Bella
Me despierto por la luz de la ventana en mi rostro, siento una presión en el abdomen por el brazo de Brad que envuelve mi cintura y noto su pesada respiración en mi cuello.
No puedo creer que haya dormido con él en mi cama, con mi hermano al otro lado de la pared.
Con cuidado quito su brazo y poco a poco me deslizo por la cama para no despertarlo, pero éste ni se inmuta, es más, se acomoda boca abajo abrazando mi almohada.
Me pongo la bata y salgo de mi habitación al baño, me lavo la cara y cepillo mis dientes; luego me dirijo a la cocina para prepararme un café.
Me sorprende ver a Liam frente a la cafetera.
Y me sonrojo al instante, ¿Y si se molesta? bueno, no debería, soy mayor de edad, a demás él se queda con Ana casi todos los dias.
Pero igual me sonrojo y me apeno.
- Buenos días - susurro.
Liam se da la vuelta y me sonríe.
- ¿Dormiste bien? - pregunta con picardía.
¡Hay no!
- Sí - me siento en el comedor y me pasa una taza de café.
- Eso vi - dice y se sienta a mi lado.
Esto es incómodo.
- Ujumm - me limito a decir y tomo de mi taza.
- ¿Vino muy tarde? - sigue preguntando.
Ya cambia de tema- pienso.
- No tanto.
- ¿Usaron protección? - abro los ojos como platos.
- ¡Liam! - chillo.
Ríe.
- ¿Qué? soy tu hermano, tengo que orientarte.
- Recibí orientación sexual en la universidad, gracias - le informo para que cambie de tema pero él sigue.
- Me imagino, pero no es lo mis...
- ¡Ya cállate! ademas no hicimos nada - Hay Dios que desesperante.
Alza las manos inocente y ríe, no aguanto y me uno a él.
- Los vi muy abrazados - susurra.
¡Que pena!
- ¡Me voy! - cojo mi taza y me marcho a mi habitación.
Liam ríe.
Nota mental: Poner seguro a mi puerta.
Sólo cuando venga Brad.
Y mi conciencia no me ayuda.
Entro a mi habitación y Brad está despierto con una gran sonrisa en el rostro.
- Buenos días - habla con la voz ronca.
Se sienta en la orrilla de ésta y lo reparo sin pena, sacudo la cabeza y sonrió nerviosa.
- ¿Dormiste bien? - me siento a su lado.
Su confesión de anoche llega a mi mente.
- Muy bien - asiento - gracias Bella - no me deja hablar- por escucharme y dejarme quedar.
- No tienes porque darme las gracias - sonríe.
- Escuche a Liam.
- Si ya despertó y está muy fastidioso - advierto cuando lo veo dirigirse a la puerta.
- Iré a que me amenace- Bromea y sale de mi habitación.
Me dirigo a la puerta cuando siento la tarjeta que me dejaron anoche en mi bata, quiza deba decirle a Liam.
La guardo para pensarlo luego.
Sigo a Brad hasta la cocina donde ya está hablando con Liam, ambos estan muy serios asi que doy media vuelta, no quiero escuchar las advertencias de mi sobreprotector hermano.
Camino hacía mi habitación pero el tiembre hace que regrese.
Abro la puerta y es mi amiga quién se estrella contra mi pecho en un abrazo.
- ¡Hola! ¿no te has arreglado? - me toma por los hombros reparando mi pijama.
Para que voy estar arre...¡mierda!, lo olvidé.
- Lo olvidó Jas, ¿puedes creerlo?- le informa a mi amigo que viene atrás junto a Dean.
Estos me dan un beso en la frente.
- Te lo dije, Bella es olvi...- se calla mirando sobre mi hombro - Brad.
- Chicos, ¿cómo están?- saluda tranquilo llevándose la taza de café a los labios.
- Brad, que sorpresa- Emile me mira exigiendo una explicación mientras lo saluda.
Nos vamos a la sala y nos quedamos sentados en un silencio incómodo.
Emile carraspea llamando la atención de todos.
- Bella, ¿no vas arreglarte?
Asiento poniéndome de pie.
- ¿Vas a salir?- pregunta Brad.
- Si, iré al centro comercial con Emi.
- Tarde de chicas, ya sabes- cuenta Emile.
- Nosotros tendremos tarde de chicos, te puedes unir si quieres - habla Jasper - tu hermano llegará en un rato.
- Claro- es la respuesta de Brad y comienzan hablar de fútbol.
Me voy a mi habitación y me adentro al baño a tomar una ducha.
Emile viene detrás y entra conmigo.
- Privacidad Em- le pido mientras cierro la cortina.
- Ya te he visto desnuda, mejor dime que hace Brad en tu casa a esta hora, con el cabello revuelto y descalzo.
Mi amiga si sabe como poner incómoda a las personas.
- Durmió aquí- le cuento y escucho una exclamación de sorpresa de su parte.
Termino de ducharme y me envuelvo en una toalla.
Emile está buscando ropa en mi closet, me coloco la ropa interior y unos vaqueros ajustados.
Me pasa una blusa amarilla con blanco y tenis blancos y me los coloco.
En la sala se escucha el dabate de los chicos entre ver fútbol o la lucha libre.
- Tú y él..he..ya sabes.
- ¡No Emile!- chillo y hago un gesto para que baje la voz.
Me siento en el tocador y comieza a cepillarme el cabello mientras yo me aplico un poco de maquillaje.
- ¿Me contarás todo?- susurra viéndome por el espejo.
Sonrío con picardía, ya sabe que siempre le cuento todo.
Menos lo que me ha contado Brad, eso es privado.
- Ok, dejaré el tema por el momento- advierte- mi padre me envió un cheque con una cifra increíble, lo gastaremos en irnos de compras.
Enarco una ceja.
Ella no lleva una buena relación con su padre, pero éste le envía dinero cada mes para compensar su ausencia.
...Siempre los rompo, pero esta vez lo usaremos tu y yo.
- ¿Estás bien?- cuestiono tomando mi cartera.
- Sí, ya me acostumbré - sonríe.
Nos vamos a la sala y lo que vemos nos hace reír.
Liam y Dean abrazados a la fuerza.
- Estan haciendo las pases- informa Brad quien está tomando a Liam de los hombros para que no se aleje mientras Jasper hace lo mismo con Dean.
Éstos resisten y se palmean la espalda con más fuerza de la debida.
- Nos vamos- informo a los cavernícolas.
Éstos asienten y nos dan un beso en la mejilla, a excepción de Brad, que me da un beso en la boca sin importarle los presentes.
- Li, no te olvides de apagar la cafetera - le recuerdo desde la puerta.
- ¡Eres bruja!- grita mientras va a apagarla.
Es tan despistado.
Jasper se acerca.
- Cuídate no...- Es interrumpido por el móvil que le suena en el bolsillo, se aleja a contestar, no sin antes tirarme las llaves de su coche.
Le rogamos de todas las maneras posibles para que accediera a prestarnos su auto.
- ¡Cuida a mi bebé!- advierte.
Asiento y cierro la puerta.
- Que Liam haga el desayuno- escucho decir a Dean.
Solo espero que no quemen nada.
Veo a mi vecina salir de su casa sosteniendo la correa de su perro.
- ¡Señora Poker! - la saludo con la mano.
- Ya te dije que me llames Amanda cariño - Me recuerda mientras se acerca a darme un abrazo.
- Esta bien, gracias por las galletas, estaban deliciosas.
- No es nada, ¿vienes a mi casa esta noche?- pregunta.
- Ahí estaré - sonríe y me despido de ella.
Subo al coche con Emile y ésta conecta su móvil al estéreo, Driver license comienza a sonar y no dudamos en cantar a todo pulmón.
got my driver's license last week, Just like we always talked about
Y cantando nos dirigimos a nuestro destino.
_______..._______
Una hora antes.
Anónimo
- ¿Está seguro señor?- pregunta Taylor desde la puerta de mi habitación.
- ¿Cuándo me has visto dudar? - cuestiono alzando una ceja.
Odio que me pregunten estupideces.
- Nunca señor, pero...- ruedo los ojos y hago un gesto con la mano para que se calle.
Me coloco la sudadera color azul y me aplico colonia.
- Solo tú irás conmigo, no quiero llamar la atención - ordeno a mi escolta y éste asiente antes de retirarse.
Me jode que él si la haya visto ya.
Hoy he decidido ver a mi pequeña, mi informante me ha dicho que irá al centro comercial y no puedo aguantar más las ganas de verla, después de tantos años, hoy por fin la veré en persona.
Sigo debatiéndome entre decirle la verdad o no, ha vivido bien sin saber de su pasado, pero claro eso antes de que él apareciera ha complicar las cosas, me da jaqueca pensar en el tema.
La veré hoy y no quiero que nada arruine la felicidad que siento, con un poco de suerte hasta podré hablarle.
- Te vez bien - habla Miranda sacándome de mis pensamientos.
- ¿Cuándo no? - es mi respuesta.
Ella rueda los ojos y medio sonríe.
- ¿Le darás un beso de mi parte? - pregunta acercándose para ayudarme con el reloj.
- Si claro, le plantearé un beso y le diré, de parte de tu nana, esa que no recuerdas y ¡ah claro! tampoco me recuerdas a mí porque te borraron la memoria - resoplo con fastidio.
Enserio, que frustrante que hagan preguntas estúpidas.
- Ya entendí - menos mal.
...Debe ser toda una mujer ya- se le ponen los ojos vidriosos y no estoy para consolar a nadie.
- Sí sí, nos vemos luego- le doy un beso en la frente y salgo de la habitación.
En la sala esta Taylor dándole órdenes a los escoltas.
Pongo seguro a mi arma y la guardo en mi espalda, me pongo una cazadora de cuero para que no se note y me dirijo a la camioneta.
Nos ponemos en marcha hasta el centro comercial que esta cerca del apartamento de mi niña.
Ya no es una niña.
¡Para mi sí! - grito a mi conciencia que solo habla idioteces.
Mi teléfono vibra anunciando nuevos mensajes.
>Acaba de salir<
>No la asustes que no ha estado bien de salud.<
No le contesto y guardo el móvil en el bolsillo.
Minutos después llegamos al lugar, bajo del coche sin darle importancia a las precauciones de Taylor.
Lo escucho maldecir y me dirijo a la única cafetería del lugar, pido un latte frío y me siento en una de las mesas cerca de la entrada.
Taylor se ubica a unas cuantas mesas y diez minutos después lo veo sonreír como idiota viendo hacía la entrada del lugar.
Sigo el camino de su mirada y...
Una punzada en las costillas acompañado de un cosquilleo me abarca cuando veo a la chica que entra sonriendo, remarcando el pequeño oyuelo que tiene en la comisura del labio, veo sus ojos, esos ojos que manipulan, que me harían bajar al mismísimo infierno con tal de protegerla.
Mis labios se elevan en una sonrisa sincera.
- Mi princesa - susurro.
Pasa a mi lado con el brazo enlazado al de una chica pelirroja.
Supongo que es su amiga, de la que Taylor habla tanto.
Para mi buena suerte se sientan a dos mesas de la mía.
Tengo que buscar la manera para hablarle.
Mi mente idea un plan estúpido que tal vez funcione, le envío un mensaje a Taylor dándole instrucciones de lo que tiene que hacer cuando le dé la señal, éste me ve como si me hubiesen salido dos cabezas.
Mediquese señor - es su respuesta a mi mensaje.
Lo fulmino con la mirada.
Las chicas piden su desayuno, Taylor hace lo mismo para no "levantar sospechas".
No pierde oportunidad para tragar.
Corro mi silla un poco para poder escuchar de lo que hablan, pero no capto nada asi que pongo la silla de lado para poder verla mejor.
Disimule - mensaje de Taylor.
Dirijo la mirada hacía ella, y mi tórax pega un brinco cuando mis ojos se conectan con los suyos que me ven directamente...
Continuará...
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*Foto de anónimo*
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xoxo.
Elena