Abril, voz de inocentes [Crón...

By Lully5

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Segunda parte de "Los Juegos de Mohamed" Después de poder sobrevivir a los terribles Juegos de Mohamed, Abril... More

Poderes.
Revelación
Un pequeño secreto
El cuaderno rojo
Primeros planes.
Participantes.
Entre pesadillas.
Viejos personajes.
Solo una Niña Humana
Solo pienso en muerte.
Plan B
¿Amigas?
Más que solo suerte.
Cosa del destino.
Ángel de la muerte
Miedo.
Ojos preciosos
Frío intenso
Venganza
El secreto de Caro - CAPÍTULO FINAL

Alianzas y pactos

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By Lully5

(Abril, En los Juegos)

Abril abrió los ojos rápidamente tras escuchar una rama rompiéndose a sus espaldas.

-Te ves muy sola- se escuchó una voz por detrás.

Abril volteó rápidamente, tomando su navaja con fuerza pero sin mostrarla todavía. Se calmó al ver a una pequeña niña sonreírle y cerrando los ojos de manera tierna.

-¿Tú quién eres?- preguntó Abril, volviéndose a sentar bajo el gran árbol.

-Tina, me entreno en brujería ¿Y tú?- la niña se sentó al lado de Abril y la miró con curiosidad.

-Abril, y necesito estar sola

-No lo creo, yo misma pude haberte atacado, estás muy expuesta aquí, sobre todo porque estabas dormida

-Como sea

La pequeña no se movió. Ambas permanecieron juntas y en completo silencio, Abril parpadeando cada segundo para tratar de despertar por completo.

El sol mostraba que habían pasado unas horas desde que se había quedado dormida. Recordaba haber discutido con Mohamed y luego haber implorado por el bienestar de sus amigos. Al final, solo recibió una amenaza.

Recordó haberse recargado en el árbol y dejarse caer lentamente hasta tocar el pasto, se limpió las lágrimas y posteriormente cerró los ojos a causa del cansancio que sentía, a pesar de que recién había despertado.

-Sabes- dijo Tina después de varios minutos de silencio —No te vi en la reunión de los participantes

-Eso es porque originalmente no soy una participante- contestó Abril —Digamos que estoy aquí sin permiso

-¿No te meterás en problemas?

-No más de los que ya tengo

Abril se levantó por fin del suelo y ayudó a la niña a levantarse también. Le regaló una sonrisa bastante pequeña.

-Tú estás muy expuesta aquí sola- le dijo Abril —Encontré un lugar seguro, ahí está una amiga, si quieres, puedes venir

-¿En serio?- la mirada de la pequeña estaba llena de ilusión, como si esa fuera su salvación.

-Sí, vamos

Abril tomó de la mano a Tina y la guio hasta la cueva, en la cual, Angel comenzaba a despertarse.

Angel estiraba sus alas, pues las tenía algo adoloridas a causa de dormir en el suelo. Vio que Abril entraba cuidadosamente, sonrió al ver que ella no le había abandonado, pero esa sonrisa se desvaneció en cuanto vio entrar a una segunda persona.

-Descuida- le tranquilizó Abril —Tenemos una nueva amiga

Las niñas se miraron por un momento, ambas se acercaron tímidamente.

***

(Jess, dimensión humana)

Jess se dejó caer en su cama con fuerza, su respiración era violenta, como si hubiese corrido un maratón, pero el latir de su corazón indicaba que un gran miedo la inundaba. Miró de reojo el cuaderno rojo que aún sostenía en su mano, jamás se imaginó que entre esas páginas encontraría un secreto tan grande.

Se sentó con dificultad y dejó el cuaderno a un lado, tenía que procesar bien todo lo leído, no entendía mucho, por no decir nada. Las dudas atacaban su mente y no parecía que las aclararía pronto. Recordó cada palabra escrita, cada página, incluso el momento en que todo comenzó.

*FlashBack*

Jess corría a toda velocidad hasta casa de Abril, se supone que iría el día anterior, pero el tiempo se le había escapado de las manos, así que solo le quedaba ese día para recoger el trabajo.

Llegó hasta la puerta, se dio una rápida mirada, solo para confirmar que su aspecto no era tan malo.

Su short de mezclilla, su blusa de tirantes morada, su cabello más o menos peinado en una coleta. Suspiró y tocó la puerta. La madre de Abril, Anastasia, no tardó en abrir, tenía puesto una blusa muy sencilla, unos jeans azules y un mandil.

-Oh, Jess, que alegría verte, pasa- dijo Anastasia mientras abría por completo la puerta.

-Gracias, vengo por un trabajo de la escuela, Abril lo guardó y como se fue de viaje, pensé que no le molestaría que lo tomara

-Dudo mucho que le importe, sube, sabes dónde está su habitación ¿Verdad?

-Sí, gracias

-No hay problema, te dejo, que se me quema la comida

-De acuerdo

Anastasia desapareció por la puerta de la cocina y Jess se dirigió a las escaleras.

Al entrar el cuarto de Abril, Jess comenzó a buscar en el escritorio las investigaciones que habían hecho. No tenía idea de dónde estaban, pero tenía que encontrarlos pasara lo que pasara.

Findy saltó sobre el escritorio, haciendo que Jess se asustara un poco, pero al instante, hizo a un lado a la gata y siguió buscando.

Abrió un par de cajones, revolvió unos papeles, también algunos dibujos y bocetos, todos hechos por Abril, pero no había señales del proyecto escolar.

La gata comenzó a maullar con fuerza, esto era una molestia para Jess, pero la ignoró, siguió revoloteando por todo el escritorio. Al final, entre maullidos y el hecho de no encontrar el trabajo, se desesperó y gritó a la gata.

-¡¿Qué quieres, Findy?!

La minina estaba sobre el librero de Abril, moviendo su cola de un lado a otro, luego comenzó a azotarla con fuerza, como si señalara algo.

-¿El librero?- preguntó Jess acercándose.

Vio algunos títulos de libros, había de todo tipo de género, diferentes títulos se veían escritos en algunos otros no mostraban título alguno, y justamente entre un par de libros color rojo, había un folder amarillo, evidentemente con gran cantidad de papeles en su interior.

Jess lo tomó, pero al parecer estaba algo atascado, tiró con fuerza y lo sacó, pero accidentalmente tiró uno de los libros al suelo, el cual cayó abierto en la primera página.

-Este es el trabajo- dijo Jess, ojeando un poco las hojas dentro del folder.

Se escuchó maullar a Findy una vez más, esta vez en el suelo y con una de sus patas sobre el libro en el suelo.

-¿Qué sucede ahora?- preguntó Jess, algo molesta ya -¿El libro?- se agachó para recogerlo —Ah, no es un libro, es un cuaderno, una diario, tal vez

No pudo evitar leer unas cuantas líneas, pensando que como se trataba de su amiga, no habría nada ahí escrito que ella no supiera, pero se equivocó, miró a Findy una vez más, cerró el cuaderno y lo escondió entre el proyecto, luego salió del lugar.

-Me marcho, gracias- gritó ella mientras cerraba la puerta de la casa.

*Fin del FlashBack*

Jess volvió a ver el cuaderno rojo, se negaba a creer que Abril había escrito todo eso, pues las palabras ahí tenían un significado algo oscuro, sin lógica alguna, era evidente que Abril había enloquecido por completo, pero Jess decidió seguir leyendo las últimas tres hojas, esperando encontrar una explicación.

***

(Marco, En los Juegos)

El humano caminaba débilmente por el espeso bosque, casi no había dormido, apenas se había detenido a descansar unos momentos, la razón de esto, sentía que necesitaba encontrar algo.

De un momento a otro, se encontró cara a cara con un chico sombra acompañado de un niño de hielo. No hizo nada, solo los miró, no parecían ser una amenaza, así que siguió caminando, pasando de largo.

-Te ves pálido- se escuchó la voz del niño decirle al humano.

-¿A sí?- comentó Marco volteando a ver al niño —Mira quién lo dice, se podría decir que tu piel es blanca

El niño se acercó al humano.

-Se supone que así sea, pero recuerdo que eras un poco más bronceado

-Tal vez tengas razón

-¡Jared!- gritó la sombra, que seguía a una distancia prudente —Mejor aléjate

-¿Por qué?- preguntó Jared —No parece ser peligroso

-¿En serio?- se quejó Marco, con una sonrisa cínica en el rostro —Puedo demostrarte lo contrario- dijo mostrando un cuchillo de carnicero y acercándolo al niño

Jared retrocedió un poco, con una cara que mostraba miedo, pero al mismo tiempo, se reusaba a alearse.

-¿Nada?- preguntó Marco, que admiraba el valor del chico al ver que no salía corriendo.

Rápidamente, Otelo corrió hasta donde se encontraban ambos y arrebató de su mano el cuchillo, posteriormente lo aventó tan lejos como pudo.

-Es un niño, no deberías asustarlo- le recriminó Otelo a Marco.

-Entonces que no me moleste- se dirigió al sitio donde había caído su cuchillo, lo recogió y siguió su camino, no sin antes despedirse —Si me disculpan, tengo un lugar a dónde ir

-¿A, si? Lo dudo- se burló la sombra.

-Como sea

Jared se volvió a acercar al humano, y con una mirada algo preocupada, le dijo.

-Te diriges donde Abril ¿No?

-¿Cómo sabes eso?

-Hace rato te recostaste en mi nieve, ella sabe lo que piensas

-¿Abril? ¿Quién es?- preguntó Otelo.

-Una niña, antigua ganadora, mi consejera dijo que lo mejor sería encontrarla

-¿Para qué?

-No tengo idea, pero al parecer está metida en algunos problemas

-¿Y eso te incumbe?

-Realmente no, pero como saben, más de uno puede sobrevivir, estando a su lado, y al ella ganar el año pasado, tendré más oportunidades de sobrevivir

-¿Te podemos acompañar?- preguntó Jared con emoción en la voz.

-¡Estás bromeando!- gritó Otelo —Este tipo te amenazó con un cuchillo ¿Y quieres ir con él?

-No me importa viajar acompañado- dijo Marco, ignorando la reacción de la sombra —Pero casi no descanso, si pueden seguirme el paso, por mí no hay problema

Marco comenzó a caminar nuevamente, Jared lo siguió al instante, en cambio, Otelo dudó un poco, pero al final decidió que lo mejor sería seguirlos, pues entre más grande sea al grupo, más seguros estarán.

***

 (El cuaderno rojo de Abril)

¡Estoy harta! Ya no toleraré más de esta mierda... Al diablo los juegos, al diablo los participantes, al diablo el secreto.

Nadie leerá esto. Solía pensar que en algún descuido mío, este cuaderno terminaría en las manos de alguien que no fuera yo, pero ya no quiero engañarme, nadie nunca sabrá nada de este cuaderno, esto lo escribo únicamente para mí, así que basta de escribir en código.

Quiero desahogarme, es lo único que necesito, solo eso, la única forma es escribir de los juegos.

Los Juegos de Mohamed, un entretenimiento bastante macabro, una mala parodia de los juegos del hambre o de miraii nikki o incluso de rozen madien. Pero esto no es una parodia, tampoco una historia más inventada por algún loco ambicioso. Esto es real.

Ahora entiendo que Marcie venía a visitarme y se quedaba a mi lado todo el día de mi cumpleaños por esa razón. Marcie, una quimera, envidio su belleza, una chica humana-serpiente-murciélago. En serio que es muy linda, desde un principio sabía que ella ocultaba algo, incluso con mi inocencia de seis años, sabía que su corazón estaba lleno de dolor.

Pobre Marcie, ahora le entiendo. Yo fui la que la mantenía en pie, por eso pasaba mucho tiempo conmigo, en vez de en su hogar, supongo que estar sola en casa le hace recordar sus juegos... bueno, cada quien tiene su forma de olvidar.

También está Michael, un fantasma que por fin me dio respuestas, y al no tener otra opción, Marcie completó estas respuestas. Cómo extraño a Michael, le tengo un gran aprecio.

Hace un mes escribí sobre el amor, pero ya no más, el amor no es algo que pueda sentir, no puedo tener emociones, porque esto solo lo hará más difícil. Lo siento por Marcie, por Michael, incluso por Jess y Valeria, es más, creo que ellas sufrirán más todo esto, pues tal vez nunca sepan la verdad.

Igualmente, ya no me importa nada.

Hace casi un año, fui elegida para participar en esos juegos, conocí a muchas personas, algunas de ellas me ayudaron, otras simplemente quisieron acabar conmigo.

Tal vez nunca lo entiendan, pero presencié la muerte, fui parte de ella, vi las almas de mis aliadas separarse de sus cuerpos, incluso puedo decir que vi mi vida pasar por mis ojos en el momento en que la sombra me atacó.

Solo quedábamos él y yo, ¿Y qué más podía hacer? En ese momento, en lo único que pensaba era en poder vivir, nunca imaginé lo que pasaría después. Lo maté, y ese es el recuerdo que más me marcó, le he matado, y lo que pasó después ¿Qué fue? No estoy segura, me marché de inmediato, pero creo que celebraron, hicieron una fiesta...

Mañana me marcho nuevamente a ese lugar, porque ahora yo organizaré esos juegos, trataré de que la mayor cantidad de personas sobrevivan, pero será difícil, aun así me arriesgaré, sé que no puedo estar más loca, pero vale la pena intentar.

En fin, estas son las últimas palabras escritas en el cuaderno rojo, no quiero seguir dependiendo de la escritura, estoy segura de que con lo que escribo hoy será suficiente.

***

(Ardebit, en los juegos)

Tomó una flor del suelo, la hizo arder, luego otra flor, y también la hizo arder, y así continuó, se sentía algo aburrida, pues no se había encontrado con nadie desde Bellis, y eso había sido tres días antes.

Escuchó una risas a unos cuantos metros, pero por alguna razón, no fue tras ellas, prefería quedarse a acabar con las flores de la zona, quemándolas una a una, se preguntaba cuántos tiempo tardaría.

-¡Hey, tú!- escuchó a alguien gritar —Podrías causar un incendio

-¿Y qué? Es mi trabajo, después de todo- respondió Ardebit, con cierta molestia.

-No, no lo es- volvió a decir aquella voz.

Ardebit alzó la vista, encontrándose con un par de chicas de aspecto fresco, ambas mirándola a ella.

La chica de fuego frunció el ceño, cortó otra flor y la quemó, ignorando el comentario de una de las chicas.

-¿Qué no me escuchaste?- se acercó a ella la chica de apariencia felina.

-No me gusta que me molesten, así que si no te alejas, te chamuscaré tus bigotes- la amenazó Ardebit.

La chica posicionó sus bigotes tan atrás como pudo, al igual que sus orejas, sin duda, la apariencia de un gato que se siente amenazado. También mostró sus garras y sus grandes colmillos.

-Ya basta, Anula- dijo la otra chica, que flotaba levemente por los aires —Disculpa si te molestamos- se dirigió a la chica de fuego —Pero estábamos algo aburridas

-Ya somos tres- comentó Ardebit, mientras se ponía de pie y miraba con atención a ambas chicas -¿Y qué quieren? Una buena pelea, quizá

-Nada de eso- se apresuró a decir la fantasma —Soy Thea, ella es Anula, buscamos algo que hacer, realmente no hay nada bueno en este lugar

-Entiendo- dijo Ardebit —Mi nombre es Ardebit, y veo que ustedes no buscan acabar con nadie en los juegos, y me uniría a su plan pacifista, pero estoy aquí buscando venganza

-Oh, te equivocas- le dijo Anula —De hecho, buscamos todo lo contrario, destruir algo, matar a alguien, ya sabes

-Entonces, les tengo una propuesta- le interrumpió Ardebit. -Estoy buscando a alguien, seguramente ya tendrá una alianza hecha, si llegamos a encontrarlos, los matan a todos, pero yo me encargo del causante de mi odio, ¿Les parece?

-Tu corazón realmente está lleno de odio- agregó Anula —Me agradas

-Considera el trato hecho- le dijo Thea.

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