Mar.
Cuando desperté, Honne estaba durmiendo sobre mi pecho.
Los primeros rayos de luz me cayeron en la cara, no cerramos la cortina, apenas podía ver, me negaba a hacer un mal movimiento y despertarla. No por aprecio, sino que era muy temprano para soportarla.
Bajé la vista, mi brazo reposaba sobre su vientre, la sábana quedó al borde del suelo, mi cuerpo me pedía a gritos que al menos usara la almohada que no recordaba dónde dejé. Mi teléfono marcó las once treinta cuando la puerta se abrió de imprevisto.
—Buen día mujer hada... —Luka se quedó en el marco—. Oh, Dios —bajó el tono—. buen provecho, perdón las molestias.
—¡Luka, vuelve no es lo que parece!
Al tratar de levantarme apoyé el codo sobre una superficie inexistente, por lo que me resbalé del colchón con ella encima, lo próximo que supe es que estaba en el suelo. Honne gruñó al golpear sus rodillas sobre el piso, su cabeza rebotó sobre mí.
Me asusté más porque se despertara que porque se pudiera haber hecho daño, milagrosamente ni siquiera eso la hizo abrir los ojos, aproveché nuestra separación para salir del cuarto. Estaba caminando en puntillas a la puerta cuando su voz me interrumpió.
—Dejar sola a la visita es pecado —murmuró aún tirada allá bajo—. Me ibas a dejar aquí entre las cucarachas.
—En mi cuarto no hay cucarachas.
—Mentira, yo dormí con una. —dijo sin moverse, con los ojos cerrados.
—¿No te cansas de actuar así?
—Mar, te tomas la vida demasiado en serio, quizás tus astros están...
Con mi astrología no.
Antes de que pudiera terminar, tomé el cuello de su camisa, logré que se callara aunque no pareció intimidada siquiera un poco. De pijama apenas usaba una camisa blanca mal abotonada con un short debajo, sin sus joyas caras ni maquillaje seguía viéndose igual o mejor que antes,
—Deja de burlarte de mí, no eres graciosa —dije entre dientes—. Si hubiera sabido cómo eras habría exigido más dinero en el contrato.
—¿Sabes qué pasa? —se le escapó una risita—. tienes demasiadas ganas de besarme y eso te está jodiendo la cabeza. —su mano viajó a mi hombro, con una cercanía peligrosa a mi cuello.
—Te das cuenta de que actúas igual que esos asquerosos fuckboys que creen que pueden tener quien quieran, ¿Verdad?
—Lo dices como si te molestara.
—Lo hace.
—Si te molestara tanto como dices no hubiera amanecido en tu cama.
Un grito proveniente de fuera paró mi queja, fue tan alto que ella se apartó rápido, asustada. Compartimos una mirada fugaz antes de correr fuera.
—¡Auxilio!
Estruendos se escucharon por todos lados, nosotras corrimos pegadas a la otra por precaución.
—Luka —vociferé en medio del pasillo—. ¡¿Ya te llevaron los municipales por confundirte con basura?! —la puerta de su cuarto estaba abierta—. ¿Luka?
Pasó lo peor: Me secuestraron al mejor amigo.
—¡No huyas!
Una voz masculina similar a la suya vino de la cocina, Honne me alcanzó con una bata puesta y una escoba en la mano. No estaba segura si pensó que eso podría salvarla si me metía alguien a la casa.
—¡Mar llama a control de animales! —gritó— ¡Si estas son mis últimas palabras, yo rompí tu cuarzo cristal, fue un accidente!
Pasos rápidos, una sombra cruzó de la cocina a la sala, dejé de preocuparme y pasé a estar intrigada, si lo quisieran matar ya estaría muerto. Es un metro setenta de pura decadencia.
—¿Consume o vende? —preguntó Honne con total naturalidad, me costó distinguir si aquello era sarcasmo.
—¡¿Dónde demonios estás?! —formé un megáfono con mis manos.
Cuando llegamos a la sala, un hombre bastante parecido a Luka estaba correteándolo entre los sofás, no luchaban como si fuesen a matarse mas tampoco era un juego, percibí cierta energía negativa en el ambiente.
Mi mejor amigo le tiró una almohada a la cara antes de venir corriendo a refugiarse con nosotras, se quedó atrás e intentó subir a mi espalda. En su primer intento casi me rompe la columna y nos tira al suelo.
—Cálmense —Honne se abrió paso entre el chiquero—. hay que comer y luego se matan.
—Mar, ayúdame. —rogó Luka.
—Apuesto dos dólares a que gana Kalum. —murmuró Honne.
Avanzó hasta la mesa, la seguí a paso lento mientras que Luka me usó de escudo, el muchacho, el cual llamaron Kalum no se veía mal, de hecho, lucía más elegante que mi mejor amigo, me pregunté por qué se parecían tanto.
Sentada silencio empecé a beber un vaso de agua, Kalum se quedó en una silla revisando su teléfono y yo solo pude encontrar de distracción en la rutina de skincare que se hizo Honne, tenía decenas de mascarillas al lado, aunque lo que más me llamó la atención fue una capsula con pequeñas cosas parecidas a la azúcar que se pasó por los labios.
Su índice se deslizó sobre sus labios, eran pocas las veces en las que no llevaba labial rojo, la lentitud y gracia con la que los exfolia los hizo ver suaves, brillantes, su humectante arrojaba aroma a fresas. Probablemente también tuviera ese sabor, ya que su lengua los saboreó.
Cómo me veré yo a su lado en las fotos, es hermosa, quizás me veo mal cuando fingimos besarlos.
—Deberíamos practicar besarnos.
«¿Lo dije en voz alta?».
A juzgar por la expresión del Kalum, que pareciera estar viendo una telenovela, sí. Si lo dije.
—Es que creo que salgo fea. —me excusé en un apuro, muerta de vergüenza
El calor empezó a cubrir mis mejillas, sentí que la atención pasó a ser por completo mía.
—Te ves bien. —aseguró Honne.
—En fotos, desde ángulos, pero ¿Y si tiene que pasar en vivo? —me recliné en la silla—.es fácil para ti decirlo, eres bonita. —di el cumplido como si fuera un insulto. Me funcionó.
—No soy bonita —chasqueó la lengua—. solo tengo actitud y sé bailar bachata.
—Me encanta, enséñame. —pidió Kalum.
—¿Y tú quién eres?
Se aclaró la garganta, desde el nombre hasta su aspecto me resultaba familiar a pesar de no recordar de dónde. Arrugué las cejas confundida, el leonino que suele ser el mayor hablador del mundo ahora siquiera abrió la boca.
—Soy el mellizo de Luka
—Wow, ¿Por qué nunca me dijiste que tu hermano era igual a ti?
Él se quedó callado, por fortuna ya se animó a tomar asiento. Al borde de soltar algún chiste, me contuve, soy consciente de que si me encontrara a mi familia también huiría.
Sonreí, me hubiera quedado con ellos la tarde entera de no ser por mis obligaciones, tenía que ir al estudio de grabación a probar nuevas ideas, el single que me piden entregar y no tengo nada.
Pronto volaría a México, tenía que concentrarme en acabar mis pendientes. Junté todas mis pertenencias en mi bolso y tomé las llaves sin avisar a nadie hasta que abrí la puerta.
—Me voy —guardé mis llaves en mi bolsillo—. Vete con tus amigos, Honne. No te quiero en mi sitio para cuando regrese.
—Pff, atrevido de tu parte asumir que tengo amigos.
—Por tu bien, va siendo hora de que aclares qué quieres conseguir actuando así.
—Es obvio lo que quiero, cuando estés interesada y lista me puedes llamar.
Esta vez sí distinguía su tono de broma, pensé: vamos, atácala. Tú puedes, si sigues el juego tal vez se acobarda.
—Al menos dime qué soy linda primero.
—Lo eres, —terminó de acomodarse el busto del vestido—. aunque soy partidaria de que la belleza está en el interior, y aún no he estado dentro tuyo.
Me largué antes de que pudiera leer mi expresión, era injusto que jugara conmigo. En especial porque mi corazón de pollo es sensible ante el más minimo contacto.
En el estudio, pedí que no ingresaran dispositivos electrónicos, suficiente con que los empleados que antes dudaban en dirigirme la palabra ahora me pidieran fotos.
Recogí el cuaderno en el que escribo y anoto mis ideas, me encanta hacer música con letras oscuras combinado de un ritmo alegre, en especial porque puedo meter referencias espirituales sin que nadie se dé cuenta. Entre las hojas encontré anotada la fecha de la próxima cita con mi novia, mañana.
No planeé ni la hora ni dónde ir, Verónica nos ofreció contratar a alguien que se encargue de eso, siendo una persona que siempre ha hecho todo sola creí que podría, sentí que me volvía una carga. Me negué a tener a alguien para actos tan simples, busqué entre mis anotaciones de sitios preferidos, quisiera ir a alguno al menos antes de salir del territorio.
Encontré una pintura extraña en una de las hojas, es un cuerpo celeste emanando brillo, la inspiración llamó a mi puerta. En tiempos sin inspiración cualquier hoyo es trinchera, fui a buscar los audífonos porque ¿De qué más podría escribir? ¿De Honne?
Ja, ni en otro plano astral.
🔥💗
Esta semana me hicieron edits y dibujos preciosos, les dejo algunos aquí junto a sus users. En mi cuenta los encuentran todos.
🥺💖 Sepan que los quiero mucho, desde sus fanarts hasta sus comentarios cuando alguien pide recos, todo lo agradezco, son las mejores 🥰.