Ya había pasado una semana de esa noche, desde entonces apenas y había podido hablar con el alíen, este parecía estar evitándolo, no contestaba las llamadas y ponía excusas cada vez que el menor intentaba verlo, la situación lo estaba deprimiendo y como si no fuera suficiente sus amigos no dejaban de hacer bromas de ellos, sabia que no lo hacían con mala intención y tampoco es que les dijera que eso lo lastimaba, pero... Ya que. Su situación con Daniel/ Andrew tampoco era la mejor aunque el buscaba que fuese así, su antiguo plan era chantajear al castaño para conseguir dinero con el cual pagaría algún tratamiento para lo que fuera que tuviese el alíen, pero al final fue en vano aun así no haría nada para cambiar el ambiente, nunca se sabe en que puede ser de ayuda.
-Oye, no comiste nada- Dijo la morena.
-No tengo hambre y ya me quiero ir a mi cuarto- Murmuro levantándose.
Al final no se habían ido de la casa de Omar y este no los había corrido así que todo estaba bien; Subió a su habitación y se encerró, se coloco sus audífonos y subió el volumen a tope, quería quedarse así el resto del día.
<< I'm not okay
I'm not okay
I'm not okay
You wear me out >>
Suspiro y se dejo caer sobre su cama, no se sentía cómodo, pero tampoco tenía ganas de moverse, no entendía por que se estaba poniendo tan mal, sintió como un par de lágrimas caían por sus mejillas y justo en ese momento Daniel entro de golpe haciendo que el menor se limpiara las lágrimas rápidamente.
—¿No te enseñaron a tocar la puerta?— Pregunto intentando no trabarse.
— Estoy cansado de esto, no puedes seguir torturándome así... ¿Qué es lo que quieres?
El chico se sorprendió al escuchar tan decido al mayor, hasta este momento apenas y podía dirigirle la palabra.
Rio y asintió lentamente.
—Así que quieres terminar con esto ¿Que? ¿No te estás divirtiendo?— Cuestionó haciendo un puchero.
—¿Qué quieres?
Cerro la puerta tras el mientras lo miraba con odio, no soportaba el sentirse usado y peor si ni siquiera sabía con que fin estaba haciendo todo eso.
—No puedo decirte, pero, por ahora sí que puedes hacer algo por mi—Respondio divertido.
Se puso de pie y se dirigió había el mayor con una leve sonrisa.
—¿Que?— Pregunto con un tono grave.
—Quiero ir al centro, siempre he querido ir, pero es muy caro...Pero— Tomo el cuello de la camisa del castaño y lo acerco de un estirón— Tu tienes dinero ¿No?
Frunció el ceño, ¿Eso era lo que quería? ¿Un viaje? Desvió la vista y suspiro, no tenía dinero con el, pero podría sacar un poco, pero su padre podría enterarse y eso sería un problema.
— No tengo y si saco nos meteremos en problemas.
El chico rio y lo acerco aun más haciendo que el mayor se pusiera nervioso por la cercanía.
—Siempre estoy en problemas, no me importa uno más... Además, nos divertiremos, ya verás.
...
Se sentía realmente mal por alejarse de su amigo, la iglesia y el extraño pastor estaban ocupando toda su agenda, su padre insistía que era por su bien y tenía que aceptar que el ambiente era bueno, se dedicaba a hacer servicio social y a ayudar al pastor con sus guiones para las reuniones, eso último era un poco aburrido y tenía que soportar los gritos del líder cada vez que se molestaba con su súbdito con el cual había formado una bonita amistad, era tranquilo, pero hablar con el era reconfortante... Le recordaba un poco a Oliver.
—Bien, acabamos... Gracias, pequeño.
—¿Ya puedo retirarme?— Pregunto en voz baja.
—Si, puedes irte—Respondió sin interés -Ah! Ten esto— Exclamó entregándole un pequeño sobre.
—¿Q-Que?
—Ábrelo— Murmuro a la vez que se colocaba un poco de delineador rojo y iluminador.
Hizo lo que el dinero dijo y al ver lo que contenía tuvo que ahogar un grito, sus manos comenzaron a temblar y se giró hacia el moreno de ojos rojizos el cual no le estaba prestando atención.
—¿S-Señor...?
—Tu padre me dijo que tenían problemas económicos, es lo mínimo que puedo hacer— Respondió girándose hacia el peli blanco— Eres un buen discípulo.
—Muchas gracias— Dijo mientras hacía una reverencia.
—No tienes que agradecer, nos vemos mañana, te tengo una sorpresa.
...
Saco el dinero y subió al auto que había rentando con lo poco que traía, el pelinegro tenía una gran sonrisa en el rostro, en el camino no dejo de hacer preguntas.
—Oye, ¿Por qué...?
—Si mi padre intenta seguirnos nos perderá si vamos por aquí, tardaremos más de lo normal en llegar, pero es más seguro... Bueno, algo.
—No he escuchado nada bueno de las afueras, hay rumores muy...
—Conozco los rumores— Suspiro— Pero no creo en esas estupideces.
—¿Ya has estado por aquí? —Pregunto con algo de miedo.
—No, pero siempre dicen que sigas el camino marcado, si lo hacemos no nos perdemos así que no estés nervioso.
—Si tu dices— Mascullo— Oye.
—¿Mmm?
—¿Si es cierto que aquí dejaron a los pacientes del experimento Z?
—¿Experimentó? ¿Qué experimento?
—Yo vi un vídeo que decía que el gobierno hizo experimentos con humanos y salieron mal... Entonces los botaron fuera de las orillas, lo vi en un canal de terror.
—Eres muy ingenuo, nunca hubo un experimento Z, no hay nada fuera de las orillas solo hay árboles y más árboles, tal vez marihuana o algo así, pero ¿Pacientes de un experimento fallido? No, no lo creo.
Eso no tranquilizó al chico, había demasiados videos por todos lados, fotos y testigos, demasiados para que sea falso, pero el era hijo del presidente así que debía saberlo todo. Los minutos pasaron y se le quitaron las ganas de seguir preguntando, el silencio hizo que teorías raras pasarán por su cabeza ¿Y si iba matarlo? Eso explicaría por qué lo llevaba por un camino tan raro, nadie lo encontraría ahí... Seguro quería deshacerse de él por intentar chantajearlo. Se alejo un poco e intento abrir la puerta del coche, pero tenía un seguro que el no podia abrir, estaba claro... Iba a acabarlo.
...
Llamo varias veces a su amigo, pero el no contestaba, su teléfono estaba apagado, comenzó a preocuparse por su desaparición, no podía ir a su casa,no quería que los amigos del pelinegro se enteraran de todo, ¿Un alien y un humano siendo amigos? Eso estaba mal visto... Los separarían sin dudarlo ¿Cómo iba a encontrarlo?
...
—¡Ayuda, alguien ayúdeme! ¡Por favor!
—Shh, ya callate— Vocifero intentando alcanzar al menor.
En eso el menor tropezó con la raíz de un árbol y al caer se golpeó la cabeza con una piedra quedando inconsciente en el acto.
—Ey, ey, Oliver...
Corrió y sentó a su lado, lo levanto y lo llevo al auto, no parecía nada grave.
—Pequeño idiota, ¿Por qué saltaste así del auto? ¿Ah? ¿Te volviste loco?
Lo recostó en los asientos de atrás y volvió a su asiento, esa área de por sí era muy oscura y si la noche llegaba a alcanzarnos estarían en problemas, muy graves problemas.
Realmente no tenían ni idea de lo que les esperaba en unos kilómetros.
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