Aimee: ¡Mi mamá regresó!
Ed: ¿Dónde estaba?
Aimee: Creo qué... algo raro, pero el punto es que regresó.
Ed: ... ¿y eso es fantástico? Pensé que estabas enojada.
Aimee: Lo estuve, pero tienes que escuchar su explicación, es taaaaaaaaan mielosa.
Ed: ¿Cómo nosotros?
Aimee: Ed, siempre la cagas.
Aimee: ¿Sabes dónde está el cargador?
Mamá: No lo sé.
Aimee: Por qué carajos las empresas han pensado en todo lo escencial para un teléfono pero no en hacer que la maldita batería te dure más de una hora.
Mamá: Deja de maldecir y fíjate si no está conectado.
Aimee: Ay, mamá. Te amo.