¿Akutagawa se encuentra aquí?—preguntó el de orbes azules—
_ Sí Nakahara-San, está con Gin al fondo—respondió Tachihara indicando el lugar dónde se encontraba el nombrado—
Agradeció con un pequeño gesto mientras se dirigía al lugar indicado, pudo divisar a su subordinado hablando con su hermana, esperó un poco hasta que la chica se percató de su presencia dejándole pasar mientras ella se retiraba
_ Chuuya-San, no sabía que regresaría tan pronto de la misión encomendada—se mostró confundido el portador de Rashoumon—
_ Ryu, no vine a hablar de la misión y lo sabes—le interrumpió el pelinaranja— ¿Cómo te fue hoy en la sesión?
_ La señorita me dijo que estaba teniendo un poco de progreso, y que debía continuar con las sesiones hasta eliminar por completo mi problema—suspiró mientras le contaba—
A petición de Chuuya, el menor había accedido a tomar unas sesiones de terapia para controlar su dependencia emocional por cierta persona, la psicóloga era parte de la Port Mafia, así que sabía cómo ayudarlo específicamente en aquella situación que le atormentaba
_ Me alegro que ya estés progresando, pero, espero que no te estés controlando para después tirar todo ese progreso por la borda
_ N-No, no me estoy controlando por momentos, la última vez que luché al lado de Jinko lo hice... sin pensar en él—musitó esto último—
_ Ryu, espero que eso sea cierto, me preocupa mucho que esa dependencia emocional te afecte en gran manera—decía tocando el puente de su nariz—
La noche en la que Dazai abandonó la Mafia, fue una de las peores noches que pudieron haber pasado todos como organización, especialmente Akutagawa, quien al enterarse de que su mentor lo había abandonado para siempre, entró en una gran desesperación y enojo, encerrandose durante una semana en su habitación y siendo más violento durante las misiones encomendadas.
El pelinaranja comprendía al menor, no era sencillo ver a su mentor abandonar todo sin importarle un comino lo que le pasara cuando muchas veces abusó psicologicamente para que fuera mejor, en varias ocasiones intentó entrar en aquel mar de emociones negativas que era Akutagawa, hasta que después de mucho se lo permitió y ahora trataba de hacerle ver que era muy importante para él
_ Chuuya-San, no entiendo por qué se preocupa tanto por mi, creo que alguien como yo no tiene solución a esto—masculló decepcionado de sí mismo—
_ Akutagawa Ryunosuke, ¿Cuántas veces debo decirte que eres suficiente y especial para mí? Mírame a los ojos—tomó el rostro del mejor entre sus manos a pesar de la diferencia de altura notable—No necesitas la aprobación del desperdicio de vendas para creer que eres suficiente y que eres el mejor, cree en ti mismo, así como yo creo en ti—susurró a su oído esto último con un ligero sonrojo—
El chico se quedó sorprendido por aquellas palabras dichas por su superior, reaccionó de inmediato sonrojandose también mientras veía hacia el suelo, cuando levantó la vista vio como el portador de la gravedad le hacía una seña de que se verían luego, probablemente tenía otra misión.
El de orbes grises no pudo evitar curvar sus labios en una sonrisa, le hacia feliz que el pelinarnaja le dijera lo especial que era para él, sin contar las veces que le decía que le amaba, sí, estaba saliendo con su superior desde hacía unas 3 semanas, una relación oculta por muchas razones.
Nunca pensó en que llegaría a sentir cosas como el amor, pero aquella noche de verano en la que Chuuya confesó sus sentimientos por él, fue una de las más felices que pudo tener, correspondiendo sus sentimientos, ambos no eran muy buenos expresando muestras de amor sin avergonzarse en el intento, exageraba al decir que ni siquiera se habían besado aún, aunque esa era la realidad, sólo se dedicaban algunas palabras y caricias y uno que otro beso en la mejilla.
Siempre se preguntaba, ¿Los labios de Chuuya-San sabrán dulce o sabrán a vino? No lo sabía, pero quizá lo sabría pronto.
Un molesto rubio esperaba a ambos compañeros de trabajo en la planta de arriba del edificio, unos minutos después los vio entrar a ambos conversando alegremente de cualquier trivialidad seguramente
_ Buenos días Kunikida-San—saludó Atsushi con una sonrisa—
_ Buenos días Atsushi-Kun, si me permites me llevaré a Dazai por un momento—saludó de vuelta mientras tomaba al castaño para llevarlo a otro sitio—
No le dio tiempo a responder una afirmativa o negativa, ya que cuando iba a hablar el par ya se había ido, no le dio importancia y saludó a sus demás compañeros mientras se sentaba en su escritorio
_ Muy bien Dazai, confiesa ahora mismo lo pasó anoche, y más te vale no haber abandonado a Atsushi para irte con alguna mujer o peor aún, llevar una mujer a tu casa sabiendo la presencia de él—le reprendió Kunikida—
_ ¿Porqué haría eso? Sé cuales son mis límites, pero si así quieres muy bien, esta noche llevaré a Atsushi de cazería—le sonrió picaronamente— No entiendo como esa cabeza tuya maquina ese tipo de situaciones
El castaño empezó a reír, siendo azotado continuamente por el idealista que solo le miraba con una cara enojada que hasta se le podía ver una vena en la frente.
Mientras ellos dos discutían, el albino fue a sentarse en su escritorio a seguir trabajando algunos informes, hasta que su mejor amiga entró en su campo de visión, sin más se acercó y lo abrazó fuertemente, abrazo que correspondió dulcemente a ella
_ ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?, perdóname por no haber estado ahí para protegerte—decía la menor preocupada—
_ Estoy bien, tranquila, no es tu culpa solo fue un descuido mio—la abrazó un poco más fuerte—No te preocupes por mi, sabes que estaré bien
La menor solo asintió mientras se separaba, la escena se vio interrumpida cuando una voz conocida le hablaba al albino
_ Nee, Atsushi-Kun, ¿Puedo pedirte un favor?—preguntó el mejor detective del mundo—
_ ¿Qué necesita Ranpo-San?—respondió con una sonrisa—
_ Verás, me llegó un caso sobre un intento un intento de homicidio contra una escritora, en el caso explica mejor la situación, no puedo ir ya que Kenji-Kun me traerá nuevos postres y no puedo permitirme el no probarlos—explicó lo último como algo que era demasiado importante como para pasarlo por alto—
_ Por supuesto Ranpo-San, iré de inmediato
_ Ah espera, no puedes ir solo, recuerda que Dazai debe acompañarte
_ No se preocupe, yo le aviso ahora—se retiró para dirigirse hacia donde estaba su mentor—
Después de avisar hacia donde iban, se fueron de inmediato hasta la casa de aquella periodista que estaba siendo amenazada de muerte, mientras iban hablando de cosas triviales en el camino, hasta que surgió una conversación respecto al caso que llevaban
_ Atsushi-Kun, ¿Porqué crees que quieran matar a esta mujer?
_ No soy tan deductivo como Ranpo-San, pero pienso en la probabilidad de que ella tenga alguna información que su asesino no quiere que salga a la luz—respondió tomando su mentón—
_ Puede ser, aunque pienso que sería lo más poco probable, según la información del caso ya lleva dos intentos de asesinato en su contra, si alguien desea silenciarla, ¿No crees que ya lo hubiese hecho de inmediato?
_ Tiene razón, pero, cabe la posibilidad de que la periodista se sepa defender o haya un tercero que la proteja, eso o el asesino es un fraude—alzó sus brazos mientras esperaba la respuesta de su mentor—
La conversación se vio interrumpida cuando una mujer del cuerpo policial se acercaba hacia ellos, lo primero que cruzó la mente del albino fue que quizá había ocurrido algo malo mientras ellos iban en camino, hasta que esta misma se le acercó con sumo descaro a su mentor
_ Dazai, por fin te vuelvo a ver, no esperaba que vinieras ¿Acaso será el destino?—le coqueteaba con una sonrisa pícara—
_ No lo sé no creo en esas cosas, pero tampoco esperaba que te asignaran en un caso como este, considerando que no te gusta arriesgar tu vida—contestó con un tono de molestia fingida—
_ ¿Aún sigues enojado porque no acepté cometer suicidio doble contigo?, vamos sweetie, eso quedó atrás, podemos salir de nuevo, estoy libre estos días—jugaba con su cabello mientras se acercaba más al rostro del castaño—
El albino moría de celos al ver como la oficial se le insinuaba a su mentor, necesitaba controlarse y no armar una escena, después de todo no tenía derecho a sentir celos, no eran pareja, tan solamente amigos y compañeros, el pensar en eso le causaba ganas de llorar y le hacía sentir mal, realmente lo amaba, pero conocía a su mentor, era todo un Don Juan con las mujeres hermosas, cosa que jamás igualaria alguien como él.
Sin darse cuenta ya había caminado hasta la casa de la periodista, dejando atrás a aquellos dos muy probablemente, seguramente estarían hablando de verse, pero no esperaba a que una mano se posara en su hombro, sacándolo de sus pensamientos
_ ¿Estás bien Atsushi-Kun?—preguntó el de orbes marrón—
_ ¿Eh?
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HOLIIIIIII :3 aquí de regreso su escritora atareada TwT mil disculpas, tenía plenado actualizar la semana pasada pero no pude debido a que nos dejaron muchas tareas 😔 ni siquiera nos dejan descansar un día porque ya están dejando más 💔 jajjajaaj, es llanto disfrazado de risa XD
Perdonen también si el capítulo se les hizo muy corto :'( pero no tuve mucha inspiración, y quiero meterle algo de romance al fic, más escenas Dazatsu >w< poco a poco nos adentraremos al caos *música de suspenso*
En fin uwu, espero que el capítulo les haya gustado, si tienen dudas o sugerencias no duden en hacérmelas saber 😉
La canción de hoy es: Wolves, Selena Gómez 💖
Psdt: Creo que compraré una pelota anti estrés, porque cada que me llegan tareas al classroom me dan ganas de tirarme de un puente 😔✋🏻
Sin nada más que decir, se despide 𝑨𝒏𝒏 𝒁𝒆𝒑𝒑𝒆𝒍𝒊💚