Poco a poco, empezaron a surgir problemas, pequeñas cosas que ardían, señales de lo que más adelante se venía.
Y si, todo empeoró, trate de mantenerme estable, mientras veía cómo tu interés disminuía, me partía en mil, un dolor conocido pero más fuerte llegaba a mí.
La conexión que teníamos desapareció, murió, mi corazón el más estúpido se sintió, mi mente en contra mía se volvió, la soledad en las noches frías una gran y rara consolación.
Me congeló, tu forma de alejarte me consumió, nada te importó, lo di todo, cuide tanto lo nuestro y para nada lo valió.
Me di cuenta que me sentía mejor cada vez que no sabía de vos, te extraño, pero ya no quiero que me hagas daño o que intentes con poco empeño.
Ya no hay oportunidades, no hay opciones ni cadenas que nos mantengan atados, lo que una vez nos unió, hoy concluye con nuestra separación.
Te digo adiós, espero haber tomado la mejor decisión, nadie merece quedarse en dónde se siente inestable, prefiero irme que en una insuficiencia constante quedarme.