❝¿Es el destructor o el creador?❞
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La capital se caracterizaba por ser el distrito más seguro de Las Tres Murallas y en donde se centraba la mayor densidad de la población, a Mitras también se le conocía como "La Ciudad Imperial" por ser el lugar en donde residia el rey junto a los civiles de clase alta. Todos los ocupantes de dicho lugar jamás tendrían que preocuparse por los titanes.
Sin embargo, parecía ser que la época en la que no debían subestimar el poder de esos seres apenas iniciaba.
O tal vez siempre estuvo presente.
Las sofisticadas edificaciones le revivieron numerosas memorias a (Nombre), las cuales en su mayoría iban relacionadas con sus abuelos paternos. Con la mirada perdida en el suelo del Tribunal Militar, pensó en las visitas que solía hacerles en compañía de su familia. Solía preguntarse cómo habrá sido la infancia de su padre en ese lugar, tomando en cuenta que ahí jamás vería a un solo niño jugando en las calles. Estaba segura que, sin importar cuál fuera la respuesta, al parecer le había dado motivos para que decidiera irse al ejército y terminara viviendo en Stohess.
Algo similar a lo que hizo ella. De tal palo tal astilla.
Resopló levemente con mezcla de nostalgia y aflicción, logrando salir de sus pensamientos y levantó la vista para analizar el panorama. Divisó miembros tanto de la Policía Militar como de la Legión de Reconocimiento -aunque estos últimos solo eran unas cuantas personas, dicha unidad no tenía a tantos veteranos por razones obvias-, el comandante Pixis también se encontraba presente, incluso comerciantes y gente perteneciente al Culto de las Murallas.
Supo que habrían ciertas dificultades a causa de esos tipos por el mero hecho de que debían considerar a Eren una aberración que profanó sus muros.
-Chicos... -llamó (Nombre) en un murmullo, entre los tres casi armaron una casita de confidencia gracias a la cercanía-. Me he estado debatiendo qué hacer antes de que el juicio comience, pero... ante cualquier pregunta debemos decir la verdad absoluta, ¿entendido?
Armin asintió de acuerdo, pero Mikasa intervino con la furia plasmada en su semblante.
-¿Qué? ¿Y dejar que el resto lo tache de monstruo? No lo voy a permitir. Él no es así.
-Mikasa. -(Nombre) cerró los ojos un momento y suspiró exasperada-. No sé si te has detenido a pensar que mentir no le traerá nada bueno a Eren. ¿A estas alturas crees que no saben a detalle todo lo que ocurrió?
-¿Entonces vamos a dejar que lo maten? -indagó de vuelta.
-Pues en ese caso, danos una sugerencia que no implique meterlo en un problema todavía mayor.
-Chicas, por favor, no armemos un escándalo aquí mismo -pidió Armin, distanciándolas un poco y luego procedió a mirar a la pelinegra-. Mikasa, si mentimos vamos a perjudicar a Eren... y no solo eso, a nosotros tampoco nos esperará algo bueno, ¿comprendes?
La oriental resopló y agachó la cabeza, podía palparse su desesperación.
-No se trata de permitir que le hagan daño, sino de decir las cosas como son y te pondré un ejemplo -continuó el rubio-. Él se descontroló porque como era de esperarse, no tenía conocimiento de su poder, así que no posee experiencia manejándolo pero con entrenamiento eso puede cambiar. Asumo que por eso la Legión de Reconocimiento también está buscando obtener su custodia. Además, espero que lo primero se tome en cuenta y también... el que gracias a él recuperamos el distrito Trost y ya no se perdieron más vidas.
-Eren no hizo nada malo y... lo que pasó en la última misión no fue a propósito -aseguró Mikasa-. Ese día nos protegió con todas sus fuerzas. Un titán estaba a punto de matarme y él me salvó, después nos ayudó a salir del cuartel con vida y finalmente nos cubrió de la bala de cañón.
Eso era justo lo que (Nombre) buscaba. No pretendía que lo demás vieran la parte buena y la mala, sino la realista, tal como Armin lo mencionó.
-Tengo una idea.
Mikasa y Armin la miraron expectantes, pero eso fue todo lo que ella dijo por un largo rato.
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El tiempo y la soledad podían ser una tortura agonizante. Eren observó las sábanas de su cama con aburrimiento, en aquella celda su única compañía eran sus propios pensamientos en los que sus amigos estaban la mayor parte del día. A los guardias ni siquiera podía considerarlos de tal manera, pues su trabajo solo se limitaba a vigilarlo, darle de comer o escoltarlo al baño, no a interactuar con él mediante conversaciones.
Miró al techo tratando de ignorar la fricción de los grilletes en sus muñecas, ¿en serio daba tanto miedo que tenían que mantenerlo sujetado así? Se retractó y prefirió hacerse a la idea de que debería alegrarse por no estar muerto aún.
Liberó un profundo suspiro, ansiaba tanto poder estar bajo la luz solar y respirar aire fresco. Sus anhelantes deseos se vieron interrumpidos al escuchar una puerta abrirse a la distancia, lo que permitió que se creara un ambiente tenso que lo hizo sudar. Una mujer con desordenado cabello castaño atado en una coleta y gafas ovaladas se pegó a los barrotes de la celda mostrando una expresión extraña. Eren no pudo evitar asustarse por la repentina aparición.
Entonces, ella reemplazó su siniestro semblante por una sonrisa dulce.
-Así que tú debes ser Eren, ¿cómo estás? ¿Te sientes sucio? Disculpa que te hayamos hecho esperar, pero ya puedes irte. -Eren sonrió aliviado, pero la mujer le mostró unas esposas-. Sin embargo, tendrás que usar esto.
Se cumplió lo que Eren quiso; sentir la luz natural tocando su piel ya que esta se colaba por las rejillas del pasillo en donde avanzaban, aunque no del modo que le hubiese gustado.
-Soy la Mayor Hange Zoe, pertenezco a la Legión de Reconocimiento y me encargo del escuadrón de investigación -se presentó con ánimos. El hombre que la acompañaba antes olfateaba a Eren casi igual que un perro-. Él es mi camarada, Mike Zacharius.
-Este... -murmuró incómodo por aquella acción.
-Tiene el hábito de oler a las personas la primera vez que las conoce y luego se ríe. -Dicho y hecho, el hombre se retiró esbozando una sonrisa-. Pero no le prestes mucha atención. Es tan habilidoso como para haber llegado a Mayor, después de todo.
Se quedaron callados unos instantes.
-Ah, perdón, dije muchas cosas sin sentido. Ya llegamos, ¡pero todo saldrá bien! -se detuvieron frente a una gran puerta de madera pulida-. Bueno, no te preocupes, no necesitas que te explique nada. Es mejor que digas las cosas tal como las piensas.
-¿Eh? ¡Esperen...! -Eren giró la cabeza hacía atrás mientras los soldados de la Policía Militar lo encaminaban al interior de la sala.
-Sé que somos egoístas al pedirlo, pero... nos queda más opción que creer ciegamente en ti. Te deseo lo mejor -cerró la puerta.
<<¿Una corte? ¿Me tenían bajo una corte militar?>> Reflexionó Eren escudriñando a su alrededor. Nació el más mortífero de los silencios apenas puso un pie en ese sitio.
-¡Muévete ya! -exigió un oficial de policía al mismo tiempo que le metía un empujón en la espalda con el cañón de su escopeta.
-Arrodíllate ahí.
Eren obedeció. Después de eso, colocaron una barra de metal que retuvo la cadena de sus esposas, dejándolo así anclado e inmóvil. Se percató tanto de la presencia de sus mejores amigos como la de (Nombre) y, a pesar de que le alegró demasiado volver a verlos, aún así se preguntó qué hacían en ese lugar. La aludida le dedicó una diminuta sonrisa que el moreno interpretó como apagada y triste, de modo instantáneo él divisó el agotamiento en su rostro.
-Muy bien, comencemos. -El juez entró a escena, siendo un hombre cuya cabellera y barba estaban encanecidas en su totalidad-. Eren Jaeger, ¿verdad? Eres un soldado que juró ofrendar su vida al rey y al bien común, ¿es correcto?
-Sí, señor.
-Es un caso de condiciones excepcionales. Este juicio militar en el que las leyes ordinarias no aplicarán. El veredicto lo dictaré yo. Tu vida o tu muerte... esto es lo que vamos a discutir. ¿Hay objeciones?
Eren envió otro vistazo a sus amigos.
-No, señor.
-Nos alegra que seas comprensivo. Voy a ser directo; hay muchos sentimientos encontrados apretujados en estos muros. Algunas personas te llaman "el demonio que nos llevará a las destrucción" y otras "el Mesías que nos conducirá a la esperanza". Es imposible ocultar tu existencia a menos que la utilicemos públicamente de alguna forma, pero tendremos que enfrentar otra amenaza además de los titanes. Esta corte de encargará de decidir qué unidad te va a custodiar. La Policía Militar o la Legión de Reconocimiento. Primero, escuchemos la propuesta de la Policía Militar.
-Mi nombre es Nile Dok, soy comandante de la Policía Militar. Propongo lo siguiente; debemos examinar detalladamente el cuerpo humano de Eren y deshacernos de él lo más rápido posible. Es un hecho que su poder detuvo el ultimo ataque, pero la existencia de éste genera muchos disturbios que podrían provocar una rebelión. Por ello, debería proveernos toda la información que sea posible y luego se volverá un soldado caído en batalla por nosotros.
Apenas el hombre cesó su alegato se topó con un par de ojos que lo acechaban casi sin parpadear, la dueña de éstos lo reconoció como el compañero de unidad su padre. Después de todo, él también fue miembro de la Policía Militar.
(Nombre) evocó la conversación que tuvo con Armin horas atrás en el comedor y, a pesar de que solo se trataba de una especulación, existía la posibilidad de que la Policía sí tuviese otro tipo de intenciones. Pero como se mencionó con anterioridad, no podía asegurar nada aún ya que solamente tenía la impresión.
-¡Eso no es necesario! -exclamó un sacerdote al lado de Nile-. Es un monstruo que se ha infiltrado en los muros sagrados de Dios. ¡Deberían ejecutarlo aquí y ahora!
Y fue entonces que a los miembros del Culto le tocó ser el objetivo de las miradas penetrantes provenientes de (Nombre), quien no se molestó en disimular ni un poco el hecho de que los veía como si fueran ratas dando vueltas por la cocina.
-Sacerdote Nick, le ruego silencio -intervino el comandante en jefe-. Ahora escucharemos a la propuesta de la Legión de Reconocimiento.
-Soy el comandante Erwin Smith, líder del batallón no. 13 de la Legión de Reconocimiento. Nuestra propuesta es la siguiente; aceptar a Eren como miembro oficial de nuestras filas y recuperar la muralla Maria con su poder. Es todo.
Las personas comenzaron a murmurar.
-¿Solo dirá eso?
-Sí, utilizando su fuerza seremos capaces de recuperar la muralla Maria. Tenemos en claro lo que debe ser priorizado.
-Ya veo... ¿y dónde planea comenzar la siguiente exploración? -situó la vista en el comandante de las Tropas de Guarnición-. Pixis, asumo que puerta de Trost fue sellada con éxito.
-Sí, probablemente no se le vuelva a abrir jamás.
-Quisiéramos comenzar en el distrito Karanese, desde el Este. Ahí trazaremos una nueva ruta hacía Shiganshina.
Se originó una discusión a partir de la opinión que compartió un comerciante acerca de sellar todas puertas -era la única parte del muro que el titán Colosal destruía después de todo-, hubieron algunos en desacuerdo que señalaron su mero interés por las tierras y luego el hombre se atrevió a culpar a la Legión de conducirlos a la ruina, según él no podían seguir jugando a los héroes de guerra. El capitán Levi le cortó el rollo y procedió a cuestionar si acaso pensaban que los titanes esperarían a que bloquearan las puertas, agregó que aquellos que estaban cansados de la Legión eran los mismos que solo se enriquecían y engordaban sin importarles que el resto de la gente muriera de hambre por la falta de tierras.
El sacerdote tachó al comerciante de insolente por pretender que un simple humano le pusiera las manos encima al sagrado muro Rose y quién sabe qué más, (Nombre) prefirió no poner tanta atención a sus palabras.
Tiempo después se percató de que sí debió hacerlo.
-Discutan sus asuntos personales en otro lado. Prosigamos. -El comandante en jefe los mandó a callar y con justa razón, no se encontraban en el lugar adecuado para armar un escándalo-. Joven Jaeger, te tengo una pregunta. Tal parece que aspiras a ser miembro de la Legión de Reconocimiento, así que, ¿puedes hacer uso de tu poder para contribuir a la humanidad como soldado?
-S-Sí, ¡puedo hacerlo! -alzó la voz con más seguridad al final.
-¿En serio? Esto es lo que dice el reporte de la estrategia para la recuperación de Trost: "justo después de transformarse... arremetió su puño contra Mikasa Ackerman en tres ocasiones y también una sola vez contra (Nombre) (Apellido)". -Eren torció violentamente el cuello y las miró entre confundido y aterrado, de inmediato la pelinegra cubrió la herida en su mejilla con su propio cabello.
-Tch. -(Nombre) escuchó a Mikasa chasquear la lengua. Volteó a verla y la encontró mirando a Rico de mala manera.
-¿Querías que mintiera? -susurró la mujer con una leve pizca de nervios-. La humanidad no ganará nada ocultando ese hecho.
-Mikasa Ackerman y (Nombre) (Apellido), ¿se encuentran aquí?
-Sí, señor...
-Así que se trata de ustedes. ¿Es verdad que Jaeger las atacó luego de transformarse?
-Debes decir la verdad, por su bien -murmuró Rico cerca de Mikasa, pues fue a la que vio nerviosa e indecisa.
Mikasa miró a (Nombre) de reojo y recordó lo que le dijo antes de que iniciase el juicio. Mentir para protegerlo en esa situación no sería nada favorecedor para él. En cambio, Eren sudaba frío al pensar que intentó hacerles daño y se preguntó si volvería a suceder lo mismo si tenía la suerte de salir del juicio con vida.
-Sí. -(Nombre) respondió con cierta dificultad, apretando con ligereza los puños a sus costados y despertando algunos cuantos susurros entre la multitud ahí reunida.
-Sí, es verdad... -contestó Mikasa en voz baja, trayendo consigo más murmullos atemorizados-. Pero antes de eso, me salvó la vida dos veces en su forma titán -retomó la palabra-. La primera fue cuando estuve a punto de ser devorada por un titán. Él luchó y me defendió. La segunda fue para protegernos a mí, a Armin y a (Nombre) de un disparo de cañón. Le ruego que tome en cuenta esos hechos de igual forma.
-Espere un momento, por favor -interrumpió el comandante de la Policía, después se dirigió a ella-. En tu reporte eso también estaba escrito, pero da la impresión de que hay muchas opiniones tuyas repletas de ciertos sentimientos, desde mi punto de vista es un documento que carece de valor objetivo. Además, sé tus razones para que respaldes a Eren -dejó de mirarla y se centró en los demás-. Al investigar sobre sus orígenes encontramos este reporte acerca de un caso ocurrido hace seis años. Para nuestra sorpresa, éstos dos teniendo nueve años de edad, acuchillaron a tres secuestradores adultos.
(Nombre) ensanchó los ojos de golpe y se fijó en Eren al instante, él debió sentirlo porque del mismo modo giró la cabeza hacia ella, entonces el desconcierto chocó contra la angustia. Sí, fue una cosa muy confusa pero tras repasar aquella revelación de nueva cuenta, resaltó demasiado «acuchillaron» y «secuestradores adultos», ¿es que eso no contaba como defensa propia en todo caso? ¿Era ese el suceso al que se había referido Armin cuando le dijo que Eren salvó a Mikasa seis años atrás?
-Puede justificarse como legítima defensa... pero fundamentalmente, fueron acciones que ponen en duda su comportamiento personal. ¿Realmente podemos confiarle a Eren Jaeger el destino de la humanidad, con sus recursos humanos y económicos?
La sala quedó en silencio por unos breves segundos. Pronto (Nombre) captó las voces de varias personas acusando a Eren de ser un titán que tomó la forma de un humano para infiltrarse entre la gente y un montón de estupideces más, para ellos era un barril lleno de pólvora que en cualquier momento podría explotar. <<Ya cállense... solo cierren la maldita boca.>> Tensó la mandíbula con fuerza hasta que sus dientes rechinaron.
Por suerte, fue capaz de respirar hondo y calmarse un poco para poder hablar sin descontrolarse.
-Comandante en jefe, si me permite. -La apacible voz de (Nombre) se dejó oír mientras levantaba la mano, extinguiendo los murmullos de inmediato. El hombre le dio un asentimiento para indicarle que continuara-. Eren nos permitió a los recién graduados salir con vida del cuartel general de Trost cuando nuestro combustible se agotó, ahí fui testigo junto a varios compañeros de cómo los demás titanes se le fueron encima para atacarlo porque lo ven igual que a nosotros... como una presa. -Para ese punto algunos la estaban mirando con escepticismo y sobre todo, con miedo. Aunque bueno, el sacerdote Nick y sus secuaces la observaban de un modo tan horrible que era como si hubiese dicho una blasfemia contra Dios o las murallas-. La única razón coherente por la que se descontroló es que, como la mayoria ya lo sabe, desconocía su poder hasta ese día y no podíamos esperar que lo manejara a la perfección, y claro, mucho menos bajo la presión a la que estaba siendo sometido. Sin embargo, hay una manera de cambiar ese hecho y es puliendo su poder con entrenamiento.
-¡Objeción! -saltó a decir un sujeto apenas le pareció ver al juez considerar su declaración-. ¡Esta niña en una testigo, no su abogada! ¡Él es un monstruo que debe ser ejec-...!
-Hágame el favor de guardar silencio que no he terminado -le cortó con el mismo tono parsimonioso; sin embargo, su mirada le advirtió que sería despellejado si volvía a abrir la boca-. ¿Por qué quieren perder la oportunidad de descubrir qué clase de incógnitas guarda el poder de Eren? No se sabe cuándo volverá a aparecer otro humano con las mismas capacidades. Y aparte, ¿a qué le temen tanto si ustedes no son quienes salen a luchar? O ya sé, es que acaso... ¿tienen otro tipo de intenciones?
Si antes la estaban viendo de muy mala manera, en ese instante resaltó una gran cantidad de orbes a rebosar de desprecio. Recibió aquella atención con indiferencia, no supo con certeza si fue por haberlos inculpado de algo así de grave o porque dio en el blanco.
-Tú y ella también... -la señalaron junto a Mikasa, a lo que frunció el ceño en respuesta-, es incierto saber si son humanas o no...
Tomó a (Nombre) por sorpresa, pero rápidamente se recompuso y prosiguió:
-Oh, vaya. ¿Así que han recurrido a eso porque se les acabaron los argumentos y fueron acorralados?
-¡Deberiamos diseccionarlos a los tres por si las dudas!
-¡No es así! -arremetió Eren, obligándolos a callarse-. No... se equivocan. Yo podré ser un monstruo, pero ninguna tiene nada que ver.
Todavía paralizada en su lugar, (Nombre) sintió una pequeña oleada de emoción recorrer su cuerpo con ímpetu. No le importaba incriminarse a sí mimo y enfrentar las consecuencias si con eso conseguía que las dejasen en paz. Se dedicó a observarlo con aturdimiento mientras esa sensación cálida se clavaba en lo más profundo de su pecho. Nunca se imaginó que ese sería un momento con mucha importancia para el futuro.
-¡Nadie va a creerte!
-¡Es la verdad! -insistió.
-¡¿Las defiendes porque son de tu misma clase?!
-¡NO! -exclamó enfurecido. Movió las cadenas de una forma tan agresiva que asustó a los presentes-. Ellas son inocentes. Además, están hablando a base de puras suposiciones para lograr lo que les conviene. Para empezar, es cierto que ni uno solo de ustedes ha visto a ningún titán, ¿por qué están tan aterrados? -Por una parte, Eren pensó que lo mejor sería cerrar la boca de una vez, pero después recordó que Hange le aconsejó decir todo lo que pensaba-. Si los que tienen fuerza no luchan, ¿quién debería hacerlo? Si tienen miedo de luchar por sus vidas, préstenme su fuerza. Ustedes... ¡cobardes! ¡Solo cállense y déjenme cargarlo todo!
La sala entera quedó sumida en un silencio ensordecedor.
-¡Prepárate! -le ordenó Nile al oficial que estaba a su lado, éste elevó el arma que traía en manos y se preparó para matar a Eren.
Lo siguiente sucedió muy rápido. El capitán Levi le propinó una fuerte patada a Jaeger en la cara con la que le arrancó un diente. La segunda patada fue a dar contra su estómago y luego el hombre le forzó a levantar la cabeza agarrándolo del cabello, entonces le soltó un potente rodillazo en el rostro. (Nombre) presenció atónita la brutal golpiza que le proporcionaba el enano ése, al girarse encontró la expresión neutra del comandante Erwin y éste le devolvió la mirada. ¿Qué se traían entre manos? El diablo pareció tomar posesión de Mikasa, quien totalmente enfurecida trató de acercarse para impedir que lo siguiera lastimando.
-¡Espera, Mikasa! -exclamó Armin, esforzándose por retenerla.
Levi pisó la cabeza de Eren contra el suelo.
-Esta solo es mi opinión, pero el dolor es la disciplina más efectiva. No hay que educarte con palabras, sino con "escarmiento". Como estabas agachado, fue justo como para patearte fácilmente -le quitó el pie de encima.
El capitán miró (Nombre) de reojo en cuanto percibió su pesada mirada atravesándole el cráneo, vio pura rabia y resentimiento ardiendo en esos ojos. Sin embargo, él se limitó a verla de la misma manera que Mikasa lo hizo cuando la conoció; con pura desconfianza. Se volvió hacia Eren y reanudó los golpes.
-Espera, Levi... -pidió Nile.
-¿Qué quieres?
-Es peligroso... si te ganas su rencor y se transforma en titán, ¿qué harás?
-¿Qué estás diciendo? -enredó su mano en la cabellera de Jaeger y tiró de ella con brusquedad-. ¿Ustedes no querían diseccionarlo? Cuando se transformó, asesinó alrededor de veinte titanes hasta quedarse sin energías. Si él fuese el enemigo, su parte racional sería un verdadero fastidio. No obstante, no es mi enemigo. ¿Y qué hay de ustedes? Mejor piénsenlo bien todos los que lo acusaron. ¿Realmente pueden matarlo?
-Comandante en jefe, tengo una propuesta. -Erwin alzó la mano-. Tal vez el poder titán incluye elementos no determinados. Ese peligro siempre estará latente. Es ahí donde Eren queda bajo nuestro cuidado y actuará conforme a las órdenes del capitán Levi. Si se trata de alguien con su nivel de habilidad, podrá reaccionar en caso de emergencia.
Ah, ¿todo ese espectáculo fue para probar la capacidad del capitán para lidiar con el trabajo? Pese a ello, (Nombre) observó a Eren con pesar, aunque su atención se desvió momentáneamente hasta el sacerdote Nick luego de notar que continuaba viéndola de mala forma.
-Vigilar a Eren Jaeger... ¿puedes hacerlo, Levi?
-No hay duda de que puedo matarlo. Pero al contrario, el problema es que no hay solución intermedia -emitió, fijándose en Mikasa.
Armin seguía sosteniendo a la chica, quien continuaba contemplando al capitán estando rodeada por su oscura aura asesina.
-Al parecer la discusión concluyó, entonces me presto a dar el veredicto -dictó el comandante en jefe.
-Un momento, por favor -pidió Nile y se dirigió al hombre rubio al otro de la sala-. Erwin, ¿qué planeas con los problemas del interior?
-Quiero que comprendas que nuestra actividad también consta en estabilizar a la raza humana desde fuera de los muros, aunque nunca menospreciamos los problemas del interior. Les propongo algo para medir pacíficamente estas circunstancias, en la próxima exploración fuera de los muros, les demostraremos que Eren es benéfico para la raza humana. Debería juzgare según los resultados posteriormente.
-Oh, con que fuera de los muros... -El juez consideró lo que escuchó y tras unos segundos de mutismo dijo-: Lo he decidido... confío a Eren Jaeger a la Legión de Reconocimiento. Sin embargo, dependiendo de los siguientes resultados, nos volveremos a encontrar aquí.
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Datos mecos: Para escribir a Mikasa me baso en la del manga, la del anime me parece muy castrosa. xd