Querido diario:
No soy de asistir a fiestas, de hecho, debo tener una buena razón para asistir a alguna. Recuerdo cuando fui a esa fiesta a la que Joshua me invitó, me la había pasado mal, hubiese preferido quedarme en casa leyendo.
Por lo que no fue nada fácil cuando hace unos días Joshua me invitó a una fiesta de algún compañero de la escuela. No quería ir, pero aquí estoy ahora. La camisa que me puse se siente algo apretada, pero es la única que tengo. Al menos sé que me queda bien.
Acepté ir a esa fiesta porque Emma se enteró que yo había rechazado a Joshua, me insistió mucho más que él y me dijo que si quería que fuéramos amigos los tres, debía comenzar a pasar tiempo con ellos. Eso me convenció porque sé que es cierto.
Por mucho tiempo traté de ignorarlos, es algo difícil para mí entablar algún tipo de relación con otra persona, por eso por mucho tiempo estuve decidido a alejar a cualquiera que se acercara a mí. Pero ya no quiero eso. Quiero disfrutar de mi juventud y sé que eso no depende de otra persona, pero Emma y Joshua demostraron que realmente quieren ser mis amigos y que no solo quieren molestarme.
Cuando dije que sí iría, Emma dio unos saltitos y sonriendo dijo que nos íbamos a divertir mucho. Le creí. Por otro lado, Joshua se había indignado y le echó la culpa a Emma de que yo haya aceptado tan fácil con ella, dijo que me había hecho ojitos o algo así. Emma se había puesto colorada y no dijo nada, cambié de conversación después de eso.
Así que ahora estoy por salir de mi casa hacia aquella fiesta, no sé que pasará, pero escribiré pase lo que pase. Por alguna razón quiero dejar todo documentado. Que tonto suena.