Senku era un hijo de perra. No tenía idea de lo que estaba planeando cuando se presentó de lo más animado frente a Minami, él no era así, podía no conocerlo del todo, pero sabía que nunca se comportaría tan amigable con una humana a menos que quisiera algo.
Tan pronto como se presentó se había retirado, no sin antes mencionarle que se verían a la noche, por lo cual tuvo que evitar las preguntas de la manera más fácil. Escapando, mintiendo que debía de terminar algunas cosas en su departamento que le pidió su hermana
Kohaku tenía un único lugar en calma, el único lugar donde había una persona que la escuchaba y aconsejaba como si fuera otra hermana mayor para ella. Adoraba a Minami y Kirisame, así como también adoraba a Ruri, pero desde que Amaryllis apareció en su vida pudo calmar sus pensamientos, sobre todo por las infusiones de hierbas o el café que está preparaba en su cafetería.
—¡Kohaku! Hace tiempo que no te veía por aquí .-Amaryllis le sonrío apenas la vio entrar al lugar, corriendo hacía ella ofreciéndole una mesa cerca de la ventana-. No me digas, hoy pareces necesitas una infusión de tila, te la traigo en seguida cariño.
Kohaku sonrío mientras tomaba asiento, Amaryllis había aparecido en su vida el mismo año en que Ruri cayó enferma, no recordaba cómo era que había descubierto ese lugar, pero si sabía que los consejos de Amaryllis la ayudaron mucho a lidiar con la enfermedad de su hermana, incluso había hecho que recupere la esperanza de que Ruri se salvará, y tuvo razón, aunque esa esperanza había vuelto sobre todo con la presencia del bastardo de Senku
—Aquí tienes, cariño .-Amaryllis le entregó la taza y se sentó frente de ella sin dejar la sonrisa en su rostro-. ¿Cómo has estado, Kohaku?
¿Cómo había estado? Bien, lo estaría mejor de no ser por lio que tenía en la cabeza por pensar en lo sucedido a la salida de la universidad.
—Bien, estresada con cosas de la universidad ¿Qué tal va el negocio? .-bebió un sorbo de la bebida caliente y rápidamente sintió un relajo por todo su cuerpo-. ¡Qué bien sabe esto!
—Sabía que lo necesitabas .-la dueña del lugar guiño el ojo sin dejar de sonreír, sobre todo si la rubia estaba allí-. ¿Qué tal tus exámenes? El negocio va de maravilla, aunque como ves, hoy no hay muchas personas por ser día entre semana.
Kohaku dio un vistazo al lugar y se sorprendió de que sólo hubiese cuatro personas allí, contándola a ella, habría jurado que ese lugar siempre estaba lleno cuando pasaba solo a saludar, era extraño que cuando ella iba casi no había gente.
—Salí bien en mis exámenes .-volvió a beber de su taza sonriendo, Amaryllis tenía algo en sus bebidas, definitivamente algo mágico.
—¿Algo más que quieras contarme? Siempre vienes aquí cuando te preocupa algo ¿Por tu novio quizás?
—¡Yo no tengo novio! .-se llevó la mano a la boca luego de notar que había alzado la voz, pero la joven tenía razón, estaba preocupada por algo-. Verás... Conocí a alguien .-sí, le mentiría a ella aún después de toda la amabilidad-. Pero, esta persona no es normal, no sé cómo explicarlo. Solo sé que no es alguien en quien pueda confiar.
—¿Y qué es de ti, esta persona? ¿Un amigo? ¿O solo conocido?
¿Qué era Senku? En palabras de él, seguramente tendría que decir que era su dueño.
—Es solo un conocido, pero no puedo alejarme de él .-suspiró un poco para después ver hacía la taza entre sus manos-. Y tengo miedo de a donde lleguen las cosas si sigo hablando con él.
Amaryllis la estaba viendo con algo de lástima, de eso estaba segura y ella se sentía tonta por ir siempre a contarle sus problemas, aunque sabía que eso estaba mal, ni siquiera sabía algo de aquella joven que siempre le ofrecía consejo y una mano amiga.
—¿Y por qué no puedes alejarte de él, Kohaku?
—Porque él es la persona que salvó a mi hermana.
¡¿Por qué había dicho eso?! ¿Ahora como lo explicaba? Iba a justificar eso de manera rápida inventando otra mentira, pero Amaryllis tomó sus manos por sobre la taza sonriente.
—Nunca terminamos de conocer a las personas, pero en todas hay una pizca de bondad. Por muy pequeña que sea, no todo puede ser malo Kohaku.
Pero Senku era un demonio, Senku era maldad. Una maldad que no sabía que estaba planeando, no sabía nada de él.
—Tal vez, tengas que empezar a conocer a esta persona primero. Salvó a tu hermana por algo, puedes ayudar a esta persona a encontrar su bondad interior, cariño.
¿Senku junto a la palabra bondad? ¡Bah! En sueños. Estaba segura de que eso no era verdad, pero también le llamó la atención lo dicho por su amiga. Si quería saber que estaba planeando Senku, debía conocerlo.
—Creo que tienes razón .-sonrió y levantó su taza nuevamente después de que Amaryllis soltó sus manos-. ¡Oye! ¿Y qué tal te va con eso de ampliar el local?
Iba cambiar el tema ahora que estaba a tiempo, porque su amiga no la podía ayudar más que eso, no era cosa fácil lo que había decidido hacer esa noche apenas el demonio apareciera.
Lo haría, esa noche iba a proponer un trato que Senku no iba a rechazar, ni, aunque le dijera que no podía hacerlo.
—¡De maravilla! Ya tengo un arquitecto que me hará los planos para ampliar el lugar.
—¡Me alegro! Tus delicias deben ser ingeridas por muchas más personas.
Amaryllis suspiró antes de volver a hablar. Era difícil ser un ángel guardián, más cuando de un momento a otro había dejado de sentir la energía vital de una humana, ahora estaba segura de lo que temía hace bastante tiempo cuando Kohaku dejó de ir a la cafetería.
La humana que fue bendecida había traicionado a quien la bendijo. Kohaku había tomado un trato con un demonio y por eso fue abandonada, pero ella no lo haría.
Ella no abandonaría a ningún humano, trataría de salvar su alma a como dé lugar.
Había sido divertido molestar a su pertenencia en su lugar de estudio, incluso se había divertido al robarle un beso sin siquiera comer de la energía vital de ella, pero ahora había algo mucho más importante.
—¿Qué averiguaste? .-Senku se sentó en el sillón de su departamento moviendo la cola de un lado a otro, esta vez de color negro.
—La novia del traidor está estudiando periodismo y en periodo de exámenes. Me habló de él, los humanos ahora lo conocen como Shishio Tsukasa, no tengo idea de donde mierda lo saco .-Homura bufó mientras se sentaba a un lado de su hermano-. Se convirtió en boxeador, es inteligente pensando en que, si quiere seguir comiendo de humanos es la manera más rápida de torturarlos .-la plática que tuvo con la humana Minami lejos de molestarla, le dio hambre-. Por dos semanas está en California por una competencia o algo así.
—¿Algún trato? ¿O su alma está libre? .-hurgó en su oído despreocupado, había sido fácil meter a Homura a ese lugar.
—Ningún trato. Puedo tocarla libremente, Tsukasa jamás se enterará si le pongo un dedo encima.
La sonrisa en el rostro de Senku se amplío al escuchar esas palabras, pero su hermana se estaba equivocando en algo.
—Queremos que se entere Homura .-rio un poco al notar la cara de incredulidad de su hermana, aún no entendía su plan-. Es obvio que la humana le hablará de ti y de mí, el traidor sabrá que vamos tras su puta.
—No entiendo ¿Cuál es tu maldito plan, hermano? .-frunció el ceño ante lo escuchado ¿No era mejor que Tsukasa no se diera cuenta?
—Quiero orillar a Tsukasa a sacar lo peor de sí. Es más que obvio que su noviecita humana no tiene idea que es un demonio .-acercó los dedos a golpear la frente de su hermana, era algo fácil de entender-. Ese maldito traidor se va a desesperar cuando se enteré que sé quién es su perra ¿Y qué crees que hará? .-se quedó viendo un rato a su hermana, esperando una respuesta-. Vendrá a mí, querrá pelear y está vez no se salvará. Y aunque lo hiciera, no puede justificar que tú no te hagas amiga de ella ¿O sí?
Ese era el plan en cuestión. Tsukasa no podría estar todo el día protegiendo a esa humana, y él sabía que tarde o temprano todos los humanos caerían en una tentación, Homura tenía que incitar a Minami a eso, para que él pudiera tomar su alma como un demonio de la violencia.
Tsukasa sufriría sabiendo que el alma y cuerpo de la mujer le pertenecía a él, y la cereza del pastel sería cuando Gen descubriera los malditos votos, lo haría romperlos de una u otra forma.
El traidor pagaría, ya sea dejando de existir o sabiendo que torturaba a su perra.
—¿Cómo harás para que mamá no se dé cuenta de todo esto? .-eso era lo que más le preocupaba, de ser descubiertos por su madre y se lo informaba a su padre, irían ambos directo al río del purgatorio.
—Te dije que aún me queda una pluma de Xeno, si nos envían al purgatorio te la daré. Sé que si se entera madre o el viejo nos meteremos en problemas .-acarició la cabeza de su hermana antes de levantarse-. El único que nadará en el río seré yo, así que no te desesperes .-dio un nuevo golpecito a la frente de su hermana, aún con la mala cara con que ella lo observaba-. Ahora, iré a informarle a Gen del paradero del traidor.
Senku desapareció dejándola sola en ese lugar. ¿Por qué su hermano tenía que ser así? Senku siempre la había cuidado, pero los problemas entre ellos llegaron cuando ella hizo el trato con Hyoga, pero siempre pudo confiar en él.
Homura odiaba ese lugar. Odiaba el purgatorio con toda su vida eterna ¿Por qué tenía que pasar por eso? Aún no tenía ni sus cuernos, tampoco había hecho un trato, ella no tenía por qué estar en el río.
—¿Ya estás llorando otra vez? .-Senku de sentó bajo el árbol gris en donde ella estaba trepada-. Cuando Xeno vea que no estás en el prado, te agregaras más tiempo en el río.
—¡No quiero ir! .-abrazo sus piernas con fuerzas, tenía a Xeno-. ¿Por qué padre nos mandó aquí?
—Para desarrollar tus poderes y de paso, para castigarnos por lo que paso con ese demonio de cuarta.
Senku y ella habían estado molestando a un demonio en el tercer círculo, pero solo porque su madre y padre no los estaban vigilando, y ellos eran niños que se aburrían.
—¡No hicimos nada! ¡No tengo por qué estar en el río y mucho menos tengo porque hacerle caso a ese Serafín!
Senku alzó la mirada topándose con los ojos llorosos de ella. Homura era sería siempre, y está era la primera vez que se desesperaba tanto por no tener control de una situación.
—Solo es un río, algún día tu infligirás todo ese tormento .-suspiró y levantó la mano hacia ella-. Baja de ahí.
—¿Me llevarás al río? .-temió tener que volver a sentir lo que era su cuerpo rasgarse, el llanto, la pena, todo.
—¡No seas tonta! Te llevaré a donde me escondo, Xeno no va a ese lugar jamás.
Confío en él. Bajo del árbol y camino de mano de su hermano, evitando a Stanley quien los estaba buscando por órdenes del Serafín.
Senku la guío hasta un árbol mucho más grande del que estaban, era un manzano en medio de un desierto, las manzanas eran lo único rojo en ese lugar gris y triste.
—¿Esto es?...
—No, no es el árbol del pecado .-Senku suspiró mientras hurgaba en su oído moviendo la cola negra, está le había salido hace un mes aproximadamente-. Es una representación, Xeno no se acerca aquí porque le recuerda la traición de papá. Ahora, sube allí y yo iré a decirle a Stanley que no te encontré.
Y tan pronto como su hermano dijo eso, salió corriendo de allí rumbo a Stanley.
No podía ocultarse todo el tiempo, pero lo siguiente hasta que pasara un tiempo hasta que reuniera valor para volver a ir hacia el maldito río.
Y ya reunido, camino hasta el lugar solo para encontrar a su hermano tratando de salir de la corriente, todo bajo la atenta mirada del Serafín mentor de ambos.
—Los demonios deben sufrir su condena antes, después y durante. No pueden quedar impune al castigo divino, ahora dime dónde está tu hermana y te sacaré de allí, Senku.
—¡Púdrete Xeno!
Homura quiso gritar ante la vista, pero no pudo y corrió nuevamente a refugiarse al árbol, esperando a que su hermano volviera por ella y así ya poder enfrentarse al maldito río.
Senku siempre la cuidaba, siempre la cuido y por eso ella lo seguiría firmemente en todos sus planes.
—Hermano idiota .-suspiró antes de desaparecer del lugar en busca de comida.
Homura lo seguiría, sin siquiera saber que su hermano la había engañado.
Encontrar a Ibara fue fácil. Gen sabía que lo único que quería ese demonio asqueroso era tener poder, y entre los humanos la forma más fácil de obtenerlo era por medio de la política, así que terminó por encontrarlo como un supuesto gobernador de una isla cercana a Tokyo ¿Cómo era que había gente que confiaba en ese bastardo? Era asqueroso de solo verlo, un mentiroso.
Y también había sido su torturador. Las ganas de lanzarse a él para enterrar sus garras en el jodido cráneo del asqueroso fue su primer impulso, pero Senku necesitaba al tipo para algo y él no podía negarse a nada de lo que le ordenará el principito.
Ahora solo necesitaba descansar y comer de una buena vez, pero otra vez Senku había aparecido para joderle la existencia.
Pudo notar por la cola negra se encontraba en su forma original, así que no era buena idea reclamarle o hacerlo enojar.
—Noticias Gen .-Senku sonreía mientras estaba recargado en el marco de la puerta de aquella habitación de hotel.
Noticias o algo que le causaría más problemas de los que ya había tenido cuando Lillian se presentó frente a él con una mirada de reproche, afortunadamente su cabeza seguía en su lugar después de que convenciera a su reina de que él no estaba enterado del encuentro entre Tsukasa y el odioso principito.
—Irás a California, el traidor se encuentra allí. Así que vete a buscar la información que pido
—¿Ni un hola a tu amigo de tormentos, Senku-chan? .-suspiró tirándose sobre el sofá, si pudiera volver a dormir tan plácidamente como antes, lo haría en ese instante.
—La noviecita humana de Tsukasa fue quien le dijo a Homura sobre su paradero .-hizo una mueca de asco pensando en que nadie podía ser tan abierto como para revelar tantos detalles de su vida.
—¿Cómo es que Homura hablo con ella?
La sonrisa siniestra en el rostro de Senku se agrandó, causando que el demonio de la mente temiera un poco de lo que fuera a decir.
—Homura es mi caballo en mi tablero, saltará por sobre Tsukasa directamente cerca de la reina, Gen.
Sí, pero la Reina era mucho más valiosa que un simple caballo en un juego de ajedrez, así que lo que estaba haciendo Senku no tenía del todo sentido.
—La inscribí en la universidad de la tipa, aunque por sus habilidades lo mejor era que quedará en la misma carrera que mi pertenencia .-hizo un ademán con la mano restándole importancia a eso-. La cuál es otro peón, gracias a ella puedo saber más cosas de la puta, se parte de su vida ya, pero hay algu-... .-se calló de golpe, ya estaba divagando y casi soltaba más información de la que necesitaba Gen sobre su pertenencia exquisita.
Gen no pasó por alto ese silencio, así como tampoco paso la parte de que aquel nuevo juguete del príncipe era otro peón, y los peones tenían la habilidad de coronarse una vez ingresar a la línea final del tablero. ¿Coronaria a la humana si las cosas llegaban a resultar como quería? ¿O la mantendría como peón?
—Iré a California en este momento, Senku-chan .-disimuló las intenciones reales y dando una leve reverencia volvió a ver hacía su amigo-. Aún no encuentro a Ibara, pero una vez logre sacarle los votos a Tsukasa, lo encontraré .-mentiría porque era lo mejor que sabía hacer, además de que quería estar seguro de que era lo que necesitaba Senku de ese asqueroso ser-. Aprovecharé de aliarme con Ryusui-chan~
—No me falles, Gen. Aún me queda una pluma de Xeno y no quisiera ocuparla contigo.
Senku desapareció después de lanzarle una mirada de advertencia, por el olor que quedó en el ambiente esta vez supuso que el primer humano que entrará a ese lugar tendría una muerte rápida.
Aunque jamás hubiera visto las consecuencias de molestar a Senku en su forma original, tampoco era que quisiera averiguarlo en ese momento.
Estaba decidida a que esa noche, trataría de sacarle información a Senku sin importar que este pudiera leer su mente, trataría de no pensar mucho en su plan.
Mientras esperaba a que apareciera, Kohaku revisaba algunas viejas fotografías solo por nostalgia y en parte porque pronto se cumpliría un año más de la muerte de su madre ¿Cuánto tiempo había pasado? Casi quince años desde que su madre los dejó, pero desde que conocía a Senku había algo que la calmaba.
Si el infierno existía, el cielo también y ella estaba segura de que su madre se encontraba en ese lugar, no importaba que no recordará mucho de ella, pero sabía que su madre estaba allí. Se lo merecía por haber aguantado a su padre. Aunque con eso surgía una nueva duda en su cabeza, después de lo dicho por Senku la noche anterior ¿Ella iría al infierno? Su alma estaba condenada, eso era seguro, pero no tenía idea de cómo sería estar allí y la verdad era que temía lo que pudiera pasar.
Su vida ya era un infierno antes de que Senku llegará, las constantes peleas con su padre y sobre todo la enfermedad de Ruri, pero desde que ese demonio apareció, las peleas con su progenitor habían disminuido y ella sabía que eso no fue lo que pidió, entonces ¿Era un efecto del trato? Es más, eso era algo que planeaba averiguar hoy si es que tenía suerte, las condiciones de ese maldito trato que la condenaban a ser una fuente de comida.
Se iba a disponer a guardar el álbum, pero un peso extra en su cama casi la hizo gritar.
—¿Quién es ella?
Senku se había aparecido como si nada y señalaba la fotografía en donde su madre la cargaba a ella de recién nacida y Ruri estaba a un lado observándola.
—¡Deja de aparecer así! ¡Es odioso! .-gruñó alejando el álbum de manos del demonio solo para que este le sonriera divertido por su reacción-. ¡No te importa!
—Ya sé que es tu madre, Leona ilógica .-Senku en ese momento se recostó en la cama cerrando los ojos, había ido solamente por molestar-. Te pareces a ella.
—¡Cállate! .-bufó mientras se levantaba a guardar el álbum, no dejaría que él tocará sus recuerdos preciados. Al girarse para encararlo, se dio cuenta de algo que la extraño-. ¿Y tú cola?
—Oh ¿Ahora la extrañas? .-se carcajeo un poco antes de ponerse de lado-. Hoy quise ser bueno y hacer caso a tu petición sobre guardarla. Espero sepas cómo recompensar mi buena acción.
—Que te jodan .-bufó mientras se sentaba en silla del escritorio, lo más alejada posible de él-. ¿Qué mierda hace tu hermana en mi universidad?
Iría directo al grano, solo por saber si al menos podía sacarle algo de información de esa manera.
—No es algo que te interese Leona .-hurgó en su oído sin preocuparse de lo dicho por ella, aunque algo le estaba molestando desde que se apareció.
No podía leer su mente, y no había hecho ningún movimiento ¿Por qué sus pensamientos estaban bloqueados?
—¡Me interesa si tu hermana está cerca de mi amiga!
—Tu amiga es una perra.
Tan pronto como Kohaku se levantó a golpearlo, Senku le sujetó las manos. No sabía en donde lo golpearía, pero sabía que a eso iba y él no iba a dejar que una humana le pusiera la mano encima.
—¡No hables así de ella!
Su pertenencia no entendía nada y él tampoco estaba obligado a explicarle, pero también le divertía verla enojada por esa simple palabra. Casi lamentaba no haber hecho el trato con una forma de un demonio del Quinto Círculo.
—¡Tranquila Leona! .-sonrió perverso mientras soltaba sus manos para girarla y así acorralarla contra la cama-. Todas las humanas son así.
—¡Cállate bastardo!
—Vale, ahora quieta que quiero comer .-antes de que siquiera pudiera acercarse a su rostro, ella ya había tapado sus labios. Que mierda tenía hoy que no podía leer sus pensamientos.
Gruñó mientras se volvía a sentar en la cama, era aburrido no poder hacer eso, pero tenía hambre y quería comer, quizás por esa noche no sería buena presa.
—Aburrida .-bufó volviendo a hurgar en su oído-. Me largó.
Podía desaparecer en ese momento, pero ella lo tomó del brazo mucho antes de poder hacerlo y cuando giro la mirada, se encontró con sus ojos aguamarina. Por alguna razón, ahora le resultaron interesantes.
—Espera .-la rubia suspiró antes de continuar, necesitaba reunir fuerzas para lo que diría-. Vo-voy a cooperar más esta vez, pero antes necesito que me respondas algo.
—Cuando dices cooperar ¿A qué te refieres? .-alzó la ceja algo intrigado por esa propuesta. Maldita sea que no podía leer nada.
—Voy a entregarte mi cuerpo .-tragó saliva después de lo dicho, ni siquiera notó que él no estaba leyendo sus pensamiento-. ¡Pero responde a mis preguntas!
Podía tomar lo que le pertenecía cuando le apeteciera, pero si ella estaba dispuesta a cooperar las cosas serían más fáciles.
—Dos preguntas, nada más.
—¡Eres un bastardo!
—Tómalo o déjalo Leona, yo puedo tomar lo mío cuando quiera .-rio ante el gruñido de ella, era divertido después de todo.
Kohaku tenía miles de preguntas, pero ahora tenía que formular dos de manera que la información que le diera la pudiera ocupar para defender a su amiga y de paso, averiguar qué tramaba ese maldito.
—¿Por qué tu hermana está en mi universidad?
—¿En serio eso? Eres aburrida .-bufó, no tenía por qué decirle la verdad, aunque podría mezclar todo-. Homura está allí porque perdió a su juguete humano, no va tras tu amiga si eso es lo que te preocupa. Mi hermana es amante de los humanos, aunque no lo parezca .-rodó los ojos, la parte de que Homura encuentre un nuevo juguete era verdad. Y él era quien iba tras el alma de la perra de Tsukasa.
¿Podía confiarse de él? No, pero no dijo que quisiera que le conteste con la verdad ¡Demonios! Maldita sea los nervios que tenía en ese momento.
—Siguiente pregunta, no tengo toda la noche.
¿Y ahora? No la convencía esa respuesta, de verdad que no lo hacía, pero también necesitaba conocer a Senku si quería saber que planeaba, otro día intentaría sacar información sobre el trato, ahora haría caso al consejo de Amaryllis.
—Háblame de ti.
—Eso no es una pregunta, Leona.
—¿Puedes hablarme sobre ti?
¿Para qué quería ella saber sobre él? Aunque eso era curioso y divertido de alguna u otra manera.
—¿Quieres saber exactamente qué sobre mí, Leona? .-alzó la ceja tratando de leer su mente, pero nada. Seguía en blanco.
—No planeas que me entregue a un completo desconocido ¿O sí? ¡Quizás que enfermedad tengas como demonio!
Eso casi lo hizo reír a carcajadas. Casi de no ser porque esa pregunta era demasiado amplia de responder.
—Sabes mi nombre ¿Qué más necesitas? Y para tu información, los demonios no nos enfermamos, nosotros nos divertimos a costas de las enfermedades que ustedes los humanos sufren.
Ella nuevamente quiso golpearlo y de no ser porque tenía reflejos, esta vez sí le daba una cachetada.
—No sé ni tu edad, ni nada de información personal y tú sabes todo de mí.
Casi todo, seguía sin entender porque no podía leer su mente.
—Bien bien .-suspiró hurgando en su oído, podía dar un poco de información sobre él-. Tengo más años de los que crees, cientos. Y no tengo apariencia de viejo porque puedo controlar como me veo, aunque sin cambiar mi rostro o algo así, eso solo lo puede hacer mi padre .-gruñó un poco a sabiendas de que era un poder que no tendría hasta ascender hasta el trono infernal-. Tengo dos hermanas, una ya la conoces y la otra espero que jamás, porque me jodera la vida si ella conoce a mis pertenencias .-bufó, si Suika sabía de ella posiblemente trataría de convencerlo de no ser tan cruel-. Nací y me engendraron en el último círculo del infierno, el de la traición.
¿Por qué mierda se estaba abriendo tanto? ¿Qué suerte le había tocado ese día a la Leona? En su mente, él pensaba que solo era porque se sentía de buena luego de toda la información que había obtenido.
—Sigo sin entender eso de los círculos .-Kohaku frunció el ceño, ese demonio siempre mencionaba eso.
—Nueve círculos para diferentes tipos de pecadores y demonios. Yo vengo del último y es dónde se encuentra mi padre, es un viejo que me hace la existencia imposible .-rodó los ojos al pensar en Byakuya, el diablo mismo sabía cómo hacer sufrir hasta sus hijos, aunque los amará-. Creo que eso es lo único que te diré hasta ahora.
Aunque no le parecía divertido tomarla sin leer su mente, podría dar un disfrute corto al menos.
Sin esperar respuesta por su parte, la jaló hacía él para poder besarla, pero tan pronto hizo eso se alejó sintiendo como ella quemaba.
Ahora entendía porque su pensamiento se bloqueó. Había un puto ángel que la protegió, la maldita humana ahora era más interesante y atrayente para él. Había otro ser divino que le fastidiaba la existencia, pero también, si había un ángel significaba algo.
Le había robado una humana bendita al Creador, diez billones de puntos para él.
A ver a ver, banderita blanca por miedo a reclamos.
Si había demonios, imposible no poner ángeles y más uno que proteja a Kohaku uwu.
Sí, la Waifu se entregará en el próximo cap para que el cebollín deje de llorar que no lee su mente.
Si alguien sigue leyendo esto, gracias y perdón si no es lo que esperaban, ya vi que los tengo acostumbrados a cochinadas xD
¡Perdón por las faltas de ortografía y mala redacción!
¡XOXO!