▪—Tambien yo. Muchos de nosotros vivimos alli. Podemos ahogar tus penas juntas.
—No tengo penas. Solo recuerdos. Se iran por su cuenta.
▪—Nunca me gusto la lluvia— dijo Thomas mientras nos deteníamos frente a las puertas de la recepcion y cerraba el paraguas —. Pero tal vez cambié de opinion
▪ —Puedes amar a alguien sin querer estar con el. Al igual que puedes querer estar con alguien antes de que los ames.
▪ —¿Como es eso? ¿En serio te gusta Thomas Maddox? Lo he odiado durante tanto tiempo que es tan extraño. Para mi, él no es humano. —Tal vez eso es la que me gusta.
▪ —Entonces, interpreta el papel y finge que piensas que soy perfecta.
—No puedo recordar pensar de otra manera. —Thomas no sonrio.
▪ —No soy perfecta —me queje, mordiendo la esquina de la uña de mi pulgar. —No quiero que lo seas.
▪ —Esta no es una conjetura para mi, Liis, Amé a alguien antes, pero la forma en que me siento por ti... es ese sentimiento, multiplicado por mil.
▪ —Ese es el por qué no puedo prometer que me quedaré. —No quiero que prometas quedarte en San Diego. Solo quiero que te quedes conmigo.
▪ —Siempre he sido una persona de mañana, pero no tengo ni idea de como voy a salir de esta cama contigo en ella.
▪ —Liis aun tiene que darse cuenta de que no se trata de matemáticas —dijo Thomas con una Sonrisa —El amor no se trata de predicciones o marcadores de comportamiento. Solo ocurre y tú no tienes control.
▪ —No eres un fracaso. Nunca me enamoraria con tanta fuerza de un fracaso.—Parpadee. —Te estas enamorando de mi? —Hasta el fondo, ¡plaf!
▪ —He hecho un montón de cosas mal, Liis. Estar contigo no es una de ellas.
▪ —Los extraños no pueden herir tus sentimiento, Thomas. La gente por la que me preocupó, si.
▪ —La amé primero —dijo Thomas —Pero tú, Liis... tu eres la última mujer a la que amaré alguna vez.
▪ Tal vez no era la primera mujer que habia amado, tal vez la clase de amor que un Maddox sentia duraba para siempre, pero también lo necesita. No era la primera, pero seria la ultima. Eso no me hacia el segundo premio. Me hacia su para siempre
▪ —Estarás bien, ¿de acuerdo? —Diablos, si —dijo, su voz tensa —Finalmente te tengo. Una bala no va a joderme eso.
▪ Nos habíamos tenido que encontrar el uno al otro para entender finalmente que el amor no podía ser controlado. Las predicciones, suposiciones y absolulismos eran ilusiones. Mi amor por él era volátil, incontrolable y abrumador pero... eso era el amor. El amor era real.
▪ —Es en algún lugar en lo imprevisto cuando parecen suceder los mejores y mas importantes momentos de nuestras vidas.