Rebeca
Dos semanas después, me senté en la mesa donde indicó Gabriela junto a ella, era receso y como de costumbre para ella; la mesa del centro era nuestra.
Casi todo volvió como al principio, solo que Marcus ahora se junta con diferentes amigos, nos seguimos hablando...pero creo que extraño a las chicas a pesar de todo.
—¿Estas bien? —preguntó Gabriela una vez que no me vio articular ninguna palabra.
—Si...—susurre casi inaudible cuando vi a Dylan pasar por la cafetería tan serio como antes o más.
Cuando me refiero a que todo volvió a ser como al principio, me refiero a la distancia entre Dylan y yo. Ahora ni nos miramos, al menos él a mí no.
Y mi ropa...ya no me siento yo, me he vuelto como Gabriela.
Sentí como alguien se sentaba a mi costado y al otro también. Cuando gire a ver quién era vi a las gemelas que siempre acompañan a Ashley, solo que esta vez ella no venía incluida en el paquete. Hice una mueca.
—Hola, Becky—me saludo Selena.
—Hola—sonreí a ambas y abrí mi botella de agua natural para luego beber de ella. Mire mi comida, normalmente no comería esto si no fuera porque el baile de graduación se acerca y Gabriela quiere comprar unos vestidos. Una ensalada. Bufe.
—¿Escucharon que Ashley va a invitar al baile a Harry Evans? —dijo Selene con una mueca de desagrado, como si quisiera remarcarle a Ashley lo que hizo. Sonaba molesta.
—¿A Harry? —pregunte yo de nuevo y ella asintió. No quería que Harry fuera con Ashley, se estaba volviendo una persona especial para mí porque él es el único que ha escuchado mis llantos. ¿Por qué él? Porque tengo miedo de ir con Dylan, con Tyler o con las chicas e incluso los amigos que logre hacer con ellos en esta escuela. No estaba celosa de que Ashley invitara a Harry, sino que me molestaría si le hace algo. Ella es tan...vil.
—Es una maldita, yo le había dicho que quería invitarlo—Selene hizo una pequeña rabieta arrugando una servilleta.
—¿Te gusta Harry? —me reí un poco. Ahora estando un poco más cómoda con las gemelas sabiendo que odiaban a Ashley tanto como yo. Pero aquello estaba mal, Ashley estaba rodeada de personas que solo fingían quererla para aprovecharse de ella.
—A todas les gusta Harry.
Me encogí de hombros.
—A mí no.
—Lo dices porque tu estas atascada con Dylan—Gabriela me rodo los ojos cuando la vi. Fruncí el ceño.
La amiga que yo creía era la mejor, ahora se estaba volviendo....diferente. O tal vez será que vi su otra cara...como la primera vez que la conocí. Ella dijo: "Todos somos una moneda, tenemos dos caras y cada quien decide cual mostrar".
Solo espero no estarme equivocando.
—No puedo decirle a mi corazón que ya no quiera a Dylan así y ya, porque no puedo. —protesté.
—Fácil—Gabriela se inclinó sobre la mesa y me sonrió de una manera arrogante—Búscate otro.
—No es tan fácil como lo dices. No puedo hacer eso...todavía lo amo.
—Si él te amara te buscaría—Opino Selena.
—¡Bingo!—Apoyo Gabriela elevando una fresa al aire con un tenedor y después comerla.
—Ya no quiero hablar de esto—suspire y mire mi ensalada. —Ni siquiera tengo apetito...
Cuando era clase de Deportes Gabriela venia conmigo, nos tocaba juntas. Estábamos en los vestidores y ella tenía tanta confianza que se quitaba la blusa en frente de todas, yo me giraba porque...no era tan liberal.
<<Que valiente>> pensé, pues Gabriela debería de estar muy satisfecha con su físico.
Me senté en el suelo y amarre mi tenis.
—¿Quieres que te peine? —preguntó Gaby cuando me vio recogiéndome el cabello. O al menos un intento de ello, jamás había sido buena para peinarme; normalmente lo dejaba suelto.
Sonreí y deje mi cabello caer sobre mis hombros a la vez que me levantaba del suelo, dándole a Gaby una liga en las manos para que empezara cuando quisiera. Me tomo del cabello, y después ya no supe que estaba haciendo.
—¿Estas triste o enojada? —dijo ella desde atrás. Hice una mueca.
—No...tal vez un poco triste y enojada...bueno si, lo estoy. Ambos.
—¿Por qué?.... —se quedó callada por un gran tiempo y yo igual, pues sabía que quería decir algo mas—¿Las cosas van mal con Dylan?
Soltó mi cabello y me gire a verla tocando el moño que había hecho.
—Si...
—¿Se comporta distante?
Me encogí de hombros y tome mi botella de agua color azul y di un trago. Salimos ambas a la cancha pero antes dejamos nuestras cosas en la mochila.
—Casi como siempre. —respondí.
—¿Segura?, antes era menos distante.
—Si pero...él no es así todo el tiempo. No lo conoces como yo.
Empezamos a hacer calentamiento como cada vez que el profesor nos pedia hacerlo. Nunca hacíamos nada más que correr.
—¿Estas segura de que lo conoces como tú crees?, porque cuando lo dices no suenas muy convencida.
Mire a Gabriela por unos momentos y no supe que decir. Es verdad, ¿lo había llegado a conocer verdaderamente?
De un momento a otro choque con alguien y ambos caímos al suelo. Sentí como me raspe el brazo izquierdo.
—¡Becky! —Chillo Gabriela. Incluso asustándose más que yo.
Hice una mueca de dolor y me senté en el suelo, no podía ver la profundidad de mi herida pero pude sentir como descendía algo sobre mi brazos, y después vino la sangre en el suelo.
—¿Beca, estas bien? —preguntó una voz reconocida para mí pero no quise pensar si era ella.
—¡Ten más cuidado, gata! —grite levantándome del suelo con ayuda de Gabriela quien me ayudo a acomodar mi ropa. Estaba enojada, me había lastimado.
—¿Me llamaste gata? —Levante la mirada y me encontré a Pili, dedicándome una mirada furiosa.
No sé por qué pero algo en mi reaccionó como auto-reflejo.
—Sí, te dije a ti. ¿Tan desubicada estas como para correr hacia el lado contrario?
<<Detente>>
—¿Desubicada yo?, tu eres la que no se fija en donde va.
A sus espaldas llego Brenda y la tomo del brazo, diciéndole que no valía la pena aquella discusión.
—¿Qué te pasa, Beca? —hablo Pili, mirándome y negando con la cabeza como si estuviera decepcionada de mi—Tú no eres así.
—¿Que no es así?, claro que es así, siempre lo ha sido. —Gabriela llego y se puso a mi lado—Ahora fíjate en lo que haces, Ortiz.
Pili no le hizo caso a Gaby, pero a mí sí. Sus ojos me miraban con tristeza.
—¿Todo esto es por qué?, ¿por Dylan?, ¿por Gabriela? Porque si es así nosotras no tenemos nada que ver. Esta no eres tú. —volvió a repetir.
—No es por nadie, ¿okay?, yo soy así y si no te diste cuenta... —me encogí de hombros como si aquello no me importara. Pero el nudo en la garganta llego y los ojos vidriosos igual. Era como si una parte de mí no quisiera destrozar a las personas, pero el otro si, se volvía como Ashley y eso no me gustaba—entonces que torpe.
<<¡Detente!>>
—Aquí la torpe eres tú por dejarte guiar por esta, prostituta—dijo Pilar, señalando a Gabriela con asco.
Me acerqué a ella retadoramente hasta quedar frente a frente. Y pude ver como Pilar de igual forma quería llorar por herirnos mutuamente.
—Aquí nadie es más prostituta que tú. Deja de insultar a mi amiga o te las veras conmigo.
—¿Estas segura de que ella es tu amiga?
—¡Si lo es! Así que mejor cállate o te meterás en problemas...—me corto y me empujó hacia atrás haciéndome tambalear.
—¿Contigo?, que miedo.
<<¡Beca, basta!>>
Fue entonces cuando me lance con todo lo que tenía hacia una de mis amigas... ¿Qué me está pasando? Yo nunca le hubiera hecho esto a Pili.
...Esta no soy yo...