"La mente es un arma tambien, no solamente el arma"
Narrador Omnisciente
Evie abandono la zona junto a Jaime y Phobos en un portal directo hacia Idris, dejando que los Buscadores hagan su parte del plan.
El primero en fue captado fue Jace, quien dio un salto y cayo como bolsa de papa al suelo, mientras se movia como pez fuera del agua y el aire se le habia ido por completo, comenzando a ahogarse tambien.
-¡Jace! -grito Clary agachandose para cogerlo y tratar de ayudarlo.
-¿Que le esta pasando? -pregunto Isabelle temerosa mientras se inclinaba tambien para sujetarlo y levantar su espalda.
-¡No lo se, seguramente fue ella! -se excuso Alec junto a su novio Magnus intentando absorber lo que sea que Jace tenga dentro de su cuerpo.
-Alec, no es culpa de ella -la defendio la morocha molesta.
Antes de que alguien mas vuelva a acotar algo, otro Buscador se dirigio a ellos y fue directo a la boca de Magnus, absorbiendo todo el Buscador y luego tambien volvio a caer al suelo al igual que Jace, comenzando a convulsionar.
El novio se alerto mas y fue a por su pareja, levantando su espalda para intentar que no se ahogue pero eso no lo ayudaba mucho.
Otro de los Buscadores (como si fueran Dementores) fue directo hacia Clary, entrando todo su cuerpo dentro de la boca de la pelirroja y comenzo a correr por todo el sistema de la joven, haciendo que caiga tambien al suelo.
Los Buscadores bloqueaban que los invocados puedan mover sus extremidades o pensar, haciendo que solamente se puedan reproducir diversas imagenes en especifico por su mente.
Sus ojos se volvian de un color perlado, como los de una persona ciega.
Los dos hermanos Lightwood que quedaban aun de pie se levantaron de un brinco y se pusieron espalda con espalda, mientras sacaban sus armas y buscando al invisible enemigo que merodeaba a su alrededor.
Aquella posicion no les duro mucho ya que al mismo tiempo, dos Buscadores se dirigieron a ellos, entrando en la boca de cada uno y sus cuerpos cayeron al suelo como el resto de sus compañeros.
Luego de unos minutos, sus cuerpos dejaron de moverse, mientras que sus ojos perlados se encontraban abiertos, viendo como su mente reproducia varias imagenes borrosas pero muy confusas a la vez.
De un momento para otros, ellos cinco abrieron los ojos, encontradose dentro de un gran pasillo blanco con varias puertas blancas cerradas con candados.
Estaban dentro de una mente, pero sus cuerpos estaban desmayados como si estuviesen encantados.
Los cinco se levantaron del suelo, viendo a sus demas compañeros que se encontraban bien tambien, luego observaron el area donde se encontraban.
-¿Donde estamos? -pregunto Jace confundido.
-No lo se... -le respondio su parabatai algo agitado, viendo a su pareja.
-¿Que es eso?
Todos giraron hacia Isabelle, la cual le estaba dando la espalda y su dedo indice señalaba una ultima puerta al final de ese pasillo de color rojo, la cual no tenia cadenas y estaba un poco abierta, dejando ver un resplandor blanco que sobresalia un poco.
Era la unica puerta de color rojo entre todo el pasillo blanco y sus puertas del mismo color.
-Debemos ir a ella... -comunico Isabelle hacia sus compañeros- Parece ser la unica salida de todo este lugar.
-¿Y porque estas puertas tienen nuestros nombres? -pregunto Clarissa señalando una puerta blanca que llevaba su nombre, aunque esta misma estaba bloqueada por cadenas irrompibles.
Todos vieron eso, incluso vieron otra de las puertas donde cada una tenia un nombre distinto, cada uno le pertenecia a uno de ellos, un total de cinco puertas blancas con un nombre en especifico, luego la puerta roja no tenia nada en lo absoluto.
Jace intento abrir la puerta con su nombre pero fue en vano, las cadenas parecia irrompible.
-No tiene caso, no se va a abrir -insistio la Lightwood viendo a su medio hermano mayor, con una mueca- Solamente hay una salida...
-¿Por que protegiste a esa chica? -pregunta Alec de repente dirigiendose a su hermana menor- ¿Por que la defendiste?
-¿Que...?
-Isabelle, ¿por que lo hiciste? -volvio a preguntar Alec para callarla.
-Ella se lo merece -la defendio con una expresion seria, estando muy segura de sus palabras.
Los otros se quedaron sin poder creerlo.
-¿Acaso te hizo algo? ¿Como te encontro? -le pregunto Jace junto a su hermano, esperando que no este lastimada.
-No me hizo nada -les repitio una vez mas, cansada- Yo fui tras ella, yo la busque.
-¿Que? -pregunto Clary con la boca abierta- ¿Tu...? ¿Y la ceremonia parabatai...?
-Necesitaba respuestas -se defendio ella con pena, mirando a la pelirroja con sus cejas fruncidas- Ahora las tengo.
Aunque sus respuestas eran medias confunsas, ella habia conseguido algunas cosas de Evie Bloodmane.
El resto callo, solamente le daban miradas a la morocha que parecia no arrepentirse de aquello.
Sin mas, Isabelle se dio vuelta para dirigirse directo hacia la puerta roja que parecia ser la salida de ese extraño lugar, sin importarle que el resto se quede atras.
Los demas la estaban viendo, no iban a detenerla, era adulta y ya sabia lo que ella hacia o hacian por ella.
Pero si algo estaban seguro, era que no la dejarian hacer sola eso.
Antes de que Isabelle cruce el marco de la puerta (la cual ya la habia abierto antes), Alec tomo su brazo y la hizo girar hacia ellos, haciendo que la morocha mire a todo su grupo de compañeros.
-No lo vas a hacer sola -la detuvo Magnus.
Luego de eso, los cinco entraron en la puerta roja, provocando que sus ojos se cierren de inmediato, cayendo de vuelta en un sueño tras otro sueño, comenzando la pelicula.
En cuestion de diez segundos, miles de recuerdos e imagenes comenzaron a pasar por toda su mente, distintos recuerdos como pequeños cortos e imagenes de una misma chica con ellos.
¿La chica? Era la misma Evie Bloodmane.
Distintos recuerdos de Evie junto a los chicos, todos veian los mismos recuerdos y hasta tenian sus propios recuerdos con ella.
«El pequeño Max va a ser un gran luchador, yo le enseñare a serlo»
Se escucho la voz de Evie aquel dia hace años en Idris en la casa de los Lightwood, mientras ella cargaba a Max y se dirigia a Alec, Jace e Izzy.
Tristes, felices, enojados... esos eran algunos de los tantos recuerdos que pasaban frente a sus ojos.
Luego de eso, los cinco abrieron los ojos mientras daban una bocanada de aire, despertandose de ese extraño desmayo que habian tenido, haciendo que sus ojos vuelvan a su antiguo color.
Estaban viendo que estaban tendidos sobre el suelo de esa abandonada bodega, su cuerpo habia volvido a responderle y sentia como sus cerebros le daban señales a su sistema.
Alec se quedo estatico, viendo como su cabeza le continuaba dando recuerdos (como al resto de sus compañeros tambien) como una pelicula.
Vio como el recuerdo le mostraba, se le mostro la imagen de una joven pelirroja bañada completamente en sangre, con una sonrisa maliciosa y desconfiada.
Aquel primer encuentro de ella con los Lightwood, hace seis años.
Ella los habia retado, que si no bajaban sus armas acabarian muertos como aquellos hombres del circulo.
Luego se reprodujo aquel momento que Evie trato de suicidarse en el congelado Lago Lyn, pero su trio de salvadores fueron al rescate.
Y pudieron sacarla del agua antes de que muera congelada, haciendole RCP y respiracion de boca a boca.
«¡Vamos!»
Se escucho el grito de Alec mientras trataba de revivir a Evie haciendole RCP, a punto de las lagrimas.
Ahora habia cambiado la imagen, una escena donde Evie y Alec se besaban mientras se iban despojando de sus vestimentas.
«Te amo, Alexander Gideon Lightwood»
Ahora se escucho la voz de Evie dentro de la cabeza de Alec, en la escena cuando ambos unian sus frentes y cerraban sus ojos.
Jace parpadeo varias veces, mientras su mente le reproducia el recuerdo de la ceremonia parabatai doble, cuando los cuatros jovencitos repentian su juramento para unirse como uno solo.
«No me ruegues que te deje, o que regrese cuando te estoy siguiendo.
Porque a donde tu vayas, yo iré, y donde tu vivas yo viviré.
Tu gente será mi gente, y tu Dios será mi Dios.
Donde tú mueras, yo moriré. Y allí seré enterrado;
El Ángel me haga esto y mucho mas si nada mas que la muerte nos separa a ti y a mí»
-¡EVIE! -grito Jace mientras se retorcia de dolor sobre el suelo, cuando su runa parabatai comenzo a quemarle la piel, recordando la ceremonia.
Isabelle sintio que le faltaba el aire, mientras sus ojos se llenaban de lagrimas cuando su mente le regalo el recuerdo de aquella noche antes de salir al Pandemonio junto a Evie, cuando se estaban preparando para salir.
«Tu eres mi parabatai, y moriria en el momento que te pasara algo»
Le dijo Evie mientras tomaba sus manos, haciendo que ambas hermanas se sonrian y se abrazen con fuerza, cerrando sus ojos.
Despues se mostro la escena de ellas dos disfrutando de su "vigilancia" a los subterraneos, bailando juntas y dejandose llevar por el alucinogeno seelie en su sangre.
Por otro lado, el corazon de Magnus le daba punzadas cuando su mente le devolvio aquel recuerdo cuando Evie apenas era una niña de diez años, de cabello brilloso y ojos altones, con una sonrisa dulce.
«Quiero otorgarte esto, es el Corazon del Mar, una joya que siempre los mantendra protegidos a ti y a Luna»
Esas fueron las palabras de la pequeña Evie de diez años cuando se encontraban en la Residencia Bloodmane aquel dia, ella habia decidido regalarle aquel collar muy poderosos de los Bloodmane para que pueda proteger a Luna y a Magnus de todo mal.
Volviendo a la mente de Alexander, su mente le reprodujo otra escena.
«Alexander...»
Ese fue el susurro ahogado de Evie aquella noche del Lago Lyn, donde Valentine Morgensten murio por ella y ella recibio aquella puñalada en su pecho. Recitando esa palabra cuando Alec le sostenia la espalda y lloraba, pidiendo que no lo deje.
Todos los demas se levantaron del suelo, teniendo todos sus recuerdos de vuelta, viendo a Alec que aun se encontraba en el suelo algo agitado.
Su mente le hacia recordar el mismo momento cuando Alec estaba duro frente a Evie, mientras que la pelirroja habia dejado de parpadear y moverse, haciendo que su piel se convierta en lechosa y deje de respirar, incluso de latir.
-Evie... -susurro con los ojos mojados mientras se levantaba del suelo, viendo a sus compañeros, recordando todo los recuerdos desde que la conocio hasta la muerte.
Los cuatro compañeros de Alexander estaban frente a el de pie tambien, con los ojos ahogados y recordando el mismo dolor que sintieron aquella noche.
Pero eso solamente era el comienzo.
Ahora recordo aquella vez que los hombres del Consejo Real junto a Jaime Adgar interrumpieron el rito de despedida de Evie, llevandose su cuerpo y evitando que ellos cinco los detengan.
«No voy a dejar que se la lleven...»
Esas fueron las palabras de Alec antes de ir tras Jaime y pelear por el cuerpo de su novia, pero fracaso en el intento y con el dolor en su pecho, callo de rodillas al suelo mientras lloraba frente a donde habia desaparecido el portal.
Alec les dio la espalda a sus compañeros, cayendo una vez mas de rodillas del suelo cuando sus piernas le fallaron, dando un sollozo fuerte.
Recordo cuando no pudo hacer nada, habia dejado que Jaime y el Consejo se lleven el cuerpo, sin poder ir tras ellos o buscarlos.
Acto seguido, comenzo a sollozar mas fuerte y con odio, recordando con tristeza mientras que sus lagrimas salian una tras otra, llorando con fuerza.
En toda la bodega, lo unico que se escuchaba era su llanto.
Sus compañeros estaban a sus espaldas, tambien llorando en silencio mientras sentian el dolor que Alec les trasmitia con sus sollozos.
Clary (tambien llorando) tapo su boca con una mano, viendo a Alec con tristeza.
Los Buscadores habian hecho su trabajo, les habia devuelto sus recuerdos acerca de Evie.
El resto de los Buscadores, se habia ido de ahi para buscar a sus dueños y tambien devolverle sus memorias.
Todo habia vuelto hacia hace dos años, luego del rito de luto.
Ninguno de ellos va a recordar que paso o que hicieron hace dos años ya que luego de que le hayan borrado la memoria, se quedaron dentro de un "sueño". Y no eran ellos.
Sus almas habia desaparecido al momento que el Buscador absorbio sus recuerdos.
Todo lo que paso en ese periodo de dos años no lo van a recordar, seria como si despertaran de un sueño de dos largos años.
Sin que ellos lo supieran.
Ahora, que habian "despertado" de ese magico coma gracias a los Buscadores, el alma volvio a su cuerpo.
Fin de la Narracion
[...]
《Evie》
Dos Dias Despues | Nueva York
Una fuerte tormenta llego a Nueva York, acompañado de fuertes lluvias.
En las calles no hay nadie, aunque apenas sean las nueve de la noche.
Camino con tranquilidad bajo la lluvia, cubierta con mi capucha roja mientras observo el agua caer, sin tener ningun rumbo.
Han pasado dos dias desde que liberamos a los Buscadores y fueron tras sus dueños.
Pudimos devolver la Caja de Pandora original dentro de la Ciudadela en el Aureum, pretendiendo que no hicimos nada malo.
No he sabido nada de ellos, nisiquiera se si me recuerdan.
Tampoco fueron a la Residencia.
Nada...
Phobos me dijo que ellos olvidaron todo lo que hicieron en estos dos años que estuve inactiva, debido que esos no eran ellos lo que hicieron, eran otras cosas dentro suyos.
De un dia para el otro, todo el Mundo de Sombras dejo de buscarme debido a que recuperaron la memoria, borrando cada alerta y cada captura que tenian contra mi.
Todo habia vuelto a la normalidad... bueno, no todo.
No se como ir hacia ellos, pero quiero hacerlo, no se como reaccionaran o... que pensaran.
¿De la nada un dia mori y dos años despues aparezco?
No es logico.
Hablando de eso, el Maestre Luwin parece que encontro mi rara situacion respecto a que revivi.
Parece ser que al ser la Verdadera Bloodmane de la generacion y tener la sangre de Raziel en mis venas, eso ayudo a que reviviera.
Suena algo loco, pero es creible.
Mi tio Jaime ha calmado las aguas en el Aureum, ahora ya no buscaran a los shadowhunters que anteriormente me torturaron.
Algo bueno, por fin.
Detengo mi caminar frente a una gran iglesia abandonada en medio de un parque, levantando la mirada y viendo que las luces de adentro estaban prendidas.
El viejo instituto, el que alguna vez fue mi hogar.
Suspiro ligeramente, es lindo volver a verlo una vez mas.
Estaba a punto de irme, cuando siento que un paraguas me cubre la cabeza y alguien se coloca alado mio.
-¿No vas a entrar?
-¿Por que? -pregunto sin mas- No tengo nada mas que hacer aqui mismo.
-¿Entonces liberaste a los Buscadores por nada?
Suspiro y giro mi cabeza para verlo, pero vuelvo a mirar una vez mas el instituto.
-Lo hice para que vivieran de verdad, con su Alma y sus Recuerdos -le respondo asintiendo con la cabeza.
El contrario suelta un "Ja" con sus labios.
-Ellos no pueden vivir toda su vida de esta forma, necesitan algo que los vuelva a hacer ellos.
Esa frase se me quedo en la cabeza, es una gran frase.
-¿Y que hay del Consejo? Aun tienen esas restricciones -hablo, si se enteran me cortaran la cabeza en mi Muerte Verdadera.
-Los Directores van a bajar esas nuevas restricciones, si ven que todos los Reales le hacen caso.
Giro a verlo lentamente.
-¿Y que hay si quieren que vaya a una mision o... haga algo?
El rie ligeramente.
-Entonces lo haras, pero no te estaran vigilando dia y noche, Evs.
Buen punto.
-Difficile redire ad vitam hoc esse ad animam¹.
-Sed ut illud bonum quod est mortuus² -y me ve.
Tienes razon, Jaime.
-Ve, yo volvere al Aureum -me insiste y yo asiento tomando aire, jamas senti este tipo de nervios.
Jaime comienza a caminar para abrir un portal, pero antes de que cruce el mismo, se gira y me dice:
-Est autem³...
Y cruzo el portal.
Eso ultimo me dejo confundida, por lo que me giro de inmediato, viendo que alguien salio del instituto sin un paraguas.
Alto, rubio, de buen fisico.
¿Que hace aqui solo?
⚜ ⚜ ⚜
¹Sera dificil volver al mundo de los vivos...
²Pero es mejor que estar muerto...
³Ahi hay uno.