Capítulo 23:
Aly.
Cagada.
Así era como estaba.
Aiden había decidido contarle a sus padres lo de mi embrazado y estaba completamente cagada.
Sobretodo por que no solo será a sus padres, estará su hermana, la familia de Alexa-que no se que coño pintaban alli-.
Así lo había decidido Roger, el padre de Aiden, cuando le dijo que tenía que dar una noticia.
Por suerte, todavía tenía unos días para prepararme.
De momento, solo tenía pequeñas crisis de miedo.
Pequeñas dice...
CÁLLATE.
Aiden no ha vuelto a dejarme sola, eso si, se trajo el trabajo a casa y se pasaba el día hablando por teléfono y frente al ordenador.
No me podía quejar, había cumplido su palabra de no dejarme sola y la estaba cumpliendo.
Incluso las reuniones las hacía por Skype.
Su padre aún no sabía nada, para el seguía trabajando desde la oficina, aunque no se como se las apañó para que se lo tragase.
-No, no me interesa. Dije que quería una oferta mayor y mantengo mi palabra- habló frente al ordenador- No me vengan con gilipolleces que van a la puta calle. Dije lo que quería y punto, no hay más que hablar.
Cerró la pantalla del ordenador y me quedé mirándolo.
Me había puesto cachonda verle actuar de jefe y eso que ya lo había visto antes con Lucas y Marcos.
-¿Que pasa?- preguntó sorprendido.
-Me has puesto cachonda- dije sin titubear.
-¿A si?- preguntó sonriendo -¿te pone verme en plan jefe?
Se acercó a mi.
-Si.
-Pues abre las piernas que te voy a follar.
Abrí las piernas para recibirlo y se puso sobre mi, sin dejar de caer el peso de su cuerpo sobre el mío.
Se quitó los pantalones separándose de mi lo mínimo y me miró.
-¿No le haremos daño a los bebés?
-¿Que? No, que va- dije riéndome.
-Oye no te rías, era una pregunta sería.
-Ya,ya. Pero es que...- No me dejo acabar, de un empujón entró dentro de mi- Dios...
-Se te ha cortado la risa ¿Eh?
No se si es por el embarazo, pero nunca lo había sentido tanto como ahora mismo.
No se como describirlo, pero era como si fuésemos solo uno.
Nunca lo había sentido tan cerca de mi, y no digo físicamente, si no sentimentalmente.
Entonces de la nada me puse a llorar.
-¿Que te pasa?- dijo el parando -¿te he hecho daño?
-No... solo que, bueno, que te quiero mucho.
-Ojitos...yo no te quiero mucho -sonrió- yo te amo.
Me secó las lágrimas con sus labios mientras seguía entrando y saliendo de mi.
-Dame lo que quiero- susurró en mi odio.
Se lo di.
Me corrí al igual que el.
Salió de mi y se puso de nuevo la ropa.
Yo sólo tenía que subirme las bragas y bajarme la camiseta, por que eso era lo que llevaba puesto.
El volvió al trabajo y yo le daba vueltas a la cabeza.
Aunque ahora que lo pesaba...
-¿Has pensado donde meteremos a los bebés?- pregunté mirándolo.
El piso era grande, pero sólo tenía una habitación y eso creo que es un problema.
-Si, está todo controlado- contestó mientras escribía en el ordenador- Nos mudaremos.
¿Que? ¿Por que?
¿Eres tonta? No cabéis.
-Pero... ¿a donde? Y ¿cuando pensabas decírmelo?
-Aun no lo sé, tenemos tiempo. Y pensaba decirtelo cuando lo tuviese listo todo.
-¿Y que vas a hacer con este piso?
-Venderlo. Ya no me hace falta.
Y lo dijo tan normal.
-Si nos vamos, no viviremos cerca de Sebastian y Amber.
-Aquí no cabemos, ya miré los planos del piso para cerrar la terraza del salón e intentar hacer otro cuarto al lado del nuestro.
A veces se me olvidaba que era el director de una empresa de arquitectura.
-Encontraré una casa a tu altura y si no hay ninguna, yo mismo la diseñaré- término por decir.
Mis ojos volvieron a humedecerse.
Joder con las hormonas.
-¿Y ahora por que lloras?
-No lo sé...
Suspiró y vino hasta a mi para abrazarme.
-A los bebés y a ti no os faltará nada- me dio un beso en la cabeza.
-Lo sé- suspiré.
-Pues si lo sabes, deja de preocuparte por todo que yo lo tengo todo bajo control.
**
Amber.
-Playa no.
-¿Por que no?
-Por que me lleno de arena y te recuerdo que mi vestido es blanco.
-No te vas a llenar.
Suspiré.
Estábamos decidiendo donde queríamos celebrar nuestra boda.
Ya teníamos la fecha, sería dentro de un año, en septiembre del año que viene.
-¿Y en un cortijo?- me preguntó encogiéndose de hombros.
-Eso me gusta más.
-Eres la primera chica que no quiere casarse en la playa.
-No sere la última, no te preocupes.
Aún no tenía ni idea de cómo quería que fuese todo.
Ni mi vestido.
Ni el lugar, aunque un cortijo si que me llamaba la atención.
Las mesas no sabía como quería que las decoraran.
Ni tampoco el vestido de Aly, que eres mi madrina y tenía que se único, como el mío.
Tampoco sabía quién se sentaría con quien, aunque se que falta mucho, pero me gusta tenerlo todo planeado.
Tenía que ser perfecto y sólo tenía un año para organizarlo todo.
Sebastian quería contratar a una wedding planner y a mi no me disgustaba la idea, así tendría ayuda extra.
Se que Aly quiere ayudarme, pero estará embarazada y por partida doble. Terminará cansándose y no quiero agobiarla, aparte de que cuando sea la boda ella ya habrá tenido a los bebés y estará liada también.
Tyler también quería ayudar, Aiden... pasaba del tema por que seguía diciéndome que le iba a robar a su mejor amigo para el resto de su vida.
Sebastian ayudaría, estaba claro, era el novio, pero aún así, necesitaba más ayuda.
Así que si, contrataría a una wedding planner.
-Creo que lo primero que buscan las novias es el vestido- dijo mirando por internet.
El vestido...
No quiero ni imaginarme el trabajo que me costará encontrar uno que realmente me guste.
-Definitivamente, contrataremos a una wedding planner.
Sebastian me miró riéndose.
-Al final siempre tengo razón.
-La tienes por que mi mejor amiga no va a poder ayudar tanto como le gustaría.
-Pero la tengo.
Suspiré.
-¿Has pensado lo de la luna de miel?- preguntó volviendo la vista al móvil.
-No, no se donde quiero ir.
-Piensa en un lugar al que siempre hayas querido ir, pero que nunca hayas ido.
-¿Miami? ¿Dubái? ¿Bahamas? No lo se, me estas agobiando.
-¿Que te estoy agobiando? Si te estoy quitando trabajado. Solo quiero saber el destino para organizar ya el viaje.
-Creo que quiero ir a Miami.
-¿Crees?
-Es que también me gustan las Bahamas.
-Decídete.
Sebastian tenía mucha paciencia, eso si.
Ya me lo imaginaba de padre.
El sería el bueno y yo la madre estricta.
Para aguantarte a ti...
-Miami- dije.
-A Miami pues...
**
Este capítulo está dedicado con mucho amor para @saraaperezz_ ❤️