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X : señorita - Siento que me zarandean - oiga señorita.
Despierto sobre saltada pero cierro los ojos bruscamente al notar la potente luz de la linterna.
Es estúpido o ¿que?
X : ¿se encuentra bien? - me pregunta mientras me ayuda a levantarme de la tumba.
Elizabeth : si - respondo simple - adiós - me despido.
Empiezo a caminar un poco más tranquila aunque mis ojos irritados son el símbolo de todo lo que llore.
(...)
Camino y camino por varias horas hasta que veo una cabina telefónica y una idea cruza por mi mente.
Buscó por mis bolsillos dinero y milagrosamente tengo un par de monedas. Me acercó rápido a la cabina y meto una moneda para marcar el número de telefono.
Dios que lo coga no tengo a más nadie.
Porfavor.... Porfavor
X : ¿si? - contestan.
Elizabeth : Hernán soy Elizabeth - me presentó aunque se que me conoce.
Hernán : Dios Eli cuanto tiempo ¿estas bien? ¿Que es de tu vida? - me pregunta alegre.
Elizabeth : no estoy bien Hernán, te necesito, no tengo a nadie más, estoy en la calle sin un peso, sin coche y sin móvil - le contesto con mi voz afligida.
Meto otra moneda para que la llamada no se Corte.
Hernán : Dios Elizabeth, sabes que estoy para lo que necesites, puedes venirte conmigo - me dice y en su voz se nota la preocupación.
Elizabeth : ¿seguro que no importa? -le pregunto.
Hernán : no claro que no, ¿tienes como venir? - pregunta.
Elizabeth : si tengo un par de monedas, podre ir en autobús - le respondo y es que el vive en la capital de Bogotá.
Hernán : esta bien te esperare a la salida de la estación, ten cuidado - me pide pero antes que pueda responder la llamada se corta.
Suelto un suspiro mientras me dirijo a la estación de autobuses, quiero un cambio, necesito cambiar de aires hasta que lo que siento en mi interior se apague. Porque se que si el viene y me pide perdón se lo concedere sin importar el engaño y eso es una cosa que no puedo permitir.
A Hernán lo conocí al entrar en la Universidad yo estaba en primer año mientras que el ya estaba cursando el último, nos hicimos amigos y poco después me confeso que me quería más que a una amiga pero yo no puede corresponderle, así que nos distanciamos aunque aún así el me dejó en claro que siempre podría contar con el para lo que necesitase. Y pienso que en estos momentos es la persona que mas necesito para poder salir de este bache que el destino me puso.
El estómago me ruge y es que no comi nada por estar arreglando la dichosa panadería. Y me arrepiento mucho de aver gastado mi dinero en ella,espero y no vendan ni una barra de pan. Aunque tenga hambre no gasto nada ya que temo que si gasto un sola moneda más no pueda comprar el billete de autobús.
(...)
Camino y camino muerta de frio durante una hora hasta que por fin veo a lo lejos la estación de autobuses.
Me acercó al mostrador donde hay una chica Morena, esta mira mis manos que están manchas con sangre seca, mi sangre.
Chica : ¿en que te puedo ayudar? - le pregunta.
Elizabeth : un boleto de autobús para Bogotá el que mas pronto salga porfavor - le pido.
Chica : el más próximo sale dentro de una hora - asiento - vale serán 362,31 pesos - pago el dinero teniendo que me falte pero al final me sobran dos monedas de un peso.
Agarro el boleto firmemente mientras veo a mi alrededor un lugar para sentarme, me veo tentada a comprar cualquier cosa para comer pero otra idea cruza por mi mente cuando veo otra cabina teléfonica.
Me acercó metiendo una moneda marcando el número de la Hacienda.
Eva : Hacienda Elizondo - contesta y una alegría me recorre al escuchar su voz.
Elizabeth : no tengo mucho tiempo Eva, soy Elizabeth - empiezo.
Eva : señorita Elizabeth no sabe lo angustiados que estábamos porque no llamaba - me dice.
Elizabeth : no tengo tiempo Eva, dígale a todos que los quiero, a mi mamá también, diles que me voy de este pueblo que volveré, no se preocupen pero lo más importante diles que los Reyes no son obreros, diles que están hay por una venganza - le digo rápido, meto la última moneda que tengo.
Eva : no se preocupe yo se lo diré todo - me dijo y me sorprendió el que su voz no sonara sorprendida al escuchar lo de los Reyes.
Elizabeth : confío en usted Eva, no deje que les hagan daño a mis hermanas - le digo pero antes de que puede respondeme la llamada se corta.
Maldito dinero.
Me siento en un Banco y las lágrimas quieren volver a salir por los recuerdo y por ver en donde me encuentro, por estar sola.
Solo espero y Eva diga la verdad, los hechen o los demanden.
Suspiro y veo como el número de autobús que me toca aparca y la gente empieza a subir.
Me levanto de donde estoy y doy una última mirada a mi alrededor mentalizadome de que al irme de este pueblo lograré estar mejor.
Ando hacia el autobús y cuando estoy por subir escucho una voz que me paraliza por completo.
Franco : ¡elizabeth! - me llama gritándo y su voz hace que un escalofrío me recorra por todo mi cuerpo.
Soy incapaz de girarme porque se que si veo sus ojos y me pide que me quedé no sere capaz de irme.Porque lo amo, lo amo como nunca llegue amiginar que podría llegar hacerlo.
Franco : Elizabeth - murmura - lo siento - me dice y eso es un detonante para que las lágrimas vuelvan a salir de mis ojos.
Elizabeth : ¿que sientes Franco? - le pregunte con mi voz frágil sin girarme aún - sientes el averme hecho pagar algo que no era mi culpa o estar conmigo y con Rosario a la misma vez, el engañar me o el jugar conmigo - le recriminó con sarcasmo.
Franco : todo, lo siento todo - admite - pero no puedo dejar que te vayas, te amo Elizabeth, te amo como ni imaginé llegar hacer con nadie, más que a Rosario, incluso más que a mí mismo - siento como se acerca más a mi.
Río sarcástica mientras me armó de valor y me giro a mirarlo. Grave error ya que lo primero que veo son sus hermosos ojos que ahora están cargados de desesperación.
Elizabeth : nuestro amor esta construído con cimientos de mentiras, nada que empezo así puede acabar bien - me limpio las lágrimas.
Franco : si puede, si porque tu y yo podemos lograrlo - intenta tomarme de mis manos pero yo me apartó bruscamente haciendo una mueca de dolor por mis pequeñas heridas en ellas, es hay cuando noto a Juan Reyes.
Elizabeth : me voy para estar lejos de ti - golpeo su pecho con rabia - lejos de tus mentiras,lejos del mundo perfecto y lleno de magia de amor que creaste con el único fin de destruirme. - unas lágrimas de rabia caen por mís mejillas - Lo se todo, se lo de vuestra venganza, se lo de tu hermana Libia. Pero..¿Sabes lo peor? Que yo ni siquiera estuve esa noche hay, ni siquiera la conoci - lo empujó lejos cuando intenta acercarse -Me metiste una venganza no correspondida hacia mi persona - giro para subir al autobús pero aún hay palabras que me queman.
El solo se queda mirándome sin saber que decir o como contra decirme. Mientras yo siento que tengo que decirle algo más.
Elizabeth : Me voy pero volveré.
Te haré pagar cada una de las lágrimas que derrame, del dolor que sufro y la angustia que siento.
Porque apesar de todo te sigo mando como una idiota masoquista.
Te arrepentirás Franco Reyes, lo juro.
Juro por lo más sagrado que
tengo que cuando nos volvamos a ver las caras te odiare tanto que te dolerá el siquiera mirarte - una última mirada y subo al autobús, este cierra las puertas detras de mi.
Lo veo por la ventana correr detrás del autobús y mi corazón se rompe un poco más al verlo tan desesperado.
Conductor : ¿desea que nos detengamos señorita? - me pregunta al ver a franco, murmuro un simple no aunque estuve tentada a decir que si, que parara e ir con el y decirle lo mucho que le amo, pero me duele su engaño, me arde el corazón.
A velocidad salimos de la estación perdiendo de vista a franco.
(... )
Todo el camino me la paso en mis pensamientos, lejos del mundo en el que vivo, queriendo por un momento desaparecer.
Es el conductor el que me saca de mi ensoñación, diciendo que hemos llegado.
Bajo del autobús rápido, queriendo ver a Hernán de una vez y nada más bajar hay lo veo con esa mirada que siempre me espera con calidez.
Corro hacia el y lo abrazo muy fuerte, al igual que el a mi.
Elizabeth : me... Me duele Hernán, me duele - murmuro comenzando a llorar...
Veo como el autobús desaparece llevándose con el mis esperanzas de recuperar la.
Soy un asco, se fue me dejó, se que me lo merezco pero yo ahora no puedo sin ella, no puedo seguir adelante sin su risa, sus ojos, su voz...
Sigo mirando por donde el autobús desaparecio negándome a creer que se fue.
Juan : vamos Franco - me alienta a que nos vayamos.
Pero no puedo, siento una opresión en el pecho, siento que me ahogo sin ella.
Franco : se fue Juancho - me giro a mirarlo y veo pena en su mirada - se fue - murmuro sin creerlo - se fue y me dejó Juancho - le digo mientras lágrimas caen de mis ojos.
Dándome igual si me veo débil. El me obliga andar hasta la camioneta. Pero ya me da igual lo que pase conmiy, si lo único que de verdad me tenía cuerdo en esta vida era ella. ella en tan poco tiempo se ha vuelvo un pilar fundamental en mi vida.
Decirme ahora sin ella ¿que hare?
Te arrepentirás Franco Reyes, lo juro.
Juro por lo más sagrado que
tengo que cuando nos volvamos a ver las caras te odiare tanto que te dolerá el siquiera mirarte.
Sus palabras se graban a fuego en mi mente y duele, pero más me duele el pensar que ahora me tengo que acostumbrar a vivir sin ella.
Y eso me duele, duele como los mil demonios.
• Una semana depués •
Óscar : no puedes seguir así Franco Hazte a la idea ya que ella no volverá - me dice otra vez.
Y es que esta semana ha sido horrible, toda mi habitacion tiene su olor, aun me la imagino cocinando o cantando.
para sumar más a mi desgracia, Óscar se casó con Jimena y ella está viviendo con el aquí, cada vez que la veo me recuerda a ella, a mi hermosa Elizabeth duplicando mi calvario.
Óscar : piensa en lo que te dije flaco en lo que más nos conviene - me sigue Insistiendo.
Franco : no - niego enfadado - no voy a casarme con doña Eduvina por su fortuna - le digo enfadado.
Y es que en cuanto volvió, me buscó esa señora que nada más verme se encapricho conmigo y Óscar no hace nada más que pedirle dinero aprovechándose de eso.
Ella me dice que si me caso con ella todo lo que tiene será para mi, que ya es muy mayor y solo quiero acabar su vida con alguien joven.
Doña Eduvina tiene demasiado dinero, al igual que toda una línea se supermercados, una Hacienda al lado de las Elizondo y miles de propiedades más.
Óscar : relájate mi flaco, piensa que con todo ese dinero podras buscar a Elizabeth, traerla de vuelta, convencerla de que vuelva a estar contigo y poder vivir vuestro amor por fin - me dice y me siento tentado, me sonríe - además a doña Eduvina no le queda mucho tiempo - finaliza.
Suspiro, espero no arrepentirme de esto.
Franco : aceptó - le digo y el Salta de la felicidad ya que su sueño estar por cumplirse.
Ser Rico.
Solo espero y esto salga bien.
Por ti lo hago mi hermosa Elizabeth, por poder ir a buscarte.
Hola mi amores!!!