De persecuciones y hermanos c...

By MariaRose95

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⌈YoonGi sólo quiere acercarse al lindo omega que acaba de llegar al instituto sin morir en el intento a manos... More

¡Bienvenidos!
¡Intro!
¡Uno!: distracciones bonitas y entrenamientos fallidos.
¡Dos!: vergüenzas constantes y clubes escolares.
¡Tres!: chicos no tan emos y castigos injustos.
¡Cuatro!: padres no tan cariñosos y encuentros que revolotean corazones.
¡Cinco!: omegas presionados y alfas encantadores.
¡Seis!: posibles parejas predestinadas y alfas no tan empalagosos.
¡Siete!: pequeñas señales y personas inseguras.
¡Ocho!: omegas escurridizos y pequeños momentos de sonrisas y sonrojos.
¡Nueve!: amigos preocupados y típicos fines de semana.
¡Diez!: pequeños escondites y malhumores repentinos.
¡Once!: vistazo a una vida conflictiva y más preocupaciones a la lista.
¡Doce!: situaciones incómodas y omegas sacados de quicio
¡Trece!: brownies de chocolate y números telefónicos.
¡Catorce!: pensamientos de enamorados y traumas de hermanos.
¡Quince!: padres molestos y malentendidos dolorosos
¡Dieciséis!: alfas lastimados y sentimientos de tristeza.
¡Diecisiete!: celos repentinos y alfas enloquecidos.
¡Dieciocho!: alfas enojados y madres comprensivas
¡Diecinueve!: peleas insensatas y nuevas amistades.
¡Veinte!: sensaciones complicadas y conciertos de hip-hop (pt.1)
¡Veintiuno!: sensaciones complicadas y conciertos de hip-hop (pt.2)
¡Veintidós!: citas fallidas y madres salvavidas.
¡Veintitrés!: emociones conflictivas y fiestas de adolescentes.
¡Veinticuatro!: amigos desaparecidos y omegas enfermos.
¡Veinticinco!: peleas entre amigos y sospechas entre alfas.
¡Veintiséis!: omegas incómodos y besos amorosos.
¡Veintisiete!: partidos de basket y problemas familiares.
¡Veintiocho!: aventones a casa y alfas misteriosos.
¡Veintinueve!: cenas familiares y lobos heridos.
¡Treinta!: regalos sorpresivos y alfas consolados.
¡Treinta y uno!: conversaciones vergonzosas y omegas con olor a rosas.
¡Treinta y dos!: visiones diferentes y mariposas en el estómago.
¡Treinta y cuatro!: betas algo egoístas y alfas competitivos.
¡Treinta y cinco!: "alfas" hipócritas y exámenes finales.
¡Treinta y seis!: confesiones a medias y disculpas necesarias.
¡Treinta y siete!: un omega resignado y un omega enamorado.
¡Treinta y ocho!: vidas aparentemente secretas y finales culminados.
¡Treinta y nueve!: hermanos "egoístas" y citas "complicadas".
¡Cuarenta!: más padres insensibles y preparativos para eventos importantes.
¡Cuarenta y uno!: adolescentes celosos y charlas desagradables.
¡Cuarenta y dos!: desahogos emocionales y hermanos enojados.
¡Cuarenta y tres!: reconciliaciones torpes y conflictos amorosos secretos.
¡Cuarenta y cuatro!: competencias de karate y betas rebeldes.
¡Cuarenta y cinco!: eventos de verano y confesiones traumáticas
¡Cuarenta y seis!: concursos de belleza y alfas atrapados en el baño

¡Treinta y tres!: hermanos desesperados y amistades casi románticas.

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By MariaRose95

YoonGi bostezó con cansancio mientras se removía sobre su cama. Odiaba las mañanas y estaba infinitamente cansado, es decir, no había podido dormir nada durante la noche y cuando realmente creyó que había logrado caer en brazos de morfeo, el sol ya se estaba asomando a través de las cortinas. Alargó lo más que pudo esos últimos minutos de descanso antes de que la alarma de su celular lo obligara a levantarse de la cama y se alistó lo más lento que pudo esperando con el tonto pensamiento de que quizás de esa manera podría acumular la energía suficiente para sobrevivir el día.

En el espejo del baño podía ver reflejadas unas ojeras que estaban comenzando a tomar color y se lamentó por no poder ser un ser humano funcional y dormir a la hora que le correspondía. Incluso JiMin se había ido a dormir cuando el reloj marcó las once de la noche y es que el adorable omega se veía tan fresco como una lechuga todos los días, que se sintió horriblemente feo a comparación.

Cuando estuvo listo, revisó su celular y formó una mueca con sus labios al no ver ningún mensaje de su padre. Lo ignoró y fue directo a desayunar antes de salir de su casa para caminar hacia el instituto. Su madre había estado particularmente ocupada ese día, concentrada en su laptop, tomando café mientras escribía quién sabe qué y maldecía por lo bajo a un tal Lee SooMan por entregar su trabajo tan tarde.

YoonGi encontró consuelo en sus canciones de rap pesado, murmurando la letra de cada una de ellas mientras caminaba por las calles hasta el autobús que lo llevaba al estresante lugar que le estaba quitando sus preciadas horas de sueño.

Se mezcló con el mar de estudiantes y formó una sonrisa ligera cuando vio a sus amigos esperándolo en la entrada.

Las cosas parecían ir bien.

—Buenos días —saludó alegremente HoSeok, sonriendo con un peculiar ánimo que aunque no era sorpresa para nadie, si era un poco más brillante de lo habitual.

—Buenos días —y ese había sido NamJoon, luciendo tan agotado como él.

YoonGi lo miró con entendimiento y suspiró.

—Buenos días —saludó igualmente antes de mirar a NamJoon—. Honestamente pensé que dirías algo como "no creas que porque lloraste el otro día como un tonto significa que te perdoné" —trató de bromear y aunque HoSeok formó un mohín con sus labios, NamJoon negó con la cabeza, una sonrisa muy pequeña haciéndose presente en sus labios.

—No... uh... —comenzó, dudando un poco—, después de todo lo que ha sucedido he decidido que no quiero tanto drama en mi vida —dijo, oyéndose tan cansado mientras pronunciaba eso que YoonGi sabía que algo realmente serio ocurría, aunque bueno, eso no era sorpresa ya—. Así que... bien, no fue lo mejor, ya sabes, lo del hospital... supongo que no debí gritarte y, sí... estaba muy mal en ese momento. Ellos lo iban a descubrir de todos modos, supongo que me desahogue contigo —pronunció torpemente algo parecido a una disculpa.

HoSeok lo miraba con sorpresa, sin creerse del todo de que en serio estuviera admitiendo su error primero. YoonGi estaba igual de sorprendido y lo que menos esperaba esa mañana era que NamJoon decidiera que era momento de dejar de ser tan duro consigo mismo y con todos los demás. Por el momento no se notaba del todo, pero seguía siendo el primer paso, uno muy pequeño, pero significativo.

—Igual yo no debí apresurarme, creo que fui más brusco de lo que debería, así que lo siento por eso —dijo YoonGi y NamJoon ladeó un poco su cabeza, sonriéndole con torpeza—. ¿Todo bien? —extendió su mano, a sabiendas de que NamJoon odiaba los abrazos.

El omega extendió su propia mano y tomó la de su mejor amigo.

—Todo bien —confirmó.

HoSeok pegó un brinco y celebró, haciendo un bailecito de celebración en su puesto. Ambos se rieron por la vista y YoonGi lo acompañó en su pequeño baile de celebración mientras entraban al instituto. Comenzaron una amena charla mientras caminaban a su aula y pese a que las cosas parecían lucir como siempre habían sido, para este punto, era obvio que algunos cambios habían ocurrido.

—¡Hola! —saludó JungKook, trotando hacia ellos con una sonrisa enorme en su rostro—. ¡Buenos días, Hyungs! ¡Buenos días, Seok Hyung! —se acercó al beta, luciendo como un cachorro feliz.

HoSeok se sonrojó y rió, respondiendo al saludo. NamJoon enarcó una ceja y miró a YoonGi, este hizo círculos con su mano, dándole a entender que después le explicaría, aunque tampoco estaba seguro de qué demonios iba a explicarle además de la muy curiosa imagen de ellos en la fiesta.

Ellos definitivamente necesitaban de uno de esos fines de semana en los que hablaban hasta quedarse dormidos y podían actualizarse con los problemas del otro, consolándose mutuamente y quizás llorando un poco.

—¡Hola, bellezas! —saludó TaeHyung, rodeando el cuello de YoonGi con su brazo—. ¿Planean hacer algo más tarde? Estaba pensando en salir al cine, ¿qué dicen? Necesitamos hacer algo antes de que comiencen los exámenes finales y de que nos hundamos en toda esa desesperación.

NamJoon parpadeó, mirando a los nuevos integrantes de su... lo-que-sea y fue un poco extraño darse cuenta de que las cosas habían cambiado de esa manera. Ellos estaban acostumbrados a estar solo los tres y que ahora hubieran miembros nuevos se sentía tan aterrador como gratificante.

YoonGi bostezó.

—No lo sé, no tengo dinero —se quejó—. Aparte creo que no están dando ninguna película buena —miró a NamJoon.

—Ah... no estoy seguro... —desvió la mirada, un tanto sorprendido por su realización.

—¡Están dando una de los Vengadores! —dijo rápidamente JungKook—. Podríamos ir, aún no la he visto —sonrió.

—¿De los qué? —cuestionó Tae.

JungKook lo miró como si hubiese dicho una blasfemia.

—¡¿No los conoces...?!

—Buenos días —saludó una voz nueva y todos fijaron sus ojos en el lindo y dulce omega que les sonreía—. ¿Cómo están? Espero que tengan un lindo día.

YoonGi no pudo evitar sentir su cara caliente por la presencia de JiMin y todos los demás estaban un poco sorprendidos por su presencia ya que no venía sola, sino con que había un enorme alfa que los miraba desde arriba como si no fueran nada. ChanYeol tenía una mueca de pocos amigos en la cara y no había dudas de que ellos estaban solo un poco asustados ahora por lo que pudiera suceder a continuación.

JungKook sintió un gruñido subir por su garganta a modo defensivo y ChanYeol le respondió, chasqueando la lengua contra su paladar. Ambos sabían que había algo por resolver, pero sólo uno de ellos realmente quería terminarlo, otro quería darle una lección al alfa contrario, y un tercero sólo quería que los dejara en paz, no era difícil adivinar de quién era cada pensamiento.

—B-Buenos días, JiMin —fue la respuesta de YoonGi en un desesperado intento por reducir la tensión que se estaba formando alrededor de ellos.

NamJoon pasó saliva, HoSeok se tensó en su lugar y mientras JiMin soltaba una risita, tomó del brazo a su hermano, encajando sus uñas y provocando que una mueca dolorida y enojada retorciera un poco su rostro.

—Bueno, los veo en el almuerzo —decía animado, luciendo brillante e inocente pese a lo que estaba haciendo—. Vámonos, hermanito —pronunció duramente mientras jalaba a ChanYeol lejos del lugar.

Aunque se viera un poco surrealista, JiMin estaba jalando a su hermano con toda la facilidad del mundo y el más alto ni siquiera se giró a mirar al pequeño grupo. Ninguno de los presentes estaba seguro de lo que había sucedido, pero esperaban que aquello no significara algo malo.

TaeHyung silbó y miró al resto.

—¿Se imaginan que al final ChanYeol entre al grupo? —preguntó con una risa consternada.

Todos formaron muecas de extrañeza y mientras algunos negaban con la cabeza, JungKook abrió la boca.

—Que ni se le ocurra intentarlo —gruñó, bufando al final—, después de todo lo que ha hecho sería muy estúpido de nuestra parte aceptarlo así como así.

TaeHyung se encogió de hombros, aún confundido por la reciente interacción.

—Supongo que este es el comienzo de una menos-agresiva convivencia con el grandulón —mencionó, pese al rechazo que JungKook demostraba frente a la idea y pese a las caras de asustados de los demás. Después de todo, seguía siendo un misterio lo que ocurriría en los siguientes días.

—Mientras no nos meta en problemas... —YoonGi dejó la oración al aire y todos parecieron estar de acuerdo con eso.

Después de un corto debate sobre lo demente que era TaeHyung y sobre las maneras en las que ChanYeol seguramente había planeado asesinarlos cuando JiMin no estuviera presente, todos fueron a sus respectivos salones para comenzar las clases correspondientes. El trío principal comenzaría el día con una clase de historia y para buena o mala suerte, el profesor estaba más interesado en hablar sobre los exámenes próximos que en dar la clase en sí.

Básicamente, fue más de lo mismo; "estudien mucho, no reprueben y todo estará bien" y YoonGi estaba un poco harto porque sonaba tan fácil que nadie se imaginaría la tortura que era llorar a las tres de la madrugada porque un tema es demasiado difícil de entender.

Los exámenes finales que daban pie a la temporada de verano estaban a la vuelta de la esquina, las clases culminarían pronto y ellos podrían descansar del agotador ciclo escolar por al menos tres semanas. YoonGi no pudo evitar pensar en que estaba más cerca la fecha de irse con su padre y mientras el profesor hablaba sobre las actividades que iban a realizar los clubes escolares, decidió revisar nuevamente su celular, viendo que no tenía ni un solo mensaje de su parte.

Suspiró y se recostó sobre su escritorio.

—Finalmente deben recordar que los que no participen en los eventos de los clubes pueden participar como staff y pueden decorar el salón a su gusto, así que deben seleccionar una temática —un par de pequeñas celebraciones se hicieron escuchar y el profesor acomodó sus lentes sobre el puente de su nariz—. Aquí les dejo la lista para quienes se quieran anotar en el staff de algún club —sacó un portapapeles—. El club de actuación siempre necesita de muchos participantes —agregó.

Entonces, una alfa se levantó de su puesto, sonriente y encantadora. Ella era la presidenta de la clase y como era costumbre, se encargaría de todos los temas que tuvieran que ver con el aula, así que tomó la lista que el profesor le entregó y paró a su lado.

—Hoy será clase libre para que puedan pautar el tema con el que quieren decorar la clase, mientras tanto estaré revisando las actividades de los otros salones —finalizó—. Si alguno tiene una duda sobre el examen final de historia por favor acérquese al escritorio, la próxima clase tendremos un repaso y recuerden que deben estudiar para no tener que vernos en los recuperatorios de verano —se sentó sobre su silla, sacando hojas de su maletín.

—¡Bien! —esa fue JiEun, la presidenta de la clase—. En primer lugar vayan pasándose la lista para anotarse como staff —le entregó la lista a la primera persona de una de las filas—. ¿Alguien tiene alguna idea para el tema de la decoración? —alguien levantó la mano—. ¿Sí?

—Un café de omegas maids —dijo JiWon, sonriendo con sorna y sus amigos rieron, apoyando la idea.

NamJoon viró los ojos y vio a YoonGi quien estaba haciendo el mismo gesto.

—No —JiEun lo miró con seriedad—, es demasiado cliché y para eso todos los omegas tendrían que estar de acuerdo —enarcó una ceja.

—El único que no querría sería NamJoon, ¿cierto? Él no cuenta —rió un poco más fuerte.

NamJoon apretó la mandíbula y HoSeok puso su mano sobre la del omega, haciendo una expresión que fácilmente se podía interpretar como un "ignoralo". YoonGi miró a JiWon con una expresión gélida en el rostro y cuando el alfa lo miró, su sonrisa de burla se ensanchó.

—Eres un asqueroso, en serio —le reprochó una omega, enojada por el comentario—. No nos vamos a vestir con mini faldas.

—¡Era un chiste! —se quejó, virando los ojos—. Los omegas son demasiado sensibles... —se cruzó de brazos y la chica gruñó por lo bajo.

—¿Alguien tiene alguna mejor idea que esa? —preguntó la presidenta.

Todos comenzaron a debatir sobre cuál era la mejor opción así como cuál sería la que no escogerían otros salones y mientras eran callados de vez en cuando por el profesor cuando sus voces subían mucho, el trío de amigos solo escuchaba cómo todos se mataban para dar una mejor opción.

Finalmente la lista llegó a las manos de HoSeok y frunció sus labios mientras veía las opciones; aunque ellos formaban parte del equipo de baloncesto, no era necesariamente un club y realmente no iban a participar en algo específico para el evento de verano. Decidió anotarse como parte del staff del club de actuación y aunque sabía lo que eso significaba, trató de no pensar mucho en eso. YoonGi, por otro lado, decidió inscribirse como parte del staff del club de baile, el club realizaría una presentación especial y necesitaban personas que decoraran el escenario, así mismo, lo hacía por JiMin. NamJoon decidió que estaría con HoSeok.

—Sigo pensando que el café de maids sería una buena idea —insistió JiWon por segunda vez después de que el profesor los volviera a mandar a bajar la voz.

—¿Sabes qué? Mejor te metemos en una minifalda, ¿no te parece una mejor opción? —inquirió la presidenta y sonrió cuando el alfa formó una mueca de desprecio—. Eso pensé.

YoonGi suspiró y miró a sus amigos, ellos estaban concentrados en otras cosas como sus celulares o sus cuadernos y enarcó una ceja cuando vio a HoSeok murmurar un poco.

—Creo que un karaoke sería divertido —murmuró Jung mientras veía twitter desde su celular y NamJoon le dirigió la mirada.

—Suena bien, debería proponerlo.

—No, ¿y si me mandan a callar? —frunció un poco sus cejas con pena y YoonGi apretó un poco sus labios—. No me mires así, van a decir que es una idea terrible, ahora que lo pienso no es tan buena —se encogió de hombros y trató de esconderse en la pantalla de su celular, evitando la mirada de sus amigos.

YoonGi suspiró y levantó la mano.

—¿Y si hacemos un karaoke? —dijo sin sonar realmente interesado y HoSeok lo miró con consternación—. Es idea de HoSeok —agregó, señalando a su amigo con un movimiento de su cabeza.

Todos se quedaron callados y cuando HoSeok estuvo a punto de decirle que era una idea terrible, la presidenta separó sus labios como si hubiera sido iluminada.

—¡Eso es genial! —señaló y muchos de sus compañeros parecieron estar de acuerdo.

Todos comenzaron a planear la mejor manera de armar un salón de karaoke en el aula y YoonGi miró a HoSeok con una ceja alzada, casi viéndose sarcástico y el beta refunfuñó, frunciendo un poco sus labios.

—Te dije que era una buena idea —insistió y aunque NamJoon quiso agregar algo, HoSeok se adelantó.

—Solo te hizo caso porque eres un alfa —dijo, sonando tan seguro de eso que se sintió como un golpe certero en el estómago de YoonGi, pero no porque lo haya dicho con afán de molestarlo, sino porque le dio mucha pena que su amigo pensara de esa manera—. Si yo lo hubiera propuesto, podría apostar lo que sea a que todos habrían dicho que era una idea terrible —se encogió de hombros—, ya lo hacen.

—Bueno, todos nosotros sabemos que el instituto es una mierda —dijo NamJoon al ver a YoonGi sin palabras—, solo un poco más y quizás, con suerte, la universidad sea mejor que esto —se recostó sobre su mesa, bostezando.

HoSeok asintió de acuerdo y YoonGi ya no sabía qué más decir.

JiMin caminaba alegremente por el pasillo que daba directo al comedor e ignoró las miradas que se posaban sobre él casi como reflejo, actuando de lo más natural mientras escuchaba un par de murmullos y tontas risas de alfas. De repente, todas las miradas bajaron y el pequeño omega se dio cuenta de que su hermano estaba parado a su lado, caminando con él hacia la cafetería.

—Antes esperabas en el salón hasta que fuera por ti —mencionó Yeol un tanto fastidiado, mirando de reojo a las personas que se cruzaban.

No todos se detenían a mirar al rubio como Yeol imaginaba (al menos no cuando él estaba cerca), pero seguía siendo una cantidad notable a lo "estandarizado" y esta situación se debía única y exclusivamente al hecho de que JiMin tenía a alguien cuidándolo todo el tiempo, alguien que amenazaba con lastimar al que se acercara y tal parecía que los alfas estaban más que entusiasmados por retar a ChanYeol o de tomar un poco de ese "premio prohibido", es decir, lo que no tienes permitido tomar tiende a ser lo más jugoso.

—Bueno, tú mismo lo dijiste, "antes", ahora no quiero llegar tarde y que la fila se lleve todo lo bueno —explicó cortamente, sonriendo animado a pesar de que las razones fueran otras y le diera miedo quedarse a solas en el aula por mucho tiempo; TaeHyung siempre debía irse un poco antes por alguna razón y realmente no le gustaba quedarse solo.

El alfa suspiró y ambos caminaron tranquilamente hasta que llegó el momento de hacer la fila. Cuando las demás personas se dieron cuenta de su presencia se apartaron un poco y JiMin pudo tomar una bandeja con calma mientras su hermano lo seguía, buscando igualmente su comida. Nadie lo miraba, nadie le decía nada, no habían alfas riéndose detrás de él y no entendía por qué necesitaba que su hermano estuviera cuidándolo para que eso no sucediera, ¿acaso no podían simplemente respetar su espacio personal como lo hacía con ChanYeol? ¿Por qué debía ser así de injusto? ¿Por qué él debía soportar algo como eso?

—No me digas que vas a ir con ese montón de raros —escuchó a su hermano decir cuando se dio media vuelta, la bandeja en sus manos y una mirada confundida en el rostro.

—Por supuesto que lo haré —lo miró con molestia—, ¿no te dijeron que dejaras de meterte en problemas? —bramó—. Tampoco les digas "raros" solo porque no te agradan, tonto.

ChanYeol gruñó, dando un par de pasos para estar más cerca de su hermano.

—Que me tengan amenazado no quiere decir que no pueda cumplir mi trabajo como alfa y como hermano, entiende de una vez por todas que no está bien que hagas esto.

JiMin soltó aire con estrés y viró los ojos, aquella acción berrinchuda solo hizo que la paciencia de ChanYeol estuviera un centímetro más cerca de lanzarse por el acantilado.

—¿Haces qué? ¿Tener amigos? No te has dado el tiempo de saber si son peligrosos o no, JungKook se babea por otro chico y TaeHyung es prácticamente asexual —soltó las cosas que había notado, pero la cara de Yeol seguía viéndose enojada—. HoSeok Hyung es cualquier cosa menos amenazante, no podría matar una mosca y dudo mucho que NamJoon Hyung tenga algún interés por mi, es decir, creo que incluso me odia —ahora estaba siendo un poco impulsivo y recuperó la compostura, decidiendo que no era ni el momento ni el lugar, mucho menos la persona, para tener una conversación donde escupiera todos sus pensamientos—. Déjame en paz...

—Simplemente no me dan buena espina, además de que solo por ser omega no significa que NamJoon no pueda hacerte algo malo si se le antoja —trató de explicarse—. De paso Min YoonGi...

—No tengo humor para esto —se dio media vuelta, ignorando a su hermano.

ChanYeol miró a los alrededores y sostuvo su bandeja con una sola mano, dejando la otra libre para tomar a JiMin del brazo y jalarlo hacia quien sabe donde. JiMin no esperó ni dos segundos en comenzar a quejarse a forcejear, aunque no tan fuerte, no quería que su comida se cayera al suelo. El alfa lo llevó hasta una zona no tan concurrida y JiMin seguía quejándose bajito de lo estúpido que era su hermano y de lo ridículo que estaba reaccionando, le dijo que lo dejara solo y quizás le dijo un par de insultos más fuertes, pero no lo admitiría.

—¡Basta! —JiMin se soltó, mirándolo enojado. Estaban prácticamente en uno de los rincones de la cafetería y se veía demasiado extraño, después de todo llamaron un poco la atención con el pequeño escándalo— ¿Qué te sucede? Está bien, me parece fenomenal que ya no lances golpes al aire, pero no me tienes que estar...

—¿No te parece que quizás tengo una buena razón para desconfiar aunque sea un poco de cualquier alfa que te mire? —preguntó retórico, sonando más harto que enojado y JiMin apretó sus labios en algo parecido a un puchero molesto.

No podía creer que ChanYeol regresara con ese tema.

—¿Acaso crees que no me da miedo que algo pueda pasar de nuevo? —insistió y aunque su voz se oyó más calmada ahora, el ambiente se estaba volviendo más tenso.

El rostro de JiMin cambió y se dio cuenta que su hermano lucía casi desesperado, un poco asustado quizás y dolido por el recuerdo. Él definitivamente no quería recordar eso, no quería pensar que una situación así se repitiera y había hecho un gran esfuerzo por borrarlo de sus sistema. Al menos lo había bloqueado, pero ChanYeol lo tenía tan fresco como si hubiese ocurrido esa misma mañana y JiMin no sabía si ese hecho le afectaba más a él o a su propio hermano.

—ChanYeol, por favor —se oyó harto—, no puedes estar trayendo este tema de nuevo...

—¿Por qué no? Es la única manera que tengo de hacerte entender cómo me siento y por qué me preocupo tanto por ti —explicó y JiMin estaba comenzando a enojarse.

—¿Cómo te sientes? —soltó ofendido— ¿Y qué hay sobre lo que yo siento? —reclamó casi con un grito.

—JiMin...

—He estado todo este tiempo haciendo un gran esfuerzo por superarlo y ninguno de ustedes parece querer pasar la página —bramó, sonando cada vez más enojado—, mamá recién está comenzando a notar que es una mala idea seguir con el tema, pero tú y papá siguen encerrados en ese ridículo pensamiento de que soy una princesa en apuros —exclamó, colocando su bandeja en una mesa al azar y acercándose un paso a su hermano—. ¡Basta ya! —apretó sus puños.

ChanYeol frunció sus cejas e hizo lo mismo con su bandeja, lo bueno era que la mesa estaba vacía, pero aún así habían algunos ojos curiosos mirando la discusión de ambos hermanos.

—¡No sabemos si alguien puede hacerte daño!

—Solo me arrastran hacia atrás —respondió de inmediato—, es casi como si me quisieran obligar a tener miedo todo el tiempo, ¡no quiero eso! —exclamó, sus cejas fruncidas y sus mejillas rojas por el enojo—. ¡No sabes si alguien será malo a menos que te sientes a conocerlo!

—¡Yo sé cómo piensa un alfa!

—¡¿Ah sí?! —lo miró con incredulidad—. ¿Entonces piensas como ellos? —le pareció ridículo, aquello no era una excusa, mucho menos una explicación coherente—. ¿Dices que todos piensan igual? ¿Entonces también piensas en tocar a omegas sin su consentimiento? ¿También piensas en que deben quedarse callados mientras un alfa habla? ¿Acaso también hubieras hecho lo mismo que ese alfa me intentó hacer a...?

—¡JiMin!

—¡No! —sus cejas se fruncieron, tan enojado como decepcionado. ChanYeol parecía haber quedado en shock después de lo que había insinuado su hermano y claro que lo estaba porque no podía creer que JiMin lo comparara con ese alfa, su enojo se expandió, pero JiMin no lo dejó continuar porque había tomado su bandeja de nuevo—. No quiero quedar estancado y espero que entiendas lo que significa lo que dijiste, ellos son mis amigos.

—¿Y YoonGi qué demonios es entonces? ¿Tu amigo? Los amigos no se miran como tú y él lo hacen, no se marcan con sus aromas, ¡no...! —lo siguió con la mirada mientras JiMin se alejaba de vuelta a la cafetería—. ¡JiMin!

—¡Él me gusta y tú deberías dejarme en paz! —finalizó y siguió su camino, ignorando las llamadas de su hermano y rezó a quien sabe quien para que él no lo siguiera.

Tuvo suerte, ChanYeol pareció desistir de seguir con la discusión y él estaba demasiado agradecido por eso. Sabía que su hermano igual lo iba a seguir, porque era un alfa terco y tonto, igual iba a sentarse cerca de donde él estuviera y no se equivocó con eso cuando dejó su bandeja sobre la mesa de sus amigos y vio a Yeol en la suya propia, atento a sus movimientos.

Saludó a todos con una sonrisa y aunque en la mesa estaban nada más NamJoon, HoSeok y JungKook, no se sintió incómodo al respecto. YoonGi estaba caminando hacia ellos con su propia bandeja y TaeHyung estaba hablándole sobre quién sabe qué.

—¿Qué hacen? —preguntó a gusto, separando sus palillos para comenzar a comer, ignorando por completo la anterior discusión y a su enojado hermano comiendo como si estuviera asesinando su comida.

—Estábamos hablando de las cosas que haríamos para el evento de verano —se adelantó JungKook, luciendo animado—. Yo voy a decorar mi salón con temática de mayordomos o algo así, creo que es algo muy tonto, pero tendré que llevar un traje —se encogió de hombros.

HoSeok, quien estaba tomando un trago de gaseosa, pareció atorarse un poco y dejó la lata nuevamente sobre la bandeja mientras sentía sus mejillas coloradas. JiMin lo notó de inmediato y sonrió enternecido, conocía el sentimiento y pensaba que era bastante obvio lo que sucedía entre ellos dos.

Entonces ambos alfas llegaron a la mesa y se sentaron con ellos, JiMin de inmediato miró a YoonGi y aunque este no cargaba el humor de siempre, igualmente le sonrió y se saludaron a su manera; ojos coquetos y sonrisas enamoradas. TaeHyung mencionó al alfa que los observaba a los lejos y todos trataron de ignorarlo cuando JiMin mencionó que ChanYeol no se levantaría de su mesa.

—Bueno, volviendo al tema del evento de verano, nosotros haremos algo como un karaoke, así que no estamos seguros de cómo deberíamos estar vestidos, supongo que algo alocado —NamJoon explicó con desinterés—. Yo me anoté para ser parte del staff del club de actuación, HoSeok también.

—¡Oh! Yo también —ahora JungKook lucía más animado y HoSeok igualmente sonrió.

—Genial, vamos a estar juntos —sonrió TaeHyung—. Podrán ver las prácticas, por favor no hagan spoilers —rió—. Vamos a interpretar una historia llamada "El espíritu del bosque" que escribió nuestro profesor, es algo así como la historia de amor entre un príncipe y una deidad mágica que cuida el bosque.

—¡Eso es genial! —señaló JiMin—. ¿Cuál es tu personaje?

—El príncipe —dijo con orgullo—. Tendré muchas líneas y he estado practicando desde que me enteré. Espero que todo salga bien y que nuestros asistentes hagan una linda escenografía —miró a los mencionados y los tres asintieron con seguridad.

—Yo me anoté con el club de danza —dijo YoonGi y JiMin sintió sus mejillas coloradas.

—¿En serio? —ahora sus ojos estaban fijos en los del alfa y quizás era un poco tonto, pero le pareció lindo el gesto. Quizás YoonGi lo había escogido porque no habían más cupos, pero pensar en que el alfa estaría mucho tiempo con él hacía a su lobo aullar.

YoonGi asintió y su sonrisa tenía un mensaje oculto, mensaje que JiMin entendió como: "no puedo esperar" y ambos estaban sonrojados por ello.

Luego de eso, TaeHyung comenzó a contar sobre cómo el club de música y el coro de la escuela iban a participar en la obra, por lo que sería uno de los actos centrales de ese día. La conversación fue amena y JiMin no dejaba de reír con las ocurrencias de los demás. Así mismo, notó que NamJoon estaba igual de desanimado que YoonGi, ambos mirando casualmente su comida y luciendo igual de cansados. A pesar de que sabía lo que ocurría con YoonGi, no iba a negar que se sentía un poco preocupado por lo que le ocurriera a NamJoon, no sólo porque también sentía que quizás no le agradaba su presencia en la mesa y que por eso se veía cohibido, sino porque sentía que podía reconocer ese agotamiento, pero no sabía de dónde específicamente.

Cuando la campana sonó, comenzaron a recoger sus cosas y a hacer fila para botar sus desechos, supuso que ChanYeol iría con él a acompañarlo en su salón de clases y cuando se giró para despedirse de todos, sintió un par de labios sobre su mejilla.

Con la cara roja miró hacia YoonGi y este le sonrió con cariño, su gran mano sostenía la propia y de repente JiMin se sentía demasiado pequeño.

—¿Hyung? —preguntó con timidez.

—Sé que Yeol nos está mirando, pero no quiero guardarme mis sentimientos solo por eso —fue lo que le dijo y se encogió de hombros—, supongo que no puede pasar algo peor ya, así que bueno... creo que un beso en la mejilla está bien, ¿lo está?

JiMin asintió, sonriendo con torpeza y entrelazando sus dedos con los de YoonGi. Su lobo movía la cola y esa sensación de familiaridad regresó; sentía que había tenido que vivir esto en algún otro momento de su vida y no sabía por qué, pero creía que YoonGi se sentía igual.

—TaeHyung mencionó que deberíamos salir hoy después de clases, para hacer algo antes de que los exámenes comiencen —dijo, alargando ese momento un poco—. ¿Te gustaría venir? Quizás vayamos a pasear a algún centro comercial.

JiMin sabía lo difícil que iba a ser asistir, pero era algo que realmente quería, vaya que quería, y le dijo a YoonGi que haría el intento y de que de verdad estaba emocionado por la idea. Ellos no habían tenido un momento para hablar a solas donde no estuviera ocurriendo algo malo o donde no tuvieran el tiempo contado, así que realmente quería poder disfrutar de algo con el alfa, aún si irían en grupo.

Así que, aunque no había más razones para que estuvieran parados al lado de la mesa, tomándose las manos y mirándose bonito, ellos seguían ahí y su burbuja se rompió sólo cuando la campana sonó, avisando que la hora de la comida había finalizado oficialmente y que todos que se apresuraran a llegar a sus respectivas aulas.

El omega solo suspiró con decepción y su olor se volvió un poco amargo por la idea de separarse de YoonGi, pero volvió a ser sorprendido con un beso en su mejilla y una mano en la contraria. YoonGi apretaba sus labios contra él y JiMin se sentía tan eufórico y avergonzado al mismo tiempo que no pudo evitar reír.

—Te veo luego —se despidió el alfa y dio un último apretón en su mano.

—Sí... —habló tímido y realmente deseó besarlo en los labios—, espero poder acompañarlos —agregó.

—Nada me haría más feliz —admitió y luego de mirarse un par de segundos más, lo soltó para tomar su bandeja.

JiMin volvió a despedirse y dejó que YoonGi se fuera, luego cubrió su propio rostro con sus manos y sonrió en grande. Ni siquiera el amargo olor de su hermano lo sacó de su burbuja, mucho menos su cara de enojado ni su actitud tosca cuando tuvo que dejarlo solo de nuevo en su aula. JiMin le reconoció el hecho de que no se volvió loco cuando YoonGi besó su mejilla y aunque tuvo el impulso de agradecerle, después de la pelea, consideró que no tenía por qué agradecerle por ser un ser humano funcional.

Así que JiMin se sentó a ver clases al lado de TaeHyung y este movió sus cejas de arriba abajo porque obviamente había visto la escena entre YoonGi y él. Claro que estaba avergonzado, pero feliz al mismo tiempo, así que le siguió el juego y rió cuando el alfa mencionó que deberían conseguirse un cuarto oscuro para darse amor.

Y JiMin no pudo evitar sonrojarse aún más pese a todo, porque aunque haya dicho que lo que TaeHyung decía era una tontería, él realmente quería estar a solas con YoonGi para besarse hasta no sentir sus labios.

Después de que las clases finalizaron, el trío de amigos se encontraba en la salida del instituto hablando sobre la salida y HoSeok no dejaba de decir que podría comprar las entradas de cine desde su celular si querían hacerlo de una vez. NamJoon se tomó su tiempo pensando en una respuesta y no podían culparlo, cuando eran solo ellos tres era más fácil decidir por todos.

—Bueno, igual no sabemos si vamos al cine o no, podríamos simplemente ir y ver qué hacemos —opinó el pelinegro—. Quizás podamos ir a algún arcade o a comer unas hamburguesas —los miró y HoSeok ahora se veía emocionado.

—¡Sí! Eso sería divertido —sonrió el beta.

—Bueno... voy a ver si puedo —NamJoon dudó.

—¿No habías dicho que ahora tus horarios se desconfiguraron? —cuestionó YoonGi ya que eso había sido lo que su amigo le dijo en una de las clases.

Sí, los horarios de NamJoon ahora se encontraban desconfigurados y todo era gracias al nuevo especialista que debía atenderlo. Realmente odiaba la idea de tener que meterse en todo ese embrollo, pero no tenía escape y estaba resignado. Su lobo por otro lado, no había molestado mucho y estaba tranquilo por eso, aunque no podía evitar la ligera ansiedad que le provocaba el hecho de que estuviera despierto.

—Sí, es por eso que no estoy seguro de si podré ir o no, todavía estoy arreglando cosas —explicó sin decir algo relevante realmente y aunque YoonGi quiso preguntarle, sabía que él no le iba a decir nada.

—¿No quieres hablar de eso? —preguntó de todos modos.

—Por ahora no —dijo y YoonGi asintió.

—Bien.

Entonces, un animado JungKook salió del pasillo hacia la salida en donde el trío se encontraba, sus manos estaban dentro de sus bolsillos y una sonrisa decoraba su rostro como de costumbre. Su cabello se veía un poco más largo de lo que estaba cuando las clases comenzaron y lucía a la perfección todos esos adornos negros y estereotípicamente "emos" que siempre cargaba consigo. NamJoon no perdió de vista el hecho de que HoSeok ahora se veía un poco más ansioso y sus mejillas se habían puesto rojas, incluso se había peinado un poco con sus dedos.

—¿Pasa algo con JungKook? —preguntó el omega antes de que el alfa estuviera lo suficientemente cerca como para escucharlo, Jung pareció pegar un brinco de sorpresa por la pregunta y lo miró con duda.

—¿Cómo? —fingió no saber a lo que se refería.

—Oh —rió YoonGi—. Definitivamente pasa algo —dijo y NamJoon ahora estaba más curioso y HoSeok con la cara aún más roja—. No tienes ni idea.

—Cállate —bramó el beta y YoonGi levantó sus manos en rendición, pero NamJoon estaba más curioso ahora porque HoSeok nunca era así de irrespetuoso.

—¿Qué pasa? Quiero saber, díganme, díganme, díganme —comenzó a molestar a HoSeok, picando su cintura con la punta de su dedo y este empezó a entrar en pánico mientras más cerca estaba JungKook, levantando su mano y saludando con una sonrisa hermosa.

NamJoon se estaba entreteniendo mucho.

—Hey, ¿ya decidieron lo que haremos? —cuestionó mirándolos con curiosidad una vez estuvo frente a ellos y aunque YoonGi quiso responder, HoSeok ya estaba tartamudeando.

—A-Ah... quizás vayamos a u-un arcade... sólo veremos qué hacer en el centro comercial... —le dijo y sus orejas ahora rojas.

NamJoon se estaba preguntando qué había sucedido con TaeHyung y YoonGi solo lo miraba haciendo cejas, indicando que definitivamente algo sucedía y de que debía ser algo lo suficientemente impresionante como para que HoSeok dejara que alguien (específicamente un alfa) se acercara a su espacio personal tanto como lo estaba haciendo JungKook.

Es que, era demasiado obvio de ver si se prestaba la suficiente atención; JungKook le sonreía y parecía tener una necesidad de estar lo más cerca de él posible, ya sea rozando su brazo o colocando descaradamente su mano en la cintura del beta y NamJoon definitivamente no podía creerlo. Ahora, HoSeok estaba enseñándole la cartelera de los cines desde su celular y JungKook estaba a centímetros de tocar la mejilla del beta con su nariz y es que había tanta tensión entre ellos que NamJoon quiso reír por lo surrealista que era ver a HoSeok en esas circunstancias.

—Bueno, en conclusión, nos encontraremos todos a las ocho en el centro comercial —dijo YoonGi cuando JungKook quiso confirmar si no había ningún plan—, aparte de eso simplemente veremos qué hacemos —se encogió de hombros.

—Deberíamos hacer un chat grupal para poder organizarnos por si algo pasa —aportó JungKook y YoonGi estuvo de acuerdo.

—Oh, bien, dame un segundo —sacó su celular.

Obviamente el grupo iba a llamarse "el montón de raros y JiMin", porque había sido YoonGi quien lo creó.

—Genial —rió JungKook, sacando su propio celular el cual ahora resonaba en su mano—, entonces estamos en contacto, denme un segundo —contestó y se alejó un poco.

En esos segundos que JungKook estuvo contestando la llamada de sus madres, tanto NamJoon como YoonGi estaban haciéndole muecas demasiado descaradas a HoSeok y este simplemente les hacía señas para que se callaran. Ellos no iban a tener una conversación en ese momento, era obvio, pero realmente amaban molestar solo un poco al beta.

—Bueno mis madres están a punto de llegar, ¿quieren que les dé un aventón? —y a pesar de que la pregunta iba a dirigida a todos, sus ojos se encontraron con los de HoSeok.

—Oh, si no es una molestia... —respondió el beta, algo avergonzado por la mirada sobre él y la reciente discusión en mute que tuvo con sus amigos.

Entonces el alfa miró a al par que quedaba y ambos sabían exactamente qué hacer.

—Oh, no —NamJoon hizo un ademán con su mano—, yo estoy bien.

—Sí, yo igual, no te preocupes —sonrió YoonGi—. Voy a acompañar a Nam.

Entonces la cara de HoSeok se tornó en pánico y ambos le sonrieron encantadoramente. Sus amigos sabían lo poco que le gustaba estar a solas con personas que no conocía del todo, pero ambos tenían el presentimiento de que se conocía muy bien con JungKook (uno más que otro) y aunque el beta estuvo tentado a arrepentirse, el auto de las madres de JungKook había llegado y el alfa lo había hecho relajarse con tan solo poner su mano en su cintura, de nuevo.

—¡Hasta luego! —se despidió YoonGi alegremente mientras el beta entraba en el vehículo después de que un muy caballeroso JungKook le abriera la puerta. Se notaba a leguas que el alfa lo estaba prácticamente cortejando y HoSeok quizás no se daba cuenta o lo estaba bloqueando por completo.

El auto se alejó, la mami de Jung despidiéndose de ellos con un movimiento de su mano acompañado de una sonrisa y NamJoon ahora tenía más preguntas.

—¿De qué demonios me perdí?

—Los encontré besándose en la fiesta —entonces el omega lo miró con sus ojos abiertos a más no poder, su boca ligeramente abierta en incredulidad—. Bueno, no, no se estaban besando... más bien se estaban tragando el uno al otro —dijo recordando.

—No. Me. Jodas —exclamó NamJoon, tan impactado que había colocado una mano sobre su pecho—. ¿HoSeok? ¿Nuestro HoSeok hizo eso?

Yup —afirmó—. También, el día que faltaste por estar en el hospital, HoSeok se desapareció toda la primera tanda de clases y el almuerzo, cuando regresó lo hizo con JungKook —le dijo como si estuviera diciendo un chisme demasiado jugoso y su madre seguro se burlaría de él por eso, ya que odiaba ver a la gente parlotear sobre la vida ajena—. Tenían el uniforme desacomodado y su cabello todo revuelto, te juro que no sé qué hicieron, pero HoSeok apestaba a Kook.

—¡No puede ser! —NamJoon llevó sus manos a su cabello y YoonGi se carcajeó—. ¿Son pareja? ¿Qué demonios? ¡¿Y TaeHyung?! —estaba consternado.

—Bueno, quizás HoSeok se cansó de esperar a alguien que nunca le haría caso... —se encogió de hombros—. No lo sé, las cosas están tensas entre ellos desde la fiesta, deberíamos esperar a que nos quiera hablar de eso.

—¡Obviamente! —señaló—. Lo que me parece inaudito es que me digas que se estaba tragando la lengua de JungKook —negó con la cabeza—, es decir, es HoSeok, él tiene miedo hasta de los mosquitos.

YoonGi suspiró dramáticamente.

—Siempre son los más callados... —mencionó.

Ahora NamJoon tenía una imagen muy extraña en su cabeza y YoonGi ni se inmutó, ya había superado esa idea, o al menos fingía que lo hacía. Después de todo, HoSeok era como el hermanito menor de los dos, a ese que debían cuidar todo el tiempo y aunque no eran perfectos haciendo el trabajo, se esforzaban. Ahora que su hermanito pequeño estaba teniendo algo con un alfa era muy extraño.

Después de un par de minutos de procesarlo y de comentar tonterías sobre lo travieso que HoSeok debía ser en realidad, ambos se sumieron en un silencio tranquilo y cómodo. Estaban sentados en uno de los bancos fuera del instituto, YoonGi estaba adormilado y sus ojos estaban fijos en la calle a unos cuantos metros frente a ellos, viendo los autos pasar, el omega no estaba seguro de qué estaban esperando con exactitud, pero no dijo nada para no sacar al contrario de sus pensamientos. Después de todo, parecía ser que ninguno quería regresar a casa pronto.

Entonces, mientras analizaba la forma de la nariz de su amigo, recordó sus años de primaria; ellos se habían conocido en el hospital sin saberlo y cuando comenzaron las clases, NamJoon lo reconoció en su aula y no pudo evitar que un hilo de curiosidad lo jalara cerca del niño con ojos de gato y aroma a chocolate, ambos volviéndose inseparables casi al instante. Los años siguientes, cuando cumplieron trece años, NamJoon estaba más que seguro de que le gustaba YoonGi, pero a pesar de que HoSeok muchas veces le dijo que debería intentarlo, él sabía que su amigo jamás sintió lo mismo y el omega no podía culparlo, ¿cómo le iba a gustar un omega más alto que él? Fue duro, pero pudo superarlo, a fin de cuentas fue lo mejor para ambos.

Se rió, recordando su patético pasado y miró hacia la misma dirección que estaba mirando el alfa, por lo que ahora la imagen de SeokJin llegaba a su cabeza... un alfa mayor por un año, uno muy amable para ser real y que decía chistes terribles como para ser legal. Su interacción fue por suerte, en la biblioteca, él necesitaba un libro y SeokJin lo tenía, pero a pesar de que los exámenes estaban cerca ellos no dejaron de hablar hasta que la campana sonó. Cuando lo conoció se dio cuenta de que lo que había sentido por YoonGi no era en absoluto comparable y... ahora sus cejas estaban fruncidas porque no podía creer que todos esos recuerdos lo golpearan tan repentinamente, ¿era acaso obra de su omega?

Estaba harto.

—¿Nam? —YoonGi lo miró con extrañeza, viendo como el mencionado se levantaba y metía sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—Me quiero ir a casa —dijo cortamente mientras caminaba hacia la calle y YoonGi no perdió tiempo en levantarse, siguiéndolo—. ¿No te vas a quedar?

—¿Uh? No, te acompañaré a casa —dijo, tan sereno que sonaba como lo más lógico del mundo y NamJoon no pudo evitar sentirse extraño por eso, su omega movía la cola y estaba seguro de que esa sensación de cariño y hermandad se había extendido por todo su cuerpo.

Quería abrazar a YoonGi y él solo decidió apretar las correas de su mochila para ignorar el sentimiento. ¿Por qué demonios se sentía tan empalagoso? Su celo había acabado ya.

—Pensé que estabas esperando a JiMin —mordió el interior de su mejilla.

—No, JiMin sale en un par de horas más porque tiene clases de baile —explicó—, pensé que no querías regresar a casa tan pronto así que te estaba acompañando —dijo con calma y NamJoon se detuvo en seco, llamando la atención de YoonGi—. ¿Pasa algo?

Era algo estúpido, pero NamJoon no podía dejar de pensar en que tenía al mejor amigo del mundo y era extraño, porque pese a que los años habían pasado y los sentimientos extras se habían ido, nunca supo exactamente cómo debía actuar ahora que no sentía nada romántico por YoonGi, no se permitió nunca relajarse a su alrededor y las muestras de afecto se sentían incorrectas, pero ahora estaba viendo borroso y realmente quería un abrazo.

No entendía qué demonios le estaba pasando.

—Mierda, ¿Nam? ¿Qué pasa? —YoonGi lo miraba preocupado, acercándose un par de pasos, pero dejando suficiente espacio entre ellos para que el omega no se sintiera incómodo.

A pesar de todo, NamJoon sonrió y negó, bajando la mirada.

—N-No es nada, solo... —se encogió de hombros—. Ya sabes... ando extraño por todo el tema de los supresores, es todo... —explicó para calmar a YoonGi.

NamJoon limpió sus lágrimas con las mangas de su suéter y aunque realmente quería un abrazo, no se lo pidió a YoonGi.

Entonces, después de que el alfa se asegurara de que él no iba a llorar de nuevo, ambos retomaron su camino a casa. El pelinegro no preguntó nada al respecto y NamJoon lo agradeció ya que aún necesitaba entender lo que estaba sucediendo en su cabeza para poder saber cómo actuar.

Ambos decidieron iniciar con un tema al azar para que el ambiente no se volviera incómodo y la escena anterior fue olvidada casi por completo, dando paso a un momento animado que implicaba chistes tontos y anécdotas sobre alguna estupidez que habían cometido los tres. YoonGi incluso mencionó que JungKook quizás había secuestrado a HoSeok en su casa para robarle más besos y el omega estaba tan perturbado por la imagen que se carcajeó.

Finalmente, NamJoon decidió que no iría a la salida y YoonGi le dijo que estaba perfecto, pero que le avisara de cualquier cosa que le sucediera porque definitivamente no debía atravesar solo lo que sea que estaba atravesando y el omega se preguntó si acaso YoonGi sabía lo que podía provocar esa actitud protectora sobre otros omegas, si él había caído en el pasado cualquiera podría y por un segundo reconoció la suerte de JiMin.

Así que ambos se despidieron y YoonGi caminó solo hasta su siguiente parada, colocándose sus audífonos y tarareando el ritmo de alguna canción tonta que lo distrajera lo suficiente antes de llegar a casa.

La vida de un adolescente a veces era tan sencilla como complicada.

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