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"Se puede hacer mucho con el odio, pero más aun con el amor"
William Shakespeare
Revista de sociedad de Lady Kennt
Marcus estaba terminando unos documentos para ir a ver a lady Emma, quien le había enviado una carta pidiendo verlo urgentemente. Además, tenía que terminar el trabajo con el coronel y salir de una vez por todas de los problemas y vivir en paz.
-Excelencia, el Duque de Beaufort lo espera - dijo la Sra. Rose, ama de llaves.
-Dígale que pase a mi despacho.
La Sra. Rose asintió y salió del despacho de Marcus, segundos después, lord Anthony entró por la puerta hasta acomodarse en una de las sillas.
-¿Qué pasa? - preguntó Marcus al notar el humor de su amigo.
-Mis padres, eso pasa - respondió con irritación.
-¿Y qué pasa con tus padres?
-Insisten en que debo encontrar a una joven para casarme, que ya es tiempo de que forme una familia y tenga hijos - respondió malhumorado -. ¡¿Quién ha dicho que quiero casarme?!
-Tus padres - dijo Marcus con cierto tono de diversión.
-Muy gracioso.
-Vamos, no es tan malo - dijo Marcus y Anthony lo miró alzando una ceja.
-¿Tengo que recordarte que tú no querías casarte? - dijo lord Anthony y Marcus hizo una mueca de desagrado.
-Sí quería casarme.
-Pero con lady Ashton - Marcus lo miró fijamente al recordarle sus primeros planes, e hizo otra mueca, esta vez de decepción.
-Pero ahora estoy casado con Liviana.
-¿Entonces, ya no quieres el divorcio para casarte con lady Ashton? - preguntó lord Anthony queriendo saber si por fin su amigo había sentado cabeza, Marcus pareció pensarlo.
-No, lo he pensado bien y quiero seguir mi matrimonio con Liviana - respondió.
-¿La quieres?
-Sí - respondió sin duda alguna-. La quiero, sin saber cómo o cuando pasó, solo sé que la quiero. Creo que el amor es así ¿no? Tan impredecible como sorpresivo, nunca sabes cómo entrará en tu corazón.
-Me alegra que pienses así, solo falta que esas mismas palabras se las digas a tu esposa, ella espera el momento exacto en que le digas te quiero.
-Lo sé, pero primero quiero terminar con todo lo que se interpone entre nosotros - dijo Marcus.
-¿El coronel Sain aún requiere de tus servicios? - preguntó lord Anthony y Marcus asintió.
-Quiere saber si realmente fue Emma la que vendió la información a la embajada rusa.
-¿Y tú que crees?
-Realmente no lo sé, Emma me ha sorprendido mucho, no pensé que fuera a ser una mujer tan interesada, realmente estaba ciego con ella, y lo que más rabia me da es que no puedo reclamarle nada y mucho menos repudiarla, al menos, todavía. Y pensar que quería terminar con Liviana para casarme con ella.
-No quería decirlo pero, te lo dije - dijo Anthony y Marcus lo miró mal -. Pero... pienso que deberías decirle a Liviana todo lo que está pasando.
-No, el Coronel Sain fue muy claro, no puede saberlo nadie más, y menos Liviana, no quiero que se involucre en asuntos de política - indicó Marcus preocupado por la situación -. Ya bastante tiene con pensar que estoy metido en algo.
-¿Por qué pensaría eso? - preguntó lord Anthony confundido.
-Hace unos días el coronel y sus hombres vinieron aquí a buscarme, Liviana los atendió y les dijo que estaba de viaje.
-¿En serio vinieron aquí? - Marcus asintió - Espero que el rey te recompense por tu colaboración con la corona.
-Pero aún tengo que descubrir el nombre del ruso con el que Emma se reúne, según Sain es su amante, uno de los muchos que debe tener - Marcus apretó sus manos en puños, la rabia lo consumía por haber caído como mosca en la telaraña de Emma.
-Tengo un espía en cada uno de los clubes y hoteles de Londres, no tardaremos mucho en saber quién es - comentó lord Anthony.
-Gracias por ayudarme, sabía que podía contar contigo.
-Para eso son los amigos - respondió lord Anthony sonriendo.
-¿Y cómo es eso de que te tienes que casar? Cuéntame más, es divertido ver tu cara -dijo Marcus riendo al ver la cara de fastidio que puso Anthony al mencionar el matrimonio.
Ambos salieron del despacho y bajaron las escaleras encontrándose con Liviana, Marcus le dio un corto beso en los labios, pero Liviana lo detuvo al ver que saldría.
-Marcus, tengo que hablar contigo.
-Cuando regrese hablamos, ahora mismo tengo algo de prisa, volveré para la cena - volvió a darle un corto beso y salió sin dejarla hablar nuevamente.
Liviana debió de haberle dicho del embarazo en el mismo momento que tuvo la oportunidad, pero cuando lo quería hacer la noche anterior, Marcus no le dio chance, le hizo el amor en todas las partes posibles de la habitación, dejándola totalmente agotada.
Pero en cuanto volviera, en la cena, le diría que sería papá.
Lord Anthony la miró con una ceja alzada y ella sonrió apenada.
-Lo haré cuando regrese, vale.
....
De camino a su residencia de soltero, donde tenía a Emma, se encontró con el coronel Sain, quien lo buscaba urgentemente. Bajó de su carruaje acercándose a él.
-Lord Livingston, precisamente lo estaba buscado - Marcus frunció el ceño, no se verían hasta dentro de dos días.
-¿Pasa algo coronel? - preguntó Marcus.
-Nuestros informantes han descubierto que los rusos tienen la identidad de algunos lores que colaboran para la corona - alegó Sain -. ¿Le ha comentado algo a su esposa? Marcus negó ¿O ha hecho algunas preguntas comprometedoras a lady Ashton?
-Claro que no, estoy actuando de acuerdo a su plan, coronel. Pero esto realmente ya me está cansando, y mi matrimonio se está viendo afectado por esto.
-Con todo respeto excelencia, eso debió de haberlo pensado antes de tener como amante a una traidora de la corona inglesa.
-Eso fue antes de saber realmente quien era ella - dijo Marcus en su defensa, pero sabía que no tenía justificación.
-A lo que quiero llegar, mañana en la tarde llegará un diplomático ruso, el rey lo recibirá y harán algunos negocios favorables para Inglaterra. Le advierto que tenga cuidado, no sabemos cuáles son las identidades de los Lores que los rusos tienen, y mucho menos cuales son las intenciones de ellos al venir a Londres.
Marcus asintió y se despidió del coronel, ahora temía por la seguridad de Liviana, nunca debió aceptar ser un espía para la corona, pero era su deber como ciudadano inglés ayudar a su país.
Mientras esperaba a lady Emma, pensaba en lo que le diría a Liviana, no podía decirle la verdad y ponerla en riesgo, pero tampoco quería que lo odiara por seguir viendo a Emma, pero era eso o que su vida corriera peligro.
-¿Pensando en mí? - la voz de lady Emma lo sacó de sus pensamientos, la miró y traía uno de sus costosos vestidos, y su cabello rubio perfectamente peinado. ¿Cómo pudo estar tan ciego?
-¿Cuál era la urgencia? - preguntó Marcus secamente.
-¿Por qué el carácter, mi amor? Yo que te he extrañado tanto, y mira como me recibes - lady Emma utilizó su típico tono de voz para seducir, pero eso ya no servía en él, pensó que, seguramente ese era el mismo tono que usaba para seducir a sus amantes.
-Emma...
-Vale. Te cité porque quería decirte algo importante, primero quería asegurarme, pero ya estoy lo bastante segura.
-¿De qué hablas? - la miró con el ceño fruncido.
-Hablo de que estoy esperando un hijo tuyo, Marcus.
-¿Qué? - estaba en shock, no podía ser cierto, ¿acaso pensaba que era tonto? de seguro era otra de sus tetras, hace mucho que no dormían juntos - No, debe de haber un error, Emma.
-No hay ningún error mi amor, por fin tendremos algo de nuestros encuentros pasionales.
Y ese era el problema, no quería un hijo fuera del matrimonio, siempre había pensado que cuando tuviera hijos, sería con su esposa.
-Ya que lo sabes. ¿Cuándo terminarás con los documentos para el divorcio con esa mujer?
Emma estaba loca si pensaba que terminaría con su matrimonio con Liviana. Pero tenía que fingir hasta terminar con su trabajo con el coronel Sain.
-Emma... yo...
-Marcus, sé que la noticia te ha afectado un poco, y es de esperar, no todos los días uno recibe la noticia de que será padre - dijo lady Emma acercándose más a Marcus -. Pero quería pedirte que me llevaras contigo, el médico que me confirmó mis sospechas, por cierto es de confianza, dijo que estaba manifestando algunos síntomas sentimentales y uno era el de estar cerca de alguien, en mi caso, tú eres ese alguien, en estos días me he sentido triste y sola y eso le hace daño al bebé. ¿Y no queremos que eso pase, verdad?
Marcus vio la oportunidad perfecta para descubrir el nombre del ruso teniendo a Emma más cerca, así podría terminar más rápido y vivir su matrimonio felizmente junto a Liviana, aunque sabía que tenía que luchar aún más fuerte por ganar su perdón cuando viera a lady Emma en la residencia, pero era por su seguridad y por un futuro juntos.
-No... claro que... no - respondió en un murmullo y lady Emma lo abrazó sonriendo, sabiendo que su plan estaba yendo de maravilla, dentro de poco Liviana y ese bastardo de su hijo estarían fuera de sus vidas. Para. Siempre.
E.J. Black
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