Podré dedicarte mis noches, o mis días, mis suspiros más felices, pero nunca perderé la esencia de ser un solitario soñador. Puedo bajarte la luna, o llevarte a ella, todo depende de si estemos en la cama o no; pero nunca olvidaré que yo mismo puedo ser sol, y luna, lo que quiera. Puedo soñar un futuro contigo, o dos, o tres, pero tuve un pasado, al cual no pertenecías y me hizo todo lo genial que ahora ves. Te quiero en mi vida, pero no te necesito, quiero enseñarte y aprender, crecer y a la vez ser niño. Así de simple, te quiero a ti, pero antes, siempre estaré yo. Tengo tanto para dar que creo eres afortunada por ser la única en el mundo con quien quiera compartirlo. El amor es como una de esas películas que tanto te gustan, esas, que sola disfrutas , pero en equipo, créeme, siempre sabe mejor. No podré estar siempre que quieras, pero prometo hacerlo siempre que pueda. Daré todo porque nuestro final feliz no tenga final. Es un hecho, las personas que escribimos pocas veces sabemos cómo expresarlo, hasta que llega alguien, como tú, y todas esas emociones salen a flote, mientras las encasillan con una fea palabra, "intensidad".
Intentanto no quererte mucho,
Nada como lo planeé,
Temo confesar que lucho,
Eres lo que nunca soñé.
Nadie advirtió mi derrota,
Solo en tus ojos estaba.
Invencible se creyó el idiota,
Derrotado cayó a la nada.
Aún se habla de él,
Dicen, que intensamente amaba.
Ya ves, pequeña, entre lo intenso, también nace el arte.