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Solange abrió la boca, Nolan parecía sincero pero pasaron unos segundos antes de que pudiera pronunciar palabra.
—Lo sien...
—¡Hola Novatos! —una voz interrumpió la línea de pensamiento de Solange. Una chica de unos dieciseís caminó hacia ellos. Llevaba todo el impresionante uniforme de cazadora. Una capa negra que escondía el tahali de cuerpo completo, una especie de arnés negro que sujetaba las veinticuatro armas de los cazadores—. ¡Oh, válgame! —añadió al ver a Nolan, quien era incluso más alto que ella—. ¿Qué edad dices que tienes?
—Trece.
Kathy lo vio perpleja con una risita.
—¿Qué les dan de comer ahora? —preguntó haciendo que Nolan se sonrojara—. Buenos músculos. Seguro que se pelean por ti en la elección de equipos. Como sea, vengan conmigo.
—Gracias, Kathy, son los últimos —dijo la recepcionista.
—Sí, sí —Kathy volteó hacia ellos y les murmuró—. Eso dijo la última vez, puede leer mentes pero no puede leer bien una lista, ¿pueden creerlo? Vamos, apuren el paso.
—¿Soy yo o todo esto luce sacado de una película? —le susurró Nolan a Solange con una sonrisa al tiempo que veían las instalaciones.
Ella abrió los ojos al doble, asintió incómoda y le intentó sonreír de vuelta. No sabía qué decirle ni cómo actuar. ¿Le iba a estar hablando todo el día? No tenía un solo tema de conversación en mente. ¿Qué le gustaba a los chicos además de orinar de pie, tirar cosas que no les pertenecían por la ventana de un segundo piso y dejar alimentos perecederos escondidos alrededor de la escuela para provocar pestilencias de días?
Kathy los llevó hasta el fondo de todo el plantel. Pasaron un mini parque con fuente, canchas deportivas, gimnacios al aire libre y una pista para correr.
La diferencia entre el estilo de un edificio y otro, hacía lucir a la academia como una mini ciudad. En la sección a donde llegaron había una torre cilíndrica, una cafetería en el medio con ventanales en la parte de arriba y otro edificio pegado. Parecía una letra H y eso era solo una sección mínima de toda la academia. Era evidente la estúpida cantidad de dinero que se había invertido en ese lugar.
Fueron al edificio más cercano frente a esa construcción y entraron a un salón, lo único que se veía común y corriente de todo lo que habían visitado.
Sus demás compañeros ya estaban sentados y voltearon a verlos en cuanto entraron.
Solange reconocía a algunos, había incluso jugado con varios en reuniones de la Dinastía del Sol.
Era un sentimiento incómodo porque no asistió a una de esas en dos o tres años, y esa cercanía que llegó a existir entre ellos, se esfumó.
Desde la expulsión de la familia "Aldo" de las tribus Sinne y de la Dinastía del Sol hacía más de trece años, existía una tensión que iba y venía entre los cazadores.
Hacía dos años, varias familias en la dinastía, incluída la familia Soleil, quisieron reabrir el importantísimo proyecto de investigación de Augusto Aldo. Un científico y cazador excelente que había muerto en una situación trágica.
Algunas familias protestaron, pues el motivo de la expulsión de los Aldo, hacía trece años, fue que el mismo Augusto cerró su investigación, destruyendo sus pruebas y resultados sin deseos de continuarla o compartirla.
De abrirla de nuevo, sin el consentimiento de la familia, los Aldo hubiesen sido expulsados por nada, perdiendo la oportunidad de administrar el suero de cazadores al más joven de su línea, el eterno rival de Solange y compañero de escuela, Israel Aldo.
Solange no tenía idea sobre qué era la investigación, pero al parecer fue tan importante y el ambiente quedó tan tenso después de eso, que no existieron eventos de integración para cazadores desde aquella propuesta.
Para ser sincera, secretamente le alegraba que todo hubiese sucedido de esa forma, Solange prefería no tener a Israel en la academia durante todo el verano. Era SUFICIENTE tener que verlo casi todo el día, casi todos los días en la escuela y en las clases de artes marciales de la tarde como para también verlo ahí.
No es que fuera desagradable como sus demás compañeros; nunca destruyó sus cosas, jamás le arrojó nada, nunca le dijo cosas de su físico con intención de hacerla llorar pero sus constantes intentos de probarse en comparación de Solange eran lo que lo hacía TAN molesto.
Se sentaron en los últimos escritorios disponibles. Solange tomó uno y el chico rubio, Nolan se sentó a un escritorio de separación tras ella. En medio de ellos había una chica pequeña y delgada con trenzas que lucía como si le fuera a dar un ataque al corazón en cualquier momento.
—Bien, ¿todos completos? Ok, soy Katherine pero llámenme Kathy. Ya sé, mi nombre no puede ser más cliché en el mundo de los vampiros, bueno, fuera de mi hermana que se llama Carmilla... mis padres tienen ese sentido del humor.
Tengo diecisiete años y... veamos, nunca he sido buena para las bienvenidas.... como sabrán son muy diferentes al resto de los otros chicos, ustedes tienen una responsabilidad más grande que incluso muchos adultos normales. Mi trabajo es darles la introducción... y sí, así es —dijo ella, jugó con la manga de su capa, se meneó de un lado a otro, se aclaró la garganta y continuó—. Sepan que MUCHOS mueren en esta carrera, asesinados a sangre fría por criaturas que solo han visto en sus pesadillas —dijo con un tono sombrío—, pero ¡hey! Al menos nos pagan bien —añadió encongiéndose de hombros.
Solange escuchó a la chica de trenzas tras ella aumentar su respiración.
—No tienes que tener miedo, nos entrenarán para poder defendernos, pasarán meses, quizá hasta un año antes de que enfrentemos a nuestro primer vampiro —escuchó a Nolan murmurarle para calmarla. La chica de trenzas le dio las gracias en un murmullo sofocado.
—Dicen que como cazadores, estamos condenados a morir con nuestra cuenta de banco casi intacta... yo les digo que quienes dicen eso NO HAN IDO A LAS TIENDAS CORRECTAS —dijo Kathy con una risa estruendosa, riéndose de su propio chiste malo —. En fin, pasaré lista. Espero hayan tenido un buen desayuno porque hoy será un día de introducción y pruebas. Presten mucha atención a sus compañeros, pues hoy también elegirán a sus equipos definitivos.
Un buen equipo puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. ¡Elijan bien! —sugirió Kathy y empezó a decir nombres en voz alta. —Ariché, Bimorí —gritó.
Una chica de piel café tostada y rasgos indígenas completamente simétricos y con abundante cabello café muy oscuro levantó la mano con una sonrisa tímida.
Después de pasar lista a cada uno de los veinticinco novatos. Kathy encendió el proyector, conectó la bocina y se sentó hasta atrás del salón. En la pantalla grande se aparecieron unos números contando hacia atrás antes de que la película empezara.
—Así que eres un miembro de las tribus Sinne, ¡felicidades! —dijo el narrador de la película con un tono de emoción falso y cursi—. Las tribus Sinne están formadas por varias familias y organizadas por un consejo central. El consejo está formado por familias de las ramas principales. Las ramas principales son lo que conocemos como "Dinastía del Sol". ¡Seguro tienes muchas preguntas!
Empezarás un entrenamiento de cazavampiros a partir de hoy, ¡así es, cazarás vampiros! ¿Has tenido algún contacto con historias de vampiros? —varias imágenes de películas clásicas se proyectaron ahí, algunas con los actores vampíricos por excelencia Bela Lugosi y Christopher Lee.
Solange miró la pantalla soltando una risita incrédula cruzando los brazos y volteando a ver las expresiones de sus compañeros. ¿Era eso realmente necesario? ¿Habían padres que les ocultaban esa información a sus hijos hasta tirarlos a la academia? Estaba segura que no, puesto que se supone que las familias debían pre-entrenar a sus hijos para la academia de cazadores, dándoles así una mayor posibilidad de sobrevivir.
—Sus padres son cazavampiros también, expertos en diversas áreas. Algunos de ustedes han sido adoptados. Sea cual sea la situación, ser parte de una familia de cazadores es un privilegio y fortuna que la gente común no experimentará.
—¡Claro, qué fortuna que tu familia se mate y te abandone en un orfanato lleno de cucarachas! —Solange escuchó gruñir a una chica de cabello largo y rubio.
Nolan y Solange se dirigieron una mirada interrogante. Pasando lista, la chica había dicho "presente" al apellido Taiyou.
Los Taiyou seguían vivos... aunque sí, se veían MUY diferentes a Julieta, ¿la habrían adoptado tras aquella tragedia de la que hablaba?
—La graduación y entrada a los estudios con especializaciones en otras áreas es más o menos entre los catorce y los diecisiete años, depende de sus aptitudes o situación —continuó la película—. Hay un código de vestir estricto en las tribus Sinne. Escala de grises para la ropa de diario y para su ropa de civiles. El uniforme negro para todo estudiante, las capas negras para cazadores iniciados y las capas rojas para la elite y/o cazadores ejemplares.
Tenemos también la división de los capas blancas. Son la elite de la Dinastía del Sol que operan en algunas partes de Europa y Asia.
Durante misiones o entrenamientos especiales, los colores pueden variar de acuerdo a las necesidades que se presenten. Otros colores están prohibidos.
Jamás pueden usar colores sin autorización puesto que un cazador debe estar siempre preparado para cazar y los colores atraen vampiros.
En esta parte, dos muy malos actores mostraban un "vampiro" mal maquillado acechando y a un cazador vistiendo colores. Tras ello, salió un signo en la pantalla con un círculo rojo de línea cruzada. El cazador actuaba confundido con su ropa de colores, como si le hubiera aparecido encima de repente.
Después mostraba al cazador en ropa aprobada y poniendo un pulgar hacia arriba con un guiño.
—Obtendrán pequeños emblemas para su uniforme cuando dominen una disciplina. Los primeros se pueden ganar hoy durante las evaluaciones iniciales y estos les ayudarán a encontrar a sus equipos ideales.
Solo los primeros seis lugares en cada disciplina pueden obtenerlos. Los demás emblemas podrán ganarlos en pruebas más adelante, durante el verano.
Las disciplinas son las siguientes:
1. Mentalista
2. Combate cuerpo a cuerpo
3. Armas
4. Conocimientos generales
5. Agilidad
6. Velocidad
7. Fuerza
8. Estrategia
9. Puntería
10. Memoria
¡Esperamos su mejor esfuerzo! Hasta pronto.
La película terminó y el salón se quedó con la única luz siendo la pantalla blanca que ahora era el proyector. Por unos momentos, donde nada sucedió, todos se miraron incómodos.
—Eh... ¿Qué onda? —preguntó sonriendo a todos una chica de cabello café llamada Rosa.
—Creo que se quedó dormida —murmuró Bímori, la primera de la lista. Kathy tenía el rostro contra el pupitre y se le escuchaban ligeros ronquidos.
—Quizás es una prueba —dijo Paris, un chico de piel negra, casi del tamaño y musculatura que Nolan. Todos se miraron nerviosos. ¿Qué emblema sería aquello?
—Tírale algo —dijo Ernesto.
—¿Por qué le tiraría algo? —preguntó Paris.
—¡Seguro lo atrapa! Nos está haciendo creer que está dormida —contestó Ernesto— Seguro esto es por la disciplina de puntería.
Todos voltearon hacia Kathy por unos segundos intentando deducir si aquello era cierto. Solange subió una ceja discreta. Claramente alguien ahí veía muchas caricaturas.
—¿Qué clase de imbécil eres? —preguntó Paris.
—¡Solo hazlo! ¿Qué puede pasar? —dijo Ernesto dándole un empujoncito.
—¡Hazlo tú! —le respondió Paris retrocediendo.
—Ok —dijo Ernesto arrancando un papel de su libreta. Se preparó una bolita y la lanzó con fuerza pero no estuvo ni cerca de tocarla.
—Wow, eso fue terrible. ¿De verdad eres un cazador? —preguntó Paris.
—No lo soy, para eso vine. ¿Qué? ¿Puedes hacerlo mejor? —lo retó Ernesto.
Todos los demás acechaban expectantes y vigilaban los alrededores como para comprobar si había alguna cámara ahí.
Estaba un grupo que ya se había puesto a hacer bolas de papel, otro que miraba hacia el frente sin prestar atención, quizá convencidos de que observaban y calificaban su comportamiento en esos momentos, y los curiosos que no decían nada pero tampoco evitarían que el primer grupo hiciera de las suyas. Solange estaba entre ellos y miraba discreta toda la escena.
—Probablemente pero no lo haré —le contestó Paris.
—¿Quién tiene buena puntería? —preguntó Ernesto a todos.
Solange se quedó callada, la tenía pero no iba a meterse en problemas.
Un chico, Galiel, se abrió paso y le pidió la bola de papel a Ernesto, lucía confiado y en sus labios vestía una sonrisa engreída.
Todos se quedaron mirando mientras él ponía cara de concentración.
Lanzó la bola, le iba a pegar en la cara pero justo en ese segundo, Kathy cambió de posición con un suspiro y solo le rozó.
Todo el salón dio un jadeo.
—¡Se los dije! —dijo Ernesto murmurando fuerte.
—¡Vamos todos juntos! Veamos qué tan buena es —susurró Romina con una sonrisa pícara.
Todos ellos tomaron sus bolas de papel y las prepararon... pero ese mismo instante alguien entró al salón prendiendo la luz.
Era la chica de trenzas.
—¡Oh, lo siento! —se disculpó ella viendo aquella escena incómoda—, creí que me habían dejado porque el proyector paró, solo fui al baño.
Nadie le dijo nada, todo pasó casi en cámara lenta. Los que estaban de pie con bolas de papel en la mano voltearon con angustia. Kathy ya estaba despierta mirando a todos ellos en posición de lanzadores.
—¿Qué demonios creen que hacen? —preguntó ella quitándose la saliva del cachete.
Palidecieron.
—Creimos... creímos que era una prueba, que las esquivaría o... —balbuceó Romina—. Era una prueba, ¿verdad? ¿De puntería?
Kathy entrecerró los ojos confundida.
—¿Huh? Oh, ¿quieren ver cómo reacciono a...? —rió un poco—, ¿a bolas de papel? ¿De verdad?
Ellos asintieron todos juntos.
—¿Creen que les pondríamos una prueba así de imposible? ¿No notan lo ridículo de lo que me están pidiendo?
Ellos negaron todos juntos.
Solange los miró extrañada. Kathy probablemente estaba en el nivel donde podía esquivar balas, ¿y esos idiotas querían solo lanzarle bolas de papel?
Pero Kathy no se ofendió, al contrario, la sonrisa ambiciosa que la cazadora puso, le dio escalofríos a varios de los presentes. Para Solange había sido una expresión retorcida que solo había visto posible en la caricatura de "El Grinch se roba la Navidad"
—Bien. Pero si sus bolas de papel no me tocan, me paga cada uno $20,000 pesos de su primer trabajo. ¿Trato?
Ellos se miraron y asintieron emocionados.
Decidieron compactarlas lo más posible y lanzar al mismo tiempo.
Lo único que vieron, fue Kathy blandiendo dos wakisashis, unas espadas pequeñas y filosas que sacó de su capa dos veces en casi un zumbido. Hubo otro jadeo. Solange tuvo que pararse a ver eso.
Cada una de las diez bolas de papel que se lanzaron estaban partidas a la mitad. ¡Eso era estúpidamente imposible!
—Les daré mi número de transfer, novatos. Ahora síganme, los llevaré a su primera clase —dijo Kathy como si nada y salió por la puerta con una fila de veinticinco chicos aún perplejos tras ella.
Solange y Nolan se sentaron juntos al llegar al aula que decía "Lectura mental" pues había bancas para dos personas, Kathy salió después de dejarlos y en pocos minutos entró una chica de piel oscura con el cabello amarrado en una colita de caballo alta y audífonos.
—Uhh... no estoy preparada para esto —rezongó ella mientras dejaba una taza enorme con café en el escritorio—, pero querías apartarte de la caza, Mina. Tratar con adolescentes seguro será más escabroso que pelear contra vampiros —suspiró y volteó lentamente hacia donde estaban todos. Su cuerpo se congeló en el instante—. ¡Oh! Hola, ¿han estado aquí todo el tiempo?
Muchos rieron, otros asintieron.
—Je... —rió con dificultad la chica—. Bueno, todo eso era broma. Claro que estoy preparada y estoy segura que son... adorables —dijo con un guiño.
Pero nadie le creyó.
—Eh... —se aclaró la garganta —. Bienvenidos a la clase de lectura mental, soy Alemina Helios. Por favor, llámenme "Mina". Esta será su primera prueba, pero no se preocupen mucho, sus puntajes solo nos ayudarán a darnos una idea de con lo que trabajamos, ¿ok?
Necesito que aclaren su mente y se relajen. No espero que todos lean mentes, sobretodo hoy. De hecho, tal vez no lleguen a tener el talento de leer mentes jamás... pero encontrarán algo en lo que sean buenos —Mina sonrió y puso los pulgares arriba de forma muy antinatural como si lo hubiera practicado frente al espejo.
Solange se sentía intrigada. Nadie en su familia le había podido instruir en esa disciplina. Nadie había pasado de conocimientos muy básicos, como lo era ocultar sus pensamientos. Incluso su hermano no tenía habilidad en aquello.
—Bien, la lectura de mentes puede ser la lección mas divertida y útil que encontrarán aquí. Se basa en pura habilidad psíquica, poder de deducción e incluso intuición... la lectura mental sirve para muchas cosas, ejemplo, mi trabajo es localizar vampiros, cuándo despiertan y dónde. Si salimos a cazar, sus locaciones. Si son peligrosos o pueden ser controlados. Más o menos sus edades mentales y el tiempo que llevan siendo vampiros, que son cosas distintas.
Aquellos con mayores capacidades podrán incluso localizar seres humanos. Y bueno, también es útil como truco de fiesta, me he ganado algunos billetes de esa forma —les guiñó el ojo y luego se congeló con cierto terror—. Por favor no digan que les dije eso a los demás profesores, los mayores son algo gruñones y no saben lo que es una broma.
Todos la miraron pero nadie dijo nada.
—Aquellos que progresen más allá, se les entrena como psíquicos. Es una posición muy deseada, buscada y bien pagada. Es usual que los cazadores psíquicos sean llamados para cooperar con otras agencias y grupos de cazadores alrededor del mundo.
No les voy a mentir. Yo no he llegado a ese nivel, es muy raro pero no imposible. Los psíquicos pueden controlar el cuerpo de los demás, dejar inmóviles a vampiros, pueden incluso borrar memorias y provocar otras cosas divertidas. Si quieren saber más, les puedo recomendar libros con logros de algunos psíquicos, varios de ellos siguen vivos.
En su elección de equipos, necesitan al menos una persona con puntaje alto en lectura de mentes. Los mentalistas son esenciales en un buen equipo, serán sus ojos y quienes los mantengan vivos —dijo Mina.
La mayoría se dirigió miradas apáticas o burlonas. La verdad es que no había habido un psíquico en algún tiempo en las tribus Sinne de México y los mentalistas tenían fama de ser algo inútiles o una carga si no tenían otras habilidades desarrolladas.
—Bueno, basta de "bla bla" y juguemos algo que les dará una idea del poder que tienen o no tienen, frente a ustedes hay una hoja en blanco y unos colores.
Numeren del uno al veinte, voy a pensar en varios objetos, traten de ver cuáles son y quiero que los dibujen. Si no son buenos dibujando, escriban qué es y cómo es. Bien, ¿preparados? Ok, dibujo uno.
La profesora Mina se cruzó de brazos y les dirigió media sonrisa.
Solange puso toda su concentración en ello, esperando instrucciones, emocionada por lo que pudiera suceder, pero de pronto, algunos comenzaron a dibujar ¡y hasta a cambiar de colores! ¿Debía iniciar ya? ¡No había detectado absolutamente nada!
Nolan también empezará a trazar líneas en su papel con cierta duda al principio.
Ella no tenía idea de qué hacer. Volteó hacia Mina, volteó a ver a Nolan, giró hacia todos lados pero no sabía qué estaba pasando.
—Dibujo 2 —dijo la profesora.
—¡¿2?! ¡Pero si no he hecho ni uno! —refunfuñó Solange, el sonido de los colores y el papel la desesperaban, se sentia inútil.
Y así fue durante toda la clase, llegaron al 20 y ella no captó nada, excepto que tal vez, aquellos que escribían o dibujaban recibían un mensaje que la profesora les mandaba por la mente.
—Ok. En cuanto terminen, me entregan y pueden salir. Su siguiente clase es en treinta minutos en el salón de al lado. ¿Ok? —dijo Mina.
A Solange no se le ocurrió nada excepto hacer veinte dibujos al azar para evitarse la vergüenza de entregar un papel en blanco.
Se levantó y se formó tras Georgina, otra de sus compañeras, Marlo se formó tras ella, dejando a Julieta al final.
Y entonces lo vio, muchos dibujos de todos los que esperaban en la fila frente a ella eran similares... pero no al de Solange.
Lo peor es que al verlos con detalle, notó que eran dibujos muy simples; cuadrados, círculos y triángulos en diferentes posiciones mientras que ella... bueno, ella había dibujado animales, árboles y otras cosas comunes que pensó por obviedad vendrían en la prueba.
Se sentía humillada. Quería prenderle fuego a su hoja de papel. La fila avanzaba rápido y no había a dónde escapar, pues eran los últimos.
La profesora recibía los trabajos, les echaba una mirada y los dividía en 3 montones.
Aquello era peor que entregar un papel en blanco. Lo dejaría y correría deseando que la tierra se abriera y la tragara. Georgina agradeció y se marchó. Solange entregó el suyo sintiendo nauseas.
Mina tomó un sorbo a su café de forma despreocupada y recibió el dibujo pasando sus ojos por la hoja. Solange vio cómo se le abrieron al triple antes de que una carcajada le hiciera salir el café por la nariz.
—¡Ay, lo siento, lo sientooo! —se disculpó la profesora en un chillido levantándose y dejando la taza un lado. Jaló aire y se limpió el rostro con la playera mirando hacia el cielo temblando.
Solange sabía que intentaba componerse de aquello y aguantar la risa. El problema quizás, era que tampoco era muy buena dibujante y sus dibujos horribles quizá le habían dado el toque final.
—Oh, um... —lágrimas escurrían del rostro de la profesora tratando de contenerse—, mira... creo que encontrarás tu talento en otra cosa, ¿tu... tu nombre? —preguntó Mina de forma dulce aún intentando detenerse, inaugurando un cuarto montón, probablemente el de los ineptos.
—Solange Soleil.
—¡Oh! —dijo la profesora con cierto alivio, respirando hondo y logrando de nuevo cierta compostura—. Eso explica mucho. Tu hermano, Dan... descanse en paz, era mi compañero de grupo. No te preocupes, ustedes suelen tener otros talentos. Aunque no acertaste ni una, trabajaremos en ello, ¿esta bien? Al menos te garantizo que podrás ocultar tus pensamientos. Además en la siguiente clase conmigo seguro te irá mejor, te lo aseguro— añadió con un guiño y dándole unas palmaditas en la espalda.
Notas de la Autora
Sección de Comentarios Spoiler de Catrina ❤️
Sección de Comentarios Spoiler de Solange 💀