La vieja hechicera había llegado a tiempo antes de que la oji-verde pudiera conectar sus labios con los de la morena, sabía que podía haber consecuencias y en ese momento no paraban, había puesto un abanico en medio de ambas dejando que ninguna se las dos se viera. Rápidamente de agacho viendo venir el rayo de luz que había salido de la mano de Camila.
—Calma muchacha—Habló la hechicera sin dejar de sostener el abanico, el cual había tratado de ser quitado por Lauren pero tenía magia por lo cual al tocarlo sintió un enorme dolor el cual la hizo soltarlo—Se trata de la salud de Camila, Lauren, es por ella—Dijo seria sabiendo perfectamente cuánto se preocupaba la oji-verde por la morena.
La castaña frunció el ceño confundida y molesta, ¡finalmente la besaría!, sintió a oji-verde tensarse y supo en ese momento que se separarían. La oji-verde volteó a ver fusilante a la anciana pero por la mirada seria supo que era importante. Con demasiada fuerza interior, soltó la cadera de la morena y su mano, la vieja hechicera quitó el abanico y dejo que ambas se separaban. La morena quiso mantenerse junto a la oji-verde pero Lauren simplemente la tomo en sus brazos para ayudarla a levantarse y después se alejo de ella como si quemara.
Pero para Lauren, si se quedaba cerca, le daría igual lo que dijera la hechicera y haría de ella a Camila, había perdido el sentido común al estar tan cerca de SU mate, gruñó internamente. Se cruzó de brazos manteniendo distancia de Camila que parecía más enojada que nunca.
—Deja de fruncir el ceño, Camila, se te harán arrugas—Regañó la señora S pero la morena únicamente bufó antes de borrar el ceño fruncido.
—¿Qué es?—Gruñó a la hechicera irritada.
—A solas—Ordenó dedicándole una mirada a la castaña.
La castaña apretó los labios antes de fingir una sonrisa, darse la vuelta e irse mascullando alejándose de ellas. La hechicera vio como desaparecía entre algunos árboles y sonrió alegremente, la oji-verde irritada inhaló aire para tranquilizarse, ¡estuvo tan cerca de haber probado sus labios después de meses con quererlos probar!.
—¿Entonces?—Habló impaciente la peli-negra cruzándose de brazos por debajo de sus senos.
—¿Mhm?—Volteó a verla la mujer de piel pálida y mágicamente muy poco arrugada.
—Camila...—Frunció los labios al notar como la hechicera fingía ni saber—¿Qué sucede con ella?.
La hechicera borró su sonrisa inmediatamente tensando a la oji-verde ante la seriedad de la anciana, la anciana con cabellos plateados levantó ligeramente la cabeza para ver a la oji-verde antes de proceder a hablar.
—Como sabrás, Camila despertó una parte de su interior, está sufriendo cambios en su organismos y alteraciones igual—Explicó calmadamente caminando alrededor de la oji-verde mientras la analizaba.
—¿Eso le afecta su salud?—Preguntó con voz temerosa Lauren descruzando sus brazos a la vez que su rostro seguía la caminata de la anciana.
—Sí—Afirmó la hechicera deteniéndose frente a ella—Su cuerpo empezará a crear enormes cantidades de energía y si estás no de agotan—Con sus manos hizo una pequeña explosión que sorprendió a la mujer—Bum, cada vez que explota algo pasa.
La mujer inmediatamente frunció el ceño al leer entre las palabras, ¿Qué le estaba diciendo exactamente?, la hechicera sonrió al notar la mirada de desiframiento, no era tan lenta como creía.
—Mientras más se acomulen las energías, más probable es que haya una explosión... O también cuando haya frustración—Añadió por lo bajo pero después movió la mano restándole importancia—Con el paso del tiempo esas energías se irán calmando pero ahora sí no de agota lo suficiente—Levanta los hombros—Kaboom.
Nuevamente tiró una indirecta para la peli-negra, que pareció fruncir su ceño tratando de descifrar.
—¿Qué estás queriendo decir?—La miro extrañada, ¿acaso le estaba pidiendo que la agotara... Sexualmente?.
La hechicera pudiendo leer el revoltijo de pensamientos de la morena, soltó un suspiro antes de afirmar.
—Así es, Lauren, se lo que te estás formulando y te contesto un sí, tienes que hacerla cansarse, como sabrás, los de tus especie—La volteó a ver de abajo arriba—Son más... Activos en el ámbito de la carnalidad—Levantó las cejas un par de veces incomodando a lo oji-verde que tenía el rostro sonrojado.
Y era verdad lo que decía la anciana, al encontrar a su mate sus hormonas de alborotan de manera muy violenta, desde que conocía a la morena había tenido que aprender como detener una erección en menos de 20 segundos, había aprendido a como rozar con ella sin que sus ganas de abalanzarse y poseerla la gobiernen.
—¿Y cómo lo agoto?, ¿La pongo correr o qué?—Se hizo la tonta viendo como el rostro de la anciana perdía la burla.
—Olvidalo, oji-verde, si eres lenta—Se quejó la anciana recargando su frente en su mano—¡Te estoy pidiendo que la agotes con sexo!—Exclamó al ver el rostro sin entender de la mujer—Pero claro, si no quieres tú, debe de haber por ahí algún mucha...
No acabo de decir la frase cuando un bajo gruñido la calló, entonces el cuerpo de la oji-verde pareció hacerse más grande y su aura ahora era de un verdadero alfa. La hechicera quedó quieta pero interiormente orgullosa, sabía cómo sacar el modo alfa de un alfa dormido.
O en ese caso aún no desarrollado.
—Ella es mía, ¿Entiendes?, mía, solo mía—Gruñó acercándose a la hechicera—Si alguien la agotara sexualmente seré yo, nadie más—Determinó posesiva.
El tan solo pensar de que alguien más tocara a su castaña la había enfurecer, su respiración se había agitado y su cuerpo ardió en celos, esa mujer estaba maniática si pensaba en proponerle a alguien más SU trabajo, SU misión, SU cuerpo.
—Entonces perfecto, te deseo una enorme suerte—Sonrió alejándose de la oji-verde sin afectarle aquella onda de alfa que Lauren tiraba.
Si ella fuera un licántropo, hubiera caído de rodillas y expuesto su cuello como acto de sumisión, pero no era un licántropo, ella era hechicera, una hechicera muy orgullosa que no se dejaba intimidar por nadie.
—¿Suerte?, ¿A mí?—Preguntó extrañada aún sintiendo su cuerpo burbujear en celos.
—Oh por supuesto—Sonrió pícaramente—Nuestra Camila—Sonrió ante el gruñido posesivo de la oji-verde—Como te había dicho, tiene muchas energías, agradece que no eres un ser humano, si lo fueras no resistirías las primeras dos rondas. Usa ese cuerpo tuyo de licántropo stripper—Señalo su cuerpo.
—¡No soy stripper!—Bufó indignada cambiando la posición de sus pies.
—Hoy, hoy no lo eres aún—Sonrió tan macabramente que la oji-verde retrocedió con recelo—Y otra cosa debes saber—Volvió a la seriedad recordando algo importante—Como te habrás enterado, sabes que Camila fue ciega durante muchos años—La oji-verde paso una mano por su cabello antes de asentir—Camila no es y nunca fue humana, como sabrás su olor es diferente de los humanos, al igual que el de su hermana—La oji-verde volvió a asentir.
Ella tampoco había olfateador un olor de humana proveniente en su castaña, tenía el de otros humanos pero ella no tenía el olor común, su olor era diferente.
—Todos los problemas que tiene, se crearon en Camila después del accidente de automóvil dónde ella iba, porque si Lauren—La oji-verde había abierto los ojos sorprendida, ella no vio eso en las cámaras ni había escuchado en alguna noticia—Sinuhe la salvó...—Frunció el ceño antes de continuar—Antes de morir, Camila por el choque tuvo un trauma craneal, por lo que supe cuando se desmayó es que todos sus problemas como el estrés, ataque de estrés y ciertamente algunas voces hablándole de la nada son problema que se desarrollaron por el fuerte golpe en su cabeza—La hechicera tocó su cabeza indicando dónde había sido—Y cuando despertó al sentir el peligro que estaba ella y su hermana... todos estos problemas—Hizo una simulación en sus manos, había creado diferentes bolas de humo negro—Se juntaron en su cabeza—Con un solo movimiento de manos, las bolas de humo se juntaron creando una más grande y oscura—Estas empezaron hablar, juntamos también el hecho de que fue uno de los pocos casos donde todos sus ancestros empezaron a mostrarse en su mente, sin rostro por lo que nos contó, simplemente eran voces, risas, gritos, lloriqueos.
La oji-verde cerró los ojos frustrada, mientras pasaba su lengua por sus labios secos. Su Camila había estado sufriendo demasiado.
—A donde quiero llegar, Lauren, así con toda la energía que está creando, si está no se agota, pesadillas vendrán—Advirtió tensando a la muchacha.
La castaña merodeaba por aquel bosque sintiendo miles de toques en su cuerpo, ¡Se sentía tan energética pero nada la calmaba!, había corrido alrededor de un bloque de árboles. Lo de ser bruja era raro, genial pero raro, no se sentía cansada y eso la hacia sentir cansada emocionalmente, su cuerpo era más resistente pero seguía igual de torpe, ¡Se había caído cuando corría por qué no vio una piedra!, su velocidad había aumentado increíblemente, debía admitirlo pero ella solo quería... No, necesitaba, deseaba de los más profundo algo.
Y ese algo tiene nombre y apellido.
***
La hechicera llevó a la oji-verde con un simple chasquido a una parte del bosque, exactamente dónde de encontraba Camila. La oji-verde había volteado ver extrañada a la hechicera al no ver a nadie, podía olerla pero su olor estaba por todos lados y era igual de fuerte, su nariz estaba completamente confundida.
—Espera—Levantó un dedo alejándose unos pasos de ella—Uno...—Contó mirando fijamente a la oji-verde, quien ansiosa miro s todos lados pero no encontraba a la morena—Dos...—Levantó otro dedo pero fue interrumpida por un fuerte estruendo.
En segundos Lauren estaba en el suelo bocabajo con una castaña sobre su espalda, la oji-verde soltó una inaudible maldición por el golpe que se llevó pero de encontraba contenta de que su pareja la haya tirado y sentado sobre ella.
Raro.
Pero agradable.
La castaña se dió cuenta de aquello y palideció, rápidamente se quitó de encima de ella escuchando la carcajada de la hechicera, la ojiverde se levantó del suelo malhumorada porque le castaño se quito sobre de ella, sin embargo, no paso demasiado tiempo cuando sintió a su costado como la castaña la había rodeado con sus piernas y brazos, extrañada pero enamorada volteó a ver a Camila y está se encontraba mirando fulminante a la hechicera, sin querer una sonrisa nació de sus labios viendo como la castaña se aferraba a ella celosa.
La castaña se aferraba a ella sintiendo una enorme energía, ¡ella quería a Lauren y no dejaría que nadie se la quitara!... Se detuvo un momento al pensar que la oji-verde tuviera a alguien más...
¡No!, negó de inmediato, ¡Si tuviera a alguien más no la hubiera agarrado comí antes y casi besado!.
—Oh eso sí, son más celosos las brujas pero también las más orgullosas—Miro a la peli-negra que miraba fascinada a la castaña, pero la castaña le lanzaba dagas con los ojos a la anciana—No la riegues muchacha—Negó y la peli-negra asintió lentamente.
Le gustaba la parte de que eran muy celosos. Sintió a Camila tensarse y supo que de bajaría pero no dejaría que de bajada así que cuando sintió que desenredaba sus piernas inmediatamente la agarró en sus brazos sintiendo el chillido de la castaña.
—No te muevas—Habló muy bajo y ella en su propia voz reconoció el deseo.
La hechicera mirando sería a ambas muchachas soltó un suspiro, definitivamente no regresarían a casa, y ella se aseguraría de eso, no quería no volver a dormir por dos personas gimiendo toda la noche, suficiente tuvo con las Norminah, como ella les había puesto para dirigirse a ambas.
La castaña se acomodo entre los brazos fuertes de la oji-verde, e inmediatamente pensó que tanto hacía de ejercicio o si era porque era lobo.
Nuevamente algo hizo clic en ella... ¿Acaso existirían las mates tal y como en los libros?, inmediatamente se entristeció al pensar que ella podría ser una simple aventura para la oji-verde, tal vez si sería como los rumores decían. Lauren sintió el humor cambiar de la castaña cuando esta se recostó en sus pechos, inmediatamente volteó a ver a la hechicera pero está simplemente se encogió de hombros.
—Tendras que averiguarlo, ahora vayanse—Exigio la hechicera cansada. Vio como la peli-negra rodaba los ojos y dió unos pasos de regreso a la manada—¡Ni lo creas, hoy quiero dormir!—Exclamó la anciana haciendo sonrojar a la peli-negra.
La castaña sin entender volteó a ver entre las dos, ¿pues que harían para que la anciana no pudiera dormir?.
—¿Dónde entonces?—Bufó la oji-verde sonrojada.
Sabía exactamente a qué se refería, la noche anterior ella también había escuchado, no, no sólo ella, ¡Toda la manada había escuchado!, a excepción de los que no vivían en la mansión principal y los que trabajaban afuera en la noche.
También tuvo lástima al averiguar que la cama en la que habían tenido era nada menos que la de Verónica, la cual se había ido a trabajar en la noche.
—Oh querida, eso lo tengo resuelto—La castaña gruñó muy bajo al escuchar el querida—Ay pero si son de tal para cual—Rodó los ojos la anciana antes de sonreir—Adiós.
Se despidió con una sonrisa extrañando a las mujeres pero de inmediato se encontraban en otro lugar después del aplauso que había dado la anciana, sin embargo sus prendas se encontraban ligeramente rotas y las dos estaban esparcidas en el suelo, Lauren estaba boca arriba en el suelo mientras que la castaña estaba boca abajo sobre un mueble.
—Mierda, ¿Cómo terminamos así?—Se quejó la castaña tratando de bajar del mueble pero la verdad es que al estar bocabajo a la mitad del mueble le imposibilitaba la tarea.
—Lenguaje—Regañó la oji-verde muy bajo mientras se levantaba, sentía que había perdido el aire.
—¡Oh vamos!, ¡¿Dirás qué eso no es para señoritas y se ven mal en ellas?!—Interrogó indignada la castaña indignada por dos cosas, una no poder bajarse de ahí, dos, por qué la oji-verde se había separado de ella cuando estaba por besarla.
—No—Se acercó lentamente a la castaña la cual únicamente escuchó sus pasos ya que estaba más concentrada en ver las hormigas inexistentes del suelo—Prefiero que te las ahorres para la tarde con lo que pienso hacer—Gruñó con deseo sujetando la cinturilla del pantalón de la castaña para levantarla sin problemas.
—¡Wow!—Exclamó la castaña ignorando lo que había dicho cuando fue levantada.
Inmediatamente su mente la llevó a sentirse como un perro, ¿Así se sentirían los perros cuando los cargaban?, se sentía usada... Pero ahora deseada.
La oji-verde dejo caer a la castaña en una cama que había en esa habitación y no se había dado cuenta hasta que levantó a la castaña.
—Uff—Se quejó la morena al caer de cara en la cama, aunque exageraba ya que la oji-verde hsbia procurado que no cayera de mas de 3 centímetros de altura de la cama.
La oji-verde sonrió tiernamente al ver el enorme drama que Camila hacia, se había dado la vuelta boca-arriba fingiendo como si hubiera caído de una altura muy alta, había elevado los brazos antes de dejarlos caer y girar la cabeza cerrando los ojos fingiendo estar muerta.
Su chica era especial.
"My love", pensó inmediatamente la oji-verde sentándose en una esquina de la cama.
La castaña sintiendo como la oji-verde se sentaba en la cama se incorporó inmediatamente sentándose para ver a Lauren, la cual la miraba con adoración.
Había descubierto algo que los demás no, esa hermosa mirada que solo había visto dos veces. La oji-verde sintiendo a su lobo saltar decidió juguetear, pudo una mano en la cama y se balanceo para avanzar y poner la otra mano en la cama, fingiendo ir de caza, algunos mechones cayeron por su cara cuando dió avanzo ligeramente poniendo una rodilla sobre la cama pero la otra seguía sosteniéndose en el suelo.
La castaña se le quedó mirando embobada, en esa posición era demasiado sexy, sentía que si hacia algo más moriría de tanta hermosura.
Camila juguetona siguió su ejemplo, se puso en la misma posición de la oji-verde, sus manos separadas y ligeramente más agachada que Lauren, su espalda ligeramente curvada y sus rodillas puestas en la cama.
Lauren sonrió pícaramente viendo la posición en la que de encontraba la castaña, no parecía la de un lobo por atacar, no, parecía la de una tigresa por atacar, eso la entusiasmo demasiado, su lobo interior aullaba emocionado poniéndose en la misma posición que ella dentro de su interior, estaba tomando como un reto para poder tomar a su mate.
Camila no sabía en lo que se había metido, y una vez dentro ya no podía salir jamás.
***