Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
04.- Las mejores amigas del mundo
Trabajar todo el fin de semana en el proyecto inexistente de Luka había sido agotador; no por el hecho de dedicarle tantas horas a una canción, sino por ver a Rose suspirar enamorada mientras hacía sugerencias. Juleka agradeció la visita de Marinette del domingo a media mañana porque había supuesto un alivio temporal.
Y con aquella resaca musical subió los escalones hasta su aula dispuesta a enfrentarse a un nuevo lunes. Rose la saludó desde su pupitre, por el modo en que lo hacía supo que había novedades sobre Alí.
—Casi llegas tarde —pronunció cantarina y sonriente—. Tengo que contarte algo.
—¿Alí?
Rose asintió sorprendida por el hecho de que lo hubiera adivinado sin darle pista alguna.
—¡Guau! Se nota que somos las mejores amigas del mundo, que bien que me conoces.
—Las mejores amigas del mundo.
Juleka recordaba el tiempo en el que aquel título la hacía sentirse extremadamente feliz y amada, ahora sólo lograba sentirse apreciada. No era que no valorase su amistad con Rose, lo hacía, pero le dolía saber que no podía ser nada más que eso para ella.
—¿Ya sabes cuándo vendrá? —le preguntó sacando sus cosas de la mochila.
—El próximo viernes, se quedará aquí quince días, ¿a que es genial?
—Debe de tener la agenda muy llena.
—Le ha pedido a su representante que le haga hueco para nosotras.
A Juleka le sorprendió, la mujer que iba siempre con él parecía muy estricta y nada dada a ceder a caprichos fuera de la agenda.
—Y ¿sabes qué? Tiene libre todo el sábado.
—Siento no poder acompañaros —musitó Juleka ocultándose tras el flequillo—. Los sábados está lo de Luka y...
—¡Lo tengo todo pensado! —exclamó sonriendo como una niña—. Le hablé a Alí del proyecto de Luka, me ha dicho que sigue nuestra página, que le encanta nuestra música y que le encantaría vernos trabajar.
»Le he preguntado hace un rato a Luka si le molestaría que le llevase a vernos trabajar ¡y me ha dicho que podemos ir!
»Así que podrás estar con nosotros sin dejar de trabajar con Luka.
—Que bien.
—¡Soy tan feliz, Juleka!
Quería alegrarse por ella, de verdad que lo quería. Deseaba estar a la altura del título de "la mejor amiga del mundo", pero no lo estaba, no podía estarlo. Y encima Luka contribuía con su agonía invitándolo al Liberty.
—Se aburrirá.
—No, tiene muchas ganas de vernos en directo, bueno ensayando. ¿Debería pedirle a Iván que venga también?
Juleka desvió la mirada hacia Iván que garabateaba algo en su libreta, tal vez alguna de esas letras que sólo le enseñaba a Luka esperando descubrir si podían o no usarse.
—No lo sé.
La profesora Bustier entró a clase poniendo fin a la conversación. Se mantuvieron atentas a la lección y saltaron de asignatura en asignatura hasta que llegó la hora del descanso. Juleka le dio una rápida excusa a Rose y asaltó a Marinette, la arrastró hasta los vestuarios y comprobó que estaban allí las dos solas antes de hablar.
—Ayúdame, por favor —suplicó.
—Calma, Juleka, ¿qué ha pasado?
—Alí viene el viernes —soltó agobiada— y Luka le ha invitado a vernos trabajar el sábado.
—Eso es bueno, ¿no?
Dudó. Miró al suelo.
¿Lo era?
No, no lo era, por supuesto que no. ¿Cómo iba a ser bueno? Vería como suspiraban el uno por la otra y no podría esquivarlos.
—Quiero decir, que puedes estar con Rose, como ella te pidió y a la vez evitarle.
Olvidar a Adrien estaba haciendo que Marinette perdiese la cordura, definitivamente.
—Además, Luka nunca te pondría en un compromiso. Seguro que tiene un buen motivo para invitarle. A lo mejor quiere analizar qué relación tienen o puede que...
Juleka dejó de escuchar el parloteo de Marinette. Lo que decía no tenía sentido alguno. Era más probable que Luka le estuviera devolviendo alguna jugada que ya no recordaba. Invitar a la chica que le gustaba y también al chico por el que suspiraba era cruel. Cuando llegase a casa iba a escucharle.
—No te preocupes, yo también iré, te ayudaré en todo lo que esté a mi alcance.
—Irás para tontear con Luka.
—Sí, digo ¡no! Voy por ti, Luka no importa... o sea, importa, pero no... —Marinette se estampó la palma de la mano en la cara—. Que Luka no tiene nada que ver, si él no estuviera iría también.
—Olvídalo, no debería de haberos pedido ayuda.
—No digas eso ¡Juleka!
Pero no se quedó para oír el resto. No podía culparla. Que ella no tuviera posibilidades no significaba que Marinette tuviese que fingir que ella tampoco las tenía con Luka.
El móvil vibró en su mano, vio la foto de Luka en la pantalla y descolgó, aunque no tenía demasiadas ganas de contestar.
—¿Qué?
—Veo que Rose se me ha adelantado —musitó Luka entendiendo el tono de voz molesto de su hermana—. He intentado hablar contigo antes, pero no he podido.
—Si es así como vas a ayudarme, mejor no me ayudes.
—¿No te has dado cuenta de que la canción de Rose no habla de Alí?
—Luka, en serio, me quedan tres horas de clase, no quiero hablar de eso ahora.
—Esconderte no te va a ayudar. Hablaremos cuando vuelvas, ¿de acuerdo?
—Que sí.
De acuerdo, no estaba siendo muy justa. Luka siempre la había ayudado, siempre, sin importar el problema o el motivo. Incluso con algo tan absurdo como las risitas el primer día en que se pintó las uñas, Luka les acalló pintándoselas también de un vivo color escarlata, desde entonces no había dejado de hacerlo, la única diferencia es que ahora las llevaba negras en vez de rojas.
—Eres tonta, Juleka —se dijo a sí misma.
No había tratado bien a Marinette, tampoco a Luka y, desde luego no estaba siendo justa con Rose. Sólo iba a ser un día, lo aguantaría, no era para tanto; procuraría mantenerse alejada de Alí y ya está. Se refugiaría con Marinette y fin de la historia. Sobreviviría. Lo aguantaría. Sería una buena amiga, estaría a la altura del título de "mejor amiga del mundo".
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! Seguimos con algunos head canon y algunas inseguridades de Juleka.