Despiadado.

By BUNNY__SS

699K 44.7K 16.8K

No necesita atarme, pero desearía que lo hiciera... Hace unos meses, si me contaran que sería secuestrada por... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50

Capítulo 36

7.6K 583 147
By BUNNY__SS

Creí que nos daría la oportunidad de complacerlo en algún cuarto dónde pudiéramos llevar a cabo nuestro plan, pero estaba equivocada, el General, "Amablemente", me hizo arrodillarme frente a él, delante de todas esas personas, inclusive Julian se vio asombrado por el accionar del hombre, demasiado precavido, o morboso, dependiendo del punto de vista, quizá por eso mismo es el General y no un simple Oficial.

Debe ser mucho más listo.

Debo ser más precavida.

— Así... así... empújalo más hacia el fondo...

Su pene estaba en lo más profundo de mi garganta, el sabor salado de su presemen era imposible de no sentirlo, movía mi lengua de un lado hacia el otro para darle placer a este asqueroso hombre que enredaba sus dedos en mi cabello.

— Tú, ven aquí — Señaló a Julian— está prohibido que los compañeros realicen actos sexuales, pero no está prohibido que él sostenga tu cabeza y te empuje hacia mi pene, cada vez más profundo, sin hacer caso a tus quejas.

Observé a Julian con seguridad, dándole el pase para que hiciera lo que quisiera, pero luego tendrá que pagármelas, hacer el oral por él es un favor, pero si el viejo quiere el culo, que tome el de Julian, suficiente tengo con desencajarme la mandíbula con este pene subnormal.

— Sí señor.

Dijo al final, colocándose tras de mí, enredando sus dedos en mi cabello, empujando mi cabeza hacia el General, que movía sus caderas hacia mí, estaba tan profundo joder, tuve un par de arcadas en ciertos momentos, al viejo le excitaban las arcadas, intentaba provocarlas una y otra vez.

No podía dejar de pensar una y otra vez, una y otra vez, ¿Cuándo terminará este asqueroso viejo? ¿Cuánto más va a durar esto?

— Tú puedes Yura, tú puedes.

Me alentó Alexei, era un poco extraño en esta situación, que me estuviese viendo era...

— Es como porno en vivo, no sabes lo excitante que es imaginarte haciéndole eso a mi propia verga, imagina que soy yo, imagina que son mis dedos los que te presionan hasta no poder más, imagina cuanto te deseo en estos momentos...

De alguna manera, escucharlo susurrarme cosas morbosas al oído me ayudó para poder terminar lo que comencé, dándole un buen espectáculo al general, abriendo la boca y sacando la lengua para mostrarle todo lo que me había dado, y al parecer, eso le gustó, me gané una caricia en la mejilla, y una orden.

— Trágalo todo.

Lo tragué, claro que lo tragué, y puse el mejor rostro posible a pesar de que esa simple acción me dieron ganas de vomitar, pero lo soporté.

— Esa es mi chica...

Susurró mi hombre.

— Señor.

Sonreí.

— Pediré por ustedes más tarde, dormirás conmigo preciosa.

Acariciando mi barbilla, deslizó sus dedos hasta mi cuello, apretándolo con la fuerza suficiente para quitarme el aire.

De alguna manera, eso me excitó, aún tenía las palabras del jefe dándome vueltas por la cabeza, cuando lo vea... no dejaré a Alexei salir del cuarto.

— Estaré feliz de ser su elegida mi señor, y no me molesta compartir, entre más personas seamos, es mejor — acariciando su pierna— Puede hacer lo que quiera conmigo, soy buena en todo, puedo hacerlo todo.

— ¿Qué hay de tu compañero? ¿Es bueno?

— ¿Bueno? Mi compañero lo complacerá como ningún otro señor, somos los favoritos en nuestra Academia, por eso nos enviaron aquí, para darle el mejor de los cumpleaños.

Deslizó su pulgar por mi labio inferior.

— Vendré por ustedes más tarde, entretengan al resto de Oficiales mientras, estoy seguro que encontrarán algo que hacer.

Arregló sus pantalones y sólo se marchó.

— Me debes una, ya sabes que me debes una — levantándome del piso, arreglando mi cabello— Cuando pregunte por culos, le diré que el tuyo es el mejor.

Desordenó mi cabello otra vez, riendo como un crío.

— Me preparé para esta noche, así que déjalo que él y su gran pene vengan por mí.

Decidido.

Ordené mi cabello otra vez negando sonriente.

— No hay caso contigo, no sé quién de los dos es el mayor aquí.

— Cass y yo tenemos una regla cuando trabajamos de esta manera.

— ¿Y esa cual es?

Buscando una copa de lo que sea, necesitaba quitar el mal sabor de boca.

El pene de Alexei y todo lo que me dé es lo unico que me gusta.

— Si trabajamos, nos divertiremos, enfrentaremos todo lo que venga con sonrisas.

Rodeando mis hombros, comenzando a caminar por la mansión, intentando evitar a los Oficiales, entre menos nos topemos con ellos, mejor.

— Ustedes dos, dejen de comer y hagan lo que fueron a hacer ¿A cuántos han matado?

Julian dejó de moverse, iba directo por un panecillo, pero la voz de Cass lo detuvo.

— Ninguno. Y no es porque no queramos, es que están en grupo, eso podría ser perjudicial para nosotros.

Explicó.

— He pensado que quizá podríamos reunirnos con otros "dorados" — hablando en código, no podía decir en voz alta sobre los infiltrados— si somos más...

— No puedes hacer eso, el código de vestimenta podría alertar a los Oficiales, las reglas que pusimos fueron no involucrarse entre sí a menos de que así lo elija el General, arriésguense, pueden hacerlo, confío en ustedes.

Julian y yo intercambiamos miradas.

Creo que llegó la hora de dejar de pasar desapercibidos.

Me quité el vestido con rapidez, viendo a Julian desnudándose, tomando nuestras ropas, acercándonos a los olvidados tubos de pole dance junto al tipo que pone la música aquí.

— Yo le pediré la música.

Se ofreció.

Segundos después, Suffer de Charlie Puth comenzó a sonar por los alto parlantes, llamando la atención de las personas a nuestro alrededor, acercándose.

Tomé el tubo con delicadeza, subiendo mi mano derecha, enredé mi pierna izquierda por este, moviendo mi cabeza hacia atrás, acariciándome con el tubo, subí lentamente por él, sujetándome con una mano, girando por él, subiendo ambas piernas, separando las piernas a todo dar, volví a la posición original, apoyando ambos tacones en el piso, presionando mi trasero con el tubo, arqueando la espalda, luego fui directo al piso, arrodillándome, separé las piernas, masajeando mis muslos, mi vientre, mis pechos y mi cuello, girándolo lentamente, utilizando las uñas para verme mucho más ardiente, sé lo mucho que los excita lastimarnos.

Observé a Julian de reojo por un par de segundos, en tres segundos más, debía venir a mí, para bailar en conjunto, mostrarles lo buenos que éramos juntos, lo perfectos que podíamos ser.

Ambos de pie, Julian cruzó mis manos, sosteniéndolas en lo alto, entonces comencé a deslizarme por su cuerpo, pegando bien mi trasero a su pene, levantando la cabeza, para que su mano libre apretujara mi cuello, subiendo hasta mi barbilla para que lo observara, robándome un beso.

— Agradece que esto es trabajo, porque si lo hicieras a propósito, te tendría a tres metros bajo tierra.

Ladró Alexei. ¿Cómo podía vernos?

Será que los otros infiltrados también pueden mostrarles lo que hacemos.

Antes de poder darle más vueltas al asunto, terminando nuestro baile, dos oficiales se nos acercaron. Ambos, tanto Julian como yo, agitados, sonreímos.

— ¿Nos permiten complacerlos esta noche?

Susurró Julian.

— Por favor mi señor... por favor...

Deslizando mi mano por el pecho de cada uno, sintiendo su respiración pesada.

Estos hombres son tan fáciles...

— Vamos al cuarto — lamiendo sus labios— Espero que vayan bien con el BDSM, porque hoy discutí con alguien y estoy un poco enojado.

Otro idiota más, todos los Oficiales son iguales.

— Señor... me excita mucho cuando me tratan mal, por favor no se contenga.

De reojo vi sus pantalones, las erecciones eran visibles a simple vista, ya estaban en la bolsa.

— Vamos al cuarto.

— Sí señor.

Respondimos al unísono con Julian.

Caminamos a unos pasos de distancia de ellos, era ahora o nunca.

— Alexei, apaga todo, no quiero que veas o escuches esto.

— ¿Estás loca? Necesito saber que estés bien, esa era la idea de poder ver y escuchar lo que pasa.

— Apágalo todo o te juro que me enojaré contigo, voy a hacer cosas que no quiero que mi futuro esposo escuche, porque me siento mal, me siento sucia haciéndolo, pero es necesario. Te prometo que los voy a matar antes de que me toquen lo suficiente como para que me den nauseas, pero apágalo todo por al menos veinte minutos.

— Me volveré loco sin saber de ti.

— Por favor Alexei... no me siento bien sabiendo que escucharás todo.

— Está bien... no estoy muy de acuerdo, pero respeto eso. Confío en ti, ten cuidado.

Luego... nada. Cumplió con su palabra, y yo cumpliría con la mía.

Apenas cerramos la puerta, empujé a uno de los Oficiales hacia esta, tomando el palillo que supuestamente mantenía mi cabello atado en orden, quité el extremo y se lo clavé en la garganta repetidas veces, tomándolo por sorpresa.

— ¡¿Pero qué mierda?!

Gritó el otro Oficial.

— Demasiado tarde amigo.

Julian lo golpeó con la suficiente fuerza para noquearlo, y luego... lo mató.

— Creí que les daríamos un momento feliz antes de matarlos, yo estaba haciéndome la idea.

Viendo esos dos cuerpos inertes en el piso.

— Bueno, no me dio la gana darles su momento feliz, mi hombre... él debe estar pensando muchas cosas en estos momentos, ya hice una mamada, si puedo evitar hacer más cosas, lo haré.

Limpiando mi navaja en la ropa del sujeto, le puse la tapa y volví a colocarla en mi cabeza.

— Ahora debajo de la cama — arrastrando al sujeto— No... pensé en las consecuencias que podría traerte este trabajo, yo estoy soltero, así que realmente no importa, pero tú estás por casarte, él puede malinterpretar todo esto, lo siento.

Ocultamos ambos cuerpos bajo la cama, limpiamos la sangre que salpicó y nos vestimos, en silencio.

La verdad, no tenía ganas de hablar sobre las complicaciones que pudiesen resultar luego de este trabajo, si pudiese ser egoísta, me gustaría destruirlo todo y conservar a Alexei y Alek, quiero todo, y eso se ve bastante feliz...

Revisamos que no hubiese nadie a la vista, y regresamos a la fiesta, bebiendo y comiendo, hablando con otros reclutados, infiltrados y reclutados normales, para que no identificaran ningún patrón, lo más interesante, es que esa noche, nosotros no matamos a nadie más, pero los Oficiales que asistieron a la fiesta, de pronto... desaparecieron, y entonces llegó el horrible momento de ir a complacer al General, Alexei ya me ha hablado un par de veces, le dije que esta vez no podría evitar tener sexo como las otras veces, el General es un hombre astuto y agudo, le dije que se desconectara, pero esta vez no quiso hacerlo, estaba preocupado, un Oficial es fácil de derribar, pero ¿El General? Sumando que habría un grupo de temerosos reclutados que podrían delatarnos por miedo... demonios... esto sí que será difícil.

Para cuando subimos las escaleras hacia el cuarto señalado, nos encontramos con una pareja de infiltrados y una pareja de reclutados normales, puede que sea más fácil de lo que creemos.

— Ten cuidado.

Escuché.

Me ponía los nervios de punta saber que estaba pendiente de todo lo que sucedía.

— Prometo que dejaré que me hagas lo que quieras cuando regrese a casa.

Susurré.

— Trato hecho. Comenzaré a hacer una lista.

Sonó animado.

Espero que al menos con eso en mente, no me odie por lo que estoy a punto de hacer.

— Mi señor, le traje whisky, doble, con dos hielos ¿Hacemos un brindis?

Aceptó el vaso sin dudarlo, chocándolo conmigo, ambos bebimos.

Tomé grandes cantidades de alcohol para prepararme mentalmente para lo que estaba a punto de hacer.

— Eres bonita, haces buenos orales, me gusta tu cuerpo — deslizando sus manos por mi cintura y caderas— Quiero que me montes.

Soltó sin más.

El viejo tenía el rostro bastante colorado, debe estar ebrio.

— Sí señor — dejando el vaso en el lugar más cercano— ¿Quiere que me desnude completa o me dejo algo de ropa?

— Completa.

— Sí señor.

Sin hacerlo esperar más tiempo, me quité mis prendas, dejando todo ordenado en el piso, hay personas que tienen problemas con el desorden, y aquí, en este cuarto, todo estaba muy organizado.

— Pon tu trasero hacia acá, quiero ver cómo entra.

— Sí señor.

Dándole la espalda, me senté a horcajadas sobre él, sosteniéndome de sus muslos para comenzar a bajar, sintiendo su asqueroso pene llenando mi interior.

Mierda... perdóname Alexei...

— Mi señor, me encantaría tomar el lugar de mi compañera, estoy seguro de que podría complacerlo mucho más que ella, déjeme demostrarlo por favor.

Estaba a medio camino cuando Julian interrumpió, parecía nervioso, sus ojos lo delataban.

¿Qué estaba haciendo?

— ¿Crees que puedes hacerlo mejor que ella?

— Puedo hacerlo sentir mejor señor, será mucho más divertido, jugaremos todos con usted.

Me detuve, observando al General.

— Bien, veamos que puedes hacer — dándome el permiso de levantarme— en la misma posición que ella.

— Sí señor.

— Quédate desnuda, junto a nosotros, tócate los pechos mientras lo hacemos.

— Sí señor.

Hincándome junto a ellos, vi a Julian desnudarse y tomar mi lugar, a horcajadas del ese hombre, permitiéndole ver como entraba y salía.

Julian cumplió su palabra, culo por mamada, le devolveré este favor en algún momento.









~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

HOLA HOLA MIS AMOREEES

HE VUELTO LUEGO DE ESTAR DOS DÍAS MUERTAS ¿CÓMO HAN ESTADO NENAS?

ENTRE OTRAS NOTICIAS, YURA ESTÁ ON FIRE, ESTA HACIENDO COSAS MUY DIFICILES PARA ELLA

LA ENTIENDO MUCHO AL DECIR QUE TEME QUE TODO SE VAYA A LA MIERDA CON LO QUE ESTÁ HACIENDO

ME PARECE MUY LINDO QUE ALEXEI LA APOYE EN ESTO, ENTIENDE QUE PARA YURA DEBE SER MUY DIFICIL HACER TODO ESO SABIENDO QUE SU PROMETIDO ESTÁ VIENDO Y ESCUCHANDO TODO.

¿PODEMOS HABLAR DE JULIAN POR FAVOR? JULIAN ES TODO LO QUE ESTÁ BIEN EN ESTE MUNDO, LA PROTEGIÓ, CUMPLIÓ SU PALABRA, RECORDÓ LA CONVERSACIÓN QUE TUVIERON Y NO DEJÓ QUE YURA HICIERA ESO QUE PARA ELLA ERA TAN PERSONAL, ELLA SÓLO QUIERE HACERLO CON ALEXEI, LAS CIRCUNSTANCIAS SON DIFICILES, Y JULIAN (MI VARÓN) LA SALVÓ

ESTOY MUY FELIZ POR ELLOS.

¡MUERTE AL GENERAL! ESPERO QUE MUERA PRONTO ESE VIEJO.

NOS VEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO MIS AMORES

¡NOS LEEMOS!

Continue Reading

You'll Also Like

1.5K 78 42
Una chica es secuestrada para ejercer de criada en casa de un sicario. Ambos acaban por enamorarse y tener una relación. Lo que ella no sabe es que é...
4M 274K 172
Han pasado 3 años desde la última vez que el príncipe Alexander sintió su corazón latir por una mujer, es tan mujeriego que todas las mujeres de Ingl...
34M 2.6M 91
Alexandra Carlin, es una chica recién graduada de la universidad, sin éxito en el campo laboral, es contratada por fin como secretaria del presidente...
128K 7.4K 24
las cosas pasan por algo y eso lo sabe emily que terminó con un corazón roto pero volvió con uno mas fuerte aun y nadie lo derribara menos cuando se...