bad boy โ”โ” [#1] jeon jungkook

By thebidoom

401K 36.1K 27.4K

โ”โ”๐—•๐—”๐—— ๐—•๐—ข๐—ฌ โel chico malo no era tan maloโž Jeon JungKook quiere esconder sus problemas detrรกs de su fa... More

ใ€Œ BAD BOY ใ€
ใ€Ž OO1 ใ€
ใ€Ž OO2 ใ€
ใ€Ž OO3 ใ€
ใ€Ž OO4 ใ€
ใ€Ž OO5 ใ€
ใ€Ž OO6 ใ€
ใ€Ž OO7 ใ€
ใ€Ž OO8 ใ€
ใ€Ž OO9 ใ€
ใ€Ž O1O ใ€
ใ€Ž O11 ใ€
ใ€Ž O12 ใ€
ใ€Ž O13 ใ€
ใ€Ž O14 ใ€
ใ€Ž O15 ใ€
ใ€Ž O16 ใ€
ใ€Ž O17 ใ€
ใ€Ž O18 ใ€
ใ€Ž O19 ใ€
ใ€Ž O2O ใ€
ใ€Ž O21 ใ€
ใ€Ž O22 ใ€
ใ€Ž O23 ใ€
ใ€Ž O24 ใ€
ใ€Ž O25 ใ€
ใ€Ž O26 ใ€
ใ€Ž O27 ใ€
ใ€Ž O28 ใ€
ใ€Ž O29 ใ€
ใ€Ž O3O ใ€
ใ€Ž O31 ใ€
ใ€Ž O32 ใ€
ใ€Ž O33 ใ€
ใ€Ž O34 ใ€
ใ€Ž O35 ใ€
ใ€Ž O36 ใ€
ใ€Ž O37 ใ€
ใ€Ž O38 ใ€
ใ€Ž O39 ใ€
ใ€Ž O4O ใ€
ใ€Ž O41 ใ€
ใ€Ž O42 ใ€
ใ€Ž O43 ใ€
ใ€Ž O44 ใ€
ใ€Ž O45 ใ€
ใ€Ž O46 ใ€
ใ€Ž O47 ใ€
ใ€Ž O48 ใ€
ใ€Ž O49 ใ€
ใ€Ž O5O ใ€
ใ€Ž O51 ใ€
ใ€Ž O52ใ€
ใ€Ž O53 ใ€
ใ€Ž O54 ใ€
ใ€Ž O55 ใ€
ใ€Ž O56 ใ€
ใ€Ž O57 ใ€
ใ€Ž O58 ใ€
ใ€Ž O59 ใ€
ใ€Ž O6O ใ€
ใ€Ž O61 ใ€
ใ€Ž O62 ใ€
ใ€Ž O63 ใ€
ใ€Ž O64 ใ€
ใ€Ž O65 ใ€
ใ€Ž O66 ใ€
ใ€Ž O67 ใ€
ใ€Ž O68 ใ€
ใ€Ž O69 ใ€
ใ€Ž O7O ใ€
ใ€Ž O71 ใ€
ใ€Ž O72 ใ€
ใ€Ž O73 ใ€
ใ€Ž O74 ใ€
ใ€Ž O75 ใ€
ใ€Ž O76 ใ€
ใ€Ž O77 ใ€
ใ€Ž O78 ใ€
ใ€Ž O79 ใ€
ใ€Ž O8O ใ€
ใ€Ž O81 ใ€
ใ€Ž O82 ใ€
ใ€Ž O83 ใ€
ใ€Ž O84 ใ€
ใ€Ž O85 ใ€
ใ€Ž O86 ใ€
ใ€Ž O87 ใ€
ใ€Ž O88 ใ€
ใ€Ž O89 ใ€
ใ€Ž O91 ใ€
ใ€Ž O92 ใ€
ใ€Ž O93 ใ€
ใ€Ž O94 ใ€
ใ€Ž O95 ใ€
ใ€Ž O96 ใ€
ใ€Ž O97 ใ€
ใ€Ž O98 ใ€
ใ€Ž O99 ใ€
ใ€Ž 1OO ใ€
ใ€Ž 1O1 ใ€
ใ€Ž 1O2 ใ€
ใ€Ž 1O3 ใ€
ใ€Ž 1O4 ใ€
ใ€Ž 1O5 ใ€
ใ€Œ SEGUNDA PARTE ใ€

ใ€Ž O9O ใ€

3.1K 276 574
By thebidoom

꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱
••••

Jeon JungKook

—No... No, eso no. —tachaba otra vez lo que había escrito en mi cuaderno y resoplé— Piensa, Jeon.

Era ver esa hoja llena de rayones y me deprimía, porque todas esas opciones que había ideado ninguna me convencía. El cine me parecía malísimo. Un restaurante, ni de broma. Y llevarla a comer hamburguesas otra vez sería ya repetitivo y algo flojo.

No sabía lo difícil que era llevar a una chica a una cita hasta hace días atrás, cuando invité a salir a Cleo June por su cumpleaños. Esto era muchísimo peor, tenía encima la presión de que debía ser la mejor cita de su vida, era su cumpleaños. Pero aún no tenía idea de a dónde llevarla, era escribir un opción e inmediatamente tacharla. Nada me parecía lo suficientemente único, especial, algo que hiciera honor a su precioso ser. Cleo June se merece lo mejor, ¿pero qué es mejor o tan bueno como ella?

Nada.

Cerré los ojos un momento tratando de concentrarme, tal vez la presión de la cita perfecta en menos de una semana era lo que no me permitía pensar correctamente. Debo despejarme y centrarme. Simplemente dejar que la idea venga a mi cabeza sola...

Cleo June. Cleo June es lo único que me aparecía en la mente. No me quejaba, es más, sonreí con sólo visualizar su mirada.

—Se veía tan hermosa hoy.

Coloqué uno de mis brazos sobre mis ojos con tal de crear más oscuridad y permitirme pensar cómodamente en ella, en todos los panoramas de su hermosa carita que quedaron grabados en mi mente.

Sólo esperaba que lo estuviese pasando bien. Se merece tanta felicidad esa chica, que quiero darle hasta la que me falta con tal de que sonría siempre.

Justo en ese hermoso momento oigo cómo alguien llama a mi celular.

¿Quién mierda interrumpe a la Kimi de mi imaginación?

Molesto abrí los ojos sabiendo que no sería un mensaje de ella, si a esta altura no me había escrito es porque debe estar muy entretenida con lo que sea que esté haciendo. No sé por qué mierda había dejado el celular en la sala, pero con pereza me levanté a ir por él y callar a quien sea que fastidiara.

TaeHyung... qué sorpresa.

—¿Qué?

¿Así? ¿Tan seco? —como siempre y por todo, sonaba ofendido.

Quiero a TaeHyung, pero a veces me estresa demasiado rápido. Aún así no es como que se merezca esos tratos de mi parte.

—Estoy algo cansado. —hablé con un tono más relajado.

Espero que no tanto porque estos días tenemos carreras. —suspiré cansado. Ya las carreras no me motivaban tanto, pero eran mi ingreso de dinero. Estar tanto tiempo con Cleo June me había estado haciendo olvidar de ese detalle, y no la culpo, soy yo quien prefiere mil veces quedarse durmiendo junto a ella en las noches— Como sea. Llamaba para pedirte ir a tu casa que en realidad es mi casa pero que ahora es tu casa. ¿Puedo ir? —preguntó esto último con un tono más agudo que según él es tierno.

—¿Por qué?

Porque te amo, JungKook. —no le daría una respuesta a un motivo tan estúpido como ese, así que esperé en silencio a que me dijera lo que realmente quería— Estoy aburrido y ya tengo amigo con casa para pijamadas, ¿me dejas vivir el sueño, Jeon?

Él me dio todo esto, es lo mínimo que puedo hacer. Además, sin Cleo June esta noche por lo menos tendría compañía.

—Bien, puedes venir.

Cool. Abreme la puerta.

—¿Qué...?

Jeon, estoy afuera de tu edificio y hace un frío que te cagas, no sé por qué si se acerca el verano, pero déjame entrar de una vez.

¿Qué planeaba hacer este idiota si me negaba a dejarlo venir?

—Ya voy. —gruñí molesto y tras oír una risa por parte de él, corté.

No demoré en tomar las llaves del edificio y salir de mi apartamento, sabía que si lo hacía TaeHyung me molestaría el doble. Pocas ganas tenía de recibirlo, no me sentía con los mejores ánimos por lo estresante que ya me resultaba pensar en una cita como para ahora soportar a este chico.

—¡Kookie! —con una sonrisa saltó a abrazarme por encima de mis hombros.

—TaeHyung... —dije sin la misma emoción.

—Tan sonriente tú. —ironizó. Pero sin importarle ni un poco mi evidente descontento, sacudió con su mano los cabellos de mi cabeza como si fuese un niño pequeño. Ahí mismo me dejó parado y no esperó ningún tipo de invitación para entrar directamente él solo con su mochila en los hombros.

Volteé viendo a TaeHyung a través de la puerta de cristal del edificio como iba en dirección al elevador, quedando parado frente a las metálicas puertas de este. No había de otra. Sin más remedio y con todo el cansancio del mundo solté un suspiro y me adentré para ir junto a mi amigo.

—¿Por qué de repente la pijamada? —pregunté al entrar ambos en el elevador.

—Estoy aburrido y mi casa está muy vacía, así que pensé en visitar a mi personita especial. —me miró con su característica sonrisa cuadrada. Ignoré ese comentario y me mantuve en silencio, olvidando por completo que ignorar a TaeHyung es hacerle una invitación a molestarme— No te hagas, Jeon, yo sé que ya querías que te visitara. ¿Qué quieres hacer? ¿Llorar y comer helado hasta quedar secos? ¿Jugar con maquillaje? ¿Cocinar en pareja?

—Dormir. —respondí seco, porque de hecho eso era lo que estaba a punto de hacer, cuando terminara de pensar en la cita con Cleo June.

—Oh, vamos, Jeon.

Él estaba insistente. Subí esos diez pisos con la constante voz de TaeHyung por hacer algo divertido, aunque sea mirar televisión. Pero la verdad era que no me apetecía quedarme despierto, siento que ya mi cabeza sufrió bastante y debía dejarla descansar. Sin embargo, TaeHyung ya había venido hasta aquí y por lo menos debería apreciar cómo mi mejor amigo piensa en mí y trata de estar tan presente en mi vida... O algo así me dijo Cleo June.

Aunque ahora que lo pienso mejor, TaeHyung podría ayudarme. A diferencia de mí él es un chico más... experimentado en este tipo de cosas. Tal vez a él se le podría ocurrir o darme una idea de un buen lugar para una cita. El problema es que me da vergüenza decirlo.

Es por Cleo June.

Tomé aire al cerrar la puerta detrás de mí cuando ya estábamos ambos en el apartamento. Mi amigo apenas entró y lo primero que hizo fue lanzar su mochila a cualquier lado. Sonreí recordando aquella semana con Cleo June, cada vez que ella llegaba de clases e íbamos juntos a su habitación hacía eso mismo.

—Bueno... ya que estás aquí...

TaeHyung dió un pequeño salto hacia el sofá. Parece amar ese sofá. Se acomodó sobre él y, al igual que la vez anterior, como si fuese su casa que de hecho lo es, tomó el control remoto y comenzó a a explorar los canales.

—¿Qué necesitas, amor? —dijo con su vista en el televisor— ¿Sucumbiste ante la idea de recrear la película del Titanic?

Negué lentamente con mi cabeza y dando pasos disimuladamente tímidos para acercarme a él, hablé:

—Tú... has salido a citas con YuRi.

—Daah, es mi novia.

Mierda. Aún ni formulé la pregunta y ya sentía que estaba hirviendo.

Bajé la cabeza sin atreverme a mirar a TaeHyung por lo que estaba a punto de decir.

—¿A dónde se supone que llevas a una chica que te gusta?

—Pues... a YuRi le gusta que la lleve a un restaurante... —se detuvo al pensar unos momentos— No recuerdo su nombre, pero es carísimo y la comida es de calidad. Por lo general la llevo a ese tipo de lugares. —se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa.

Claro que para TaeHyung eso es lo más fácil del mundo, sólo debe sacar su tarjeta de crédito y le puede dar a YuRi todo lo que ella quiera. Pero mi caso es distinto, mi dinero es limitado y hasta Cleo June cuenta con más de este que yo. Yo no puedo complacerla de esa manera.

Y ahora es cuando me pregunto si realmente vale la pena que ella salga a una cita conmigo. Lo más probable es que termine decepcionandola.

—Pero ¿no tienen un lugar especial?

—Una vez intenté llevarla a ver el atardecer y se enojó. —dijo un poco desganado. No podía evitar sentir lástima por mi amigo. TaeHyung puede ser un chico muy tonto, pero es muy romántico con cualquier detalle hacia su novia, detalles que a YuRi no pareciera importarle si es que no tiene un gran valor monetario.

—Pero... si quisieras llevarla a un lugar, pero no sabes a cuál, ¿qué harías?

—La llevaría a todos. —respondió con simpleza. Este tipo hace ver todo tan fácil— ¿Y por qué esas preguntas? ¿Acaso quieres sacar a salir a HaNeul? Creí que ibas a terminar con ella.

—Ah... Yo...

Bueno, tal vez consultar esto con TaeHyung no fue la mejor idea.

—Oh, ya entiendo. Pretendes que sea algo así como su última cita y quieres que sea especial. Llévala al río Han, sabes que ama ese lugar.

—Sabes por qué ese lugar es especial para ella, no la llevaré ahí para terminarla. —dije para luego tomar asiento junto a él.

—Oh... es verdad. Serías un verdadero hijo de puta si hicieras eso. —rió, pero al notar mi mirada seria, sin una pizca de gracia, sobre él hizo silencio— Perdón.

—Olvídalo. ¿Este sábado podrías prestarme tu auto?

—Me tratas como la mierda cuando se te da la gana ¿y esperas que te preste mi auto? —preguntó, molesto y sentándose correctamente sobre el sofá con una postura recta. Me miraba fijamente y sin yo saber qué decir me quedé en silencio— Pero por supuesto que sí, amor. —sonrió jalando una de mis mejillas, pero yo rápidamente le quité la mano— Adoro cuando te pones así. Eres tan cómico, Jeon.

—Me dan ganas de matarte, Kim.

Volvió a reír como si esas fuesen típicas palabras de amor. Claro que TaeHyung ya debía estar acostumbrado a miles de amenazas de mi parte que él sólo las tomaba como bromas.

—¿Para qué necesitas mi auto? ¿Saldrás con HaNeul ese día?

—Ah... No. Yo tenía pensado... —esto se estaba volviendo difícil— Sólo préstame el auto, TaeHyung. —si para mi era difícil expresarme, para TaeHyung era tres veces más difícil entenderme. Me miraba confundido y hasta podría decir que había un poco de sospecha en su mirada, de que algo le estaba ocultando— Por favor... Hyung...

Supe que eso era lo necesario para ver esa sonrisa crédula por parte de él.

—Lo que tú quieras, mi niño. —me dejé acariciar la cabeza por él con tal de hacerlo feliz y que no quisiera indagar en nada—¿Entonces cuándo terminas con HaNeul?

HaNeul, otro problema. Quería terminar con ella cuanto antes, idealmente antes del cumpleaños de Cleo June. No quiero seguir haciéndoles esto a ninguna de ellas. Sé que desde el principio no estuvo bien todo que hice con Cleo June, y de lo único que puedo arrepentirme es de no haber terminado con HaNeul desde mucho antes. Ya no quiero esconder a la chica que me gusta. Ya no quiero hacer sentir a Cleo June menos de lo mucho que ella es. Ya no quiero ser un idiota.

Pero esto se pone difícil y hasta pareciera una broma que justo en estos momentos HaNeul desaparezca. Todo que hice a sus espaldas no estuvo bien, tampoco quiero seguir haciéndolo, y si voy a terminar con ella quiero también que sea de la forma correcta. Pero a este paso... No quiero que aquello tan especial que tenía planeado para el cumpleaños de Cleo June se arruine.

—No lo sé, cuando aparezca de una vez. ¿Ya te dijo algo?

—No ha respondido. —dijo trás ver otra vez la pantalla de su celular. Llevaba todo el día haciéndole la misma pregunta, se suponía que esta semana HaNeul volvía a clases.

—¿Por qué se desaparece de esta forma? —suspiré frustrado, hasta podría decir que molesto, pero no por HaNeul, sinó por esa tendencia que tiene mi vida de siempre ir mal.

—Hey, relájate. No puedes quejarte, tú le hiciste lo mismo. —otra vez lo miré, esta vez nada contento de sus palabras tranquilizadoras— Te desapareciste una semana y no le dijiste absolutamente nada. Entiendo que quieras terminar con ella, pero es cruel de tu parte dejarla con la tortura de la pelea que tuvieron en el cumpleaños de Song.

Entonces recordé aquello, lo desesperada que estuvo HaNeul por comunicarse conmigo. Acepto que estuve mal, pero no podía relajarme cuando el día especial de mi chica estaba en riesgo.

—No entiendes, TaeHyung... —froté mis manos sobre mi cara. Quería decirlo todo pero al mismo tiempo sabía que no debía hablar de más—Necesito terminar con ella pronto.

—¿Por qué?

—Porque... no quiero...

—Jeon, —me interrumpió— HaNeul la está pasando mal, ¿entiendes eso? Tuvo un accidente y con lo insoportable que es su hermanastro ve a saber qué tanto la esté jodiendo. Una semana más o una semana menos no hará la diferencia, sólo ten paciencia e intenta comprenderla un poco.

Mi vista calló a mis manos, algo avergonzado y evitando verlo a los ojos. TaeHyung tiene razón, HaNeul probablemente estaba pasando por un mal momento y yo podría estar sonando algo egoísta con lo que decía. Pero esto no era para mí, o por lo menos no únicamente para mí. Yo sólo quiero ver feliz a Cleo June. Pero tampoco puedo esperar a que TaeHyung entienda eso, ni tampoco debería olvidarme de HaNeul en un momento así.

—¿Ya sabes qué le pasó? —pregunté un poco más calmado.

Mi amigo suspiró algo decaído, dejando recostar su espalda y cabeza en el respaldo del sofá.

—No quiso decirme. —pausó unos segundos— En serio me preocupa lo que pueda estar pasando en su casa. Me parece raro este "accidente". ¿A ti no te preocupa eso?

—Hay demasiadas cosas que me preocupan de ella.

HaNeul era muy rara. Ambos sabemos que algo no andaba bien y ella ya debería estar consciente de eso, pero lo ignora. Ella sigue haciendo de cuenta como si no pasara anda porque, por alguna razón, no quiere que nadie lo sepa ni trate de ayudarla. Es rara porque siempre quiere hacerse cargo de los problemas de todos, pero no está dispuesta a recibir ayuda para los suyos.

—Me siento tan mal. No puedo hacer nada para ayudarla.

—Ninguno de nosotros puede hacer nada a menos de que HaNeul así lo quiera.

Él me miró y vi la preocupación en sus ojos, estaba consciente de que si dependía de HaNeul eso nunca pasaría. Yo no podía hacer más que un acompañamiento a imitar su mirada, la cual volvía a perderse en algún punto del suelo.

—No entiendo por qué es tan terca. Es una mujer adulta, puede irse de su casa cuando quiera.

—Es por eso mismo, ella no quiere irse.

—No tiene sentido. —inclinó su cuerpo hacia adelante y entre sus manos sostuvo su cabeza. Yo no podía pensar lo mismo que él, porque así como yo estuve tanto tiempo viviendo la misma situación la cual no cambió hasta el gran milagro que es Cleo June, HaNeul podría estar sufriendo algo similar. Por unos segundos permaneció así, pareciendo pensar seriamente en ello, pero finalmente sacudió su cabello quejándose— Basta. No quiero pensar más en eso. Sólo esperemos que esté bien y que nuestras ideas locas sean únicamente eso; ideas locas.

—Esperemos...

—Hablemos de otra cosa. —lo oí de repente más animado.

—¿Sobre qué?

—Tú y tu nueva vida de soltero. —giré a verlo con una ceja alzada, encontrándome con una sonrisa y mirada traviesa de su parte— Ya sabes de qué hablo, Jeon. ¿No quieres comenzar a salir con chicas? ¿Conocer a alguien más? —rió dándome pequeños codazos— Podrías comenzar a acompañar a NamJoon a esos clubes nocturnos.

Al saber por dónde iban esas referencias lo empujé molesto.

—No jodas.

—Oye, ya sé que querrás un respiro de cualquier relación, pero eso no significa que no puedas... Tener un poco de diversión...

—¿Quieres que te rompa los dientes? —amenacé mostrándole mi puño.

Sabía que TaeHyung sólo quería molestarme, y lo estaba consiguiendo.

Ya tengo a mi chica, la única chica que quiero. Pero claro, este idiota no sabe eso.

—No te pongas tímido. Creo que ya va siendo momento de que alguien hable de esto contigo. Primero lo primero, —sacó de su bolsillo algo que no sabía qué era ya que lo ocultaba su mano, pero cuando lo dejó sobre mi pierna vi un pequeño paquete cuadrado y negro— protección. Úsalo siempre.

Me alteré al darme cuenta de lo que era y rápidamente, de un golpe, tiré esa cosa a un costado donde estaba TaeHyung. Él me miró molesto cuando vió que cayó en el piso.

—¿Qué te pasa, Kim? ¿Estás jodiendo? Saca eso de aquí.

TaeHyung suspiró con sus ojos en blanco.

—Debes madurar, Jeon, y entender que el sexo no es malo, pero sí una gran responsabilidad. —dijo mientras recogía el paquete del piso y volvía a enseñarmelo— Estos son los que yo uso y son muy buenos. Y espero que tú comiences a usarlos.

Mierda, no quería saber eso.

Aquello último me había hecho temblar, hasta debía tener la cara y orejas rojas, porque... Sí. Maldición, sí. Pensé en Cleo June.

—¿Por qué mierda tienes eso en el bolsillo? —quise evadir lo dicho por él.

—Tengo una caja entera. —y efectivamente la tenía, me la mostró al sacarla de la mochila.

—¿¡Por qué!?

—Los traje para ti. De nada, amigo. —y los arrojó encima de mí. Pero como si fuesen de fuego y me quemaran, los arrojé de vuelta a él.

—Llévate eso, yo no lo quiero.

—¿Por qué no? Es por tu salud. Además, —mostró nuevamente la caja y comenzó a moverla de un lado a otro frente a mi cara— son para placer prolongado. —canturreó, como si eso fuese a convencerme.

Otra vez Cleo June se venía a mi mente, y aunque juro que adoro a esa mujer, la imagen en mi mente no era la más apropiada, sin mencionar que estando presente TaeHyung podría ser un problema.

—No haré... eso con ninguna chica. —lo rechacé con un manotazo.

—Aw, cosita. Te da vergüenza decirlo. —TaeHyung, como el ser molesto que le gusta ser, nuevamente jaló de mis mejillas.

—Quítate. —corrí mi cara para que me soltara— Vuelve a guardar eso en tu mochila, maldito loco.

—Bien, bien. Luego no me vengas llorando cuando te esté por nacer un hijo. —dijo y rendido volvió a guardar esos preservativos.

Imbécil.

Park JiMin

—Debo... Debo admitir algo. Pero, please, no se lo digas a nadie. ¿Okey?

No podía evitar reírme cuando hablaba en inglés, lo pronunciaba de una forma algo rara que me divertía. Sin mencionar su forma de arrastrar y balbucear las palabras, haciéndolo mayormente con una voz más aguda de lo normal.

—No diré nada. —dije para luego darle un trago a la botella de cerveza entre mis manos y nuevamente dejé colgar mi muñeca en mi rodilla.

Sonreía de lado mientras la veía, viendo sus labios hacer el gran esfuerzo para articular palabras. De todas formas me parecía atractiva, muy atractiva. Cleo June es hermosa, tanto que hasta en un estado de ebriedad como este, con algunos gestos ridículos, se veía radiante y preciosa. Debía relamer y morder mis labios para aguantarme las ganas de lanzarme a los suyos. Yo tampoco estaba del todo sobrio, sólo un poco más cuerdo que Cleo June. Pero aun así me sentía capaz de un atrevimiento como ese.

Mierda... Es que es tan... tan jodidamente perfecta. Me encanta.

La veo hundir sus dedos en la arena y juguetear con ella, sentada a mi lado derecho sin ser consciente de mi intensa mirada sobre cada uno de sus movimientos.

—De pequeña... De pequeña mi papá... ¿Fue mi papá? —se golpeó suavemente la cabeza y río como si acabara de decir un disparate— No... Yo no tengo papá.

Traté de aguantarme y no reír. No recordaba algo tan simple como sus padres.

—Sí tienes papá. —le corregí.

You don't know that. —me miró con una sonrisa traviesa y sus ojos entrecerrados, acercándose un poco a mí me señaló.

Estuvo a punto de caerse a un costado debido a la inclinación que hizo para acercarse, pero se encontró antes conmigo y su cabeza terminó reposando en mi hombro. Por último, como no ha parado de hacer desde hace rato, comenzó a reírse.

—¿No te acuerdas que fui a tu casa? Conozco a tus padres.

—¿Mis padres? ¿Tengo dos papás? ¿Y mi mamá?

—Tienes un papá —puse uno de mis dedos índices frente a mí— y una mamá. &mostré el otro.

La miré por unos segundos. Ella se veía confundida viendo mis manos, me miró a mí y finalmente ambos terminamos estallando en risas sin ninguna razón, otra vez.

—El punto es que me compraron un taco... Fue en mis vacaciones a México. ¿Sabías que decir «hola» en español es difícil? —se quejó haciendo extraños movimientos con sus manos como si decir «hola» en español fuese de lo más complejo— Me compraron un taco. No sé si te lo dije... Pero me compraron un taco...

Bajé la cabeza dejando salir una risa nasal.

—Ya lo dijiste siete veces. —dije entre risas.

—No sé contar. —me golpeó en el brazo— Me compraron un taco... y se me calló al piso... y me lo comí de todas formas. Pero shhh... —con su dedo aplastó mis labios para que hiciera silencio— ¿Notaste que el mar... parece una gelatina?

Solté otra carcajada, otra de tantas que en todo este tiempo ella me provocaba diciendo cosas absurdas. No paraba de reírme con ella, estaba totalmente fuera de sí debido a tanto alcohol. Mientras tanto, yo podía disfrutar de sus estupideces.

Nuevamente su cabeza caía en mi hombro mientras seguía produciendo débiles risas. Entonces dejé la botella de cerveza a un lado y así con mi mano libre rodeé sus hombros para acercarla más a mí.

Miré hacia atrás, los chicos seguían al rededor del fuego, de seguro sin pensar en nosotros ni por un momento. EunRin estaba dormida en el piso sobre la chaqueta de HoSeok, pero el resto parecía estar alentando a SeoHyun a terminarse una botella de cerveza.

Debía darle merito a YoonGi, él me había dicho que me alejara un poco y me llevara a Cleo June para estar más a solas con ella. Eso hice, le propuse sentarnos aquí, en la oscuridad, frente al mar, donde podíamos ver un lindo cielo estrellado. Fue así que empezamos a decir tantas estupideces como se nos vinieran a la mente, o por lo menos ella.

Estuvimos así en un pequeño lapso de silencio. Pero en un momento preferí arriesgarme un poco más, entonces la mano que estaba sobre su hombro la llevé a su cabeza para que repartiera caricias en su cabello, causando en ella sutiles y suaves suspiros a gustos. Lentamente acercaba más su cabeza a mí, hasta tener sus pequeñas risas sobre mi cuello.

Más que ponerme nervioso, lo que pasaría normalmente, sentí una especie de emoción al sentir su respiración sobre mi piel. Amaba esta cercanía y quería poder experimentarla más a menudo. Me provocaba mil cosquilleos cada vez que inahlaba con esa intensidad, pareciendo gustarle el aroma de mi piel, puesto que luego dejaba ir pequeños sonidos de satisfacción.

Tal vez yo no había bebido tanto como Cleo June, podía razonar algunas cosas, pero no sabía si yo era un descarado o el alcohol me daba el atrevimiento suficiente como para mirar desde aquí el cierre bajo de su chaqueta que dejaba a la vista demasiado. Ella lo había bajado hace unos momentos al sentirse acalorada. Cuando quería dejar de ver en esa dirección pareciéndome incorrecto, mis ojos siempre terminaban ahí. El único motivo por el que pude dejar de mirarla fue cuando me exalté al sentirla dejar pequeños besos en mi cuello. Mayor fue la sorpresa cuando su lengua se deslizó por él.

¿Qué debería hacer? —me preguntaba a mí mismo.

Cleo June estaba ebria, probablemente no sabía lo que estaba haciendo. Yo también lo estaba, en menor cantidad, pero podría considerarse que me estoy aprovechando de su situación. No le haría algo como eso.

—Cleo June... —murmuré queriendo detenrla, aunque pareció más un jadeo.

Inevitablemente solté un sutil gemido cuando al intentar alejarme mordió con fuerza un punto de mi cuello, y mientras ella hacía eso, su mano derecha fue hacia mi mejilla para evitar que me apartara.

¿Estaba mal si simplemente disfrutaba de esto? Porque no voy a negar que me encanta.

Ella estaba prendida a mí con ambos brazos suyos, no parecía querer apartarse en algún momento. Si soy sincero, yo tampoco quiero que lo haga.

Con su mano ella misma giró mi cara, de un momento a otro ya la tenía, con esa misma ferocidad, devorando mis labios. No me iba a resistir, no podía hacerlo. Besé, lamí y mordí sus labios, tal cual como ella hacía con los míos, degustando el amargo sabor del alcohol que se sentía dulce proviniendo de ella.

—Cleo June... —le susurré cuando por unos segundos necesitamos aire. Sentía que no podía callarlo, a pesar de ser estúpido decírselo ahora en su estado actual. Sólo quería decirlo al menos una vez— me gustas. Estoy loco por ti, y siento que no me puedo controlar.

Entonces oí una aireada de su parte.

—No lo hagas. —susurró sobre mis labios.

Giró y terminó sentada sobre sus rodillas entre medio de mis piernas. Sorprendidos mis ojos se abrieron de más al verla bajar el cierre de su chaqueta por completo y quitársela. Pero antes de poder decir cualquier cosa ya la tenía casi sobre mí, besándome. Sus labios se movían con torpeza y no se sincronizaban correctamente con los míos.

Aquello me había dado la confianza deslizar mis manos sobre su piel que parecía estar hirviendo. Oí un gemido ahogado de su parte apenas di un pequeño beso en su cuello, y luego otro, y otro, y otro. Me encantaba oírla de esa forma y entre mis brazos. Mientras tanto, mis manos recorrían su cintura con ahínco, disfrutando cada centímetro de ella.

—Miren nada más, —la voz a mis espaldas me exaltó y automáticamente, lo primero que hice, fue abrazar y apegar a Cleo June a mí, asegurándome de esa forma que no se viera nada de ella— la parejita del amor.

Al voltear lo que veo es al idiota de YoonGi apuntandonos a ambos con la cámara de su celular, y HoSeok venía caminando detrás de él.

—¿Qué hacen, idiotas? —mi voz había sonado más grave y molesta.

Tenía ganas de lanzarle un ladrillo a YoonGi, porque este idiota me jode para que me atreva a más con CJ, pero ahora ese mismo idiota me interrumpe los momentos.

Por otro lado, escucho la aguda y traviesa risa de CJ en mi oído. Ella comienza a dejar pequeños besos en mi mejilla sin importarle la presencia de una cámara.

—Captando el mejor momento de tu vida. —rió burlesco.

—Vamos, YoonGi, déjalos solos.

Agradecía internamente a HoSoek, él parecía querer llevarse a YoonGi nuevamente a la fogata donde estaban las chicas.

—Lárgate, Min, o te rompo ese celular en la cabeza. —di la última advertencia

Entonces HoSoek comenzó a jalarlo de la ropa, logrando así que alejar al estúpido que por estar tan ebrio no lograba oponer resistencia y simplemente se dejaba areastrar.

—¡Dense mucho amor! —gritó al final.

Resoplé molesto cuando nuevamente nos quedamos solos y me aseguré de ello. Fue ahí que los besos de CJ se detuvieron y su lengua envolvió el lóbulo de mi oreja, dejando una pequeña mordida en este.

—Me encanta cuando te pones así de agresivo y demuestras quién manda. ¿Por qué no me lo demuestras a mí también?

Pero por supuesto que sí.

Inesperadamente y con movimientos torpes, abrazándola de su cintura y cadera, di vuelta junto a ella dejándola debajo de mí. Ambos brazos míos sostenían mi peso apoyados a cada lado de su cabeza, permitiéndome tener así una vista ideal, tanto por su lindo rostro como por su hermoso cuerpo.

Estaba tan cerca de ella que nuestras respiraciones se mezclaban, y a la vez nos sonreíamos de forma seductora. La sentía clavar sus uñas en mi espalda queriendo atraerme más hacia ella, mientras que yo me le acercaba lentamente con tal de que crear la tentativa. Pero cuando mis labios comenzaron a rozar los suyos no me vi capaz de resistirme.

—Eres hermosa. —le susurré antes de robarle otro beso que se volvió una serie interminable de estos, haciéndose un pequeño camino hasta su cuello. Y sus manos, ahora en mi nuca, no me permitían apartarme de él.

Este momento era un sueño para mí, pero todo era real. Sus besos eran reales, su piel era real y su voz, que soltaba débiles gemidos, también era real. Esa era la mejor parte, que no era un sueño.

Cada vez el sentimiento de emoción y excitación era mayor, tanto me pedían llevar mis manos a su cuerpo, y con una de ellas lo hice, la deslicé sobre su expuesto abdomen queriendo sentir de ella tanto como se me sea posible. Me gustaba. Y sé que a ella también le gustó cuando bajó su mano por mi cuello y hombro hasta llegar a mi brazo, acariciándolo.

Mordí y jalé su piel, provocando en ella un chillido mucho más alto que me hizo sonreír. Escucharla era la mejor parte de todo.

—JungKook... —el inesperado nombre emitido por sus labios cargados de deseo hicieron detener cada movimiento de mi parte, dejándome confundido. ¿Había oído mal?— JungKook... —repitió como si me hubiese leído la mente.

Shockeado por lo que acababa de escuchar sentí el mundo detenerse. Alejé mi rostro y la vi, ella estaba con sus ojos cerrados y suspiraba como si yo todavía la estuviese tocando, como si no se hubiese dado cuenta lo que acababa de decir.

Yo no lo entendía. ¿Cómo que JungKook?

—Cleo. —la llamé, pero ella sólo reía. Traté de separarme de ella, pero sus brazos se engancharon de mi cuello y me lo impidieron— Cleo June, basta.

—Jeon. —se quejó ella con la voz aguda— ¿Por qué te detienes?

Y volvía a mencionarlo a él.

—¿Jeon?

—Tú, pervertido. —dijo entre risas— Me estaba gustando, tarado...

Nuevamente traté de levantarme sin éxito, ella no me quería dejar ir.

—Suéltame. —ordené molesto. No entendía qué estaba pasando, pero con sólo mencionar el nombre de ese idiota provenir de ella comenzaba a enojarme.

Pero negó con su cabeza.

No me quedaba de otra. Con esfuerzo comencé a levantarme con ella prendida de mí, que se reía divertida como si esto fuese alguna especie de juego. Entonces al caer sentado en la arena otra vez, ella estaba de rodillas frente a mí sin dejar de abrazarme, como estabamos hace unos momentos.

—¿Estás enojado conmigo? —la oí mascullar en mi oído ya que su cabeza se reposaba en mi hombro— ¿Hice algo malo?

No dije absolutamente nada. ¿Qué iba a decir? ¿Qué se supone que diga en un momento así? Me resultaba ridículo todo esto porque ¿JungKook? De todas las personas del mundo, ¿JungKook? No tenía sentido. Las últimas veces que interactuaron fueron para pelear a golpes. Y estoy completamente seguro de que yo no estaba imaginando nada.

Esas dudas sólo podían ser respondidas por la misma Cleo June. Así que permanecí en silencio y preferí escucharla atentamente.

»¿Por qué te pones así? —volvió a preguntar, pero nuevamente no recibió respuesta— También me gustas mucho, pero... tonto, tú ya lo sabes. Es gracioso como nos lo hemos dicho mil veces y de distintas formas, pero nunca con palabras. —dejó ir una pequeña y tímida risa— Me daba miedo decírtelo... porque, a pesar de todo, me aterra que elijas tu relación por sobre mí. Pero no lo harás, ¿verdad? Quiero creer que no. —calló unos segundos— JungKook... ¿vas a terminar con HaNeul?

¿HaNeul?

Era una jodida broma ¿verdad?

Esto debe ser una maldita broma. ¿Era el alcohol? ¿Está alusinando? ¿Por qué JungKook? Debe ser un error. Pero ¿cómo iba a serlo? Cuatro veces lo nombró. Cuatro malditas veces dijo su nombre.

No entendía nada. Ella lo odia. Cleo June odia a JungKook... No tiene sentido.

¿Cleo June... y JungKook? ¿Ambos están...?

—¿Qué? —dije inconscientemente en voz alta.

Pero ella no contestó. La removí un poco sólo para darme cuenta que se había quedado dormida sobre mi hombro.

Suspiré frustrado y aún desconcertado, pasando mi mano por mi rostro para espabilarme, pero lo único que conseguía era llenar mis ojos de lágrimas.

Es que... No sé... No entiendo.

¿En serio... JungKook?

Kim Cleo June

Siento como si dentro de mi cabeza retumbase un tambor, me dolía tanto que no podía abrir mis ojos del todo. Me removí en la cama con incomodidad por la luz que invadía la habitación, dejando salir también algunos gruñidos. Me sentía mal y aún algo mareada. Ese amargo sabor en la boca... Desagradable. Era un sabor muy desagradable.

Tengo una vago recuerdo de que besé a JungKook, aunque lo más probable es que haya sido un sueño. Pero qué buen sueño. Dejé ir pequeñas risas recordándolo, a pesar de no ser más que eso. Pero es que se sintió... tan real. Sus besos, sus manos, el romántico ambiente de la playa en plena noche. Necesito vivir eso en carne y hueso.

El ruido del pestillo me hizo salir de todas esas fantasías, apenas pude levantar la cabeza y distinguir la figura de JiMin apoyándose en el marco de la puerta. Parece que él debía estar padeciendo algún dolor de cabeza por ese rostro que se veía malhumorado.

—Despertaste. —no sé si había sido mi imaginación, pero se había oído muy seco.

No lo juzgo, con este dolor de cabeza dudo que hasta alguien como EunRin pueda estar brincando y cantando de felicidad.

Dejé caer mi cabeza nuevamente sobre el colchón. Creo que mis almohadas se habían caído.

—Me duele... la vida... —balbuceé— ¿Dónde estoy?

—Una habitación que SeoHyun te prestó.

—Mmh... —gruñí. El dolor de cabeza me estaba matando— ¿Qué hora es? —me costaba articular las palabras correctamente.

—Ya es más de mediodía.

¿Tanto dormí? Debí haber quedado detonada anoche. Sabía que no debí haber bebido todo lo que YoonGi me había estado ofreciendo, una vocecita en mi cabeza me lo decía. Pero es que yo sólo quería divertirme, y ahora me encuentro arrepintiendome de mis desiciones, otra vez. Pff, no era algo nuevo.

De todas formas, CJ mala.

Di media vuelta sobre el colchón quedando boca arriba y tallando mis ojos. Se supone que hoy íbamos a disfrutar el día y no tiene sentido que hayamos venido hasta aquí si la cumplañera se iba a quedar durmiendo todo el bendito día.

—Ah... No recuerdo nada. ¿Qué me pasó? —lloriqueé, harta de todas las malas sensaciones de mi cuerpo. Miré a JiMin en busca de ayuda, con una pastilla para el dolor me bastaba, pero sólo me encontré con esa seria, no sé si decir molesta, y penetrante mirada carente de la más mínima pizca de felicidad. ¿Estaba enojado? ¿Hice algo malo anoche?— ¿JiMin? ¿Te pasa algo?

Comenzaba a realmente preocuparme. JiMin cerró la puerta a sus espaldas y caminó hasta quedar parado a un lado de la cama. Entonces yo hice un esfuerzo por sentarme. Sea lo que sea quería saber qué estaba pasando y le daría a ello toda mi atención. Mi estómago se había revuelto con aquél movimiento, fue un mareo algo intenso, pero me recompuse rápidamente.

Miré a JiMin directamente a sus ojos, oscuros y apagados, pero con una intensidad que me daba escalofríos. También noté el sutil, casi indetectable, color rojizo en ellos. ¿Había estado llorando? Eso me alteraba aún más. Algo definitivamente andaba mal. JiMin se sentía mal. Y el hecho de que se quedara en absoluto silencio no me ayudaba a tranquilizarme.

—¿Qué hay entre JungKook y tú?

La repentina pregunta fue como una bofetada de Thanos. No sé cómo será la bofetada de Thanos pero... debía ser fuerte. Ustedes me entienden.

Mis ojos se abrieron de par en par, impactados. En mi mente me decía a mí misma haber escuchado mal, pero lo cierto era que no, aun con los miles de dolores en mi cuerpo, sabía lo que había escuchado. Simplemente no podía creerlo. El malestar físico fue nulo comparado al miedo que se había acumulado en mi estómago. Fue tan repentino.

—¿Qué...?

—Responde la pregunta. —su duro tono de voz me hizo temblar cada músculo de mi cara.

—Yo... No sé de qué me estás hablando, JiMin. —esperanzada de que no fuese mas que una confusión, quise hacerme la desentendida. Pero debía admitirlo, esta estaba siendo una de mis peores actuaciones.

—Deja de fingir. Anoche lo dijiste. ¿Qué hay entre JungKook y tú? —volvió a repetir la pregunta, pero de una forma tan lenta, separando cada palabra, reteniendo tanta ira.

Anoche... No puede ser...

Hice una idiotez. Mierda, hice una idiotez. Quería matarme aquí mismo.

No había forma de negarlo. No tenía idea de lo que había dicho anoche, pero sabía que, fuera lo que fuera, había dejado en claro y sin ninguna duda a JiMin. Su expresión, la furia en su rostro me mataba. Había hecho muchas estupideces y en todas ellas JiMin se había enojado conmigo, pero... pero en ninguna de ellas me había mirado de esta forma. La había cagado, pero no como las anteriores veces. Sabía que en esta ocasión era diferente, lo sabía tan bien que mis ojos habían nublado mi vista con las lágrimas demasiado rápido.

¿Qué le decía? No quería decir la verdad. Quería evitarlo a toda costa. Nunca quise huir tanto en mi vida como en este momento, y eso que he querido hacerle frente a locuras como motociclistas enojados. Quería escapar. Que esta cama me tragara y me escupiera en mi armario junto a Cereales.

Y mientras mi mente buscaba inútilmente una excusa, JiMin cada vez parecía más molesto en espera de una respuesta.

Sabía que este momento iba a llegar. Sabía que llegaría el momento en el que todos debieran saber lo mío y lo de JungKook, si es que llegábamos a algo oficial, algo que yo de verdad ansío. Pero esperaba que fuese un momento muy, muy lejano. No me siento preparada para decírselo a JiMin y mucho menos en la situación con JungKook. Sí, esta maldita situación en la que yo soy la segunda. Esta maldita situación que me pisotea el orgullo y la dignidad al ser «la otra», porque a vista de cualquiera eso soy.

Sin embargo, no había más escapatoria.

—Yo... —apenas con decir esa priemra palabra ya sentía el nudo en el estómago intensificarse junto al sentimiento de vergüenza— estoy saliendo con JungKook.

—¿Cómo? ¿Por qué? —su contestación fue inmediata.

Si no lo conociera juraría que JiMin estaba a nada de golpearme. La dureza de su voz, la molesta y sombría expresión de su cara, sus puños cerrados con tanta fuerza que los veía temblar. Cualquiera pensaría que se estaba reprimiendo de darme una golpiza.

—No sé... —mascullé intimidada por su semblante.

Tenía la mente en blanco y aunque no la tuviera dudo de que JiMin se quisiera sentar junto a mí con una taza de té a escuchar la historia.

O sea, por favor, son noventa capítulos.

—No sabes... —soltó una pequeña risa sarcástica al mismo tiempo que desviaba la mirada de mí y mordía con algo de rabia su labio— Eres increíble, Cleo June. Eres malditamente increíble. —de forma gradual su voz se hacía más grave.

Me dolía esa mirada.

—JiMin, yo... —quise explicarle, pero no sabía qué y cómo exactamente— Me daba miedo decirtelo. Lo siento.

—¿Te gusta? —preguntó ignorando lo que acababa de decirle.

—JiMin...

—¿Te gusta él? —repitió— ¿Te gusta el tipo que desde el primer día te estuvo jodiendo? ¿El que tiene problemas de ira? ¿El violento? ¿El que te golpeó? ¿Esa es la clase de chico que te gusta?

Me dolían aquellas palabras, no sólo por mí, sinó que también por JungKook. Yo mejor que nadie sabía que él no era sólo violencia e ira.

—No hables así de él. JungKook no es...

—¿Y lo defiendes? —me hizo guardar silencio ante un sutil pero intimidante levante de su tono— Cleo June, mandó a un tipo al hospital sólo porque lo insultó. Te lo vuelvo a preguntar, ¿esa es la clase de chico que te gusta?

JungKook no era sólo eso...

—No es...

—¡Respóndeme, Cleo June! —gritó ya terminando de alterarme.

¿Qué caso había? Ya sabía lo que estaba sucediendo, y aunque quiero demasiado a JiMin y entiendo todo por lo que ha pasado, tampoco puedo escucharlo hablar así de JungKook.

—¡Sí, me gusta! ¡Estoy enamorada de Jeon JungKook, pero de uno que tú no conoces! —contesté en su mismo tono.

—¿¡Qué no conozco!? ¿¡Tienes idea de las miles de atrocidades que ha hecho ese imbécil!?

—¿¡Y acaso tú eres mejor!? —ambos callamos por unos segundos. Yo lo observaba con una mirada retadora, mientras JiMin se veía impactado, dejando un poco de lado el enfado de hace unos momentos. Sí, él ya se debía estar haciendo una idea de a qué me refería— Ya lo sé, JiMin. Sé que fuiste parte de su grupo. —confirmé los pensamientos que debían estar rondando es su mente.

Nuevamente no dijo nada y por cómo comenzó a relamer sus labios sabía que estaba nervioso. Y es que era así, no quería echarle en cara su pasado ni juzgarlo por él, pero así como yo no pretendo juzgar a nadie por las cosas que ya hice una vez, JiMin tampoco debería hacerlo.

—¿Él te lo dijo?

—¿Qué más da? No tienes derecho a juzgarlo cuando las mismas cosas malas del pasado tú también las hiciste.

—Es diferente. Yo... Yo me di cuenta de mis errores y me fui. Sentí vergüenza de mis acciones y me arrepentí por cada una de ellas. Pero míralo a él, Cleo June, sigue en la misma mierda.

¿Qué era eso? Sonaba como una acusación entre hermanos. Pero esto no era una competencia de quién era peor. Ninguno estaba libre de malas acciones y por eso mismo ninguno debería juzgar al otro.

—¿Y eres mejor por eso? JungKook no tiene las cosas fáciles pero hace su esfuerzo por mejorar. Él tendrá su propio tiempo. Lo conozco y confío en él. Está cambiando. —expliqué esperanzada de que me entendiera, porque así como él tuvo su proceso JungKook tendrá el suyo. Pero por alguna razón sentía que cada palabra que decía con respecto a JungKook.

—¿¡Y crees que yo las tuve fáciles!? —gritó, y noté cómo el color rojizo de sus ojos se intensificaba. Lo miré asombrada por ese descontrol de sus emociones. Había gritado tan fuerte que su voz se había rajado ligeramente. Se hizo un silencio mientras él tomaba mucho aire y lo dejaba salir con movimientos pesados— ¿Qué conoces de él, Cleo June? —pareció recobrar la compostura— De seguro solo sabes lo que él ha querido mostrate. ¿Sabes quién es Jeon JungKook? Es un tipo sin empatía, agresivo, violento por instinto. Es un animal. ¿Cambiar? Si no cambió por... por algo mucho peor, ¿por qué cambiaría por ti?

Nada de eso era cierto, pero sé que JiMin no debe ser el único que piense así de él.

Yo sé que no eres nada de eso, JungKook.

—No pretendo que cambie por mí, quiero que cambie por él. —traté de sonar firme y segura— Lo que dijiste te contradice, eres tú quien sólo conoce lo que JungKook ha querido mostrar, y es lo mismo que JungKook quiere mostrarle a todos. Pero en realidad es un chico tan sensible que está harto de sufrir, y sólo quiere sentir un poco de cariño.

—Y déjame adivinar, tú serás la chica buena que lo salve y le enseñe lo que es el amor. —dijo sarcástico con una sonrisa que me pareció incluso más hiriente que sus palabras.

¿Se estaba burlando de mí? ¿Creía que todo lo que estaba haciendo por JungKook era así de inútil? ¿Creía que todas mis intenciones eran estúpidas?

Sorbí mi nariz, aguantando nuevamente las ganas de llorar.

¿Qué le costaba entender la situación de otra persona? Estamos hablando de una situación que él mismo vivió.

—No soy una chica buena, pero tampoco mala. Lo mismo pasa con él y con todos en el mundo, y eso es lo que quiero hacerle entender. Cree que en él sólo hay cosas malas y no es cierto. Él me quiere...

—No te quiere. —me interrumpió con un tono de voz tan gélido que hasta me erizaba la piel, convencido de lo que afirmaba.

Esas palabras se sintieron tan dolorosas que impulsaron a caer mis lágrimas.

—Tú no lo sabes.

—Sus actitudes te lo dicen, Cleo June. ¿Acaso terminó con HaNeul? —ahora quien no decía nada era yo, pero porque el llanto comenzaba a ser más intenso. HaNeul me dolía como el infierno— Ahí lo tienes.

—Es complicado pero... te juro que él... —trataba de dar una explicación, pero entre tantas lágrimas era imposible.

—Abre los malditos ojos, está con HaNeul. ¿Entiendes eso? ¿Crees que eso es quererte? —rogaba en mi mente que parara. Al ver que no contestaría esa cruel pregunta, volvió a hablar, como si exitosamente hubiera purgado mis sentimientos por JungKook— No puedes estar con él.

Pero no. Por mucho daño que me estuviera haciendo a mí misma, dejarlo significaría algo mucho peor para mí.

—Tú no decides eso.

—¡Maldita sea, Cleo June! —perdió ya la paciencia— ¿¡En serio te dejas tratar así por un tipo!? ¿¡En serio prefieres ser la segunda opción de un idiota!?

Yo aún tenía esperanzas de que eso cambiara. Yo también decepcioné muchas veces a Dane, pero finalmente, después de muchos errores, tuve una maravillosa aunque lamentablemente corta relación con él. Cada error que cometí me enseñó algo, y esperaba que eso sucediera con JungKook también.

—No lo voy a dejar.

Él me miraba, incrédulo de lo que oía, sin entender cómo es que de verdad me estaba arriesgando tanto por JungKook. No importa lo que me dijera, para mí valía la pena.

Con su mano llevó su cabello hacia atrás. Ese gesto que muchas veces vi atractivo en él ahora no me provocaba nada, lo hacía con frustración y enfado.

—¿Sabes qué? —me miró— Estoy harto. ¿Quieres quedarte con él? Bien. Adelante. Haz lo que quieras. —escupió molesto mientras se daba media vuelta hasta la puerta de la habitación— Pero yo no voy a seguir corriendo detrás de ti.

Apenas él abrió la puerta, del otro lado estaban literalmente todos asomados para oír la discusión. Mientras las chicas me miraban a mi llenas de preocupación, los chicos se veían más asombrados. Nunca creí ver los pequeños ojos de YoonGi tan abiertos.

Fue un momento incómodo, ahora absolutamente todos lo sabían y esto no podía ser peor. No temía por las chicas, obviamente, pero ¿y los chicos? ¿Ellos qué harían? Me aterraba siquiera imaginar el rechazo por parte de ellos, tanto que ya estaba comenzando a llorar otra vez. Era el mismo miedo de aquella vez cuando iba a contarles a las chicas sobre JungKook, pero esta vez era mucho peor.

Con sólo ver la reacción de JiMin no esperaba que los demás me entendieran o siquiera quisieran tratar de hacerlo. Y, maldición, no quería que volviera a pasar lo mismo. No quería tener que elegir otra vez entre mi grupo de amigos y el chico que me gusta. La angustia de que esa situación se repitiera, esta vez con un grupo de verdaderos amigos, me revolvía el estómago.

JiMin se había detenido en frente de ellos, también algo desconcertado por encontrarlos a todos allí, pero rápidamente retomó camino a probablemente cualquier lugar lo más lejos de mí. Sin embargo, para mí la discusión no había terminado, al menos no quería que terminara de esta forma. No quería que las cosas entre JiMin y yo quedaran tan mal por varios motivos, el primero y principal es porque me destrozaría perderlo por algo así.

—¡JiMin! —lo llamé antes de irse, pero claramente no le interesó y sólo se fue.

Entonces un silencio incómodo se hizo presente entre todos. Yo sentía que la cabeza en cualquier momento me iba a reventar, todo esto era demasiado; JiMin, los chicos, los dolores, el mareo.

Miré a las chicas en busca de ayuda, con la mirada llena de lágrimas les rogaba que hicieran algo, porque me sentía demasiado idiota para hacerlo yo. Pero con sólo recibir de su parte esas tristes muecas de lástima supe que no había mucho que hacer, que era un intento perdido, a JiMin no le iba interesar escuchar a nadie.

—Yo... —YoonGi fue el primero en romper el hielo. Lo miré aterrada esperando cualquier cosa de su parte, un insulto o una crítica, lo que sea. Sabía que me estaban juzgando— Nosotros iremos a hablar con él. —fue lo único que dijo y se llevó a HoSeok jalandolo de la ropa.

¿No se atrevía a decírmelo? Sé que soy una idiota

Yo bajé la cabeza, sintiendo cada lágrima bajar por mi mejilla, arrepentida de mil cosas, porque ahora sería responsable de cualquier conflicto. Había arruinado lo que se suponía que sería un día entre amigos, viajamos kilómetros hasta aquí. ¿Y si ahora JiMin quería irse? No lo culparía. Pero es que se esforzaron tanto por esto.

—Cleo... —oí la dulce vocecita de EunRin junto a los pasos de las chicas acercándose a mis.

—Nena, tranquila ¿sí? —me consoló rodeando mis hombros con brazo— Todo estará bien.

—No puede ser... —sollocé sin creer en sus palabras. Sabía que nada iba a estar bien.

No me atrevía a levantar la cabeza, me sentía avergonzada incluso cuando ellas ya sabían todo. No sé si era porque aún no me acostumbraba a llorar frente a las personas o porque probablemente manejé la situación como la mierda y por ello el viaje se vería arruinado.

Pero entonces vi la compasiva sonrisa de SunKo, ella de había agachado frente a mí con tal de poder verme a la cara y con sus propias expresiones poder darme algo de aliento.

—Lo lamento, Cleo June. Te juro que me gustaría dártela, pero no tengo una solución para ti. —dijo tomando entre las suyas mis temblorosas manos llenas de miedo, tratando así de calmar ese sentimiento— JiMin... Él es así. Es muy emocional y se deja llevar por eso. Él enoja al principio, pero estoy segura de que cuando se tranquilice hablará contigo.

—No quiero... —me interrumpí para sorber mi nariz y tomar un poco de aire— No quiero que él también me odie...

—No te odia. Sólo está molesto, pero no será algo a largo plazo. Eres importante para él y no querrá que las cosas entre ustedes... queden así.

—Yo no quería que esto pasara, SunKo.

—Es el riesgo que quisiste tomar, Juni. Pero no estabas preparada para él. —negué repetidas veces— ¿En serio crees que él vale tanto?

—Sé que no hice las cosas de la mejor manera... ni tomé las mejores desiciones. No tenía planeado esto con él. Tampoco puedo esperar que todos lo entiendan. Pero me importa demasiado, y me niego a perderlo también. —terminé de decir con la dificultad de mi estado emocional que no me permitía hablar sin al menos soltar un mínimo jadeo. Pero ya a este punto me sentía totalmente destrozada y lloré, lloré tan fuerte que ninguna de las chicas dijo algo más porque sabrían que si con suerte las escuchaba, tratar de decir algo sería inútil.

SeoHyun me hizo apoyar mi cabeza en su hombro. SunKo no soltó en ningún momento mis manos. Y EunRin no se apartó de mi lado. Eso era lo único que podía agradecer en este momento, la contención de mis amigas. Ellas me permitieron llorar tan fuerte como tuviera que hacerlo con tal de desahogarme.

Lloraba odiando todo, a mi yo del pasado, a mi yo del presente, probablemente la del futuro también haría una cagada. Odiaba a mi poca fortaleza mental, a la maldita situación, y por sobretodo a estos malditos dolores y mareos que sólo empeoraban todo. Lo peor es que soy consciente que al llorar tanto empeoraba estos mareos, sentía el estómago revolverse cada vez más.

—¿Estás bien? —preguntó Rin cuando me vio llevar una de mis manos a mi boca.

—¡Quiere vomitar! —SunKo reaccionó rápido y junto a las demás trató de llevarme lo más rápido posible— ¡Al baño! ¡Al baño!

Detesto vomitar, el desagradable y amaego sabor en la boca eran un maldito asco, agregándole a aquello la dificultad con las que se hacen las arqueadas que para mí son la peor parte.

Sentía que este día no podría ir peor.

••••
꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱꠵꠱

Ahora me pregunto, ¿En serio gente leyó 90 capítulos de esta cosa? 🤨

Continue Reading

You'll Also Like

196K 22.1K 37
En donde Emma Larusso y Robby Keene sufren por lo mismo, la ausencia de una verdadera figura paterna.
1.7K 101 11
Jack el destripador de shuumatsu no Valkyrie en la leyenda de Korra, se me ocurriรณ porque sรญ
30K 3.5K 41
๐Ÿฅ€En el Infierno si naces Demonio estas destinado a ser fuerte, รบnico y poseer riqueza, siempre cuando pertenezcas a un linaje de sangre pura y fuert...
732K 58.7K 85
"Uncanny: una experiencia sobrenatural o inexplicable, extraรฑa o mรกs allรก de lo ordinario" Todos los vampiros tienen un compaรฑero destinado, alguien...