CHAPTER FIVE
ABANDONED ISLAND
HE SUFRIDO DURANTE TRES AÑOS POR ALGUIEN, que ahora me doy cuenta de que solo fue una pérdida de tiempo. Desperdicie lágrimas en él y eso es muy indignante para mi orgullo. Pero a pesar de todo estuve pensando en alejarme lo más posible de él.
Maxinne es la única que sabe lo qué pasó con Peter, también me a dicho que le cuente a Caspian a los demás, pero yo prefiero guardarme el sentimiento en vez de contarlo y que me den su lastima. Pero eso ahora ya no importaba, ahora solo importa encontrar a las siete espadas. En eso debo de concentrarme.
— ¡TIERRA A LA VISTA!
Cuando el vigía grita, Caspian corrió a las escaleras de arriba seguido de todos nosotros.
— Son las islas solitarias, el puerto de Narrowhaven. — nos explicó Drinian, mientras Caspian miraba la isla por el catalejo.
— Que raro, no hay ninguna bandera Narniana. — dijo Peter, mirando hacia la isla.
— Pero las islas siempre fueron de Narnia. — dijo Edmund, mirando por el catalejo.
— Es muy sospechoso. — dijo Caspian.
— Tal vez se fueron. — dije, poniéndome a lado de Edmund.
— Hay que enviar un grupo a tierra a explorar, ¿Drinian? — le ordenó Peter a Drinian.
— Perdóneme majestad, pero a cadena de mando inicia con el Rey Caspian. — le dijo Drinian.
Se que estaba mal, me gusto que Drinian le dijera eso. Me aguante la burla que quería hacer por respeto.
— Ah, claro. — dijo Peter, no se le veía contento, mientras yo intentaba ocultar mi sonrisa.
— Usaremos los botes, Drinian forma un grupo de expedición. — le dijo Caspian.
— Si. — le contestó Drinian.
— Bajen los botes, arrienden la vela y preparen el ancla.
— Hay que prepararnos. — nos dijo Maxinne.
— Vamos — comentó Susan. Poniéndose en marcha.
El barco soltó el ancla cerca de la isla los pevensie, Max, Caspian y yo íbamos en un bote, mientras que los demás marineros iban en otro, y el resto se quedó en el barco.
— ¡Adelante! ¡La emoción de lo desconocido nos aguarda! — exclamo Reepicheep, con mucho entusiasmo de pista la isla.
— ¿Y si esperamos hasta mañana? — pregunto Eustace, que venía con nosotros en el bote.
— No hay honor en darle la espalda a la aventura. — le dijo Reepicheep.
— Escuchen, ¿Dónde está todo el mundo? — pregunto Lucy.
— Anda, piernas de gelatina. — le dijo Reepicheep a Eustace, que intentaba bajar del barco.
— Yo puedo bajar sin que me ayuden. — y para su desgracia se cayó, rápidamente me acerqué a él ayudándolo a levantarse — Gracias.
— Mira no me agradas del todo pero eres parte de la tripulación, te tengo que proteger — le dije, empezando a caminar junto a Maxinne.
— Okey. — respondió sacudiendo su pantalón.
— ¿Están seguros de que es un familiar? — les pregunto Caspian, a los Pevensie, recibiendo un golpe en el hombro por mi parte.
— Por desgracia si. — dijo Edmund, ganándose un golpe mío — Te encanta golpear a la gente ¿cierto?
— Sip. — respondí mirándolo con una sonrisa. — Bromeó.
Sentía la mirada de Peter sobre nosotros, me sentí vengativa, ya se que esta mal, pero me sentí así. Aunque también sintió la mirada fría de Maxie sobre nosotros. Unas campanas sonaron de repente poniéndonos alerta, y haciendo que todos apuntáramos con nuestras armas.
— Reepicheep. — le llamó Caspian. — Tu y los hombres de Drinian aseguren el área, vamos a explorar, si no e vuelto al amanecer, envíen ayuda — le ordenó Caspian, a Reepicheep.
— Claro majestad. — le respondió Respuesta.
Caspian, Peter y Edmund iban adelante. Susan y Lucy iban en el medio y Maxinne, Eustace y yo íbamos al final. Llegamos a una enorme puerta de un edificio enorme. Estábamos a punto de entrar pero Eustace nos interrumpió.
— Si el lugar está vacío, regresemos al barco.
— No quieres venir a cuidar, lo que puedas. — le propuso Susan.
— Ahh si, buena idea prima, muy lógica. — respondió le Eustace, Caspian lo miro y camino hacia el dándole una espada pequeña.
Todos lo miramos preocupados, ya que todos sabíamos que Eustace no es el más fuerte de nosotros.
— Me quedaré con él. — dije dando un suspiro, bajando el pequeño escalón caminando hacia el.
— ¿Estas segura? Puede ser peligroso. — me dijo Peter.
— Si bueno, ya sabe majestad que puedo defenderme sola. Si pude salvar a Narnia de mi tío muerto. — comenté mirándolo atentamente. — Creo que podré cuidar a un niño rubio de una ciudad abandonada.
Podía sentir la tensión aquí, los chicos me miraban sorprendidos excepto Maxinne, pero el que más estaba sorprendido era Caspian, es normal, él sabía que yo había llorado por el mucho tiempo, y que ahora le hable así, le sorprendía. Caspian miro a Maxinne es busca de alguna respuesta, pero Maxinne se echo de hombros. Todos dejaron de prestarle atención a la escena y enfocarse en entrar. Peter espero a que todos entraran. Maxinne aún seguía ahí, pero Edmund regreso llevándola adentro dándole la oportunidad a Peter.
— Se que crees que no me importas pero — suspiro acercándose a mi. — Solo ten cuidado.
— Siempre lo tengo. — le dije, poniéndome alado de Eustace — Tú también.
— Tranquilos, yo vigilo. — dijo Eustace, interrumpiendo nuestra charla — Ustedes me dicen cuando entro.
— Tranquilo Eustace, estas conmigo nada te pasará — le dije tratando de calmarlo.
Pero un ruido de campanas interrumpiendo mi charla de "todo está bien." Iba a entrar pero un hombre había agarrado a Eustace, poniéndole un cuchillo sobre el cuello, haciéndolo gritar.
— Baja la espada si no quieres que lo deje sin cabeza. — Diciendo eso me obligo a tirar mi espada.
— ¡Si no quieren que vuelva a gritar como niña! ¡Será mejor que entreguen sus armas! — dijo el hombre.
— ¡No gritó como niña! — le reclamó Eustace.
— ¡HÁGANLO! — les gritó el hombre. — ¡BÁJALA!
— Pongan las cadenas. — volvió a decir el hombre. — ¡Lleven a esos cinco, irán al mercado — nos señaló a Lucy, Max, Susan, Eustace y a mi — y esos tres al calabozo — señaló a Peter, Caspian y Edmund.
— ¡Suéltenme! — gritó Lucy.
— ¡Escúchame traidor cobarde! ¡Yo soy tu rey! — le gritó Caspian.
— ¡Se arrepentirán de esto! — les gritaba Peter con enojo en su voz.
— Esto lo vas a pagar. — le dijo Edmund.
Gritos, eso era todo lo que se escuchaba. mientras unos hombres nos sujetaban, otros se llevaban a los chicos, mientras nosotras peleábamos para que no liberaran pero fue inútil. No llevaron a un lugar donde subastaban esclavos. En donde era obvio que lo harían con nosotros.
— ¡Ofrezco 60! — gritó un hombre.
— ¡Ofrezco 80! — gritó otro hombre.
— Yo doy 100 por la señorita. — dijo otro hombre.
— ¡Yo doy 120!
— ¡150!
— ¿Quien ofrece más? — pregunto el hombre.
Al ver que nadie hablaba, le colocaron a Lucy un cartel en el cuello, con la palabra "vendido."
— Y ahora, por este niño espécimen — dijo el hombre trayendo a Eustace — ¿Quién habré la subasta? — nadie había hablado — ¡anímense señores! tal vez es pequeño pero es fuerte.
— Si muy fuerte, huele peor que el trasero de minotauro — hablo un hombre haciendo reír a todos.
— ¡Esa es una mentira denigrante! ¡gane un premio a la higiene dos años seguidos! — hablo totalmente indignado Eustace.
Alcance a ver a los chicos encadenados, aunque no lo quería admitir, estaba preocupada por ese rubio idiota. También por mi hermano y mi amigo, pero más por él.
— Yo me llevaré al muchacho, de hecho ¡voy a llevarme a todos! — se quitó la capucha viendo con claridad a Reepicheep y Drinian.
Los otros hombres se quitaron la capucha logrando ver a los marineros.
— ¡Por Narnia! — gritó Reepicheep, junto a los marineros.
De alguna manera Maxinne había logrado quitarse las cadenas, liberándonos a nosotros. Todos nos pusimos en posición de ataque. Tome mi espada, Maxinne la suya y Susan su arco. Cuando termino la pelea, fue corriendo directo hacia los brazos de Peter. No pensé en lo hacía pero no me importaba, solo quería abrazarlo. Peter por su parte en el momento en el que lo abrase me correspondió de inmediato.
— Esto es muy conmovedor pero tenemos que irnos. — nos dijo Edmund, pasando a nuestro lado.
— ¡Andando tórtolos! — gritó Max, caminando junto a Edmund.
— ¡Clarisse! — le llamo. — Tenemos que hablar. — pidió Peter.
— No quiero, Peter. — estaba apunto de caminar hacia los chicos, pero Peter me tomo de la muñeca, impidiéndome caminar — Lo haremos, pero no ahora.
— Rey Peter, no quisiera molestarlo pero, la incomodidad de mi amiga está muy presente aquí y aún más su enojo. — me tomó de los hombros Maxinne. — Así que me la llevaré. Bye, bye.
Maxinne me empujo lo más que pudo. Solo pude ver como ella se había quedado unos segundos a hablar con él. O al menos espero que hablar. Maxinne me empujaba hacia adelante lo más que podía. Hasta que ella me dijo que me fuera con los demás, y yo no se porque la obedecí pero lo hice.
𝑴 𝒂 𝒙 𝒊 𝒏 𝒏 𝒆
Aproveche la oportunidad de que Clare esta con los demás, por lo que me acerqué con el Rey Peter a hablar de algunas cosas con él. Con amabilidad claramente.
— Oiga, puede que sea del rey, pero lo que le haya dicho no es justo para ella. Ella es buena, es dulce y amable para que alguien como usted le rompa el corazón. Sin ofender, claramente. — aclaró la pelirroja — Mientras que usted es tan orgulloso para disculparse que simplemente le inventa excusas para quitarse la culpa.
— Per... — lo interrumpió la pelirroja, antes de que hablara.
— Si va a hacer algo para recuperar a su amor, primero discúlpese por el daño que le ha hecho.
Las islas solitarias ahora era libres de los vendedores, los marineros, los chicos y yo, caminábamos hacia los botes. Caspian, Susan, y Peter iban al frente, mientras los Maxinne, Lucy, Edmund, Eustace y yo íbamos un poco atrás.
— ¡MAJESTAD! — gritó un hombre acercándose a Caspian. — ¡Majestad! Mi esposa fue secuestrada esta mañana.
— ¡PAPI! — gritó una niña acercándose al hombres.
— Déjalo Drinian. — le dijo Caspian, mientras yo me acercaba.
— Déjenme ir con usted. — le dijo a Caspian.
— ¡Papi! quiero ir también.
— No Gael, quédate con tu tía. — le ordenó a su hija. — Soy un buen marinero, he pasado la vida en el mar.
— Claro, acompáñanos. — le dijo Caspian.
— ¡Papa!
— ¿Alguna vez te he fallado? — le dijo el hombre abrazando a su hija. — Se buena hija.
Me pareció muy hermoso esa muestra de afecto que un padre le muestra a su hija. Yo no tengo muchos recuerdos de el mío, lo mataron cuando aún era pequeña, y esa muestra de afecto me recordó a él. Aunque sabía que nunca volvería a experimentar ese amor de padre e hija.
— ¡Majestad! — decía una voz. Quien se acercaba con una espada en manos. — Su padre me dio esto. La escondí en una cueva todos estos años.
Me acerqué hasta los demás al ver a tal hombre. Me coloqué al lado de mi hermano.
— Es una espada narniana. — declaró sorprendido Edmund.
— Si que lo es. — concordó Peter.
— Es de su Edad de Oro. Hay siete de estas espadas, regalos de Aslan para proteger Narnia. — el hombre miraba directamente a mi hermano, hasta que su mirada cayó en mi, y se detuvo por un ligero tiempo. — Su padre nos las confió. Ahora es suya. Espero que lo proteja.
Caspian tomó la espada y enseguida se escucharon los aplausos de la gente hacia Caspian. Mi hermano le agradeció al hombre y le dijo que encontraríamos a los ciudadanos. Para después dirigirse hacia los botes para embarcar el viaje.
Antes de irme, volteé a ver al hombre. Este se me quedo viendo con el ceño fruncido, como si estuviera tratando de descifrar algo.
— Espera, ¿acaso eres... ? — preguntó el hombre, pero antes de que terminara la preguntó yo lo había interrumpido.
— Soy la Princesa Clarisse II, soy hermana del Rey Caspian. — le expliqué.
— Eres muy parecida a tu madre, pero con los ojos de tu padre. — sonrió el hombre pareciendo que estaba recordando o teniendo un deja vu.
— Gracias. — le sonreí y tome camino hacia el bote, donde ya todos me estaban esperando.
te entiendo Clarisse, te entiendo. aunque tu padre esté muerto y el mío ausente, te entiendo bien.
okey, okey, ya dejó de llorar.
de que me la parte en la que le dice a Clarisse sobre sus padres, yo se que Clarisse quería llorar por segunda vez.
*llora más*
bueno, espero que les haya gustado el cap, y espero que dejen su voto, no deja lectores fantasmas.
pero bueno, recuerden comer, y dormirse temprano (hablo la que se duerme a las 4 de la madrugada) porque si no se duermen temprano les jalo las patas en la noche.
bye bye