La comida la compro Kunikida y lo alimento él mismo, Dazai sólo se había encargado de cargarlo un par de veces y limpiarle el pañal.

No estaba listo para ser padre.

Atsushi venía profundamente dormido, ajeno a todas esas miradas que ambos recibían de todas esas mujeres enternecidas por el bebé y atraídas por el padre.

Y después de dar vueltas por casi toda la ciudad, pudo llegar al departamento que compartiría con Chuuya y el otro niño.

Abrió la puerta, y se encontró con Chuuya y su mirada asesina, listo para cualquier ataque.

"Hola, Chibi, no esperaba esta bienvenida. La verdad siempre pensé que algún día te ibas a hartar de mi y me ibas a terminar matando, pero nunca me imaginé que sería hoy"

Chuuya suavizo su mirada al no ver peligro.

"Callate, idiota, en la madrugada al venir aquí, un tipo gigante se me abalanzó" cambió su rostro serio a una sonrisa llena de orgullo "por supuesto, no pudo conmigo"

"Si, bueno, eso pasa cuando sales de madrugada"

El pelirrojo sólo rodó los ojos y se dirigio a la cocina.

"A propósito" volvió a hablar el castaño "¿Dónde está ese perro bebé?"

"No le digas así, imbécil" regañó "Está dormido en el sillón, pon a Atsushi ahí también si quieres."

"Sí quiero, ya se me estaban durmiendo los brazos" Dazai recosto delicadamente a Atsushi junto a Akutagawa.

"Por cierto, Gin e Higuchi te mandan un mensaje" le informó Chuuya quien se encontraba preparando algo de comer.

"¿Sí? ¿Qué dicen?" contestó sin mucho interés, sentandose en el otro sillón que no estaba siendo ocupado por bebés flojos.

"Que si le haces algo a Akutagawa, te espera una muerte lenta y dolorosa" lo dijo casualmente como si hablara del clima, mientras cortaba zanahorias.

"Ah, bueno, procuraré no hacerlo entonces." miró a ambos bebés dormidos, sus mejillas ligeramente sonrojadas y sus pequeñitas bocas abiertas.

Akutagawa portaba un mameluco negro, con un pequeño pañuelo blanco en su cuello, simulando la vestimenta del Akutagawa adulto.

"Dazai" llamó el pelirrojo, a lo que el nombrado sólo hizo un sonido, dando entender que tenía su atención. "¿Cuánto crees que duren así?"

"No sé si es algo permanente, Chibi, pero tal vez duren así unos meses."

"¿Crees que en esos meses crezcan?" empezó a servir en dos platos arroz y verduras.

"Eso supongo, seguirán creciendo hasta que lleguen a la edad que tenían o hasta que encontremos una solución". Se levantó y de dirigió a la mesa. "¿Sólo arroz y verduras, Chuuya?"

"Si no quieres, hazte tú mismo tu comida" trató de no gritar, pero su paciencia se ponía aprueba cada que hablaba con el idiota ese. "Si van a crecer lo mejor sería ir a comprar cosas para más adelante. También tengo que comprar más cosas para comer"

Dazai lo miraba con sospecha, observando cada movimiento y analizando cada palabra.

"¿Qué?" expresó un ya irritado pelirrojo.

"¿Tienes?" destacó una palabra utilizada por el contrario.

"No te entiendo, ¿qué quieres decir?"

"¿Tienes que ir a comprar? ¿Piensas dejarme a estos flojos?" el castaño señalo a los dos bebés que aún dormían pacíficamente.

"Primero que nada, hasta siendo bebés son menos flojos que tú. Y es segunda, si tengo que hacerlo yo, un idiota como tú no pude comprar todo lo necesario para dos bebés".

"Estás olvidando algo, Chuuya. Literalmente soy un genio, puedo hacer lo que sea".

Chuuya lo miró fijamente, considerando todas las posibilidades. Ya sea que lo deje ir a comprar las cosas o que lo deje sólo con los bebés, Dazai terminará haciendo un desastre.

Con un suspiro se resignó.

"Muy bien, idiota. Iremos los cuatro."

Dazai asintió contento con poder pasar más tiempo molestando a su chaparro favorito.

La alegría duro poco antes de que Akutagawa se despertara haciendo un puchero, listo para llorar.

"Chuuya, tu hijo ya se despertó y está haciendo caras"

El mencionado volteó a verlo. Rápidamente se levanto a atenderlo. Lo elevó en brazos mientras trataba de adivinar que era lo que necesitaba.

"Tal vez tiene hambre" agarró un biberón que había preparado con anterioridad y se lo dio en la boca.

Akutagawa lo recibió de inmediato, poniendo sus pequeñas manitas en el biberón tratandonde sostenerlo.

Chuuya se volvió a sentar aún con Akutagawa en brazos.

"Oye, Dazai, esto me hace pensar algo".

"Lo siento Chuuya, pero aún soy muy joven para tener hijos"

"Eso no, idiota. En un rato Atsushi se despertará y querrá comer, ¿tienes algo que darle?"

"Kunikida me dio algo" contestó mirando fijamente a Akutagawa y lo cómodo que estaba en brazos de Chuuya.

"Al menos deberías aprender a preparar un biberón, mira primero agarras la leche en polvo-" Dazai dejo de escuchar, notaba algo raro en Akutagawa.

Cuando finalmente lo notó, busco lo mismo en Atsushi. Ahí estaba, con su ropita apretando sus extremidades regordetas, sus piernas un poco más expuestas.

Habían crecido.

"¿Cuándo iremos a comprar las cosas?" interrumpió el tutorial que Chuuya le estaba dando.

"¿Eh? Mañana, cuando termine de desempacar. ¿Tú no trajiste tus cosas?"

"¿Por qué no hoy?"

"Pero ni siquiera nos hemos acomodado en el-"

"Chuuya"

El pelirrojo soltó un suspiro molesto. Odiaba cuando Dazai quería que adivinara algo que claramente no podía.

"¿Qué?"

"Felicidades"

El bajito lo miro consternado, sin entender nada.

"Tus bebés han cumplido un año" dijo a sabiendas que no entendería a la primera.

Un silencio se instalo por un largo rato, el cual sólo era interrumpido por el sonido del plato siendo golpeado con el tenedor de vez en cuando. Dazai disfrutaba ver la cara confundida de su pelirrojo mientras comía.

"Maldito imbécil, ¿no puedes decir las cosas directamente?" dijo cuando entendió.

"¿Entonces cuándo iremos?"

"En cuanto acabe de comer".

Cada uno cargaba un bebé. Para Chuuya no era la gran cosa cargar a Akutagawa, de vez en cuando lo dejaba flotando en el aire sin problema cuando no había gente alrededor, pero para Dazai, esto le estaba pareciendo irritante. Sus brazos dolían, y no podía despegarse de Atsushi un segundo porque este empezaba a llorar.

Por un minuto, Dazai deseó estar cuidando a Akutagawa.

Al llegar al centro comercial, Chuuya no se apiado de Dazai y se tomó su tiempo en elegir que comprar.

"Mira esta cuna, aww" decía el pelirrojo enternecido por la cuna blanca con conejos pintados en ella.

"Voy a insistir en que no tiene sentido comprar una cuna si las dejarán de usar en una semana" Dazai trataba de jalarlo hacia la sección de carriolas.

"Sí, sí, ya sé pero están bonitas" seguía observandola mientras se dejaba arrastrar por el castaño.

"¿Sabes qué están bonitas también? Las carriolas"

"Pero, siguiendo la lógica de con las cunas, las carriolas las dejarán de usar en una semana"

"No, las dejarán de usar en tres semanas, y me duelen los brazos, así que vamos a comprar una"

Recorrieron los pasillos en busca de una carrilla doble, aunque Chuuya aún no estaba convencido del todo.

Atsushi, ya más despierto y de mejor humor, decidió ayudar a Dazai en su cometido. Al ver una carriola de Bin Esponja, empezó a dar pequeños saltitos aún en el pecho del castaño mientras señalaba con el dedo al objeto. Lo que fue sufuciente para que Chuuya se sintiera obligado a comprarla.

Dazai no espero a pagarla para colocar al albino bebé en ella, Chuuya también puso a Akutagawa en ella. El bebé pelinegro despertó de su profundo sueño para mirar la carriola, al ver la sonrisa de ese cuadrado amarillo hizo una mueca de repulsión y volvió a dormir.

Los padres primerizos siguieron caminando por aquellos pasillos, en donde el pelirrojo resistía el deseo de comprar la tienda entera.

Llevaban 14 prendas para cada bebé, y ninguna tactica que Dazai utilizara para hacer que Chuuya deje de comprar funcionaba.

La mayor parte del día, el suicida se la había pasado aburrido, fastidiado y cansado, pero hubo un momento en donde la emoción llegó al castaño: el pasillo de juguetes.

Dazai se dedicaba a apretar, tocar" agarrar cualquier juguete que se encontraba y los calificaba del 1 al 10. En una parte de este pasillo, el pelinegro se despertó -gracias a los gritos y regaños que Chuuya le daba a Dazai-  y alcanzo a ver un peluche de un oso negro con ojos rojos.

A la vista de Chuuya, el peluche era feo y hasta cierto punto atemorizante, pero las pequeñas pataditas de emoción que daba el pelinegro, fueron suficientes para doblegar a un integrante de la mafia.

"Nunca creí que el gran Chuuya Nakahara fuera débil ante los niños"

"Cállate"

El pelirrojo le dio el peluche a Akutagawa, quien no dudo en usarlo de almohada, el bebé mafioso no estaba ni un poco intimidado por el aspecto terrorífico del peluche.

"Así que era raro hasta de bebé" se burló la momia, cuya sonrisa fue borrada por el fuerte zape.

"Tú no eres el más normal, ¿eh, imbécil?"

La siguiente media hora se dedicaron a buscar un peluche de tigre blanco, puesto que el albino empezaba a mirar con cierto recelo al oso de ojos rojos.

Wenas noches.
Lamento los horrores ortográficos y/o gramaticales, lo escribí en el celular y me dio flojera volver a revisarlo.
Siento que no actualizo desde hace meses, pidoperdón, estaba simpeando a Kaeya 😗✌

Continue Reading

You'll Also Like

170K 14.6K 38
No hay nada que haga más feliz a Jay que conocer a Violetta, su artista favorita. ¿Qué pasará cuando Chiara, su hermana mayor, le ayude a cumplir su...
400K 19.1K 26
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...
595K 41.9K 76
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
66.7K 3.9K 23
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...