–Sé que dije que no querría dejar de hacerlo contigo de esa manera, pero estoy muy cansado –dijo Ashton.
–Sé lo que dijiste –sonreí–, pero no hay problema.
Me acerqué hasta él y planté un beso en su mejilla. Sonrió.
Ashton tomó mi mano y me dirijo hasta la cama, para después acostarnos.
–Buenas noches, bebé –sonrío abrazándome por la cintura y besó mi mejilla.
–Buenas noches, Ash –sonreí también. Lo vi cerrar sus ojos y no tardó mucho en quedarse dormido.
-~-
Sentí una mano posarse en mi trasero y dar un masaje lento en el, me exalté al instante y desperté.
–Se mía ahora, Narissa.
Como si fuera mi trabajo obedecer a Ashton, sonreí sentándome en su cintura y comencé a besarlo mientras jugaba con su cabello.
En un rápido movimiento, deslizó mi blusa por mi cuerpo hasta sacármela. Quitó también mi sujetador y masajeó mis senos.
Por mi parte, comencé a frotarme contra él mientras acariciaba su trabajado abdomen bajo su camiseta, no me resistí y después de segundos se la quité.
En un rápido movimiento, me tomo de la cintura e hizo que cambiáramos de posiciones. Él se deshizo de mis bragas con desesperación mientras también se quitaba su bóxer.
De un segundo a otro, entró en mi lentamente mientras entrelazaba nuestras manos.
Me estaba volviendo loca, la desesperación me mataba, quería que lo hiciera más rápido.
–Más rápido, Ash –solté un gemido y me mordí el labio.
El río por lo bajo y comenzó a moverse más rápido soltando algunos jadeos.
Gemí alto y comencé a mover mis caderas a su ritmo y poder disfrutar más, él gimió también.
Comenzó a besar mi cuello, dando mordidas y succionando on poco, gemí una vez más y lleve mis manos a su cabello para acariciarlo.
Minutos después llegamos juntos al orgasmo. Se echó a mi lado, a esperar que la respiración se normalizara.
Hice que se vistiera de nuevo al igual que yo para que el día siguiente no sospechara nada y volvimos a recostarnos.
Sonreí satisfecha mientras lo abrazaba para poder volver a dormir.