Miserable Matrimonio (Saga #1...

By _EJBlack_

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Disponible en Amazon Kindle (otra versión) Liviana Johnson, hija del conde de Hamilton, lleva enamorada de M... More

Capítulos de muestra
🍂《Booktrailer》🍂
Capítulo 1®
Capítulo 2©
Capítulo 3©
Capítulo 4©
Capítulo 5©
Capítulo 6©
Capítulo 7©
Capítulo 8©
Capítulo 9©
Capitulo 10©
Capítulo 11©
Capítulo 12©
Capítulo 13©
Capítulo 14©
Capítulo 15©
Capítulo 16©
Capítulo 17©
Capítulo 18©
Capítulo 19©
Capítulo 20©
Capítulo 21©
Capítulo 22©
Capítulo 23©
Capítulo 24©
Capítulo 25©
Capítulo 26©
Capítulo 28©
Capítulo 29©
Capítulo 30©
Capítulo 31©
Capítulo 32©
Capítulo 33©
Capítulo 34©
Capítulo 35©
Capítulo 36©
Capítulo 37©
Capítulo 38©
Capítulo 39©
Capítulo 40©
Capítulo 41©
Capítulo 42©
Capítulo 43©
Capítulo 44©
Capítulo 45©
Capítulo Final©
Epílogo
Agradecimeientos©

Capítulo 27©

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By _EJBlack_

Pss Pss Pss

A oídos de esta autora llegaron los rumores de que el duque de Agnes y el duque de Windsor tuvieron un fuerte enfrentamiento ayer en la noche en club "Tentaciones", muchos fueron testigo de cómo ambos "caballeros" se desafiaban por una mujer, nada más y nada menos que por la esposa del duque de Agnes, Lady Liviana Livingston.

Revista de sociedad de Lady Kennt.

Liviana despertó primero, mirando como algunos rayos del sol entraban por la gran ventana, miró a Marcus que aún dormía, pero frunció el ceño al verlo sudando, y no entendía la razón ya que la temperatura era muy agradable y fresca, y aún más por haber llovido casi toda la noche. Al tocarlo se alarmó, su piel ardía de lo caliente que estaba, rápidamente se levantó y llamó a Lizzy.

-Por favor, que llamen al doctor rápidamente, Marcus no está bien.

Lizzy hizo lo que le pidió Liviana y volvió rápidamente con ella para ayudarla a vestirse para cuando el doctor llegara, al terminar, Liviana volvió con Marcus, estaba empeorando y eso le preocupaba, nunca había visto a Marcus enfermo. Se acercó a él y tomó su mano apretándola fuerte, sintió como él se removía inquieto.

-Tranquilo, todo estará bien - susurró Liviana sin soltar su mano, Marcus se fue relajando hasta respirar más tranquilo, pero con algo de dificultad.

-Permiso, excelencia - Liviana miró a la Sra. Rose -. El doctor ha llegado.

-Por favor que pase. - respondió Liviana, segundos después el Dr. Howard, el médico más recocido de la ciudad, entró a la habitación.

-Buenos días excelencia - el doctor saludó educadamente -. ¿Qué pasa con el duque?

-Esta mañana al despertar noté que tenía fiebre y sudaba mucho, su respiración era agitada y compleja, eso me preocupa, Marcus no es de enfermar.

O por lo menos es lo que pensaba, llevaba poco conviviendo con Marcus, pero estaba segura de que su esposo era tan sano como fuerte. El doctor Howard empezó a revisar a Marcus con sus utensilios.

-Entiendo, su esposo pasa por una leve neumonía, nada grave que no pueda ser combatido con algunos jarabes, lo bueno es que usted fue rápida y me ha llamado, de lo contario estaríamos enfrentándonos a algo más peligroso para la vida de su esposo - dijo el Dr. Howard y Liviana sintió escalofríos de solo imaginar que Marcus corriera peligro de esa manera -. ¿Sabe usted cómo pudo haber contraído esto? - preguntó mientras sacaba algunos frascos de su bolso.

-Anoche llegó muy empapado por la lluvia, de seguro el aire frío junto con la húmeda ropa debieron de afectarlo un poco - respondió Liviana.

-Ya veo. Aquí tiene - le tendió a Liviana dos frascos de Jarabe -. Esto lo ayudará mucho y en pocos días estará mejor. Solo debe dárselo tres veces al día, preferiblemente después de comer.

-Entiendo. Muchas gracias - Liviana le agradeció y dejó que Lizzy lo acompañara hasta la salida.

Liviana se quedó con Marcus en la habitación todo el día, no lo dejaba solo para nada, estaba muy pendiente de él por si necesitaba algo, muchas veces tratando de bajarle la fiebre, solo esperaba que despertara pronto. Jayne le hacía compañía algunas veces y la ayudaba en ocasiones.

-¿Le avisaste a lady Lilian? - preguntó Jayne.

-Aún no, ni se me había ocurrido, aunque no quisiera preocuparla.

-Es su hijo Liviana, las madres siempre saben qué hacer en estos casos.

-Pero es mi deber cuidarlo, soy su esposa - respondió Liviana sin apartar la mirada de Marcus -. Él se pondrá bien muy pronto.

-Liviana...

-Lo sé Jayne, pero... - Liviana recordó las palabras de Marcus la noche anterior, puede que en el fondo Marcus la quiera -... ¿Podrías decirle a alguien que traiga más leña? La habitación necesita estar caliente y la noche al parecer será igual que ayer.

Lady Jayne suspiró y asintió, salió de la habitación e hizo lo que Liviana le pidió, pero no volvió, prefirió quedarse en su habitación y dejar a Liviana con Marcus.

....

Liviana abrió los ojos despacio, acostumbrándose a la luz, había dormido en la habitación de Marcus y a su lado, despertando cada hora y fijándose si tenía fiebre.

-Buenos días - Liviana miró sorprendida a Marcus quien la miraba desde arriba, rápidamente se levantó sentándose en la cama.

-Marcus, ¿estás bien? ¿Cómo te sientes? - preguntó rápidamente mientras tocaba su frente y cuello para verificar que no tuviese fiebre - Al parecer la fiebre cesó.

-Me siento mejor, aunque algo cansado - respondió Marcus casi susurrando -. Tengo sed.

-Claro - rápidamente se levantó y fue por agua, luego ordenó que el desayuno fuera servido en la habitación, pero pidió algo más ligero para Marcus -. ¿Tienes hambre? - Marcus asintió.

-¿Qué ocurrió? - preguntó Marcus y Liviana le explicó brevemente lo que le había pasado - Lo siento, si no hubiera bebido tanto esa noche, y no hubiera caminado bajo la lluvia, hoy no estaría así.

-No tienes que preocuparte por eso ahora, lo importante es que debes mejorar.

Marcus solo asintió, miraba a Liviana, cada gesto o movimiento que ella hacía, le gustaba observarla, que fuera tan dedicada, que lo cuidara, eso lo hizo pensar en el futuro, ¿Emma lo trataría de igual forma? Ella decía que lo amaba pero no sentía que fuera así, ya no, no al comprender lo que era amar verdaderamente y, eso sin darse cuenta lo había aprendido de Liviana.

Ambos desayunaron tranquilamente, Liviana le dio su medicina y lo dejó descansar, aún se sentía decaído y quería dormir. Aprovechó ese tiempo para asearse y cambiar su vestido. También envió un mensaje a lady Lilian comunicándole la situación de Marcus. Se recostó un rato en su cama pensando en la noche que Marcus le había confesado aquello, pero era inútil ahora, otra noche que Marcus olvidó y que para él nunca existió.

Los días pasaron y Marcus se fue recuperando rápidamente gracias al medicamento y a los cuidados de Liviana y los mimos de su madre. Marcus estaba más que agradecido con Liviana por el trato que tuvo con él, no podía creer que había pensado en arruinarle la vida a la mujer que lo cuida y quiere, sí que era un idiota.

Por otro lado, Liviana recibía todos los días hermosos ramos de flores por parte de lord William, eso le recordaba que había aceptado casarse con él una vez estuviera libre, lo había olvidado con todo lo que había pasado con Marcus.

-Liviana - su padre llamó su atención, estaba en su habitación, donde últimamente pasaba sus días para evitar ver a Marcus, estaba enojada con él por haber peleado con lord William en el club la misma noche que llegó empapado, lo había sabido gracias a la revista de lady Kennt. Él trataba de acercarse y pedirle perdón, pero realmente estaba enojada -, no tienes que estar todo el día tan pendiente de mí, de seguro tu esposo requiere de tu atención también.

Por un lado le gustaba estar allí, su padre había cambiado, ya no la trataba con tanta indiferencia y muchas veces la llamaba hija, y le hablaba con cariño, algo que le gustaba mucho.

Aunque no olvidaba todo lo que pasó a su lado aun siendo una niña. Pero Liviana no era rencorosa.

-Es por si necesitas algo - fue su escusa-. Además, Marcus ya está bien y ya no me necesita, ahora está muy ocupado - su padre notó la tristeza y el enojo en su voz.

-¿Qué sucede hija? - preguntó Henry, y pensó que era tiempo de decirle que estaba preparando para marcharse de la residencia Agnes y que pronto dejaría de ser la duquesa de Agnes para ser la duquesa de Windsor.

-Papá...- respiró hondo y se acercó a él sentándose a un lado de la cama -... yo... Marcus pidió el divorcio...

-¿Qué? - Henry estaba enfadado. ¿Cómo Marcus se atrevía a condenar a su hija de esa forma cuando sabía que no había cometido ningún delito para solicitar el divorcio?

-Yo estoy de acuerdo, y no te preocupes por mi reputación, el duque de Windsor, lord William pidió que fuera su esposa una vez fuera libre.

-¿En serio? - Liviana asintió - ¿Es eso posible?

-Yo acepté y así quedamos, aun no le he dicho a lady Lilian, no quiero que intervenga.

-¿Estás segura? Bien que podríamos irnos a Hampshire y vivir en paz allí.

Liviana sonrió por la idea, era estupenda, quedarse a vivir en el campo junto a su padre y su nana. Pero ya había dado su palabra a lord Logan, y tenía que cumplir.

-Suena maravillosa la idea, pero ya he aceptado, lord William solo espera que todo esté resuelto para casarnos.

-Pero bien sabes que podrías declinar, aún no hay nada oficial entre tú y el duque de Windsor -dijo Henry y Liviana suspiró con indecisión, no sabía qué hacer, pero aun estando casada con Marcus, le daba más tiempo para pensar las cosas-. ¿Entonces todas esas flores que recibes son de lord William? -Liviana asintió - Pensé que eran de Marcus.

Como quisiera ella que así fuera.

-Iré por más agua - dijo saliendo de la habitación de su padre, cuando cerró la puerta volvió a sentir los mareos, ya hace un par de días que venía así, más algunos vómitos después de comer, pensó que era algo que le había caído mal, pero ya eran muchos días así y empezaba a asustarse.

Cuando pasaba por la sala donde estaba lady Jayne leyendo un libro volvió a sentirlo pero más fuerte.

-¿Liviana, estás bien? - preguntó su amiga levantándose de su comodidad para llegar a ella.

-Sí, es solo un mareo, nada grave.

-¿Segura?

-Sí...- pero no había dado ni dos pasos cuando cayó al suelo inconsciente, rápidamente Jayne llegó a ella asustada.

-Llama al médico, rápido - le dijo a una empleada que pasaba justo por ahí.

Lady Jayne fue por ayuda y al primero que fue a buscar fue a Marcus, pero este no se encontraba en casa, así que tuvo que llamar a un mozo de cuadras para que llevara a Liviana a su habitación. El Dr. Howard había llegado rápidamente al ser llamado, después de despertarla la atendió.

-¿Ha estado alimentándose correctamente? - preguntó él.

-Sí, por supuesto.

-¿Aparte de los mareos ha tenido otros síntomas?

-Algunos vómitos - respondió ella y el Dr. Howard asintió.

-Su síntomas, excelencia, no son graves, solo es el aviso de que está embarazada.

E.J. Black

XXVII

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