Laila-
Los cinco bajamos del tren juntos, cargando cada quien su baúl con la jaula de su animal. Por si no sabían, el mío es un gato.
—¡LOS DE PRIMER AÑO! ¡POR AQUÍ! ¡SÍGANME!- gritaba un hombre grande y corpulento con una barba que le cubría la mitad de la cara. Claramente nos acercamos a él que ya estaba rodeado de más alumnos de primer año- Bien, síganme, por aquí. Ah y, dejen sus baúles aquí, llegarán personas que se encargarán de ellos.
Todos dejamos nuestros baúles y jaulas y seguimos al gran hombre. Caminamos un poco más y llegamos a unos botes chiquitos con unas linternas.
—bien, cuatro personas por bote, no mas!- volvió a decir aquel hombre
Sirius, James, Remus y yo corrimos hacia un bote y nos subimos rápidamente. Peter se quedó viendo sorprendido al hombre grande, así que ni se dio cuenta que nos fuimos.
Pocos minutos después, los botes comenzaron a avanzar y en la mitad del camino, el gran castillo de Hogwarts se hizo presente. Como era de noche, todo estaba iluminado y se veía increíble.
—wowwww- dije sorprendida y maravillada con la vista
—wow, wow, wow- ahora dijo Sirius sin quitar la vista de aquel castillo
Minutos después llegamos, nos bajamos de los pequeños botes y fuimos a unas grandes puertas que se abrieron al instante que nos acercamos. Detrás de las puertas una bruja ya vieja, con una túnica verde y sombrero puntiagudo apareció. Tenía una mirada tan seria que te daba miedo.
—buenas noches profesora McGonagall- dijo el hombre- les traigo a los de primer año
—gracias Hagrid, yo me encargo de ellos- respondió la profesora al hombre llamado Hagrid, el cual se fue antes de despedirse- bien, síganme
Comenzamos a subir muchas escaleras, y cuando digo muchas son muchas. Después de unos minutos llegamos en frente de otras grandes puertas.
—bien, entraran por estas puertas y serán seleccionados para su casa, la cual se convertirá en su familia por el resto de sus años en Hogwarts. Después, su jefe de casa les dirá las reglas y como funciona todo. Ahora, síganme.
Las grandes puertas se abrieron y cuatro mesas grandes y largas repletas de estudiantes de túnica negra y sombrero negro puntiagudo estaban en ellas. Pero lo que me distrajo fue el techo, estaba cubierto de velas y parecía que era el cielo real, pero es magia, todo se puede.
Llegamos al final del pasillo donde la profesora McGonagall colocó un pequeño banco y un sombrero viejo y desgastado encima.
—cuando los llame, pasaran, les pondré el sombrero y serán seleccionados para su casa- nos dijo la profesora McGonagall
—nerviosa?
—nervioso?
—nunca
—nunca James- dije antes de "guiñarle" el ojo, lo cual no me salió muy bien, nunca fui buena para esas cosas. Y el muy desgraciado ahogo una risa.- cállate!
—es que...hay no, debes practicar ese guiño- dijo reprimiendo una risa para no interrumpir a alumnos que eran seleccionados
—¡Black, Sirius!- dijo la profesora McGonagall llamando a mi nuevo amigo
Sirius nervioso pasó al frente, se sentó en el banco y la profesora le puso aquel sombrero. El cual segundos después grito.
—¡GRYFFINDOR!
La mesa de Gryffindor estalló en aplausos, mientras que la mesa verde y plata se veían confundidos y algunos enojados.
Sirius se paro del banco nervioso y parecía que tenía miedo, pero hizo contacto visual conmigo y lo único que se me vino a la mente era sonreírle, y al parecer funcionó porque se calmó un poco y se fue a la mesa de los leones.
—¡Evans, Lily!- llamó de Nuevo la profesora McGonagall
Una chica pelirroja, como yo, pero ella parecía más seria, creo. Pasó y el sombrero tardó un poco pero luego grito.
—¡GRYFFINDOR!
La mesa de los leones volvió a estallar en aplausos mientras que la chica pelirroja se fue muy feliz a sentarse.
Alumnos, alumnos, alumnos y más alumnos.
—¡Lupin, Remus!
Remus pasó al frente y segundos después fue enviado a Gryffindor. ¿Porque todos a Gryffindor? Ahora quiero ir a Gryffindor!
Pasaron más alumnos y al fin, mi momento llegó. (se que le H de Hale va antes que la L de Lupin pero no importa)
—¡Hale, Laila!
Wow, ahora siento los nervios que sintieron mis amigos. No importa, concéntrate en no hacer el ridiculo en frente de todos. No te caigas. No te caigas. Okay, ya estoy sentada en el banco y me están poniendo el sombrero, que nervios.
—mmm... interesante- dijo una vez en mi mente, supongo que el sombrero- veamos, eres inteligente, si, pero no tienes la inteligencia de una Ravenclaw, definitivamente no. ¿Astuta y ambiciosa? Nada, ni una gota. Definitivamente no a Slytherin. Pero... encajas Perfecto en Hufflepuff y Gryffindor. ¿Donde te pondré?
-Gryffindor, por favor- le susurraba yo
—así que Gryffindor eh? Será por tus amigos? Pero... si lo pienso bien... ya se donde ponerte.
—¡GRYFFINDOR!
Mientras la mesa de Gryffindor aplaudía, yo me sentía aliviada, creo que me preocupaba mucho no quedar en Gryffindor con mis amigos.
Me fui a sentar muy feliz en medio de Sirius y Remus.
—bienvenida, leona- dijo Sirius
—gracias
Alumnos más tarde, James fue seleccionado en Gryffindor junto a Peter. Increíble, estaremos juntos!
Creo que aceptar venir a Hogwarts no fue mala idea después de todo.