Atte: Kaminari Denki.

By x-flower-x

427K 39.2K 75.6K

Mi querida estrella de rock, lee esta carta por favor. Atte. Kaminari Denki. More

Atte: Kaminari Denki
Extra 1: Vete a la mierda.
Extra 2: La primera carta
Atte. tu padre.
Atte. tu esposa
Atte: Tu otra mitad

Epรญlogo

37.1K 3.1K 6.3K
By x-flower-x

Me miraba fijamente al espejo, me veía mejor que nunca, ningún cabello desordenado, sonreí para ver mis dientes, impecables, me los he lavado cinco veces, la primera obviamente porque era lo natural, y el resto fue debido a que sentía que estaban sucios.

Me miré el traje era elegante, no usaba uno desde el baile de graduación, soy más de chaquetas de cuero, y no es como que ella fuese una chica que le gusta ir a lugares elegantes.

Claro que no, ella es perfecta, ella jamás ha intentado cambiarme, me miré al espejo y sonreí como un tonto.

¿Cómo podía estar tan enamorado? ¿Cuándo comenzó todo esto? ¿Cuándo comenzó ese deseo de tener un juntos por siempre?

Tragué nervioso, ¿Y si ella no asiste? ¿Y si ella me deja plantado?

No soy tan genial, ella puede tener a cualquiera...

-Hey- Dijo una voz ronca interrumpiendo mis pensamientos.

Miré hacia atrás, ahí estaban esos dos, mis mejores amigos.

-¿Tienes miedo que la novia se vaya con otro?- Se rio mi amigo de cabellos ceniza.

Lo miré con espanto, ¿Desde cuando surgió esta inseguridad en mí?

Mi amigo de cabellos rojos no naturales sonrió de oreja a oreja –Que poco masculino de tu parte-.

Fruncí el ceño ante el comentario y me quejé –Son mis padrinos, se supone que deben tratarme bien y ayudarme a sentir mejor-.

-Esas son las damas de honor- Dijo sin más el rubio -Así que deja de chillar-.

-No comprendo- Dijo el de cabellos rojos -¿Por qué te sientes tan inseguro? Han estados juntos desde siempre, básicamente esta es una ceremonia y un papel firmado-.

Tenía razón, sonreí mirando el suelo, toda una vida con ella, ahora era solamente otra etapa, sabía que estábamos destinados a estar juntos desde ese día.

Pero siempre nacen esas inseguridades...

-¿Casarse con veinticinco años es de locos? ¿Es muy apresurado?- Les pregunté intrigado, nunca les pregunté hasta ahora.

-Sí- Dijo sin más mi amigo gruñón -Son demasiado jóvenes para tomar decisiones como estas-.

Me decepcionó escuchar esas cosas de mi amigo...

-Pero eso lo dicen quienes aún no encuentran a esa persona- Dijo sonriéndome -¿Por qué esperar si se aman? No sabes que puede pasar mañana y si encuentras a la indicada, no dejarás que se marche... al menos eso es lo que veo cuando estás con ella-.

Sonreí, como lo odiaba, él sabía siempre que decir.

-Blasty, eres un romántico- Dijo mi amigo ¿llorando de emoción?

Nunca entenderé a mis dos amigos, somos un trío peculiar... entre raros nos llevamos bien.

-Cállate pelos de mierda- Dijo enojado y avergonzado a la vez –Ahora vámonos de aquí, o serás tú quien la deje plantada en el altar-.

-Cierto...- Dije nervioso, si llegaba tarde me iba a matar...

Nos fuimos al vehículo y cerré los ojos recordando como inició todo...

Como inició ese querer un juntos por siempre.

Recuerdo que siempre sentía que algo me falta cuando era un niño, algo doloroso y angustiante, tenía un vacío en el pecho, extrañaba algo, no sabía qué era, pero sentía que debía encontrarlo para ser verdaderamente feliz.

Y sí lo era, tenía una vida "perfecta".

Padres que me amaban, un hermano pequeño que se la pasaba siguiéndome por todos lados, era feliz, aun no comprendo que hice en mi vida pasada para merecer tanta felicidad.

Todo era felicidad, pero sentía que necesito ese algo a mi lado para completarla.

Y la encontraré.

Tenía ocho años, amaba jugar en la nieve, era natural, ya que vivía en una de las ciudades donde nevaba la mitad del año, y en la otra llovía...

Recuerdo que con mis amigos corríamos y hacíamos muñecos de nieve, con mi amiga jugábamos a hacer ángeles en la nieve, a mi mamá no le gustaba, ya que mi ropa se mojaba.

Pero con mis amigos, decidimos hacer una guerra de bolas de nieve en el bosque, precisamente en el lago congelado, nuestros padres nos tenían prohibido ir a ese lugar, y eso lo hacía más emocionante.

Las bolas de nieve iban y venían, y al correr no me di cuenta que estaba en la orilla del lago congelado...

Fue todo demasiado rápido, miré el suelo, sonó el hielo trisándose, para luego quebrarse y yo hundirme en la fría agua.

Recuerdo sentir el frío calar por mis huesos, el agua ingresando por mi boca por la desesperación.

Iba a morir ahogado.

Intentaba subir con la poca fuerza que tenía, pero el frío me estaba entumeciendo el cuerpo.

No, no quería morir, quería encontrar ese algo, necesitaba descubrir que era lo que me faltaba.

"En nuestras otras vidas lograremos estar juntos hasta ser abuelos".

Abrí los ojos y comencé a toser desesperado escupiendo toda el agua que tenía en mi interior, miré a mis amigos, estaban empapados y asustados.

Me habían sacado del agua, uno de ellos comenzó a llorar y el otro a gritarme enojado por asustarlos.

Esos dos me habían salvado...

Luego de un regaño de mi madre e ingresar al hospital para atender esa gripe que me dio, la conocí.

Era una niña de mi edad de mi edad aproximadamente, estaba sentada sola esperando a alguien.

Solté la mano de mi mamá y me acerqué rápidamente a ella.

Comprendí en ese momento que no era un algo lo que buscaba, era un alguien...

Nunca la había visto en mi vida, pero esos ojos oscuros se me hacían demasiado conocidos.

De la nada sentí que una sonrisa se formó en mi rostro.

-¿Hola?- Dijo con seriedad la niña -¿Por qué me miras así?-.

Abrí la boca para decir algo, pero no venía nada en mi mente, sentí mi rostro arder, quería que la tierra me tragase.

La niña me observó fijamente y preguntó intrigada -¿Tus ojos son de un color real?-.

-Sí- Dije sin más, mi voz parecía de pito.

Ella comenzó a reírse de mí y se presentó -Soy Fukui, Fukui Kyoka-.

Tragué fuerte, y dije en voz demasiado alta -¡Soy Takada Denki!-.

La niña me observó fijamente y sonrió...

Sentía una extraña conexión con ella, como si estuviésemos destinados a conocernos ese día.

Al conversar me comentó que era nueva en la ciudad, ella junto con sus padres y hermana menor comenzaron a vivir hace dos semanas aquí, pero su hermanita se enfermó y su padre al estar trabajando tuvo que acompañar a su madre al médico.

Me gustaba hablarle, era una voz conocida y a la vez no.

Tenía ocho años, pero sentía que ella era especial.

Me emocioné al saber que la próxima semana asistiría a mi escuela...

Y lamentablemente el tiempo pasó volando y llegó su mamá cargando a una niña de unos tres años.

Kyoka se despidió y se marchó, luego fue mi turno y me pincharon el brazo, odiaba los hospitales y su aroma, sin mencionar a las agujas, sentía y siento miedo hacia ellas.

Por el pasar de los días me sentía emocionado al pensar que ella llegaría al salón.

Quería conocer más de Kyoka, quería ser su amigo.

Recuerdo que le comenté a mis amigos de ella, el resultado, burlas hacia mi persona...

"Denki tiene novia"

Los ignoré, me daba lo mismo, solo quería hablarle nuevamente.

El día llegó y me acerqué inmediatamente con nerviosismo, éramos como imanes, somos imanes.

Ella era especial, y algo en mi interior me decía que no debía dejar esta oportunidad.

Nos convertimos en grandes amigos, obviamente no íbamos a todos lados juntos, yo tenía mi grupo y ella amigas, pero hablábamos y jugábamos juntos.

Divertirse con ella siempre me hizo sentir feliz y pleno, ese alguien ya no faltaba.

Entrar a la adolescencia fue un caos, era demasiado bajo, a veces se me salían esos malditos gallos... y los granos, odiaba mirarme al espejo, mis amigos se veían tan bien, y yo era tan... ¿feo?

Para mi Kyoka, siempre fue esa amiga única que todos necesitamos, pero un día surgieron en mi mente las siguientes preguntas ¿Desde cuándo era tan hermosa?

Ella no era como mis compañeras, no se maquillaba, no usaba vestidos ajustados, no intentaba verse adulta.

Su cuerpo no era como las series de televisión de adolescentes, bueno, esas cosas son hechas por actores de treinta años.

Lo que quiero decir es que no tenía ese cuerpo idealizado, que a muchos de mis compañeros les gustaban.

Su rostro era tan puro, su sonrisa era tan linda, su voz perfecta, ese día que me di cuenta de esos sentimientos supe que quería un "Juntos por siempre"

Lamentablemente era un chico de dieciséis años muy inseguro con su aspecto, y eso provocaba mi mayor temor, no gustarle por mi aspecto.

Maldita pubertad, cuando niño era más bonito...

Entonces guardé silencio, sabía que la quería, pero temía al rechazo, preferí un "juntos por siempre" siendo amigos.

Era tan ciego, cuando tenga hijos les enseñaré a ser menos brutos.

Era sábado, exactamente las doce treinta de la tarde, estaba con pijama en mi habitación tocando la guitarra autocompadeciéndome del por qué ella no me ama.

Entonces ella apareció en la habitación, se veía nerviosa, mordía su labio inferior, y me observó pálida como una hoja de papel, luego soltó un suspiro.

-Denki, sé que no soy el prototipo de chica que a los hombres les gusta, mi cuerpo no es tan bonito y para nada desarrollado como el de nuestras compañeras, no me gusta vestirme demasiado producida, dudo lograr hacer galletitas y cositas lindas, aparte no soy demasiado cariñosa y mi lenguaje no es el más refinado, sin mencionar que puedo ser cruel al decir las cosas, y mi humor lo conoces demasiado bien, aparte no creo que te diga mis sentimientos veinticuatro siete, y dudo cambiar por alguien, pero si aceptas ser mi novio tendrás a alguien que te ame fielmente tal y como eres-.

Nunca pensé que ella se declarase y me pidiese ser su novio, jamás pensé que ella viese eso como defectos, ella es perfecta tal y como es, al menos para mí, dudo que alguien logre ser la ideal.

-Kyoka, tú eres perfecta y hermosa, desde los pies a la cabeza, todo tu cuerpo es bonito, tu personalidad es única, me encanta que no seas como las otras, eres la persona más especial en mi vida ¿Cómo alguien como tú puede gustarle alguien tan torpe y feo?-.

Me sonreíste al escuchar mi respuesta, luego frunciste el ceño -Sé que eres torpe, es uno de tus encantos, pero ¿Feo? ¿Quién te dijo que eras feo?-.

Lo último lo dijo con un tono bastante oscuro y amenazante, me causó escalofríos.

-Yo...- Dije nervioso, nunca le había dicho a nadie sobre mis inseguridades, temía que se burlasen de mi o lo tomasen como una broma usual.

Porque Denki nunca habla enserio, y cuando eres un adolescente piensas que solo las chicas se ven al espejo y señalan sus defectos físicos.

¿A quién les dices tus inseguridades cuando eres un adolescente? Las chicas tienen amigas, hermanas, primas, incluso sus madres, para hablar sobre su cuerpo...

O tal vez soy el único adolescente tan tonto por no querer decirle a su padre como se siente.

-Soy un delgaducho, mi voz es un lío, tengo granos en el rostro y soy más bajo que todos- Dije finalmente.

-Denki, no hay nada de malo en eso, tu cuerpo se está desarrollando... aparte no existe la belleza como tal, eres guapo tanto por fuera como por dentro- Dijo con sinceridad -Y me gustas de esa forma-.

Sonreí al escuchar eso, que la chica que te gusta te diga algo como eso te hace sentir mejor.

Pero no era tan fácil olvidar esas inseguridades.

-¿Te sientes así por Katsuki y Eijiro?- Preguntó con franqueza.

Abrí los ojos y miré mis manos, ellos se veían increíbles y en cambio yo me veía distinto, en el lado negativo.

-Sí- Dije con tristeza -Ellos son perfectos, su rostros se ven bien, son altos y en especial transmiten confianza-.

La miré nervioso, no me gustaba decir cosas así, me sentía mal hablar de ellos a sus espaldas.

-Sabes, yo también tengo granos... en especial debajo de mi flequillo- Dijo sentándose a mi lado -Lo que yo hago para mejorar el problema de granos, es usando cremas especiales y dejando el exceso de golosinas-.

-¿Quieres que te ayude en eso?- Preguntó con una pequeña sonrisa dándome su delicada mano.

Apoyé mi cabeza en su hombro y solté un sí en voz baja.

-Y Kyoka, a pesar de lo que digas, tu cuerpo es atractivo y me gustas tal cual eres, nunca cambies-.

Ella me abrazó con delicadeza y me acarició el cabello, ella no me gustaba, la amaba.

Los meses pasaron y comiendo más sano, y las cremas milagrosas de Kyoka logré tener un rostro más limpio.

Lo bajo y la voz... continúan siendo iguales, pero eso ya no importaba, con Kyoka logré superar esa fase.

Ser adolescente no es sencillo, pero si tienes a esa persona especial, las cosas son más fáciles.

Era de noche, el cielo milagrosamente estaba despejado, aún existía ese frío invernal, pero podían verse las estrellas.

Sabía que mis padres cuando llegasen a casa y me vieran en el techo junto a Kyoka mirando las estrellas me matarían.

Por dos motivos, el primero era bastante lógico, era peligroso y el segundo, estaba castigado por olvidar limpiar mi dormitorio...

Pero valía la pena estar a solas con Kyoka.

-Nunca me respondiste- Dijo Kyoka con seriedad colocando su mano sobre la mía -¿Sí o no?-.

Sonreí y le di la mano, algo en mí me dijo, "no esperes y dile", ella aceptará.

-Te amo- Dije sin titubear -No sé cuando comenzó ese sentimiento, siempre me sentí atraído hacia ti, desde la primera vez que te vi supe que eras lo que me faltabas-.

-Ese algo que me complementaba y necesitaba para ser verdaderamente feliz- Dijo Kyoka continuando la oración.

Ambos éramos el complemento del otro.

Sonreí y la miré fijamente, sus ojos eran hermosos bajo la luz de la luna.

Nos acercamos lentamente y nos dimos nuestro primer beso, jamás lo olvidaré, por tres motivos.

Mi hermano grabó todo para molestarme, mi madre apareció provocando que me asustase y cayese del techo y al médico reprochándome hacer tal estupidez.

Mi primer beso y mi primera fractura en un brazo.

Dos por uno.

A la mañana siguiente Kyoka me trajo la tarea, y con eso por fin pude decirle que sí.

Ella dio el comienzo de nuestro "Juntos por siempre".

Estábamos en último año, al fin mi voz se escuchaba normal, mi estatura si bien no era muy alta en comparación a la de otros compañeros, medía un metro sesenta y nueve...

Hasta mi propio cuerpo le gusta burlase de mi persona, ¿Un metro setenta? No, claro que no, quitémosle un centímetro.

En fin, orgulloso de mi metro sesenta y nueve, al final de cuentas yo no deseaba ser alto, ser bajo o alto no te hace más genial.

Solo debemos ser nosotros mismos, y vaya que me costó entenderlo.

Me prometí a mí mismo guiar a mi hijo o hija para que se sientan bien consigo mismos.

En esa época teníamos claro ese tema de hijos, era algo normal entre nosotros.

No queríamos hijos en ese momento, éramos unos adolescentes, pero sabíamos que algún día los tendríamos.

Nos amábamos, muchos pensarán que así se siente el primer amor, y al no tener experiencia creemos que el primero siempre será el único.

Eso es mentira, no todos tienen esa suerte de tener cada primera experiencia con esa persona que te acompañará hasta la muerte, pero en nuestro caso hemos tenido la suerte de encontrarnos antes de tener otras relaciones.

El destino fue gentil al hacernos conocer a tan temprana edad, fue un proceso lento, nos dio la oportunidad para madurar y sentirnos bien con nosotros mismos.

El te amo tal vez fue apresurado, pero esa voz me dijo que ella también me amaba.

¿Para que esperar dos años más cuando el sentimiento ya existe?

Hubiese sido romántico si le dijese que la amo en el día de nuestra graduación bailando uno de esos bailes lentos y románticos donde el mundo deja de existir y solo somos los dos en la pista de baile.

Pero el cielo estrellado le dio un toque más único...

Recuerdo como si fuese ayer la fiesta de graduación, estaba en el sofá hablando con mi suegro, era divertido hablar con él, tengo la suerte de ser el novio aprobado para su dulce pequeña.

La vida me sonreía, enserio no sabía el por qué, ¿Es normal que una persona siempre se sienta tan feliz?

Sé que no es perfecta y no vivo en un mundo de arcoíris con unicornios motoqueros.

Pero tengo una familia que me ama, amigos que darían su vida por mi, al igual que yo por ellos, una novia que ama a pesar de mis defectos y su familia me quiere.

Eso es lo más importante, no soy un chico millonario, el más popular o uno de esos chicos superdotados.

Soy Denki, un chico normal, un tanto torpe, pero eso es suficiente.

Esperaba que Kyoka bajase al living, para poder irnos a la fiesta.

Me sentía incómodo, odiaba usar traje, pero mi madre dijo que quería fotos mías bien arreglado, aunque debo admitir que lo luzco bastante bien, pero mi ropa normal me hacía sentir más cómodo...

Lo que jamás vino a mi cabeza fue ver a Kyoka con un vestido de gala, esa no era ella o sea si lo era, pero se veía distinta.

Debo admitir que los vestidos le sientan, pero ella se vería bien hasta con un saco de papas.

Porque ella es hermosa y no necesita cambiar para verse bien.

Sus padres nos sacaron demasiadas fotos, unas para ellos y otras para mis padres.

Nos despedimos y subimos a mi automóvil, recuerdo cuando papá me enseñó a manejar, fue en un inicio bastante complicado, pero con mucha práctica y paciencia de su parte logré hacerlo.

Y bueno, de regalo de graduación me lo regalaron, es de segunda mano, pero prácticamente está nuevo.

Al llegar a la escuela bajé lo más rápido posible del automóvil, pero como siempre no lograba llegar rápidamente para abrirle la puerta a Kyoka, era una competencia entre los dos, cuando ella manejaba siempre lograba abrírmela...

Le di la mano y caminamos hacia el lugar, me sentía en ese instante extrañamente feliz.

Sabía que obviamente era mi primer baile...

Los globos, la música, mis compañeros bailando y reírse, entonces vi a mis amigos con traje y bien arreglados y peinados.

-Denki, te ves bien con traje- Dijo Mina sorprendida.

Era normal, odiaba los trajes.

Kyoka me miró y sonrió, sacó su celular y nos dijo -Okey, tal vez sea una de las pocas oportunidades de verlos a ustedes cinco al mismo tiempo irradiando elegancia, así que pónganse en posición, necesitan una foto de recuerdo-.

Los cinco posamos ridículamente, no podíamos vernos ni por un minuto serios.

Somos un grupo peculiar, pero no entendía el por qué me sentía de esa forma.

Sentía un nudo en la garganta, quería llorar...

Fui al baño y me mojé el rostro, ¿Me sentía triste por qué era la última vez en pisar la escuela?

Me reí al pensar en eso, jamás la extrañaría, era otra cosa.

Siento que es una experiencia que siempre quise sentir, en realidad cada cosa que hacía durante mi vida me hacía feliz.

Hasta las cosas más normales, siempre las veía como algo que siempre quise hacer, pero jamás pude.

Pero ver a mis amigos vestidos así me recordó a algo bien lejano...

"¿Van a ir al baile muchachos?"

"No me interesan esas cosas"

"Vestir traje no es lo mío"

"Katsuki, Eijiro asistan por mi y saquen muchas fotos, lo quiero con trajes y bien vestidos"

Cerré los ojos con fuerza, no entendía lo que pasaba, pero sus voces eran demasiado reales.

Mi voz era demasiado real, cosas que nunca han sucedido aparecen de vez en cuando.

-Denki, ¿Estás bien?- Escuché decir en voz alta a Kyoka.

Salí del baño con tranquilidad, ella me miró fijamente, buscando la verdad en mi mirada.

Ella siempre sabía cuando algo me hacía sentir mal o nostálgico.

De la nada comenzó una canción lenta, Kyoka me dio la mano y me llevo, mejor dicho me arrastró a la pista de baile.

Este recuerdo es uno de mis favoritos, es demasiado especial y nada podrá superarlo...

Con cada paso que dábamos, sentía que el mundo se detenía, las personas desaparecían y los dos estábamos solos bailando a la par de la música.

Su rostro estaba maquillado lo justo y necesario, le favorecían esos colores, lograban hacer lucir mejor sus ojos y sus labios con ese color... ignoré esos pensamientos y me concentré en nuestro baile.

-Denki- Dijo en voz baja, pero lo suficientemente alta para yo escucharla -Adoro cada aspecto tuyo, desde lo dulce que eres conmigo hasta lo buen amigo que puedes llega a ser, nadie logra hacerme sentir tan feliz, tan especial- sonrió -Solo tu puedes hacerte un rayo en tu cabello y escribir cartas tan hermosas-.

Me sonrojé con lo último, esas cartas eran algo de nosotros dos, nuestro secreto romántico.

-Me alegro haberte conocido, y cada día te amo más- La observé sorprendido ante lo último.

-Siempre me ha costado expresarme emocionalmente, a pesar de sentirme de esa forma- Dijo con un leve sonrojo en sus mejillas -Siempre has sido el más dulce y expresivo en esta relación, sin dificultad logras decirme te amo y ser cariñoso, pero quiero decirte que te amo con locura y que mi corazón te pertenece completamente y que nadie podrá reemplazarte-.

Le di un beso al escucharla, al parecer si era demasiado romántico decir el primer te amo en el baile de graduación...

En realidad, cuando ella lo dice siempre es especial, le sale entre natural y con vergüenza.

Ella es de esos bombones amargos con relleno dulce y yo un paquete de caramelos.

La mejor combinación.

-Gracias por amarme, pero no me importa si no lo dices- Dije sonriéndole -Esas pequeñas acciones, tus abrazos, tus dulces besos y esos sonrojos lo dicen todo, yo amo a esa Kyoka y no quiero que cambies, sé que no lo harás, pero tampoco quiero que lo hagas-.

Posé mi frente contra la suya, no me importaba morir en ese momento, sabía que era el hombre más feliz del planeta.

Luego nos mudamos de ciudad para ingresar a la Universidad, con el dinero que nos enviaban nuestros padres rentamos un pequeño departamento.

Kyoka estudió arquitectura, siempre pensé que sería cantante, pero a ella no le gustaba la idea de perderse nuestro juntos por siempre estando de giras de concierto.

En ese momento le dije que si amaba la música y quería ser cantante debía serlo, podíamos ser felices a pesar de la distancia, yo no me sentiría mal y sabía que nuestra relación era tan fuerte que jamás se rompería por algo como eso.

Yo no tenía miedo.

Ella tampoco le temía a eso, pero según ella esa era su decisión y le hacía feliz estar juntos.

Estudió arquitectura, le gustaba esa carrera y dibujar, siempre fue inteligente, no tenía problema con las matemáticas, ciencias o cualquier cosa.

No quise obligarla a elegir su otro sueño, al final de cuentas es su vida, pero temía que ella viviese luego con ese arrepentimiento.

Pero al ver su rostro emocionado y feliz por el pasar del semestre, supe que escogió la decisión correcta y no se arrepentiría.

Y si después decidía ser cantante, la apoyaría ¿Por qué no hacer ambas cosas?

Mi deber como pareja era apoyarla y siempre lo haría.

En cambio, yo estudié literatura, quería ser escritor...

Pasaron los años y obtuvimos nuestros títulos universitarios, era hora de conseguir trabajo.

Y una noche viendo películas de acción ella dijo sin titubear -¿Por qué no nos casamos para hacerlo oficial?-.

Salió de una manera demasiado natural, no fue "romántico", pero así era ella y la amaba de esa forma –Me encantaría amada mía-.

Ella sonrió y apoyó su cabeza en mi hombro –Debes usar traje ¿Lo sabes?-.

-Y tu un vestido blanco ¿Lo sabes?- Le respondí divertido.

-Nos vestiremos bien elegantes y ordenados, o si no nuestros padres nos asesinarán...- Dijo Kyoka riéndose.

-Van a decir "Queremos fotos de ustedes como recuerdo"- Dije recordando el día de la graduación.

-También dirán "Quiero que mis nietos vean a sus padres bien vestidos"- Continuó con gracia.

-Hay que admitir que nos vemos bastante bien- Dije recordándola con ese hermoso vestido en la pista de baile.

Estaba completamente enamorado de ella.

Abrí los ojos y vi a Kyoka caminar hacia el altar, vestía un vestido hasta los talones, de color blanco con encaje, tenía una cinta con brillos en su cintura, y unos tacones transparentes.

Era una escena que se me hacía demasiado conocida, pero de alguna forma sentía que esta era la correcta.

Miré en los primeros asientos a mis padres y a mis dos hermanos pequeños, mi madre lloraba de alegría y mi padre sonreía con orgullo, y mis hermanitos me saludaban con sus manos.

Sentía un amor odio a las emociones que a veces surgían en estos momentos.

Cuando ella estaba frente a frente sentí mi corazón palpitar demasiado fuerte, la amaba con locura.

El acepto lo dije inconscientemente, el beso también, todo fue demasiado natural.

Era algo que estaba destinado a ser desde un principio, desde esa mirada seria y de mis deseos de que la tierra me tragase.

Todo estaba escrito.

Ya en la fiesta decidí tomar la palabra, necesitaba decir demasiadas cosas y si no las decía sentía que estallaría.

-Durante estos veinticinco años siempre me pregunté ¿Por qué? ¿Por qué me suceden cosas tan buenas?- Dije en voz alta mirando a todos los invitados -¿Por qué tengo esa familia? ¿Por qué tengo unos buenos amigos? Demasiadas incógnitas que jamás serán respondidas, pero solo puedo darles las gracias a todos por hacerme sentir tan feliz, por hacer que día a día sean divertidos y desear saber que sucederá mañana-, me mordí el labio –Kyoka, siempre te he dicho que te amo y podría darte una larga lista de los motivos, pero solo puede decir que lo único que deseo desde que te conocí, fue tener un "Juntos por la eternidad", pasar nuestras vidas juntos en las buenas y en las malas, llorar y reír, vivir distintas experiencias a tú lado, tener hijos, luego nietos y estar de la mano contigo hasta ser canosos...-.

La miré y sonreír -Te amo con locura-.

Kyoka me sonrió y dijo –Desde que tengo uso de razón no soy buena expresando mis sentimientos, solo deben preguntarles a mis padres y les dirán como soy-.

Miré a mis suegros y ambos sonrieron al escucharla.

-Denki, siempre he pensado que te he conocido desde hace mucho tiempo, a veces creo que todo esto es un hermoso sueño, y luego me doy cuenta que todo es real, tus sonrisas, tus palabras y tus te amo no son un recuerdo lejano y nostálgico, son un ahora- Dijo acariciando mi mejilla –Si existieran vidas pasadas, estoy segura que ya te conocí y me hiciste la mujer más feliz del mundo, y estoy segura de que si hay una siguiente nos volveremos a encontrar y nuevamente seremos felices... porque somos complementos, y solo puedo decir que cada día me enamoras cada vez más-.

Sé que estaremos juntos por siempre...

Luego de ese día el tiempo pasó, todas mis primeras y únicas veces las viví con Kyoka, a los treinta fuimos padres de Hikari, una pequeña idéntica a mí, pero con el carácter de su madre, a los treinta y dos nació Ryu, era idéntico a Kyoka, pero tan torpe como yo... y por último a Yue, una niña que era la combinación de los dos, tanto en aspecto como personalidad.

Me sentía tan orgulloso y feliz, entre los dos los criamos lo mejor posible, los guiamos por el camino correcto, y como me prometí a mí mismo cuando era joven, ayudé a Ryu a no ser tan... como yo en la adolescencia.

Fue interesante como a partir de los cuarenta años ya dejó de existir esa voz, al fin me sentía libre, ese peso dejó de existir.

A los cuarenta y cinco me sentí un anciano, tuve mi primera cana, tú te reías por lo exagerado que era, ya que tu cabello estaba igual.

Como te envidiaba, pero también tenía un lindo significado, y era que estaba envejeciendo a tu lado.

Con cincuenta y siete años fuimos abuelos por primera vez, me sentía demasiado feliz y orgulloso con todas estas experiencias.

Ya no me preguntaba esos por qué, ahora vivía y disfrutaba el momento.

Lo importante actualmente es que bailaba, a duras penas con mi hermosa esposa en nuestro aniversario cincuenta y cinco.

Llevamos setenta y dos años de conocernos, y cada día continúo enamorándome más de ella...

Pero sigo odiando los trajes y nadie me hará cambiar de parecer, pero como mis hijos se parecen tanto a sus abuelos quieren que nos vistamos así por el recuerdo.

Al final si logramos estar juntos hasta ser canosos.

-Te amo Denki- Dijo Kyoka abrazándome.

-Yo también te amo cariño...- Le respondí observando sus ojos oscuros, ambos habíamos envejecido, teníamos canas y arrugas, pero continuábamos con la misma mirada de tontos enamorados.

-Juntos por siempre Kyoka...-.

-Juntos por siempre Denki....-.

-Juntos por la eternidad- Finalicé dándole un pequeño beso en su frente.

Fin.


Nota

Mi primera nota en esta historia, este siempre fue el final de esta historia, solo que por motivos personales nunca lo terminé, pero ahora mi inspiración volvió y quise hacerles un verdadero final feliz.

Uno donde Denki y Kyoka pudiesen empezar de cero y felices, por eso decidí no colocar drama de por medio, en la vida real no todos tienen tantos dramas de por medio... También quería mostrarles que Denki tuvo buenos padres y hermanos ;-;

Solo son dos personas enamoradas que formaron una vida felices hasta tener canas como siempre quisieron tenerlas, ninguna enfermedad y ningún tercero.

Gracias a todos quienes leyeron esta historia, y ahora la leen, y grande la persona que hizo el tik tok y la viralizó xD.

Espero que les haya dado una sonrisa este final feliz y devolverles un poco de su estabilidad emocional.

Plot twist, no sirvió y me endeudo con más terapias... /suelo


Que la fuerza los acompañe, se despide Autora-chan🦄💖🦋

Continue Reading

You'll Also Like

379K 38.1K 97
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves mรกs a fondo en vastante tierno mรกs que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
1.4K 116 4
_____________________ ๐€๐ฅ๐š๐ฌ๐ญ๐จ๐ซ, ๐ฎ๐ง ๐จ๐ฏ๐ž๐ซ๐ฅ๐จ๐ซ๐ ๐ฆ๐ฎ๐ฒ ๐œ๐จ๐ง๐จ๐œ๐ข๐๐จ ๐ฒ ๐ญ๐ž๐ฆ๐ข๐๐จ, ๐๐ž๐ฌ๐š๐ฉ๐š๐ซ๐ž๐œ๐ขรณ ๐ฉ๐จ๐ซ ๐Ÿ• ๐ฅ๐š๐ซ๐ ๐จ๐ฌ ๐šรฑ...
347K 55.3K 27
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraรฑo. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
2.2M 228K 131
Dรณnde Jisung tiene personalidad y alma de niรฑo, y Minho solo es un estudiante malhumorado. โ โ”๐˜”๐˜ช๐˜ฏ๐˜ฉ๐˜ฐ ๐˜ฉ๐˜บ๐˜ถ๐˜ฏ๐˜จ, ยฟ๐˜ญ๐˜ฆ ๐˜จ๐˜ถ๐˜ด๐˜ต๐˜ข ๐˜ฎ๐˜ช๐˜ด ๐˜ฐ๐˜ณ๐˜ฆ๐˜ซ...