School days with idiots.

By -SplashSplash

40.8K 4.4K 3.3K

Días de escuela con los idiotas de Dazai y Chuuya. -No cronológico, algunos capítulos estarán relacionados e... More

Aviso
Chuuya
El nuevo amigo de Chuuya 👥
El nuevo amigo de Dazai👥
Entre profesores
Escuela para hibridos malcriados 😾
Chuuya el porrista 👬
Escuela para hibridos malcriados 😾😾
Dazai el otaku 👬
El ejemplo del buen híbrido 😺

El achichincle de Dazai 👥

3.2K 375 328
By -SplashSplash

**Achichincle: de origen náhuatl. Ayudante, empleado, persona que acompaña a su superior y sigue sus ordenes. Se usa despectivamente.
.

Estaba enojado, molesto, irritado, y todos los adjetivos que pudieran haber en los diccionarios que Mori me regalaba.

Hace un par de días Odasaku me presento a mi y a Chuuya a dos hermanos pelinegros. Ryonosuke y Gin.

Chuuya, tan sociable como siempre, los invitó a jugar con él y su ejercito de idiotas fútbol. Gin aceptó, pero su hermano no, así que se quedo conmigo.

Como Odasaku me dijo que debía de ser un buen superior, me ofrecí para ayudarle en la tarea.

NUnca conte que el chico fuera un tonto. Me exasperaba que el niño fuera tan idiota como Chuuya, al menos esa naranja andante era bonito.

Pero lo peor vino el día después.

Ryonosuke me empezó a seguir como si fuera un patito. Incluso tuve que llevarlo a su salón porque no me quería soltar.

"En serio, Chuuya, no me ha dejado en paz, es tan molesto" le contaba mis penas a mi amigo mientras este pintaba quien sabe que cosa en su cuaderno.

"A mi me parece tierno." me contestó, cambiando de color para pintarle el cabello al dibujo de su hermana. "¡Ah, si!" gritó, haciendo que me apartara ligeramente. "¿Vas a venir a la kermes? ¡Dicen que va a haber tacos y cheesecake ¡cheesecake!"

"No voy a ir" le avise, el de inmediato puso una cara de espanto, como si hubiera dicho la mayor blasfemia existente.

"¿Cómo que no vas a venir?" golpeo la mesa con las palmas de sus manos.

"Si vengo, ese chico emo me va seguir por todos lados a los que vaya."

"Pero va a haber cheesecake..." dijo Chuuya claramente más desanimado, mirando el suelo triste.

Y ahí estaban otra vez los síntomas de diarrea, mi estomago revuelto me exigía decirle que si iba a ir.

Tomé aire, y quise golpear al pelirrojo hasta que dejara de parecerme lindo.

"Está bien, Chuuya, si voy a ir"

"¿Me lo prometes?" preguntó, elevando su dedo meñique.

"Te lo prometo" entrelace mi dedo con el suyo, y lo sacudimos sellando la promesa.

"Si no cumples, te juro que no te vuelvo a hablar nunca jamás en la vida" me hubiera sentido amenazado, si no supiera que, con su memoria de pez, no se acordaria de la promesa en una semana. Aún así, trataba de ser lo mas honesto que podía con Chuuya, así que tendría que ir.

O eso pensé al principio. 

Me miraba al espejo, únicamente pensando en lo molesto que iba a ser aquel emo. Me tenía harto, y mi irritación no mejoraba con Mori dandome un sermón sobre cumplir mis promesas y no sé que. Eso de la palabra de honor, y ser un hombre de palabra y todo lo demás son cosas de ancianos. 

Aún así mi palabra en esta casa tenía nulo valor contra la palabra de Mori. Extraño aquellos tiempos en los que podía salir de casa de mi madre sin pedir permiso, y tenía, basicamente, cero supervisión, pero desde que aquel señor me llevo a su hogar, mi libertad se vio seriamente reducida.

Volví a concentrarme en mi reflejo. A pesar de mi estado de ánimo en este día, llevaba mi atuendo favorito, mis shorts naranjas tan oscuros que parecen rojos, pero, aclaro, son naranjas. También llevaba esa camisa que adoraba, tenía el estampado de una playa, y el mar era del mismo azul que los ojos de Chuuya.

Y otra vez el estomago revuelto.

"No puedo ir a la kermés, me estoy sintiendo enfermo" está vez, y lo juro por Odasaku, no mentía. Últimamente me he estado sintiendo mal, pero no es siempre ni todo el día, es cuando pienso en Chuuya. Tal vez sea alérgico a su idiotez, pero no quiero que sea eso porque significaría que ya no podremos ser amigos. 

"No, no es cierto. Siempre dices eso, te reviso, y no tienes nada" me respondió. Y era verdad, cada que me sentía mal, iba con Mori, este me revisaba pero no encontraba nada fuera de lo normal. Eso sólo podría significar dos cosas; o Mori era un pésimo doctor, o tenía una nueva enfermedad, desconocida por todos los médicos. Quizá era ambas.

Decidí no contestar nada, de todos modos no me iba a creer. Agarré mi gorra naranja con un sol en él, y caminé hacía la puerta acompañado de Mori. 

En el camino a la escuela, estaba buscando a cierto pelirrojo. Y en vez de encontrar a Chuuya, encontré una garrapata, con apariencia de escuchar My Chemical Romance, y su hermana, que parecía que podría apuñalar a quien sea en un segundo, ambos se me pegaron como chicles.

"Oh, ¿ustedes son los nuevos amigos de Dazai?" y maldije haber roto el jarrón horrible que tanto adoraba esté anciano, desde ese día, Mori ha tenido una afición con ponerme en situaciones molestas, como invitando a Chuuya y su tenebrosa hermana cuando el pelirrojo y yo nos peleabamos, durar horas hablando con alguien en la calle a propósito, y el peor de todos: dejar de regalarme videojuegos cada mes, y empezar a regalarme libros, ¡libros!, ¿qué me cree? ¿un anciano?

Preguntarle a los pelinegros menores si eran mis amigos era una más de sus estrategias para molestarme y pidiera perdón por haber roto el jarrón.

Los hermanos Akutagawa, sin notar mi clara incomodidad, sólo asintieron, y nos siguieron de camino a la escuela. 

Mori trataba de hacerle platica a los dos chicles, pero los dos eran tan callados que todos sus intentos eran inútiles. 

En la entrada vi a Chuuya aferrado a la falda de su hermana, saludando a todos los que conocía, y aunque trataba de ocultarlo, se le veía preocupado. Crucé la calle corriendo, casi siendo atropellado por un camión, para dirigirme a él. Los hermanos trataron de seguirme, pero Mori alcanzó a detenerlos antes de ser arrollados por el camión. 

Después aguantaría el regaño de Mori por no fijarme en los autos antes de cruzar, ahora quería hacerle saber a Chuuya que cumplí mi promesa.

Si viniste!" gritó Chuuya, desde la entrada de la escuela, soltandose de la falda de su hermana para salir corriendo a mi dirección.

"Claro, soy un hombre de palabra" levante ligeramente la cabeza, un poco orgulloso.

Chuuya se rio ante mis palabras.

"Si, claro. Lo que tu digas" me agarro del brazo y me jalo hasta la entrada de la escuela contándome cuanto temia que rompiera mi promesa y como hizo esperar ahí a su hermana hasta que yo llegara.

"¿Y que ibas a hacer si no venía?" pregunté, agachando la cabeza al ver la aterradora y fija mirada de Kouyou.

"Le iba a pedir a mi hermana que me llevara a la casa" respondió, buscando el lugar para sacar los tickets para la comida.

"¿Te ibas a ir? Pero hay cheesecake"

"Sí pero, si no estabas me lo iba a comer triste, y si lo comiera triste arruinaria el sabor, y cuando volviera a comerlo ya no podría disfrutarlo porque cada vez que lo comiera, me acordaria de la vez que rompiste tu promesa, entonces me pondría triste y volvería a arruinar su sabor".

"Vaya, Chuuya, esas fueron muchas palabras sólo para decirme que me quieres mucho".

"Ay, callate" llevo una de sus manos a mi cara y la empujó levemente. 

Una discusión iba a dar inicio cuando sentí un tirón en mi camisa.

Volteé hacia atrás y ahí lo vi, mirando el suelo con su ceño fruncido.

"¿Y tú qué?" pregunté, tirando de mi camisa para que Akutagawa me soltara.

"¿Eh? ¡Oh! ¡Hola Ryu!" saludó el pelirrojo, acercandose un poco al menor, pero este, sintiendose intimidado, se escondió más detrás de mi espalda.

"Hola" contestó al saludo.

"Aww, se ve tan chiquito".

"Chuuya, literalmente mides menos que él" me burle, tratando de ocultar cuanto me molestaba tener al pelinegro pegado a mi. Ni siquiera sabía porque se la pasaba siguiendome a mi y no a Chuuya o a Odasaku, quienes son diez veces más amables que yo.

"Cállate, tarado" me replicó, sacandome la lengua. "Akutagawa, ¿tú también quieres cheesecake?"

"No tengo dinero" contestó en un susurro, bajando más la mirada.

"No te preocupes, mi hermana me dio mucho dinero" sacó de el bolsillo de su short azul marino una gran cantidad de monedas que Akutagawa miraba asombrado.

"Y si te va a alcanzar para comprar dos rebanadas de cheesecake y dos refrescos" cuestioné, teniendole poca fe a los montones de monedas de dos pesos.

"¿Quién come cheesecake con refresco? iuh." dijo simulando una arcada. "No, voy a comprar dos cajitas de leche de la maquina expendedora". Me aclaró con un gesto de claro orgullo.

"¡Peor aún! Las cajitas de leche son más caras" suspiré, aún así Chuuya no dejo ir su entusiasmo de compartir algo con alguien, en este caso, su dinero con Akutagawa. "A ver, vamos a contarlo"

Caminamos hasta una banca, donde conté el dinero mientras los otros dos sólo me observaban.

En total eran 37 pesos, y según el cartel donde estaban los precios, el ticket para una rebanada de cheesecake costaba 25 pesos, y las cajitas de leche 10 pesos.

"Chuuya, Kouyou no te dio mucho dinero, te dio muchas monedas que es distinto" observé su cara desanimada. Tal vez Kouyou le había dado puras monedas para que él creeyera que era mucho dinero y así no le pidiera más, que cruel. "Tu hermana apenas te dio para ti sólo, no alcanza para Akutagawa".

Chuuya miro a Aku con pena, casi pidiendole perdón con solo una expresión.

"Tal vez mi hermana siga en la entrada, vamos a pedirle más dinero" se levanto y corrió hacia la entrada tropezando varias veces.

No lo seguí, por lo tanto, tampoco Akutagawa. Kouyou era una mujer que trabajaba de lunes a viernes sin falta, siempre tratando de salir temprano para convivir más con Chuuya, a cambio de eso, siempre trataba de llegar al trabajo lo más temprano al trabajo. Era por eso que Chuuya siempre era el primero en llegar, y también era la causa de porque Kouyou ya no se encontraba más en la entrada. Lo más probable es que se haya ido en cuanto vio a su hermanito entrar a la escuela.

Mis sospechas se confirmaron cuando lo vi regresar con la cabeza agachada.

Pero ocurrió algo extraño, con energías renovadas volvió a correr, esta vez hacia mi, con la mirada cargada de determinación y la vista fija en algo que parecía estar justo detrás de mi.

Me gire sin encontrar nada ni nadie. Ahí fue cuando Chuuya chocó contra mi.

"¡Tú!"

"¿Yo?"

"¡Tu papá siempre te da mucho dinero! ¡En billetes!" me gritó casi en el oido.

"¿Y?"

"Tú le puedes comprar a Ryu"

"No, no, no" negué con la cabeza, alejandome un poco de Chuuya. "¿Por qué le tengo que comprar algo? Es más, ¿para qué viene si no tiene dinero?"

"Andalee, por favoor" suplicó, juntando sus manos, como rezando.

"No"

"Porfaaa"

"Ya dije que no"

"Andale, por favooor ¿si?" insistió.

"No"

"..."

Por un momento me asusté, lo vi agachar la cabeza y pensé que iba a llorar. Si gritaba fuerte, su llanto era aún más escandaloso. Al no ver ninguna lagrima me relaje.

Gran error.

Chuuya apretó los puños, y paso su mano por detrás de mi cuello.

"A ver, baboso, te estoy diciendo que ¡por favor! Le compres algo a este niño que no ha hecho más que darte todo el cariño del mundo. Así que ¡por favor! Comprale la rebanada de cheesecake y la cajita de leche"

Al terminar su amenaza, me soltó. Pase una mano por mi nuca, sobando la zona.

"Woaw, Chuuya, deberías ser mafioso"

Él sólo entrecerro los ojos, agarró la mano de Akutagawa (quien ya habia tomado más confianza) y lo jalo hasta la larga fila para comprar tickets.

Estuvimos ahí por un largo rato, Chuuya no paraba de dar saltitos incapaz de mantenerse quieto. Yo me empezaba a sentir mareado y Akutagawa parecia inmutable.

En ese momento, un verdadero papel para Aku se me ocurrió: el de subordinado.

Sonreí emocionado.

"¿Qué planeas?" preguntó Chuuya.

"¿Cómo que qué planeo?"

"Siempre sonries así cuando planeas hacerle una broma a Ango"

"No es cierto" negué "no planeo nada"

"Muy bien, pero te estaré vigilando" entrecerro sus ojos y me miro fijamente. Eso duro unos cinco segundos, después vio una paloma, se distrajo y volvió a sus saltitos.

"Oye, Akutagawa" esté me miro inmediatamente después de mi llamado. "¿No quieres ser mi subordinado?" Chuuya me miró confundido, pero sé que ni él ni Akutagawa sabían que significaba subordinado. Aún así, el menor asintió.

"Bueno, como superior, te voy a pedir que te quedes aquí y compres los tickets ¿bien?" antes de que el espíritu justiciero de Chuuya surgiera, volví a hablar. "Mientras tanto, Chuuya y yo caminaremos alrededor de la escuela. Cuando compres los tickets nos esperas en esa banca ¿ok?" No le di tiempo de contestar. Tomé mi dinero, y el de Chuuya que había estado guardando, y se lo di.

Agarre al enano de la mano y corrí hasta la cancha de fútbol, lo jale hasta que él paró de golpe.

"Oye, Dazai, no me gusta que hayas tratado a Akutagawa como sirviente" me miro serio.

"Le di para comprarse su cheesecake ¿no? Bueno, que al menos haga algo"  me defendí.

"Bueno, si pero..."  me observo "es muy tímido, no le dará miedo pedir las cosas".

"Mejor aún, le di su postre, y la oportunidad de que enfrentará sus miedos".

"Ajá, yo creo que fue porque no querías enfrentar tus propios miedos de convivir con extraños". Sonrió maliciosamente.

"Yo no tengo miedo de convivir con extraños"

"Claro que si, siempre soy yo quien pide las cosas quien-"

"Nombre una vez que hayas pedido algo por mi"

El alzó una ceja.

"La vez que entramos en esta escuela fui yo quien preguntó que salón tocaba. Siempre que compramos en la tiendita soy yo quien pide las cosas. Cuando nos perdimos en el parque yo le pedí ayuda al policía".

"Eso no quiere decir que le tenga miedo a los desconocidos".

"¿En serio? Porque yo creo que odiabas a Tachihara porque era un desconocido"

"No lo odiaba por eso, menso" me cruce de brazos molesto.

"También odiaste a Kajii, de hecho la mayoría de mis amigos los odiaste, hasta odiaste a la maestra y ella es genial. A mi me detestabas en el kinder, hasta hiciste que manchara mi trajecito".

"¡Te odiaba porque eras fastidioso, justo como ahora lo estás siendo!"

"A los únicos que no odiaste fue a Odasaku y a Ango" siguió, ignorando mi berrinche. "Así que tal vez odias a Akutagawa porque es un extraño, y los extraños te dan miedo".

"La desconfianza y el miedo son cosas muy distintas".

"Ay, si, ¿qué te puede hacer Akutagawa?" se cruzó de brazos, sosteniendo una sonrisa burlona.

"No sé, tal vez, pedirle a su hermana que me apuñale". Dije muy seriamente, y a pesar de eso, Chuuya se rió a carcajadas.

"¡Gin es super dulce! Tienes algo con las hermanas, ¿o con las chicas en general?" tal vez una revelación vino a su mente, pues tomó aire con sorpresa "¡te dan miedo las niñas!"

"¡Claro que no!"

El pelirrojo salió corriendo, y yo lo persegui

"Te dan miedo las niñas, te dan miedo las niñas, te dan miedo las-" se detuvo, parandose en seco. "Mira, Dazai" señaló una mesa con muchos papeles y un gran arco con flores arriba de él con una fila mas o menos larga. "Dice: ca-saa-¿menta?"

"Casamiento, tonto"

"Ooh ¿vamos?" me tiró de la camisa señalando con la cabeza el lugar.

"No, no podemos casarnos, Chuuya"

"¿Por?"

"Porque somos amigos"

"¿Y los amigos no se casan?" y ahí realmente maldije a dios por hacer a Chuuya tan estúpido.

"No, sólo los novios"

"Pues nos hacemos novios, duuuh"

"No vamos a ser novios Chuuya, ven mejor vamos a con Akutagawa" traté de jalarlo, pero se resistía.

"¿Por qué no? Yo si quiero serlo, y también quiero de esas flores que le están dando a los que van. ¡Vamooos! Nadie va a saber que no somos novios pero ven, ¡mira ahí están Odasaku y Ango!"

"Ya te dije que no, Chuuya, seguro ni sabes lo que significa estar casado"

"Pero quiero una de esas flores" señaló el jarrón de rosas que había, mientras pataleaba.

Suspiré. Si ese bereinche me lo hace a mi por una flor, no quiero imaginar que tipo de berrinches le haría a Kouyou por otra cosa.

Se soltó de mi agarré y corrió un poco lejos de mi.

"Si tu no te quieres casar conmigo, ñe diré a Tachihara que lo haga, seguro que si acepta" después de eso salió corriendo en busca del pelirrojo feo.

En eso llega Akutagawa, más pálido de lo normal y temblando. Tal vez hablar con desconocidos si lo había asustado mucho.

Le quite los tickets de la mano. Me fije en que, había menos flores y menos papeles. Para cuando volviera a traer a Chuuya, ya se habrán acabado.

"Ve y formarte allá ¿ok?" le dije y salí corriendo detrás del pelirrojo.

No había corrido ni cinco metros cuando ya estaba cansado. Aún así, al ver a Chuuya hablando con Tachihara con Gin pegada a este último, fui corriendo.

"Es que, si lo haría, pero ya me casé con Gin" le mostró una rosa.

Chuuya hizo un puchero.

"¿Me la das?"

"¿La rosa? Mm, es que me gusta la flor. Mira ahí está Dazai, casate con él"

Chuuya camino desanimado hacia mi y me puso sus mejores ojos de cachorrito. Baje la mirada y observe el mar de mi camisa.

"Está bien, Chuuya, me voy a casar contigo"

El pelirrojo dio brinquitos de emoción y corrió hacia el puesto de casamiento.

"Oh, Ryu, ¿también te vas a casar?" preguntó.

"No, lo hice hacer fila" le respondí yo.
Chuuya me miró raro.

Akutagawa se hizo a un lado y nos dejo su lugar.

Al llegar a la mesita, una chica con un broche de mariposa nos dio una rosa a cada uno y también un anillo de dulce. Nos hizo firmar unos papeles y nos lo entregó.

Chuuya daba saltos más altos que lo normal. Se veía muy alegre.

"Akutagawa, los tickets" pedí.

El nombrado me miro con confusión.

"Akutagawa, los tickets" repetí.

"T-te los di" me dijo.

Revise los bolsillos de mi short, hasta vi mis pripias manos para asegurarme que no los traía.

"No, no es cierto, no los tengo".

El pelinegro checo sus propios bolsillos. Tampoco los traía él.

"Tal vez se cayeron en alguna parte" sugirió Chuuya, buscando en el piso.

"Maldición, Akutagawa. Una sola cosa te pedí ¿y lo haces mal?"

El chico no me miró, sólo vio al suelo.

"Vamos, Dazai, no seas así. Insultarlo no va a hacer que los tickets aparezcan. Busquemoslos mejor".

Duramos diez minutos buscando, pero en nuestra mente se sintió como dos horas.

"A ver, vamos a ver posibles lugarea en donde se pudo haber caído. Primero dime que hiciste después de que compraste los tickets" le habló a Akutagawa.

Era extraño que Chuuya estuviera siendo el lógico aquí, pero es que yo estaba muy enojado.

"Fui con Dazai frente al puesto de casamiento y el me quitó los tickets-"

"¡Yo no recuerdo haberlos tomado, maldito idio-" mi, super respetuosa, réplica fue interrumpida por la chica del broche de mariposa.

"Oigan, chicos, ¿a ustedes se les perdió unos tickets?"

Ni yo, ni Akutagawa respondimos, estabamos casi paralizados.

"Sí ¿los encontraste?" contestó el pelirrojo.

"Si, pero a ver diganme, ¿de qué son? Para ver si sí son suyos"

"¡Son tres de cheesecake!" respondió con entusiasmo.

"Tomen, creo que se le cayó al chico castaño cuando se fueron a casar" puso los tickets en la mano de Chuuya y se despidió.

Me puse incómodo, pero en mi defensa, si Chuuya no se hubiera querido casar, esto no habría pasado.

Gin vino a aligerar el ambiente, con la razón de que ella y su hermano tenían que irse.

Una punzada, pequeña, de culpa se instalo en mi pecho al ver a Aku caminar con la cabeza agachada. La culpa termino de expandirse con el zape de Chuuya me dio.

"Fuiste muy grosero. Y más te vale solucionarlo mañana porque voy a comer esta rebanada de cheesecake" levanto el ticket "Y no quiero recordar su sabor como el de un amigo siendo grosero con otro".

Me jaló hasta el puesto de cheesecake mientras me seguía regañando.

________________________________________________________

🔸 3422 palabras. Lo siento si les parece muy largo.

🔹 Cuando se imaginen la ropa de Dazai, imaginen la ropa peor combinada. Dazai tiende a tener cero sentido de la moda a propósito como señal de rebeldía a Mori, quien es bastante fan de la moda y cada vez que ve el atuendo de Dazai le da un mini infarto.

🔸 Akutagawa súper tímido e ingenuo de bebé es mi religión y si a alguien no le gusta nos agarramos a putazos y el que gane, mete a la ahoguera al otro. ¿Es una declaración de guerra? Es una declaración de guerra.

🔹 Atsushi aparece en la siguiente parte :)

🔸 Los precios de los tickets los puse en pesos y no en yenes porque vivo en México, no en Japón, y no sé cuantos yenes es demasiado dinero y cuanto es poco.

Continue Reading

You'll Also Like

900K 134K 103
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
597K 94.2K 37
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
76.5K 6.4K 19
"No, claro que no, es obvio que no me gusta Bradley, el es mi enemigo y... Maldito idiota, sal de mi mente, haces que mi corazón se acelere." Max es...
406K 26.7K 97
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.