The firstborn | Jujutsu Kais...

By daaisxke

271K 39.9K 15.8K

๐“๐…๐ (Pausada) | โ Un demonio en el รบtero de una mujer โž Por el corto tiempo que el grupillo de hechiceros... More

Prรณlogo
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X | ๐”ช๐”ข๐”ช๐”ฌ๐”ฏ๐”ถ
XI
XII
XIII
XIV
XV
๐”ˆ๐”ฐ๐”ญ๐”ข๐” ๐”ฆ๐”ž๐”ฉ ๐”ก๐”ข ๐”–๐”ž๐”ซ ๐”™๐”ž๐”ฉ๐”ข๐”ซ๐”ฑ๐”ฆ๐”ซ
XVI | ๐”ช๐”ข๐”ช๐”ฌ๐”ฏ๐”ถ
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV | ๐”ช๐”ข๐”ช๐”ฌ๐”ฏ๐”ถ
XXV | ๐”ช๐”ข๐”ช๐”ฌ๐”ฏ๐”ถ
XXVI
XXVII
XXVIII
XXIX
XXX
XXXI
XXXII
XXXIII
XXXIV
XXXV | ๐”ช๐”ข๐”ช๐”ฌ๐”ฏ๐”ถ
XXXVI
XXXVII
XXXIX
XL
XLI
XLII
XLIII
XLIV
XLV
XLVI
XLVII
XLVIII
XLIX
L
LI
LII | ๐”ช๐”ข๐”ช๐”ฌ๐”ฏ๐”ถ
LIII | ๐”ช๐”ข๐”ช๐”ฌ๐”ฏ๐”ถ
LIV

XXXVIII

3K 593 312
By daaisxke

"Sinceramente no creo que debas preocuparte demasiado por los estudiantes, más bien... presta atención a su profesor, tiene una fuerza amenazante, pero solo preocúpate de alimentarte correctamente"

Tenía un plan. No siempre le gustaba escuchar a Ruther, y a veces era necesario ignorar sus advertencias para conseguir lo que ella deseaba. Tenía un plan. Tal vez él no lo comprendería a la primera, la juzgaría de idiota por no escucharlo, pero en realidad todo era parte de su plan.

"Aún faltan tus demás corazones, pero... Imagina alimentarte de la energía maldita de los hechiceros... debe ser estremecedor"

Recordaba la risa del rubio en su mente, al igual que el tono de voz que ocupaba en dicha palabrería. Y le dio la razón en el segundo enunciado, una gota de energía maldita de un hechicero, e incluso con sus dos insignificantes corazones podría conseguir aunque sea... una más de sus armas malditas, estaba emocionada y extrañaba sentir el filo de sus armas contra alguien.

Pero debía seguir el plan.

— ¿Qué tipo de profesor es Gojō Satoru? —preguntó ella, apoyándose en la pared del callejón observando como ambos chicos se tensaban en sus lugares tras escucharla.

Leerlos era fácil, era extremadamente fácil. Eran increíblemente predecibles, como un niño que no ha tocado mal alguno. Se le fue imposible no esbozar una sonrisa ladina observando la inocencia de dichos adolescentes.

Si, para ustedes podría ser como "¿Inocencia? ¿Por dónde?", pero para quien su nacimiento significaba la personificación de pecar, o simplemente el pecado en un cuerpo físico, verlos a simple vista a aquel pelinegro y aquella castaña era como ver a criaturas completamente diferente de sí misma. Trataba como un sueño, una imagen inalcanzable para ella.

Sea lo que sea, cualquier pecado que ella había cometido, no podía ser expiado, cuando su mera existencia trataba de una abominación.

— ¿Qué es lo que sabes de él? —espetó Nobara, en alerta y en posición, con una mano en su estuche y otra entre el bolsillo de su falda, en caso de necesitar su martillo.

— ¿Qué sé de él? —repitió, cruzándose de brazos y llevando su cabeza hacia atrás, contra los ladrillos del muro, mientras soltaba un sonoro suspiro—. Muy poco en realidad.

— ¿Cómo llegaste a su nombre? —esta vez habló Megumi. Recordaba que él lo había mencionado en una ocasión, y Yashiro lo había escuchado, pero de ello no podía llegar a su nombre de pila y su afición, era imposible.

— Uh... Un pajarillo me informó un par de cosas, nada demasiado alarmante, pero lo necesario —respondió, ensanchando una sonrisa mientras los miraba en silencio.

Solo necesitaba que atacaran. Era simple, si ellos atacaban su plan podría continuar en pie fácilmente.

Los estudiantes permanecieron callados. Sus cuerpos y sus sentidos se encontraban en total alerta, y tantas eran las preguntas que los atormentaban, que no se decidían por una y sus bocas quedaban selladas.
La supuesta misión era: "Llevar a Ryōmen Yashiro a un interrogatorio oficial de hechiceros en la preparatoria bajo la supervisión de los estudiantes de primer año de manera pasiva" pero desde luego que si no lo lograban, el caso de les vería arrebatado, y su profesor sería quien continuaría.

En realidad todos creían que sería cien veces más fácil que el peli-blanco se encargara, pero a su vez debía demostrar que no siempre estaría al lado de sus alumnos, y que llegaría un momento en el cual ellos tendrían que actuar por su cuenta y tomar decisiones arriesgadas en el instante de la acción.

— ¿Cómo te has encargado de la maldición en la preparatoria, y por qué? —continuó Nobara, mientras Yashiro flexiona una rodilla apoyando la planta de su pie derecho en el muro.

— Wuah hombre... —se quejó, mientras rascaba su nuca de mala gana y soltaba un suspiro—. Este año realmente me tocaron unos hechiceros tediosos, antes solo iban directo a la acción y las cosas terminaban más rápido, tanto parloteo y menos puñetazos es aburrido ¿Saben?

— Entonces ataca de una vez —retó la castaña de cabello corto, ganando una furtiva mirada por parte de la otra chica, quien detuvo el movimiento de su mano en su cabellera y solo esbozó una sonrisa amplia.

— Mira, te lo pondré fácil; si yo ataco tendrán las razones suficiente para poder "detenerme" y considerarme una amenaza, pero si ustedes atacan y yo devuelvo solo será defensa propia, sin la más mínima intención de ir en contra de los hechiceros, sino en defenderme a mí misma... Ahora, si mueren en el intento no es cosa mía, sino culpa de lo débiles que son —carcajeó al final, y por alguna razón rebusco en su bolsillo como si llevara una cajetilla de cigarros. A veces realmente comenzaba a extrañar la adicción a la nicotina.

— Tu complejo de superioridad comienza a ser un poco irritante, ¿Por qué no vemos de una vez quién es realmente el perro que ladra pero no muerde? —nuevamente, las duras palabras de Nobara estremecieron a Yashiro en su interior, mientras sus mejillas se acaloraban viendo a la menor mirarle con furia fulminante, un martillo en mano, y tres clavos en la otra.

Megumi se paralizó por un momento. Había algo en la mirada de su objetivo que le hacía dudar de sus acciones, como que lo que estaba a punto de ocurrir era netamente lo que ella deseaba para (de alguna u otra forma) llegar a beneficiarse.
Intentaba conectar las piezas del rompecabezas en su mente, pero claramente algo faltaba y no lograba predecir lo que la castaña planeaba. Su postura se veía relajada a pesar de que Nobara está totalmente dispuesta a atacarla de frente.

¿Iba a dejar que la atacara? ¿Se iba a defender? ¿Escaparía? ¿Detendría a Nobara?

Era demasiado tarde, sus manos se movieron antes de que lograra aclarar completamente sus pensamientos. Su mano izquierda juntó su dedo índice y corazón, separándolo del anular apegado al meñique, mientras su mano derecha se posiciona sobre la izquierda, entre el pulgar y el índice, inclinándose un poco hacia adelante con sus piernas separadas a la altura de los hombros y rodillas levemente flexionadas.
El gran lobo negro con el característico detalle rojo en su frente rápidamente nació del oscuro asfalto del callejón para gruñir ferozmente posicionándose junto a su amo.

Aquello no llamó demasiado la atención a Yashiro, ella sabía cómo encargarse de los usuarios de shikigamis. Estaba más atenta a la castaña de cabello corto, pues no lograba descifrar su técnica.

Sin embargo, observó en cámara lenta como aquellos simples clavos volaban hacia ella cortando el viento con sus puntas de acero. La energía maldita que los cubría no era demasiado pero con la fuerza que los lanzó perfectamente podía atravesar sus ojos. Fue rápida, y los tres clavos que iban a su dirección fueron retenidos despreocupadamente por su mano derecha.
Un clavo entre su dedo índice y corazón. El segundo entre su dedo corazón y anular. Y el tercero entre su dedo anular y meñique.

Un jadeo de sorpresa se escapó de los labios de la menor, volviéndola vulnerable al instante con una simple reacción. Y es que nunca había visto a alguien que lograra esquivar o detener a mano limpia los clavos que ella lanza con su técnica básica.
Y como si fuera poco, los clavos terminaron en la palma de la mano de Yashiro, en donde llamas de fuego rojizas y anaranjadas fundieron el acero del metal, dejándolo caer gota tras gota sobre el asfalto.

Sí, no cabía duda, algo en ella debía ser maldito, pues no todos los días se ve a un humano con la capacidad de crear llamas de fuego de la nada por la superficie de su piel, era imposible. Pero más allá de ello ¿Cómo debían atacar ahora ellos? ¿O acaso ella se tomaría un turno?

No importa, incluso si el terreno era minado, Nobara continuaría adelante y atacaría nuevamente. Otros tres clavos fueron directo a ella, quien no tardó en detenerlos y volver a fundirlos como los tres anteriores.

— ¿Eso es todo lo que tienes, preciosa? —comentó, con un molesto tono coqueto y un claro semblante egocéntrico en su lugar.

Megumi seguía paralizado. Le temblaban las extremidades y su boca parecía estar completamente sellada a pesar de encontrarse entreabierta. No podía darle la orden al Perro Divino para que atacara, por lo cual este solo gruñía en su posición ansioso de atacar.

— ¡Ataca! —alzó, para cuando vio en cámara lenta a Yashiro hacer su primer movimiento, pero incluso cuando todo movimiento a su alrededor parecía amortiguarse, solo logró notar el instante en que ella sujetó del cuello a Nobara, para que luego la perdiera completamente de su campo visual.

El Lobo también quedó desconcertado, pues su objetivo se encontraba enfrente, por lo cual atacó corriendo rectamente, pero repentinamente, su objetivo había desaparecido, y solo se encontraba el solitario callejón.
En aquel mismo segundo de confusión tanto de Megumi como el animal de sombras, Yashiro, a sus espaldas, alzó su mano derecha recta y firme como una tabla, dejándola caer contra la nuca del pelinegro.
Megumi pareció quedarse sin aire ante el doloroso golpe, soltando un casto quejido entrecortado. Su cuerpo se sintió como si no fuera suyo y en el mismo instante sus piernas le fallaron. El shikigami se disolvió en el suelo, mientras Megumi sentía como caía contra el suelo y se golpeaba abruptamente, perdiendo completamente la consciencia.

Todo había ocurrido al mismo tiempo en que Yashiro estampó a Nobara contra el muro del callejón sin demasiado cuidado. Su mano derecha sujetaba su delgado cuello y la levantaba poco más arriba de sus pantorrillas, mientras una sonrisa ladina tentadora se esbozaba en su rostro viendo los torpes intentos de la muchacha para zafarse de su agarre.
Intentaba lanzar algunas patadas, y sus manos sujetaban temblorosa y firmemente la muñeca de la mayor. Quejidos salían de su boca mientras le miraba con odio, con su ceño fruncido, haciendo un esfuerzo mínimo por respirar correctamente.

— ¿No te dije que las cosas terminarían mal? —comentó ella, ampliando su sonrisa para esta vez mostrar su dentadura—. ¿Qué harás ahora, linda? ¿Por qué no ocupas esto que tienes allí? —habló con un tono retador, y su mano izquierda se deslizó de manera suave y lenta bajo la falda de la muchacha, sobre su muslo izquierdo, estremeciéndola extrañamente hasta que llegó a la daga que ocultaba sujeta a su muslo.

La mano de Yashiro sujetó el mango de la daga, la sacó de su vaina y deslizó la filosa punta por la piel de la muchacha sin quitarle la mirada de encima, hasta que el arma salió al aire frente al rostro de la oji verde.

— Bah, no es como si esta cosa pudiera hacerme demasiado —comentó, chasqueando su lengua y observando la hoja del arma para dejarla caer sin preocupación al suelo.

— Eres un... Maldito demonio —fue lo que logró salir de la boca de la castaña menor, quien ya no lograba esforzarse por dar otro par de patadas o continuar sacudiendo su cuerpo, pues bien comprendió que no podía hacer demasiado contra aquel agarre.

— Hey, hey, hey —rió la otra, mirándola con un ceño fruncido pero una sonrisa de burla—. No me iguales con esas inmundas ratas del infierno... —estaba molesta, y la menor podía notarlo, a diferencia de la despreocupación que emanaba en batalla, el repentino enojo apareció al ser comparada con un demonio—. Mi nombre es Yashiro —habló, alzando un poco su barbilla, ladeando su cabeza y relajando su ceño—. Ahora repítelo —ordenó, con total encanto mientras la menor se negaba rotundamente a hacer caso a sus palabras, pero la presión que aplicó en su cuello la urgió, y no le quedó de otra que entreabrir su boca en un jadeo para hablar.

— Y-Yashiro —logró modular con algo de suerte, y una sonrisa repleta de satisfacción se asomó en el rostro de la nombrada escuchando aquel jadeante tono.

— Buena chica... —susurro a cuestión de centímetros sobre sus finos labios, para luego alejarse unos cuantos pasos y soltar su cuello.

Nobara cayó de rodillas al suelo, sus ojos se abrieron como platos mientras intentaba recuperar el aliento llevando sus manos a su adolorido cuello, y soltando una tos ronca. El pavor de creer que moriría allí misma la domino de pies a cabeza.

— Es como volver a cuando era una bravucona de preparatoria en los ochenta, solo que el doble de aburrido —fue el comentario que dejó Yashiro tras el sonido de sus pasos retirándose triunfante, con ambas manos en los bolsillos de sus jeans.

En el desolado callejón oscuro dejó a un adolescente inconsciente, y a otra casi sin poder respirar, mientras sus manos temblorosas buscaban su teléfono celular en busca de ayuda.

El silencio era increíble. Sus ojos se abrieron lentamente sintiendo el molesto dolor en su nuca y en todo el resto de su cuerpo, dado que la caída luego de ser noqueado no fue exactamente sobre un colchón de plumas.

Se estremeció mientras intentaba recuperar sus sentidos, prontamente comenzó a sentir una fina capa de agua bajo él. Era cálidamente desagradable, y quejidos salieron de su boca mientras hacia un esfuerzo por colocarse de pie.
Estaba aturdido, podía sentir su cabeza dar vuelta apoyando ambas manos en sus rodillas mientras las piernas le temblaban. Miró a su alrededor y no encontró más que repleta oscuridad. Podía verse a si mismo con claridad, pero todo a su alrededor era un lugar completamente negro.
Miró a sus pies, con esa respiración entrecortada sin comprender en donde se encontraba, y parecía estar parado sobre una superficie de agua; como si estuviera caminando sobre un gran lago oscuro, y aquello no pudo causarle otra cosa que no fuera talasofobia.

Para cuando volvió a alzar la mirada, una pequeña castaña con prendas tradicionales se encontraba frente a él. Un jadeo de sorpresa se escapó de sus labios mientras un nudo se le formaba en la garganta. Intentó hablar, pero solo un casto y estúpido quejido salió de sus labios.

Esa castaña tenía la mirada baja. un camino de lágrimas corría por sus acaloradas mejillas con ciertos rasguños. Su cabello estaba tomado en una larga trenza con múltiples flores de manzanillas y entre otras de colores, y una gran... Una gran katana negra bañada en sangre era sujetada en su mano derecha. Sus faldas salpicadas de sangre. Su mirada perdida llena de pavor y melancolía.

Megumi hizo el intento de volver a hablar, pero nuevamente salió un simple quejido mientras su mano derecha se alzaba a la menor. La castaña se dió la vuelta, con esa mirada baja. El pelinegro observó claramente como las flores que decoraban su cabello poco a poco comenzaban a marchitarse, y su falda lentamente se teñía en un mar de sangre dándole la espalda al muchacho.

La katana era arrastrada por la superficie de agua mientras se alejaba cada vez más por cada paso que daba, y las piernas de Megumi temblaban sin moverse de su lugar.
De pronto, frente a él, lejano, el relicario con pilares y estructura rojiza, en su interior una pequeña pila de esqueletos humanos e inhumanos; comenzaba a verse a través de la neblina negra, y el corazón de Megumi se aceleró mientras lograba dar dos torpes pasos.

Una mano se asomó entre la oscuridad del trono bajo el techo del relicario. Las uñas largas y negras, con sus dedos y palma bañada en sangre, goteando hacia abajo, mientras las dos líneas negras comenzaban a asomarse en su muñeca.
La menor se dirigía hacia él, Megumi reconocía de quien trataba pero por alguna razón no podía decir su nombre ni recordar su rostro. Tenía el mal presentimiento de que algo le ocurriera a la menor, y justamente dió cuatro pasos adolorido, soltó una sonora queja, y su boca finalmente se abrió en un intento de salvarla.

— YASHIRO —gritó, mientras los ojos se le llenaban de indescriptibles lágrimas.

Pero un intenso dolor le cortó la voz, sus ojos se abrieron abruptamente denotando total suplicio, y tardó en notar qué, lo que lo había detenido, fue el corte causado por la técnica de la entidad en el trono.

Dos grandes cortes cruzados en forma de "x" contra su torso cortaron su ropa he hicieron profundes cortes contra su piel, el dolor era inmenso, le arrebató la respiración, y lo último que visualizó antes de que todo se volviera negro, fue la melancólica mirada rojiza de la pequeña castaña que le esbozó una sonrisa.

Se levantó de golpe. Una fina capa de sudor le recorría todo el cuerpo. El carro se detuvo en seco chirriando las llantas contra el asfalto de la calle. Sentía su corazón latir a mil, su respiración agitada y sus extremidades temblando.

— Hey... —llamó Nobara, quien se giró un poco desde el asiento del copiloto, al igual que Ijichi en el asiento del conductor. Él se encontraba recostado en el asiento trasero—. ¿Cómo te sientes? —preguntó, su rostro se veía serio y su mandíbula tensa.

Megumi intentó recuperar la respiración. Pasó el dorso de su mano por su frente y soltó un quejido mientras intentaba sentarse adolorido. Su nuca dolía como el carajo.

— ¿Qué... Qué ocurrió? —preguntó aturdido, sobó sus ojos para aclarar su vista sentándose en medio de ambos, para pasar una mano por su cabellera hasta su nuca tratando de masajear esta.

— Ella solo usó su fuerza bruta —sentenció Nobara.

Y el pelinegro alzó su mirada hacia el delgado cuello de la chica, moreteado con la forma de la mano de Ryōmen Yashiro.

Continue Reading

You'll Also Like

75.9K 12.5K 32
"Sergio Pรฉrez siempre ha sabido que no es suficiente para Max Verstappen. Desde su compromiso hasta sus actuales aรฑos de matrimonio, sabe que el Alfa...
86.7K 4.8K 10
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ยฟQuรฉ suc...
140K 19K 105
๐…๐€๐Š๐„ ๐‚๐‡๐€๐‘๐Œ || ๐™ด๐š• ๐šŽ๐š—๐šŒ๐šŠ๐š—๐š๐š˜ ๐šŽ๐šœ ๐šŽ๐š—๐š๐šŠรฑ๐š˜๐šœ๐š˜, ๐šข ๐šŒ๐š˜๐š— ๐šœ๐šž ๐š‹๐šŽ๐š•๐š•๐šŽ๐šฃ๐šŠ ๐š‘๐šŠ๐š›รก ๐šš๐šž๐šŽ ๐š๐šŽ ๐šŠ๐š›๐š›๐šŽ๐š™๐š’๐šŽ๐š—๐š๐šŠ๐šœ. Teen Wolf...
253K 17.7K 91
Todas las personas se cansan. Junior lo sabรญa y aun asรญ continuรณ lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.