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❝ TENEMOS QUE CORRER, DEBEMOS SALIR DE AQUÍ ❞
╔═════✧❃✧.⭑༄✦. ✰ ° ═════╗
( ✦ ༄ . °✰ capitulo 13 ° . ༄ )
── FINAL, PARTE 5──
maratón 1/3 : END GAME
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NOLAN SOLTÓ UN SUSPIRO DESPUÉS DE HABER CORTADO LA CONEXIÓN, sintiéndose demasiado extraño al haber dejado que esas palabras salieran de su boca.
—Bien hecho.
El joven retiro con brusquedad la mano que lo sujetaba fuertemente de su nuca, antes de girarse a mirar con molestia a la persona que lo había obligado a decir aquel mensaje para Zoe e incitarla a que fuera hacia ellos.
—Al fin haces algo bien.
Janson se alejó de su hijo, dejándolo con una creciente ira invadiéndolo.
Observo como su padre salía del lugar, dejando que comenzara a cuestionarse sobre si realmente lo que estaba haciendo era correcto o no, si en verdad todo lo que había aceptado hacer y decir desde que era un niño era porque en verdad quería hacerlo o si solo fue porque quería la aprobación de su padre.
Nolan golpeo con brusquedad la mesa, antes de sujetarse con fuerza su cabeza.
¿Realmente él quería ser esto? ¿Ser el soldado de CRUEL? ¿En serio solo quería vivir para convertirse en la nueva arma de esa organización? ¿O solo hacia todo esto porque quería demostrarle a su papá que podía ser alguien?
Los pensamientos del castaño se vieron interrumpidos por la llegada de su madre, quien solo le sonrió antes de acercarse a Teresa y ayudarle con Carl.
El ver a su madre junto a Teresa, trabajando y buscando el modo de mantener controlado a Carl, quien estaba convirtiéndose en una de esas criaturas, solo consiguió despertar en él nuevos pensamientos.
A Nolan no le importaba en lo más mínimo su padre.
Él solo quería seguir ahí por su mamá, porque era la única que lo veía como alguien, como una persona especial sin la necesidad de ser un soldado o un científico.
—Nolan, cariño, podrías avisarle a la doctora Paige que Zoe y Thomas no tardaran en llegar.
El joven se levantó, justo en el momento en el que Teresa desvió su mirada de Carl para poder concentrarse en Nolan, sonriéndole y logrando que el chico también lo hiciera.
No solo era por su madre.
También lo hacía por Teresa.
Esas dos mujeres eran las únicas que lo hacían querer quedarse en CRUEL, y mientras ellas estuvieran ahí, el haría hasta lo imposible por mantenerse con vida y vivir junto a ellas.
──── ✩✧☾✧✩ ────
La doctora Paige se encontraba esperando a Zoe y Thomas, mientras observaba con atención como la ciudad era destruida frente a sus ojos.
Todo lo que le había costado levantar se estaba desmoronando en cuestión de minutos, dejándola con un mal sabor de boca al saber que el ya tener la cura ni siquiera era suficiente.
Un sonido a su costado la puso alerta, teniendo que girarse de manera lenta y calmada para no alterar a la persona que acababa de llegar.
Zoe caminaba hacia la doctora, apuntándola con el arma que sujetaba con fuerza, mientras las lágrimas de cólera corrían por su rostro.
—¿En dónde está? —pregunto Zoe entre dientes—. ¿Qué le han hecho?
La doctora la observaba fijamente, manteniéndose tranquila e intentando que Zoe también se tranquilizara, pero lo último que la castaña quería hacer era eso.
—¿En dónde está? —exigió saber la joven, mientras sentía como su cuerpo volvía a tensarse—. Solo dígame que él está bien...
La doctora noto el estado en el que su recluta estaba, dejando que por un momento se culpara por todo el dolor que le había causado desde que apenas era una niña, y no solamente a ella, sino que a todos los niños a los que llego a capturar.
—¿Es cierto? —murmuro Zoe, escuchando unos pasos a la lejanía acercarse—. ¿Es cierto que podemos salvarlos?
—Pueden salvarnos a todos —le respondió la doctora, dejando que Zoe suspirara—. Pero ya no importa... nada de esto, ahora a los únicos que debemos salvar son a tus amigos...
Zoe miro a la doctora, teniendo un deja-vu sobre alguna situación en su pasado en donde la doctora estaba involucrada.
Ella siempre supo que era su arma de ataque, y lo aceptaba, porque Ava Paige era lo más cercano a una figura materna que pudo tener en ese entonces.
Hasta que creció y se dio cuenta de que la doctora jamás iba a ser su madre, porque lo único que Ava quería era sacarle provecho para conseguir sus objetivos.
—Lo lamento —murmuro la doctora, dejando que Zoe comenzara a quebrarse frente a sus ojos—. Perdóname por todo lo que te hicimos...
Zoe se sintió tan frágil en esos momentos, que ya no pudo soportarlo más. Todos los pensamientos agobiantes lograron que la joven colapsara, derribándola frente a la doctora. Dejando que, por primera vez, viera lo frágil que podía ser su arma humana.
La pistola cayo lejos de ellas, dándole la oportunidad a la doctora de que ella se acercara con lentitud a Zoe, quien en ese momento no se retiró, lo único que quería hacer era llorar.
Que alguien la abrazara.
—Perdóname Zoe... pero aún no hemos...
—Aún no han terminado ¿verdad?
Zoe y la doctora Paige se giraron a mirar hacia el lugar por donde la castaña había llegado, encontrándose con Thomas, quien caminaba decidido hacia donde estaban aquellas dos mujeres.
—Thomas...
—Solo denos a Carl y nos largaremos para siempre —le dijo Thomas a la doctora, quedándose a unos cuantos pasos lejos de ella—. Si tanto se arrepiente denos esa libertad que merecemos.
Zoe bajo su mirada al escuchar esas palabras, dejando que la doctora la observara a ella.
—Zoe, aún estamos a tiempo de ayudarte a ti también...
—No le creas Zoe —interrumpió Thomas, logrando que la castaña lo mirara.
—Zoe, sé que estas asustada, pero aún hay tiempo... aun puedo salvarte y dejar que seas libre.
—¿A qué costo? —inquirió la castaña, mientras se limpiaba algunas de sus lágrimas—. ¿Qué precio tengo que pagar para conseguir mi libertad? ¿Usted asesinara a Nolan?
—Yo...
Pero las palabras de la doctora nunca terminaron de salir de sus labios, ya que en ese momento un silbido corto el aire justo antes de que la doctora soltara un débil quejido.
Zoe observo con detenimiento una mancha roja que comenzaba a extenderse por toda la blusa de la doctora Paige, justo en el momento en el que la mujer colapsaba, siendo atrapada por Zoe.
La castaña se arrodillo en el suelo, sintiendo el peso de la doctora en sus brazos, mientras observaba y escuchaba como poco a poco el corazón de Ava se detenía.
Zoe escucho como la doctora soltaba un último quejido, antes de colapsar en los brazos de la joven.
—No —murmuro Zoe, sintiendo esa última oleada de calor que desprendió la doctora—. No...
Ava Paige había muerto.
Thomas observaba aturdido el cuerpo inerte de la doctora, el cual Zoe estaba comenzando a dejar de manera cuidadosa en el suelo.
El castaño levanto su mirada, encontrándose con Janson, quien apuntaba fijamente al joven, mientras caminaba lentamente hacia ellos.
El arma que Janson llevaba entre sus manos aun humeaba y desprendía el característico olor a pólvora, pero eso no era necesario de ver para saber que él había sido el encargado de asesinar a la doctora, su supuesta mano derecha.
—Zoe...
Pero la joven no respondió el llamado de Thomas, se había quedado estática en su sitio, sin poder salir de su estado de shock.
Intercalaba su mirada entre la doctora y la sangre que le había dejado en sus manos, mareándola y logrando que muchos recuerdos la invadieran.
Nuevamente Zoe volvía a tener sangre en sus manos, de una persona que llego a querer asesinar. Y aunque la castaña no hubiera asesinado a la doctora, el ver esas manchas rojas solo jugaba con su mente.
Hace unos momentos Ava Paige les había asegurado la libertad y ahora ella había caído junto con su organización, dejándolos a ellos en las manos de aquel repugnante hombre.
—Zoe —la llamo Thomas nuevamente, pero la joven no reacciono.
Hasta que otros dos silbidos consiguieron alertarla, pero ya fue demasiado tarde.
Thomas y Zoe sintieron como algo se adhería a sus espaldas, dejando que en cuestión de segundos sus cuerpos comenzaran a ser golpeados por diversas descargas eléctricas.
Los habían atacado por la espalda, dándole a Janson la oportunidad de ver los rostros de ambos adolescentes, retorciéndose a causa del dolor y sin poder hacer nada para salvarse a sí mismos, causándole placer a aquel hombre.
Janson se inclinó antes de clavarle una aguja a Thomas en su cuello, dejando que este poco a poco comenzara a caer inconsciente debido al suero que acababa de inyectarle.
—Ay Thomas... debiste correr...
Lo último que el joven pudo observar fue el cuerpo inerte de la doctora y el rostro de Zoe, agonizante e intentando poder levantarse para pelear contra Janson, pero le resultó imposible.
En cuanto Thomas quedo inconsciente, Janson y el hombre que les había disparado a ambos adolescentes se acercaron a Zoe.
Ella los observo, encontrándose con el rostro de Hugo, quien la miraba sin ninguna pizca de emoción.
—Reprográmala.
—No puedo —le respondió Hugo a Janson, mientras escuchaba los quejidos de Zoe—. La computadora y Nolan están en el ala médica.
—Entonces cédala, y llevémoslos hasta allá —ordeno Janson, antes de que Hugo se inclinara y le inyectara a Zoe lo mismo que le habían inyectado a Thomas.
Zoe sintió como aquel extraño suero viajaba por todo su cuerpo, logrando que todo a su alrededor comenzara a distorsionarse, mientras su cuerpo dejaba de estar tenso.
Por unos cuantos segundos ella quiso pelear, pero después se rindió, dejando que las alucinaciones la atacaran y la arrastraran hacia lo más profundo de sus pesadillas.
──── ✩✧☾✧✩ ────
Cuando Carl despertó con lo primero que se encontró fue el rostro de un desconocido mirándolo, algo que solo lo puso terriblemente asustado y que intentara comenzar a moverse con desesperación.
Pero ni siquiera podía mover sus brazos con libertad, ya que estaba atado a esa camilla en donde lo mantenían recostado.
—Tranquilo —comento una voz femenina a su lado, consiguiendo que el chico la mirara—. Ya todo está bien.
—Teresa... ¿¡Que mierdas me hiciste!?
La pelinegra suspiró, antes de observar a Nolan, quien solo le señalo las camillas en donde estaban Zoe y Thomas, obligando a Teresa a irse hasta donde ellos estaban.
—¡Teresa! —le grito Carl, intentando que la chica volviera y hablara con el—. ¡Teresa!
Carl se removió con brusquedad, consiguiendo que Nolan lo mirara, pero eso solo altero aún más al pelinegro.
—¡Tu! ¡Tú fuiste ¿verdad?! ¡Tú fuiste el que me capturo!
Nolan lo miro con una ceja enarcada antes de asentir, logrando que Carl lo mirara molesto.
—¿Por qué? ¡Que carajos quieren de mí, solo soy un estúpido crank!
El castaño frente a él solo se burló antes de salir de aquel lugar, dejando solo a Carl, quien comenzó a insultarlo mientras buscaba de manera desesperada poder zafarse de las ataduras que tenía.
La mirada del pelinegro fue a dar en otro punto del lugar, provocando que todo su cuerpo se tensara y su boca quedara ligeramente abierta.
Habían atrapado también a Zoe y Thomas.
Carl sintió como la ira lo golpeaba, logrando que sus movimientos fueran más bruscos que los anteriores, mientras sus gritos inundaban la habitación en la que se encontraba.
—¡Zoe, Zoe! ¡Aléjense de ella!
Mientras Carl hacia todo lo posible por liberarse, del otro lado del lugar, todo el equipo de Janson se encontraba trabajando, algunos preparando el suero y otros con la reprogramación de Zoe, la cual no estaba teniendo mucho éxito.
—No lo entiendo, esto no debería estar sucediendo...
—Tal vez es porque perdimos el control de casi todo el equipo —le dijo Hazel a su compañero—. O simplemente su cuerpo ya no nos permite el acceso.
—No, eso es imposible... no puede ser tan fuerte.
—¡Podrían hacer que se calle ese idiota! —les grito Janson, mientras señalaba el lugar en donde Carl se encontraba—. ¡Hugo cállalo!
El mencionado maldijo por lo bajo antes de encaminarse a la habitación en donde el pelinegro estaba encerrado.
Hazel aprovecho ese momento para girarse a mirar a Nolan, asintiendo discretamente y logrando que el joven mirara a Teresa, quien también asintió.
El castaño activo sus habilidades, percibiendo todos los sonidos que había en la habitación y dándole la oportunidad de llevar una de sus manos de manera lenta hacia la computadora en donde Hugo estaba trabajando.
Teresa no tardó en llegar, extrayendo un poco de sangre del brazo de Zoe, provocando que la castaña se comenzara a remover en su camilla.
Zoe comenzó a despertarse, sintiéndose demasiado desorientada y muy angustiada en cuanto pudo comenzar a percibir en qué lugar se encontraba.
Lo primero que su campo visual capto fue la mirada de su hermana, algo que solo consiguió aturdirla y más aún al ver que era lo que estaba haciendo.
Nolan le pidió a Zoe que guardara silencio, consiguiendo que el miedo y el enojo incrementaran en la castaña.
—Quieta —le murmuro Nolan, pero Zoe no le hizo caso.
Comenzó a removerse en su sitio, intentando liberarse de esa camilla a la que la mantenían atada.
—¿En dónde están?
Nolan le señalo discretamente a Thomas, quien se encontraba a unos cuantos pasos lejos de la camilla de Zoe.
La castaña observo como Hazel le extraía sangre a Thomas, consiguiendo que la inquietud la invadiera y esto solo provocara que comenzara a moverse con brusquedad en su camilla, intentando liberarse de aquellas ataduras que tenía.
—¡Thomas!
El castaño comenzó a despertar, en los primeros segundos aquellos gritos en donde decían su nombre se escuchaban lejanos, pero conforme iba recuperando la consciencia los gritos se escuchaban con más claridad.
—Zoe...
Thomas termino despertando por completo, asustándose al ver el lugar en donde se encontraba y con las personas que lo rodeaban.
Busco con desesperación a la castaña, mientras se movía en su camilla, cayendo en cuenta de cómo lo mantenían atado a ella y sin tener oportunidad de salir.
—¡Zoe!
—Thomas...
Ambos jóvenes se miraron, sintiéndose demasiado inhábiles al no poder hacer nada para librarse de las camillas que los mantenían capturados.
Thomas observo a la castaña, con todos esos aparatos adheridos a su cabeza que la mantenían conectada a una computadora. Fue en ese momento cuando recordó lo que Gally y Zoe les habían dicho hace unas horas.
Sobre como una computadora la mantenía atada a CRUEL.
—Vuélvanla a dormir, no podemos analizar su actividad cerebral y la tarjeta de control si ella esta despierta.
—Estamos ocupadas preparando el suero —le respondió Hazel a Janson—. Pídeselo a Hugo.
—¿En dónde está Carl? —pregunto Zoe, antes de llevar su mirada a Nolan—. ¡Tú dijiste que aquí lo tenían, en donde esta!
Nolan le señalo el otro lado de la habitación, justo de donde Hugo venia saliendo.
—Él está bien, ya le inyectaron el suero —le informo Nolan, pero esas palabras no lograron convencer a Zoe.
—¡Suéltenme, maldita sea! —grito Zoe, sintiendo como una de las correas comenzaba a aflojar su agarre—. ¡Él no tiene nada que hacer aquí, déjenlo salir!
Todos se miraron, antes de llevar su mirada hacia Janson, quien permanecía de pie frente a la gran ventana, en donde podía verse con claridad como toda la ciudad estaba siendo destruida.
—¿Saben que es este lugar?
Zoe y Thomas llevaron su mirada hacia Janson, quien los observaba sin ninguna expresión en su rostro.
—Un bote salvavidas —continúo diciendo, antes de regresar nuevamente su mirada hacia la devastada ciudad—. Todo el mundo se hunde, pero nosotros no tenemos que hundirnos con él.
El hombre comenzó a caminar hacia los dos adolescentes, colocándose en medio de ambas camillas para tener la oportunidad de mirarlos a ambos.
—¿Cuánto falta?
—Ya casi esta —le respondió Teresa a Janson, mientras la pelinegra desviaba por un momento su mirada hacia Hazel.
—¿Y ella? —le pregunto Janson a Hugo, quien acababa de volver a acercarse a Zoe—. ¿Qué tal va la reprogramación?
—Se está resistiendo, pero creo que encontré un modo de retirarle sus habilidades y aun así mantenerla con vida...
Zoe se giró a mirar a Hugo, sintiendo el pánico invadirla al ver como este se acercaba a ella, colocando otros cables a las sienes de la castaña, sacándole un sonoro quejido.
—No —le dijo Janson a Hugo, mientras observaba fijamente a Zoe y a Nolan, quien se encontraba a un lado de la castaña—. Ve el modo de que permanezcan sus habilidades, creo que ahora más que nunca necesitamos a la verdadera arma de CRUEL.
Zoe se removió en su camilla, mientras gritaba e intentaba romper aquellas bandas que la mantenían atrapada.
—Es la única capaz de darnos suero y seguridad al mismo tiempo —continúo diciéndole Janson, logrando que el enojo y la desesperación incrementaran en la castaña—. Así que reprográmala y regrésame a mi prueba 008.
—Está bien señor.
Nolan se giró a mirar a su padre, quien simplemente se encogió de hombros, logrando que el castaño comenzara a darse cuenta de que para Janson, él nunca iba a ser suficiente.
—¿Por qué no mejor nos matan y ya?
Thomas se giró a mirar a Zoe, quien en ese momento creía que eso era lo más conveniente.
Prefería morir a volver a trabajar para Janson.
—¿Qué cosa? No, no queremos matarlos...
Janson comenzó a acercarse lentamente a Thomas, mientras a las espaldas de aquel hombre todo su equipo, a excepción de Hugo, estaban comenzando a lanzarse miradas cómplices.
—Tendremos cuidados especiales con ustedes. Los mantendremos con vida...
Thomas se movió con brusquedad en su camilla, intentando descargar su enojo en Janson, quien solo sonrió con satisfacción al ver que no podían atacarlo.
—... Y a cambio nos darán vida al resto de nosotros, al menos a quienes decidamos salvar.
Janson tomo una extraña jeringa electrónica, mientras se acercaba lentamente a Hazel y Teresa, quienes estaban terminando de preparar el suero.
—Claro que no habrá suficiente para todos, como por ejemplo sus amigos, reusados a cooperar a nuestro favor.
Zoe y Thomas soltaron un bufido lleno de frustración al escuchar aquello.
—Habrá que tomar decisiones difíciles, con el tiempo el virus de la llamarada se extinguirá... la pregunta es ¿Quiénes van a quedar con vida después de todo?
Zoe y Thomas se removieron aun con más fuerza, pero no podían liberarse, ni siquiera las habilidades de la castaña podían ayudarla.
—No te muevas —le pidió Hugo a Zoe, logrando que la joven lo mirara mal—. Déjame hacer mi maldito trabajo.
La castaña no le hizo caso, siguió moviéndose con fuerza provocando que algunos cables se cayeran y eso frustrara aún más a Hugo.
Janson tomo el frasco de suero, bajo la atenta mirada de Teresa y Hazel, quienes en esos momentos estaban intercambiando varios pensamientos.
El hombre se giró a mirar a los otros dos adolescentes, mientras les mostraba el frasco de suero que tenía entre una de sus manos.
—Y gracias a ustedes, a esto... nosotros al fin podremos elegir, un futuro construido por nosotros.
Zoe observo con atención las venas moradas y negras en el brazo de Janson, delatando en lo que se estaba convirtiendo. Ahora podía entender porque su desesperación para encontrar la cura... porque él la necesitaba.
Nolan y Thomas estaban igual de impactados que la castaña, mientras observaban como Janson estaba a punto de inyectarse la cura en su brazo.
—A tu salud...
Pero eso fue lo último que dijo Janson antes de que Hazel impactara contra la nuca de aquel hombre un frasco de cristal.
Zoe y Thomas observaron atónitos como Janson caía inconsciente en el suelo, con un gran hilo de sangre comenzando a correr por su frente.
—¿¡Pero que te sucede!?
Hugo se giró a mirar con reproche a Hazel, antes de comenzar a mover con desesperación los controles de la computadora, logrando que Zoe fuera presa del pánico.
—¡Mierda!
Nolan no permitió que Hugo siguiera trabajando en la computadora, la cual había dejado de responder. Tomo a Hugo de su camisa antes de darle un fuerte empujón, alejándolo de la camilla de Zoe.
—¡Malditos traidores!
Teresa no dejo que Hugo nuevamente se acercara a su hermana, ya que imito el mismo movimiento de Hazel. Tomo un gran frasco de cristal, rompiéndoselo a Hugo en la cabeza y dejando que este cayera en el suelo, inconsciente.
Hazel recogió la inyección con el suero, sujetándola con fuerza mientras se acercaba a Thomas para poder comenzar a desamarrarlo.
—¡Dense prisa, tenemos que salir de aquí! —les grito la mujer a Teresa y Nolan, dejando que la sorpresa siguiera incrementando en los dos chicos capturados en las camillas—. ¡Teresa ve por Carl!
La pelinegra corrió hasta donde estaba el mencionado, dejando que Nolan se encargara de comenzar a liberar a Zoe, quien aún se mantenía procesando lo que estaba sucediendo.
Teresa llego hasta donde estaba Carl y sin perder el tiempo, comenzó a despertarlo, mientras intentaba explicarle que era lo que estaba sucediendo.
—¿Por qué hacen esto? —pregunto Zoe en un susurro, mientras observaba sorprendida a Nolan.
—Trabajamos para Ava —le respondió Hazel, quien seguía concentrada en liberar a Thomas—. Jamás trabajaría para alguien como Janson.
—¿Están de nuestro lado? —pregunto Thomas, mientras intentaba ayudar a la mujer a liberarlo de la camilla.
—No estamos del lado de nadie —le respondió Nolan, quien seguía siendo observado por Zoe—. Solo de nuestros objetivos, y el de este momento es salir de aquí...
—¡Mierda, no abre!
—¡Hazel cuidado! —le grito Zoe, al ver como Janson se colocaba detrás de la doctora.
La mujer se giró a mirarlo, antes de soltar un grito ahogado. Janson la tomo con fuerza de su cabello, mientras la doctora intentaba pelear contra él.
El lugar no tardo en llenarse de gritos y bufidos llenos de frustración, mientras la tensión comenzaba a inundar cada esquina de ese laboratorio.
Nolan comenzó a moverse con brusquedad, intentando liberar a Zoe lo más rápido posible mientras observaba como Janson golpeaba a Hazel.
—¡Hazel!
La doctora termino siendo arrojada con brusquedad sobre una mesa, llevándose consigo todos los objetos que había sobre esta.
—Mierda, mierda, mierda...
Hazel había caído en el suelo, llevándose un fuerte golpe y varios cortes en sus brazos al haber caído sobre todos esos trozos de cristal.
Pero no dejo de luchar.
Soltó un jadeo, antes de levantar su mirada y encontrarse con Janson, quien caminaba lentamente hacia ella. Hazel comenzó a arrastrarse en el suelo, intentando alejarse del hombre.
—¡Ven aquí!
Todo el lugar se había vuelto un caos.
Teresa observaba todo, inquieta por todo el miedo que sentía en esos momentos, pero aun así siguió desatando a Carl, quien estaba impaciente por poder salir de ese lugar y ayudar a sus amigos.
Thomas tuvo que seguir desamarrándose solo, haciendo todo el esfuerzo posible para poder conseguirlo.
Por otro lado, estaba Nolan, quien estaba teniendo demasiadas complicaciones por no poder concentrarse en lo que debía hacer.
—¡Ven, devuélvemela!
Janson tomo a Hazel de sus piernas, arrastrándola por el suelo hasta tenerla frente a él. La levanto con fuerza, sujetándola de su cabello, mientras la mujer se quejaba.
—¡Devuélvemela!
—¡Jamás! —le respondió Hazel en un grito, consiguiendo que la ira de Janson aumentara.
El hombre la sujetó de su nuca, acercándola lentamente hacia él, consiguiendo que Hazel jadeara por el miedo que sentía.
—Nunca debiste traicionarme.
La doctora sintió como un delicado beso era depositado en su coronilla, logrando que ella cerrara sus ojos mientras las lágrimas del miedo comenzaban a caer.
Eso fue lo último que sintió Hazel, miedo.
Porque fue en ese momento cuando Janson atravesó el abdomen de Hazel con un cristal puntiagudo, logrando que la mujer diera un último suspiro.
El lugar quedo en completo silencio, mientras observaban atónitos a Hazel y la mancha de sangre que se extendía por todo su abdomen.
La doctora aun luchaba por poder respirar, mientras sentía como su vida se escapa poco a poco de su cuerpo.
—¡No!
La doctora miro por última vez a Nolan, mientras el gritaba con fuerza el nombre de Hazel, sintiendo como la ira y desprecio por su padre se apoderaban completamente de él.
Janson soltó a Hazel, provocando que el cuerpo de la doctora impactara de lleno en el suelo, manchándolo de su sangre y siendo eso la última imagen que todo el grupo de adolescentes guardara sobre aquella mujer que hizo lo que estuvo entre sus manos para poder ayudarlos.
Nolan se apartó de Zoe, corriendo directamente hacia Janson, quien acababa de levantar la jeringa del suelo.
El hombre no reacciono a tiempo, ya que en cuestión de segundos tenia a Nolan sobre él, golpeándolo con fuerza, mientras intentaba quitarle la jeringa con la cura.
Zoe en ese momento no dejo que todos los recuerdos en donde Hazel estuviera involucrada la atacaran, su mente podía ser su peor enemiga y en ese momento lo que menos necesitaban era que perdiera la cabeza.
La castaña logro liberar una de sus manos, dándole la oportunidad de poder liberarse más rápidamente de la otra atadura que tenía.
—Si... si... ¡Si, por fin!
La castaña se levantó de un salto de su camilla, mientras intentaba comenzar a quitarse todos los cables que estaban conectados a su cabeza.
Pero en ese momento Hugo se levantó, tomando a la joven por sorpresa.
—¡Zoe!
La castaña se giró a mirar detrás de ella, logrando esquivar el golpe que Hugo estaba a punto de darle.
Thomas observaba todo el desastre, sintiéndose desesperado, mientras con mucho esfuerzo logro liberar su primera mano.
Zoe logro arrojar a Hugo nuevamente al suelo antes de correr nuevamente hacia la computadora e intentar apagarla, pero el hombre volvió, tomándola fuertemente de su cabello y arrojándola directo en el suelo.
La castaña sintió la ira invadirla en cuanto su cuerpo impacto contra aquella fría superficie, clavándose algunos cristales en la palma de su mano.
—¡Suéltame imbécil! —le gritaba la joven, mientras pataleaba e intentaba apartar la mano de Hugo de su cabello—. ¡Suéltame!
Zoe reunió toda su fuerza posible para poder tomar impulso e intentar levantarse, consiguiendo que con el brusco movimiento la muñeca de Hugo se quebrara.
El hombre soltó un grito ahogado, viéndose obligado a apartarse de Zoe, quien se giró a mirarlo antes de darle una patada en su estómago.
Hugo impacto contra un mueble lleno de documentos, mientras sentía como la ira y el dolor estaban comenzando a despertar en él.
Zoe se alejó rápidamente, sintiendo como los cables que tenía conectados estaban comenzando a resbalarse y dándole la oportunidad de que ella comenzara a quitarse todos los demás.
Cada que un cable era desconectado una punzada de dolor recorría cada parte de su cuerpo, pero consiguió ignorarlas, ya que tenían que ser rápidos si querían salir de ahí.
—¡Zoe, apaga la computadora! ¡Rápido! —le suplico Thomas, mientras sentía como su atadura estaba comenzando a aflojarse—. ¡Hazlo, Zoe!
La castaña comenzó a apretar los botones de aquella máquina, mientras jalaba cada cable que estuviera ahí. No sabía que era lo que estaba haciendo, solo buscaba con desesperación que esa estúpida computadora se apagara.
Nolan y Janson aún se encontraban luchando el uno contra el otro, logrando que la jeringa con la cura terminara en manos de Teresa, quien se encontraba con Carl.
—¿Qué hacemos? —pregunto el pelinegro, al ver como Janson hacia todo por llegar hasta donde ellos se encontraban.
Nolan se lo impedía, golpeándolo con fuerza e intentando abrirles camino a todos los demás para que pudieran salir de ahí.
El castaño estaba desquitando toda la ira que sentía en contra de su padre, golpeándolo con fuerza y gritándole todo lo que nunca se atrevió a decirle, culpándolo de quitarle a una de las pocas personas que lo hacían querer seguir intentando.
Nolan acababa de perder a su madre.
Y lo peor de todo es que su propio padre era el que se la había quitado.
—¡Te odio, te odio! —gritaba una y otra vez, lanzando golpes y esquivando los que Janson le daba—. ¡Ojalá te pudras en el infierno!
Nolan le dio una patada tan fuerte que lo arrojó al suelo, mientras el hombre comenzaba a toser, sacando toda la sangre que almacenaba su boca por las heridas dentro de ella.
—¡Vamos, pelea! ¡Pelea!
Mientras tanto, del otro lado del laboratorio, Zoe se encontraba al borde de un colapso, sintiéndose frustrada por ver como la computadora se resistía a apagarse, parecía que tenía otra fuente de energía que no fueran todos esos cables.
Se dejó llevar por la ira, tomando uno de los bancos que estaban en el lugar para poder comenzar a golpear con fuerza aquel aparato, destruyéndolo poco a poco con cada golpe que le daba.
—Teresa tenemos que irnos, vamos con Zoe y Thomas —le pidió Carl a la pelinegra, consiguiendo que esta se girara a mirar a los dos mencionados.
—No... no... ¡Zoe, no!
Pero los gritos de Teresa no fueron escuchados por Zoe. Por más que la pelinegra intento impedir lo que su hermana estaba por hacer, ya era demasiado tarde, porque justo en ese momento, con el último golpe, la computadora se apagó.
Teresa llevo su mirada hacia Nolan, quien justo en el momento en el que la computadora se apagó, sintió como todo su cuerpo perdía la energía con la que había estado andando durante el día.
—¡Nolan! —grito Teresa, pero el joven no reaccionaba.
Janson percibió como su hijo perdía su energía, así que se aprovechó de eso para darle una patada alejándolo de él.
Nolan había caído nuevamente dentro del laboratorio, inconsciente y con su mente jugando contra él.
—Idiota.
Fue lo único que dijo Janson antes de girarse a mirar a Carl y Teresa, quienes retrocedieron asustados al ver que el hombre se dirigía hacia ellos.
Carl, por instinto, cubrió a Teresa, justo en el momento en el que Janson entraba y comenzaba a atacar al joven para quitarlo de su camino.
El pelinegro aún se encontraba débil, pero conseguía por lo menos darle tiempo a Teresa para que saliera de ahí con la cura.
La pelinegra quito el frasco de suero con la jeringa, mientras gritaba con desesperación el nombre de su hermana.
—¡Zoe, Zoe!
La castaña escucho los gritos de Teresa, consiguiendo que por fin soltara el banco y dejara escapar un jadeo, mientras comenzaba a buscarla con desesperación.
Su mirada dio contra la habitación en donde estaba Carl, logrando que se encontrara con aquella escena en donde Janson golpeaba sin piedad al pelinegro.
La ira inundo a Zoe, dejando que se apoderara de ella mientras todas sus habilidades se activaban.
La joven corrió hacia Janson, ignorando el hecho de que Hugo se había incorporado de golpe y estaba a nada de atraparla, sino fuera por Thomas, quien al ver esto, consiguió zafarse de la camilla y taclear a Hugo, impidiéndole el poder atacar a Zoe.
La castaña soltó un grito lleno de enojo antes de impactar su cuerpo contra el de Janson, rompiendo una de las paredes de cristal del laboratorio.
Teresa rápidamente corrió hacia Carl, tomando entre sus manos el rostro ensangrentando del pelinegro, quien estaba respirando con dificultad y a duras penas podía mantenerse de pie.
—Carl, Carl... escúchame...
—Te escucho... pero creo que me voy a desmayar —murmuro el joven, sintiendo como sus piernas flaqueaban—. Ni siquiera infectado me sentía así...
—Estarás bien, solo estas muy débil... pero te sacaremos de aquí...
Zoe y Janson consiguieron incorporarse del suelo, ignorando todas las cortaduras que tenían en sus cuerpos y todos los cristales que quedaron adheridos a sus ropas.
El hombre la miro con furia, antes de soltar el primer golpe, el cual no tardó en ser respondido por Zoe.
La castaña desquitaba todo su enojo en Janson, demostrándole de lo que era capaz y recordándole que él nunca podría tener algo como ella bajo su poder.
Zoe lo tomo de su saco, antes de impactar su rodilla en el abdomen del hombre, sacándole un sonoro quejido.
No perdió el tiempo y lo arrojo del otro lado del pasillo, dándole la oportunidad a sus amigos de que salieran de ahí.
—¡Rápido, salgan ya! —les grito la joven, antes de caminar nuevamente hacia Janson.
Thomas le dio un último golpe a Hugo, dejando al hombre en el suelo. El castaño lo miro por última vez, antes de incorporarse para poder acercarse al resto del grupo.
—¿Cómo esta Newt? —fue lo primero que le pregunto Carl a Thomas.
—Él está bien —le respondió rápidamente, mientras lo ayudaba a mantenerse de pie para poder sacarlo de ahí—. ¿Y tú?
—¡Dense prisa! —escucharon el grito de Zoe, obligándolos a que salieran con rapidez de ahí.
Teresa salió corriendo de esa habitación, acercándose rápidamente a Nolan, quien estaba comenzando a reaccionar.
—¿Estas bien? —le pregunto Teresa, mientras lo ayuda a incorporarse.
Nolan negó, observando de reojo el cuerpo de su madre.
—No... no lo estoy...
El joven se aferró a Teresa, intentando contener todas las ganas que tenia de llorar y gritar por la muerte de Hazel, pero se contuvo, tuvo que mantenerse fuerte y más aún al ver como Hugo se acercaba corriendo hacia ellos.
Nolan extrajo de entre sus bolsillos una navaja, antes de apartar a Teresa con rapidez de él, arrojándola al suelo, pero dándose a sí mismo la oportunidad de atacar a Hugo.
El hombre sintió como la navaja era enterrada en su pecho, sacándole un jadeo lleno de dolor.
Nolan observo los ojos desorbitados de Hugo, mientras buscaba con desesperación un poco más de oxígeno.
Hugo se desplomo frente al joven, mientras él lo observaba sin ningún tipo de emoción en su rostro.
—Solo hago mi trabajo —cito las palabras de Hugo, antes de sacar la navaja del pecho del hombre—. Bastardo...
Teresa se incorporó, mientras observaba atónita a Nolan, quien parecía seguir procesando lo que acababa de hacer.
—Nolan...
La pelinegra se acercó a él, quitándole con lentitud la navaja con la que había asesinado a Hugo, obligando a Nolan a mirarla, encontrándose ambos con sus miradas cristalizadas por el miedo y la tristeza de todo lo que estaba sucediendo.
—Salgamos de aquí —fue lo único que le dijo Teresa, antes de tomar su mano y ayudarlo a salir de ahí.
Zoe observo como todo el grupo comenzaba a salir de ese lugar, ayudándose unos a otros. Eso solo consiguió que por un momento el alivio la invadiera, aunque el estado en el que se encontraban tanto Nolan como Carl la preocuparon.
Janson aprovecho esos segundos de distracción para golpear con brutalidad a Zoe, arrojándola al suelo, y con un gran dolor recorriendo toda su mandíbula.
El hombre se incorporó, observando con burla a la castaña en el suelo, con la sangre corriendo desde su nariz hasta su quijada.
—¡Ponte de pie! ¡A eso le llamas atacar!
Un recuerdo surgió en ese momento, logrando que la ira se apoderara nuevamente del cuerpo de Zoe, dejando que aquellas palpitaciones en su nuca tomaran el control de su mente y cuerpo.
Thomas y el resto del grupo consiguieron salir del laboratorio, teniendo la oportunidad de observar como Zoe estaba tendida en el suelo, respirando con dificultad y con la sangre corriendo de su nariz.
—Daniel estaría muy decepcionado de ti...
En cuanto esas palabras llegaron a los oídos de Zoe, algo vibro en su interior. Despertando una gran variedad de emociones que solo consiguieron alterar cada parte de su sistema.
La joven dejo que la adrenalina se mezclara con todo el enojo que estuvo conteniendo por años, así que solo tomo aire, antes de acomodarse su mandíbula con ayuda de una de sus manos.
—Levántate... pelea...
Zoe escupió un poco de sangre, antes de levantarse con brusquedad y lanzar los primeros golpes.
Janson era golpeado una y otra vez en su rostro, demostrando como Zoe desquitaba todo su enojo con cada golpe, mientras maldecía una y otra vez a CRUEL.
Janson no tenía oportunidad de atacar a Zoe, intentaba esquivar los golpes que la castaña le daba, pero le era casi imposible, debido a la velocidad y precisión con la que los puñetazos llegaban.
—Tu sola... estas... convirtiéndote... de nuevo...
Consiguió decirle con dificultad, sabiendo con claridad que Zoe podía entenderlo.
—... en lo que más... odias...
La castaña lo miro con furia, sintiendo como esas palabras la atravesaban completamente. Sus golpes se detuvieron, mientras intentaba apartar los recuerdos y alucinaciones que la golpearon.
Janson aprovecho eso, dándole un fuerte golpe en el abdomen y arrojándola al suelo, logrando que todo el resto del grupo reaccionara.
—Okey... ya es suficiente... terminemos con esto...
Janson extrajo de su bolsillo trasero un arma, logrando que el pánico invadiera a Zoe al ver como el hombre la apuntaba fijamente.
Intento incorporarse, mientras Thomas dejaba con cuidado a Carl en el suelo para poder acercarse a la castaña. Pero en ese momento, algo sacudió el edificio, consiguiendo que todos tambalearan en sus sitios y muchos terminaran cayendo contra el frio suelo.
Fue en cuestión de segundos que el piso en donde se encontraban fuera bombardeado, siendo solamente los dos primeros impactos los que consiguieron asustar a todos.
Janson había caído en el suelo, mientras Thomas se acercaba a Zoe y la ayudaba a incorporarse para que todos pudieran salir del edificio lo más pronto posible.
Los invasores de la ciudad ya habían llegado a la base de CRUEL y no se irían hasta que esta quedara completamente en las ruinas.
—Tenemos que correr, debemos salir de aquí.
Zoe corrió hasta donde estaba Carl, abrazándolo con fuerza y sacándole un quejido de dolor al pobre.
—¿Estas bien? ¿Cómo te sientes?
—Me podría sentir mejor —murmuro el pelinegro, antes de sonreírle a Zoe—. Gracias por venir a buscarme.
—No quiero interrumpir su momento, pero tenemos que salir de aquí —les dijo Nolan, mientras se sujetaba de los hombros de Teresa—. O terminaremos enterrados bajo los escombros.
Nolan y Zoe compartieron una extraña mirada mientras la castaña ayudaba a Carl para que pudiera seguir andando por los pasillos del lugar.
Ambos chicos sabían que solo uno iba a salir con vida de ahí, y en ese momento, no sabían quién correría con la suerte de lograr aquello, sin embargo, ambos tenían un mismo deseo, el cual era ver como los otros tres chicos que iban con ellos salían sanos y salvos de ese edificio.
Todos comenzaron a intentar correr por los pasillos, creyendo que ya habían dejado atrás a Janson, aunque claramente el hombre no se iba a dar por vencido tan fácilmente.
Thomas se giró a mirar detrás de él, justo en el momento en el que Janson se incorporaba y apuntaba a todo ese grupo con su arma, comenzando a dispararles al azar, buscando que por lo menos uno de todo ese grupo cayera.
—¡Cuidado! —les grito Thomas a sus amigos.
El castaño logro que todo el grupo se desviara hacia una habitación que desconocía, siendo ese el lugar más próximo para que pudieran esconderse.
El lugar era otro laboratorio, mucho más grande y con unos cranks encerrados ahí, pero la inestabilidad del edificio ponía en riesgo esa cabina en donde mantenían atrapados a esos infectados.
—Hay que salir de aquí —dijeron las dos hermanas al unísono.
Pero las personas que iban con ellas parecían ya no querer seguir avanzando.
Zoe se giró a mirar a Thomas, buscando apoyo en él, pero el joven parecía estar bastante concentrado en algo que le había sucedido hace unos segundos.
—¿Qué sucede?
Thomas se giró lentamente hacia el resto del grupo, mostrándoles la herida que cubría con una de sus manos.
Zoe se asustó al ver la gran cantidad de sangre que comenzaba a brotar del abdomen de Thomas, manchando su camiseta y la mano con la que intentaba cubrirse.
Estaba herido.
—Thomas...
El joven retiro su mano, sintiéndose mareado al ver como esta estaba manchada de sangre.
Zoe no tardo en correr hacia Thomas, justo antes de que el joven se desplomara y cayera en el suelo.
—¡Thomas!
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Y HE AQUÍ LA PRIMERA PARTE DEL FINAL.
Por fin me pude tomar un tiempo de la universidad para poder actualizar este fic.
Siendo sincera me siento muy nostálgica al ver que ya es lo último y ay dios, las cosas que se vienen para las últimas dos partes están... *crie*
En un inicio creí que quedaría mas corto este final, pero me salieron más de 20, 000 palabras y yo re????? no puedo meter todo en un solo capítulo, sería muy tedioso de leer.
Así que lo dividí en tres.
Pero no se preocupen, que esas tres partes son el maratón, para no dejarles con las ansias de saber que más va a pasar y tener que esperar semanaaaas para la nueva actualización.
Ahora bien, hablemos del capítulo.
Se que deben de tener algunas dudas en el momento, como ¿Quién es ese tal Daniel?
Pero eso solo se sabrá hasta la precuela jijiji
Siento que en este capítulo pasaron tantas cosas que es muy difícil identificar cual fue la mas wtf o emocionante.
En lo personal fue muy difícil escribir todo este capítulo porque eran demasiados personajes y todos tenían un rol importante, pero al final se logro y espero que allá quedado más o menos bien.
La playlist de spotify esta en orden, para que puedan ir escuchando las canciones conforme avanzan estos tres capítulos, literalmente las canciones dan el tiempo indicado por cada capítulo, y esas canciones fueron las que escuche mientras escribía así que encajan con los capítulos y el tiempo de cada uno.
Pueden ir retomando la playlist en el momento en el que comiencen a leer el nuevo capítulo, para que las canciones sigan concordando con la trama.
Los tqm, nos leemos dentro de unas horas.
Vayan sacando los pañuelos.