La asociación de cine comenzó originalmente cuando uno de los alumnos recién ingresados a la facultad decidió que era necesario un lugar donde los chicos que disfrutaban del séptimo arte igual que él, pudieran reunirse.
El grupo inicial se reunía en casa del susodicho (cuyo nombre es Mustafa) y miraban películas en un proyector, para después pedir una pizza y discutir sobre los detalles técnicos y la historia del film. Era solo cuatro chicos divirtiéndose hasta que la novia de uno de ellos se unió al grupo, superando la capacidad de lo que la pequeña habitación podía aguantar.
Tuvieron que mudarse después de eso y luego de una serie de tropiezos terminaron consiguiendo el permiso de la escuela para utilizar el teatro de la misma como sede a cambio de que aportaran algo a nombre de la institución. Desde entonces ellos hacían cortometrajes para exhibir a los posibles aspirantes universitarios y también continuaban con la tradición de proyectar películas semanalmente.
James había escuchado sobre ellos en alguna ocasión, pero fue realmente interesante llegar al teatro y verlos reunirse como amigos para disfrutar de un interés en común.
El club estaba compuesto por quince chicos y chicas, mientras que en el lugar también se sumaron un par de personas extras que solo estaban ahí por la proyección, entre ellos Donovan y él.
—Parece que te llevas bien con todos —murmuró, mientras esperaba a que comenzara la película. Le había sorprendido un poco como las personas parecieron reunirse alrededor de ellos cuando los vieron entrar, como si se tratase de celebridades. Por supuesto, la atención estaba por completo en Donovan y él no intervino en la plática aparte de un saludo escueto que le dedicó a Mustafa.
—Fui su actor principal alguna vez —explicó, encogiéndose de hombros. A pesar de su falsa expresión de humildad, todavía se veía bastante orgulloso de este hecho.
—¿De verdad? —James abrió los ojos sorprendido, sin ocultar su reacción—. ¿Y qué clase de película era? —el cuerpo de James se movió de manera ligera para poder ver a su interlocutor con mayor atención. El teatro era un poco antiguo, pero las filas estaban en buen estado y los asientos eran bastante amplios, por lo que una persona de tamaño promedio podía acomodarse como quisiera.
—Una de romance —soltó un suspiro, recargándose del reposabrazos de su lugar—. En realidad, ellos solo hacen películas de romance, dicen que es más fácil —agregó con una sonrisa en los labios—. También fui antagonista alguna vez, pero eso no les dio una buena imagen —agregó, sonado un poco indiferente a este hecho.
—¿Porqué? —James frunció el ceño. Toda aquella información le parecía fascinante, así que estaba ansioso por saber un poco más del asunto.
—Porque era un estereotipo racial —Donovan se encogió de hombros por segunda vez—. En lo personal fue divertido, pero no creo que vuelvan a contratarme para esa clase de papeles —el muchacho estaba tratando de ser deliberadamente dramático. James se río.
—Tu carrera en el cine ha muerto, ahora estás encasillado en un solo rol —bromeo. El hecho de que Donovan le estuviese hablando sin tapujos hizo que su corazón burbujeara de felicidad. No quería pensar demasiado en ello, pero estaba seguro de que era un sentimiento problemático, así que trató de suprimirlo en su interior.
—Él es increíble, sin importar lo que haga ¿Verdad Don? —James tuvo que retroceder de golpe cuando una de las chicas de la fila de atrás se asomó para inmiscuirse en la conversación. Ella lo miró, sonriéndole con una mueca bastante ruda y después se giró hacia Donovan—. Hola, por cierto.
—Hola Bubbles ¿Acabas de llegar? —la respuesta de Donovan fue cordial, pero fue suficiente para que ella se viera muy emocionada.
—Sip, si hubiera sabido que vendrías hoy me habría apresurado para que pudiéramos hablar un rato —ella hizo un puchero. Era bastante linda, sus ojos eran grandes y expresivos. James la examinó desde su lugar, la chica tenía el cabello color menta y lo tenía atado como si estuviera tratando de imitar a Sailor Moon.
—Deja de acosar a Donovan, viene acompañado —otro de los chicos de las filas traseras, el que se había presentado como Rocky, la reprendió frunciendo el ceño. Ella se le quedó mirando un momento y luego se giró hacia James, inclinándose sobre los asientos, observándole con una expresión extraña, como si no hubiese notado su presencia hasta ese momento.
—¿Quién eres tú? —le preguntó, su tono era inocente, pero demasiado calculado. James retrocedió un poco, intentando evitar que la chica invadiera su espacio.
—Soy James —respondió, sin sonreír, no era muy bueno sonriendo cuando estaba nervioso.
—Ya veo —ella se enderezó en su lugar, cruzándose de piernas. Él tuvo que admitir que la chica era bastante llamativa, estaba usando unas botas negras con un tacón grueso y alto. Llevaba unos shorts tornasol y un top que dejaba descubierto su ombligo, de mangas caídas y amplias, del mismo material. Ambas piezas en un tono menta que parecía cuidadosamente estudiado. En serio era bonita—. ¿Y será que me puedas ceder tu lugar? Donovan casi no viene por aquí y quiero sentarme a su lado —su expresión era tan dulce como un pastel recién horneado, pero sus palabras eran todo lo contrario. James no supo que decir, el resto no parecía asombrado por el comentario, pero sus muecas dejaron ver que el ambiente había puesto incómodo.
James abrió la boca sin saber que responder, sus ojos se movieron a Donovan en busca de ayuda.
—Bubbles —intervino este, lanzándole una mirada de advertencia. Ella aprovechó para ponerse en cuclillas detrás de él, colocándose a centímetros del rostro de Donovan. Parecía que tenía algún problema con el espacio personal.
—¿Qué? —ella le miró, sonriendo mientras arrugaba la nariz, parecía una dulce muñequita.
—Déjalo en paz —Donovan no estaba siendo suave, pero ella parecía encontrar aquella frialdad encantadora.
A James le pareció chocante la manera en que se miraban.
—Pero quiero sentarme a tu lado —lloriqueo, poniendo los más adorables ojos de cachorro que hubiese visto jamás. Donovan le empujó la frente con el dedo índice, obligándola a retroceder
—Regresa a tu asiento, la película está a punto de comenzar —dijo, señalando a Mustafa, que llevan a un rato peleando con el proyector.
—¡Pero yo me quiero sentar a tu lado! —espetó, aferrándose a los hombros de Donovan en un gesto que llamó la atención de todos en la sala. Ella tenía las uñas pintadas de negro, sus mejillas tenían mucho colorete y parecía que estaba permanentemente sonrojada, mientras sus labios rosas resaltaban muchísimo en su piel blanca. James dejó de mirarla de inmediato y se concentró en la pantalla, rogando porque Donovan no le pidiera que se recorriera de lugar. Las chicas lindas que eran tan conscientes de su apariencia, siempre conseguían lo que querían.
—Deja de ser tan empalagosa y siéntate en tu maldito lugar —Rocky tenía mala cara, parecía molesto por la escena que se estaba armando. James no conocía al muchacho, pero era obvio que se trataba de una persona de poca paciencia.
—Vamos, no seas grosero —Michelle, la chica que estaba sentada al lado de Rocky, se le recargó en el hombro al hablar.
—Hazle caso a tu novia y metete en tus propios asuntos —Bubbles le sacó la lengua antes de dirigir su atención a Donovan una vez más—. De todas formas, a Donovan no le molesta que hable con él ¿Cierto? —preguntó, continuando con su campaña por acaparar la atención del chico.
—La película está por empezar —repitió este, causando que Rocky soltara una carcajada.
Bubbles frunció el ceño, cruzándose de brazos.
—¡Que malo eres! —espetó. Donovan sonrió, sonaba como si se estuviera divirtiendo.
—Vamos Bubbles, si quieres sentarte al lado de Donovan puedes hacerlo, el otro lado está desocupado, así que deja de molestar a James —dijo Michelle en tono conciliador, mientras señalaba el sitio vacío a la derecha de Donovan. Los ojos le brillaron al escuchar sus palabras y se levantó de golpe, empujando a Rocky para pasarse por encima del asiento a su fila.
—¡Está bien! ¡Me sentaré de este lado! ¡Pero solo para que veas que no soy una chica exigente! —ella se veía muy emocionada cuando se acomodó, colgándose del brazo de Donovan. James frunció el ceño, tratando de no parecer molesto, pero sin poder evitar que hubiera cierta tensión en su postura.
No le gustaba sentirse así, pero no pudo evitarlo, tenía un nudo en el estómago. Puede que nunca lo dijera en voz alta, pero a James le daban mucha envidia las chicas bonitas. De hecho, le daban envidia todas las chicas y chicos heterosexuales, que tenía la posibilidad de coquetear con alguien de su sexo opuesto sabiendo que, de inicio, por ser un hombre y una mujer ya tenían una ventaja social.
Si, envidia era la palabra adecuada.
Sin poder evitarlo se removió incómodo, teniendo una sensación de malestar por culpa de sus pensamientos negativos. No le gustaba juzgar a la gente por su apariencia o su orientación sexual, pero a veces no podía contener sus sentimientos. Por ejemplo, esa noche las cosas estaban siendo muy intensas y no tenía idea de porqué.
—Esta pose me gusta, es como si fuéramos novios —Bubbles se agarró del brazo de Donovan y colocó su cabeza sobre el hombro del muchacho, mirando la pantalla en negro con una sonrisa en los labios.
—¿Por qué le das ideas? —Rocky hablaba con su novia en la parte de atrás.
—Por suerte no somos novios Bubbles —la voz de Donovan sonó relajada y divertida, pero hizo que James levantara una ceja al escucharle—. Tendría una sobrecarga de dulzura diaria y no sería bueno para mi salud.
—¡Jo! —ella se separó de él, dándole un golpe leve en el brazo, fingiendo que estaba molesta—. ¡Tienes una forma muy rara de coquetear! —espetó, moviendo los hombros de una manera tan tierna que hizo que James sintiera ganas de vomitar.
—Sería una forma rara de coquetear si lo estuviera haciendo —Donovan tenía una manera muy espontanea de hablar, su voz estaba cargada de humor. James no sabía cómo podía ser tan simpático mientras rechazaba a una chica. Bubbles parecía estarse tomando todo bien, tenía un carácter caprichoso, pero Donovan tenía la fórmula correcta para controlarla.
—¡Que malo! —ella volvió a golpearlo, pero Donovan se estaba riendo. James ladeo el rostro, de repente no estaba seguro de si él realmente quería mantener la distancia o si, en efecto, era rudo coqueteando.
Sus labios se fruncieron, mientras se acomodaba en su lugar, rogando porque la película iniciara pronto, no estaba seguro de si podría seguir escuchando aquella charla sin comenzar a sentirse como una mierda.
—Lamento decirte que vas a tener que compartir a Donovan esta noche —La voz de Rocky sonó a sus espaldas. James tardó un momento en darse cuenta que le hablaban a él y cuando lo hizo, se giró para mirar a su interlocutor—. Bubbles es una pesada —continuó diciendo. Michelle le lanzó una mirada divertida mientras negaba con la cabeza.
—Entonces espero que al menos la película debe ser buena —respondió James, con una sonrisa tensa en los labios. La verdad era que no se le ocurría otra cosa que decir. Sobre todo, porque estaba de acuerdo con Rocky: aquella chica estaba comenzando a parecerle antipática a niveles estratosféricos.
En teoría nadie debería molestarse por la forma en que las otras personas expresaban amor, de hecho, a él le gustaba cuando alguien era descarado con lo que quería, pero Bubbles...
—Es American Beauty, por supuesto que es buena —comentó Michelle, como si fuera obvio. Donovan y Bubbles parecían enfrascados en algo, una pelea o un ritual de apareamiento, él no estaba seguro de cuál de las dos cosas, así que James decidió que al menos en esta ocasión no se quedaría como tonto e intentaría socializar con el resto.
Él estaba demasiado acostumbrado a que Vincent estuviera a su lado, haciendo la labor de puente entre él y el resto del mundo. Si alguien quería hablarle tenía que tomar la iniciativa, pero James estaba seguro de que no estaba mal una buena charla de vez en cuando.
—¿De qué trata? —preguntó, utilizando sus precarias habilidades sociales. Él no sabía mucho de cine, las pocas veces que fue estaba acompañado de Vincent y él casi siempre escogía estúpidas películas de acción. Además, no era aficionado a ir solo al cine, por lo que su contacto con el séptimo arte era bastante limitado.
Michelle y Rocky lo miraron como si le hubiese salido una segunda cabeza.
—¿No conoces American Beauty? —Rocky casi perdió el aliento al hablar. Se habría reído de su expresión si no se estuviera sintiendo como un bicho raro.
—Déjalo, no todo el mundo es un friki del cine como tú —Donovan intervino, colocando el brazo en el respaldo del asiento de manera casual. James se sintió cohibido de inmediato, parecía que Donovan lo estuviera abrazando, pero no dijo nada porque a veces las personas tenían gestos que no necesariamente tenían un significado oculto.
—Como nosotros —le corrigió Michelle.
—No te preocupes mucho por no conocerla, de todas formas, están a punto de proyectarla—Donovan se inclinó un poco hacia él, ignorando las palabras de la chica. La atención del muchacho hizo que se sintiera extremadamente nervioso.
—Supongo que todos los días se aprende algo nuevo —comentó, desviando la mirada hacia Mustafa, quien en ese momento soltó un grito de celebración. Llevaba ya un buen rato peleando con el equipo.
—¡Listo chicos! ¡Todos guarden silencio! ¡Esto está por comenzar!
Es súper tarde, pero de todas formas voy a subir los capítulos para que puedan leerlos mañana ¡Disfrútenlos! :D