💞💞Viernes💞💞
Me duele un poco la cabeza. Ayer después de venir de la piscina, Lena se vino a cenar a mi casa y acabamos bebiendo chupitos de ron-miel. Fue divertido, la verdad. Me confesó medio borracha que le gusta mucho Manu, pero muchísimo. Dice que se han intercambiado los números de teléfono y que ayer mismo empezaron a mandarse mensajes. A ver, yo también tengo el número de Pau por si le hace falta decirme algo por lo de las clases, pero no se me ocurriría mandarle ningún mensaje. Todavía.
- ¿Y bien? -me pregunta él mientras termino de leer su trabajo sobre Alfonso X
- Está bastante bien Pau, de verdad. Y se nota que has estado investigando. Buen trabajo -le digo devolviéndole los folios
-Gracias -me responde él rascándose el cuello algo azorado
- El lunes te voy a hacer un exámen de matemáticas y quiero que me hagas un comentario de texto del artículo del periódico que te he enseñado esta mañana
- ¡Un exámen! Que llega el fin de semana -me dice él protestando
- ¿Y? ¿Tú quieres aprobar selectividad con buena nota? -él me mira y baja sus ojos asintiendo- pues ya sabes. El lunes examen y comentario
- Estás limitando mi vida social Violeta
- Supéralo -Pau empieza a recoger sus cosas metiéndolas en la mochila. Me mira y yo siento que vuelan mariposas en mi estómago. Tengo que buscar como inmunizarme de esa mirada, porque cada vez me pone más nerviosa
- Deberías darme un incentivo para estudiar -me dice él poniéndose delante de mi
- ¿Un incentivo? No estás en posición de pedir nada... -Pau levanta su mano y coge un mechón de mi pelo y lo pone detrás de mi oreja. Siempre que he leído en algún libro como el protagonista le hace esto a la chica, he pensado que era un cliché y que era un poco tonto. Pero ahora que lo estoy experimentando en mis propias carnes, tengo que decir que me parece sumamente romántico
- Un beso
- ¡Se te va la olla!
- Venga Violeta. Motívame. Sólo un beso -me aparto de su lado y Pau me mira divertido
- No
-Te juro que sabiendo que si apruebo me vas a dar un beso, estudiaré con más ganas...
Miro a Pau el cual me está poniendo morritos y la verdad es que a mi todo esto me parece divertido. A ver, sólo es un beso, ¿no? no creo que vaya a ir a la cárcel por un besito, además, un besito en la cara. Y si eso le motiva para estudiar más...
-Vale -le contesto rodando mis ojos
- ¿En serio? -me contesta él sin poder creérselo
- Si, tonto. Pero no me vale conque apruebes, quiero un 7 por lo menos...
- De acuerdo. Un 7. Hasta el lunes entonces
Acompaño a Pau hasta la puerta y antes de abrirla él se gira para mirarme.
- Y Violeta, te lo pido por favor. La próxima vez no me des más clases sin sujetador, me ha costado mucho concentrarme hoy
Pau abre la puerta riéndose y yo bajo mi mirada para ver que si, que no llevo sujetador. Que mi camiseta amarilla trasparenta mis pezones y es porque me he levantado medio dormida y se me ha olvidado ponérmelo. Cierro la puerta y me llevo las manos a la cara muy avergonzada de lo que acabo de hacer. Dios, se habrá creído que estoy provocándolo y no es así.
Tarde-Noche
Lena me llamó hace un rato para que fuéramos a dar una vuelta después de cenar. Hace ya bastante calor y me he recogido el pelo en un moño despeinado. Nos hemos parado en una heladería para comprarnos un cucurucho de helado. El de ella es de nata-choc con vainilla y el mío de chocolate con cereza. Vamos charlando de nuestras cosas y riéndonos de la cogorza que pillamos anoche cuando nos llaman la atención desde unos bancos que hay en el parque por donde estamos paseando. Nos giramos para ver a Pau con Manu sentados allí.
-Anda, tu enamorado -me dice Lena. Le doy un codazo y no me da tiempo a protestar cuando la veo dirigirse hacia ellos muy animada- hola chicos, ¿qué hacéis?
- Tomar el fresco -le contesta Manu riéndose- bueno la ausencia de este. Porque mira que hace calor. Uy, ¿de qué es tu helado?
- De nata-choc con vainilla, ¿quieres?
Manu asiente y Lena le acerca el helado para que lo pruebe. Al momento, ambos se enfrascan en una conversación que parece privada porque nos ignoran a nosotros dos. Me giro para mirar a Pau mientras como de mi helado. Está mirándome fijamente la boca y yo tengo que tragar saliva de ver su mirada en mi.
- ¿A mi no me das? -me dice Pau mirándome muy fijamente
Me acerco a él algo nerviosa y le tiendo mi helado para que lo pruebe. Veo su boca y su lengua como se llenan de helado de chocolate y como al probarlo se relame los labios. Vale, si, verlo comer helado me ha excitado, lo admito. Joder, creo que estoy en niveles máximos de calentura.
- Está bueno. Chocolate con cereza -me dice Pau- ¿y vosotras donde ibais?
- A dar un paseo. No teníamos muchas ganas de estar en casa, la verdad
- ¿Quieres sentarte? -Pau me señala el sitio que hay a su lado y yo me siento. Nuestras rodillas se están tocando pues al sentarme, mi vestido se me ha subido un poco
- ¿Quieres más helado? -le pregunto
- No, no te preocupes
-Anda si, es demasiado grande y creo que no me lo voy a poder comer entero. Además hace mucha calor...
-Venga vale
Le tiendo el helado a Pau y él vuelve a darle otro lametón haciendo que yo me maldiga por dentro por las ideas tan geniales que tengo. Ver su lengua saborear el helado es desear tenerla en otras partes de mi cuerpo.
- Por cierto, no era mi intención ir esta mañana sin sujetador. No pienses que lo hago para provocarte o algo Pau. Es que esta mañana me levanté tarde y me puse lo primero que pillé -esta vez soy yo la que como helado viendo como él no aparta sus ojos de mi boca. Hace calor, mucho calor. Esa mirada da calor
- No te preocupes, no pasa nada Violeta -me dice riéndose. Coge mi mano, en la que tengo el helado para llevárselo a su boca y volver a comer de el- aunque, si quieres provocarme no me importa, no me voy a quejar
Miro a Pau y con mi otra mano libre le doy un golpe en la rodilla haciendo que él se ría. Miro a Lena y a Manu, los cuales están en su micro-mundo particular hablando como si no existiera nadie.
- A mi amigo le gusta tu amiga -me dice Pau haciendo que deje de mirarlos
- Creo que es mutuo. Según dice Lena, Manu es un encanto
- Pues él dice que ella es increíble, divertida y guapísima...
- ¿En serio? -le preguntó mirándolos a los dos- la verdad es que hacen buena pareja. Son muy monos
- Tú no eres nada mona -me dice Pau picándome
- Pues tú menos -le saco la lengua mientras se lo digo
- Tú eres muy guapa, y también estás muy buena Violeta... -Pau le da otra mordida al helado y nos miramos fijamente
- ¿Esa es tu táctica para ligarte a las tías?
- Nooo...para nada. Además yo no quiero ligar contigo, yo lo que quiero es que te enamores de mi...
Joder, joder y joder. Iba a comerme el helado pero se ha quedado a medio camino mientras miro a Pau sin poder creerme lo que me ha dicho. Se acerca a mi y de pronto me acaricia la mejilla en un gesto que me parece sumamente tierno y que me recuerda al beso que nos dimos en la sala de música. Me quedo mirándolo todavía con sus palabras en mi cabeza sin poder apartar mis ojos de él.
- Pau, colega. Por ahí viene Juan con su prima -la voz de Manu nos hace dejar de mirarnos. Volteo mi cara para ver como efectivamente, su amigo Juan, el tercer amigo de la piscina, viene hacia nosotros con una rubia despampanante con un ceñido vestido de flores.
- Lo que faltaba -me dice Pau resoplando- hazme un favor Violeta. Prométeme que no te moverás de mi lado, por favor
Lo miro sin poder entender lo que quiere. Desde que lo conozco no lo había visto nunca con esa cara de fastidiado. Así que como no me cuesta nada hacer lo que me pide, llevo mi mano hacia su brazo y se lo aprieto asintiendo mientras lo miro.
- ¡Hola chicos! -nos dice Juan ya cerca nuestra. Lo saludamos y la rubia me mira de arriba a abajo primero y después mira a Pau centrándose exclusivamente en él
- Hola Fran. ¿Qué tal estás?
- Muy bien Sandra
- ¿Qué tal tus clases? Ya me han dicho que tu madre te ha puesto una profe particular. Que rollo, ¿no?
- Bueno, si quiero aprobar selectividad es lo que hay. Aunque sinceramente, las clases son mejor de lo que esperaba. Me encantan mis clases -esbozo una ligera sonrisa escuchando las palabras de Pau
- ¡Venga ya Fran! ¿A quién le gusta que le den clases en verano? Seguro que la tía que te da las clases es una amargada que se cree profesora y no tenía nada que hacer este verano...
Uy, no, por ahí si que no guapa. Voy a abrir la boca para decirle cuatro cosas cuando Pau aprieta mi muslo con una de sus manos haciendo que me relaje. Porque si, entre contestarle a esta petarda o estar más pendiente de la mano de Pau, me quedo con lo segundo, pero de largo.
- Pues mira Sandra, lo mejor de las clases es sin duda quien me las da. Y te aseguro que de amargada nada. Nos da tres mil vueltas a todos con los ojos cerrados -Pau se pone de pie y alarga su mano hacia mi- ¿nos vamos?
Miro a la rubia que me mira a mi con los labios apretados. Alzo mis ojos para mirar a Pau y no me lo pienso. Le cojo la mano y me levanto del banco. Pasamos cerca de Manu y Lena que nos miran algo sorprendidos.
- Nos vamos a dar una vuelta. Luego nos vemos -les dice el rubio a mi amiga y al suyo
Empezamos a andar por el parque, el cual, por cierto es bastante grande. Creo que a Pau no le cae bien esa chica por la forma como la miraba y como le ha hablado. Vamos los dos uno junto al otro sin abrir la boca. Hace ya un rato que nos terminamos el helado.
- ¿Sabes que eres súper alto? - le pregunto para romper el hielo- y yo muy pequeña
- Mido 1,90
- Y yo 1,60. Soy tamaño pocket, ya sabes, para llevarme en el bolsillo -le digo riéndome. Pau me mira y se ríe también
- Yo a ti te llevaba donde fuera Violeta
Menos mal que es de noche. Porque la cara se me ha puesto como un tomate. Pau me mira fijamente y sé que lo dice muy en serio.
- ¿Esa chica...? -le pregunto algo curiosa y a la vez algo celosilla
- ¿Alguna vez has cometido un gran error del que siempre te arrepentirás?
- Oh, siii. Vaya que si - le respondo acordándome de Arnau y de su puta madre
- Pues Sandra es mi error. Se me ocurrió acostarme una sola vez con ella y desde entonces no me deja en paz
- Espera - le digo a Pau sujetándolo del brazo para que se pare - ¿no eres virgen?
- No -me responde él arqueando sus cejas
- ¡Que disgusto más grande Pau! Y yo que pensaba que esperarías hasta el matrimonio... Yo si lo soy y me mantendré pura hasta mi preciosa noche de bodas...
Pau me mira y ve que yo me pongo muy seria mientras le hablo. Pero no puedo evitarlo y me echo a reír haciendo que él se ría también. Seguimos caminando alejándonos bastante de donde están los demás. Pero realmente no me importa porque ahora mismo estar con Pau se siente increíble.
- ¿Con quien perdiste tu virginidad? - me pregunta él. Llegamos a una zona de arboledas donde hay algo de césped. Pau se dirige hacia allí y acabamos los dos sentados
- Con mi novio del instituto. Tenía 17 años y fue la noche antes de que se fuera a Roma a estudiar arquitectura. No volvimos a hacerlo más. Esa misma noche rompimos y de hecho no sé nada de él
- ¿Estuvo bien?
- Pssh. No fue para tirar cohetes pero tampoco me quejo. ¿Y tú?
- Con 16 años en un viaje del instituto con una compañera de clase. Y tampoco estuvo mal.
Nos quedamos los dos mirándonos en silencio. A lo lejos se escucha música en algún piso cercano al parque y Pau tararea la canción.
- ¿Qué cantas? - le pregunto muy curiosa por qué la canción me está gustando mucho
- Copenhague de Vetusta Morla. Es mi grupo favorito
- Es muy bonita
- Deberías escuchar la letra, quizás se te aclaren las ideas...
Escuchamos la música en silencio poniendo atención en la letra y para cuando termina, se perfectamente lo que él ha querido decir.
- Eres un encanto Pau, en serio. La tía que acabe contigo va a ser muy afortunada - las palabras que le estoy diciendo me salen del corazón porque realmente las siento. Y me da una pena terrible no ser yo esa chica
- ¿Es la forma que tienes de darme calabazas? -me dice algo serio
- Pau, tienes 17 años, yo tengo 25. No está bien por mi parte, nada bien
- ¿Me ves como a un crio?
- No, no te veo como un crio. Pero pienso que te estás aferrando al recuerdo de un beso y te vas a llevar una desilusión conmigo
- ¿Sabes una cosa Violeta? Yo tengo muchas cosas claras en la vida. Sé lo que quiero hacer en el futuro. Como también sé que me gustas y mucho. Y es una pena que por el miedo que tienes estés perdiéndote una oportunidad...
- ¿Qué oportunidad Pau? - mi corazón está a punto de estallar con sus palabras. Él es tan directo y no le da nada de miedo decir lo que piensa y lo que quiere, algo de lo que yo no soy capaz
- La de dejar que te haga feliz, porque si, lo haría, haría que sonrieras cada maldito minuto que estuvieras conmigo