Tristemente, nos vimos en la obligación de regresar a La Academia, el clima era tan frío, que sentía como se colaba bajo el abrigo, me dolían hasta los huesos... iba a congelarme si seguían haciéndonos esperar en el exterior.
— ¿Qué carajos crees que nos hagan?
Preguntó asustado Pavel, temblando del frío, intentando no moverse.
Nos estaban observando.
— No lo sé — apretando los puños, no quería abrazar mi cuerpo, no mostraría debilidad— No tengo ni la menor idea de lo que quieren hacer con nosotros, espero que al menos salgamos con vida.
— Mierda...
Susurró con rabia, apretando los puños.
Si seguimos así, moriremos de frío, la nieve comenzó a caer sobre nosotros hace mucho.
— Ustedes dos, ya están preparados para recibirlos. Adentro.
Me costó mover los pies, las articulaciones prácticamente no me respondían, pero de todas maneras, me obligué a mi misma a poner un pie delante del otro, hasta entrar a ese maldito lugar, sintiéndome asquerosamente bien del calor que me envolvía.
No debería sentirme así de bien.
— Tú, directo a tu cuarto en el quinto piso, seremos piadosos contigo basura — observando a Pavel— esto es con ella, por traer a ese demonio de vuelta a La Academia ¿Qué mierda te crees que eres?
Enredando los dedos en mi cabello.
Reí.
— ¿Creen que van a doblegarme con esto? No es mi culpa que sean unos hijos de puta.
— Yura... yo... lo siento...
Pavel corrió por el pasillo, dirigiéndose al ascensor, desapareciendo dentro de él.
— Ese cobarde te abandonó a tu suerte ¿Cómo te sientes, perra?
Claro que se sentía horrible ¿Qué tipo de pregunta es esa?
— Nací sola, moriré sola, no me interesa lo que pase con los demás.
Mentí.
El mundo se trata de las conexiones, de las relaciones que compartimos con las personas, vivir en soledad... sin estimar a nadie... que vida más triste...
— Bien, me parece bien tu pensamiento, porque luego de torturarte hasta escucharte suplicar, morirás en la horca, nos cansó tu hostil actitud.
Si después de todo moriría...
— Tortúrame, juega con mi cuerpo hasta que te canses hijo de puta, pero que sepas que jamás suplicaré, yo no suplico, y si debo morir, moriré sin arrepentimientos.
Su puño en mi rostro me hizo retumbar los sesos, tardé un momento en analizar lo que pasaba a mi alrededor, estaba siendo llevada a la sala de castigos, y hace un rato que perdí los zapatos y el abrigo que me dio Alexei antes de salir.
Espero que no tuviera nada valioso en los bolsillos.
Alek... perdóname, no podré volver y cumplir con mi promesa de jugar contigo...
Alexei... me hubiese encantado casarme contigo, ahora... lamento que tengas que verme desaparecer de esta manera tan patética.
Chicos... no podré asistir a la fiesta, beban mucho por mí por favor...
Fui lanzada dentro del cuarto de castigo sin cuidado alguno, me vistieron con la típica vestimenta que utilizábamos ahí dentro, un top y un diminuto short de cuero negro.
— Hace frío ¿No crees?
Abriendo las ventanas de par en par, empujándome dentro de la bañera repleta de hielo y agua congelada, sumergiendo mi cabeza hasta el fondo, riendo mientras pataleaba e intentaba liberarme, mis pulmones quemaban, imploraban por un poco de oxígeno, luego dejé de sentir.
Para cuando desperté, estaba maniatada con las columnas de fierro que estaban bien dispuestas en el techo de la habitación, de estas, las cadenas caían en cascada, pares de esposas de diferentes tamaños para diferentes tipos de personas, las mías eran pequeñas, masticaban mi piel dolorosamente, casi no tocaba el piso, la ventana seguía abierta y mi cuerpo estaba completamente mojado, tenía frío... sentía dolor...
— ¿Cómo se sintió tu ultimo regalo? — golpeándome en el estómago con el fierro que sostenía entre sus manos— tejamos que tu señor te llevara a casa, les dimos un ultimo adiós ¿Cómo crees que se sentirá cuando se entere que estás muerta?
Golpeándome esta vez en las piernas.
Mordí la cara interna de mis mejillas para no gritar, no le daría en el gusto.
— Cuando se entere de que estoy muerta, volará sangre, pólvora y balas. Llorarán y suplicarán por perdón, pero mi jefe no tendrá piedad de ustedes, los cazará uno a uno, y les dará una muerte dolorosa — escupí sangre. Ese golpe en mi rostro sí que me dolió— quemará este lugar sin importarle la cantidad de vidas perdidas. Me vengará. Y no estoy exagerando, Alexei es así, es despiadado, es cruel, lo es con todos, pero no conmigo, porque...
Clavó el fierro dentro de mi boca, impidiéndome seguir hablando.
— ¿Qué pensará entonces cuanto vea tu rostro irreconocible? Sería bueno dejarte desangrar y que él mismo descubriera el charco de sangre a tus pies.
Hizo una seña al hombre que se mantuvo en las sombras hasta ahora, subiendo un poco más las cadenas suspendidas del techo. Ahora sí que no tocaba el piso, me dolían los brazos por el esfuerzo que era mantener mi peso completo.
— El General dijo que quería ocupar su cuerpo cuando estuviera muerta, no le destroces lo que él pueda desear.
General.
Así que hay más rangos en este lugar.
Alguien dirige a los Oficiales.
— Tienes suerte de tener a alguien cuerdo aquí dentro, yo solo quiero destrozarte.
Quitando el fierro de mi boca, riendo con malicia.
— Deberías matarme rápido y escapar — tosiendo, sonriendo— no sabes lo que estás haciendo.
— ¡Deja de provocarme, perra!
Sujetó el fierro con ambas manos, golpeándome repetidas veces, espalda, rostro, brazos, piernas, abdomen, pantorrillas... me duele... me duele mucho...
Perdóname mamá, después de todo, no podré ir a visitarte, ni cuando esto pase... ni nunca...
— Dale tregua un rato, el General dijo "Muerte lenta y dolorosa".
El hombre frente a mí, comenzó a masturbarse, secando el sudor de su frente, analizando su obra de arte, una chica ensangrentada, débil, temblando del frío y del dolor, él lo estaba disfrutando.
— ¿Tienes algo que decir, princesita del infierno? Debes estar muy arrepentida ahora ¿Quieres comenzar a suplicar?
Sonreí de lado, sin ser capaz de levantar la cabeza.
— S-suplicar... S-sería rebajarme... a T-tu niv...vel, e-escoria...
Pavel debe estar muy cómodo en el cuarto, no lo odio a pesar de abandonarme, él decidió mantenerse con vida, la atesora más que nada, yo estaba lista para morir por nuestra causa, conseguí contactos, planos, direcciones... la única persona que podía ayudarme con las instrucciones, me dio la espalda.
Esto es una mierda.
— Al parecer, te hace falta recapacitar un poco más, verte con toda esa sangre encima me da nauseas — tomando la manguera— que maldito desperdicio gastar dinero en ti, La Academia hizo que te vieras así de perfecta, puta zorra.
Dio el agua fría y comenzó a mojar mi cuerpo, el frío viento del exterior y la nieve se colaba por la ventana, hacía tanto frío... tanto frío...
— Veamos que tan bien anda tu sensibilidad ahora.
Sí... algo de razón tenía en esto, el dolor era tanto, que casi no diferenciaba en el que ya sentía y el que me estaba propinando ahora, los huesos protestaban por el frio, casi no podía mover los dedos, la circulación no estaba a mi favor en estos momentos.
Estuve a punto de gritar que me rendía, no me sentía bien como para respirar en profundidad, mis pulmones gritaban por ayuda, un poco de oxígeno, sólo un poco... pero el ruido del exterior interrumpió mis pensamientos antes de que fuera capaz de abrir la boca.
El pasillo era un caos total, gritos, balas, armas siendo cargadas, personas corriendo, luego la puerta fue abierta.
— Y así me dices que me quede de brazos cruzados en casa — Alexei palideció al verme, su voz se rompió— Este es tu ultimo día como Liars, acabo de pagar tu libertad.
Disparó al hombre que manejaba las cadenas, matándolo en segundos.
— N-no lo... m-mates r-rápido — tomé cortas bocanadas de aire, creo que tengo un par de costillas rotas— Quiero... q-que sufra.
Guardó su arma, tomando el fierro que descansaba en el piso, tirando de su corbata.
— Por supuesto que sufrirá.
Golpeó al hombre tantas veces, que casi me dio nauseas al ver cómo brotaba la sangre de su cuerpo, casi me sentí mal al sentir satisfacción de verlo muerto, pero después de menuda paliza que recibí, imposible apiadarme de su alma.
— Joder... mira cómo te dejaron...
Soltó mis manos y me sujetó con delicadeza, analizándome con terror, sus manos temblaban.
— Me s-sentí... c-como una... e-estúpida... al decir... q-que no h-hicieras nada... t-tenía miedo...
— No digas nada ssh... — acariciando mi cabello, temblando de la impotencia al ver la sangre— Vas a vivir, vas a sobrevivir a esto, no dejaré que mueras, no te irás de mi lado.
— Puede... q-que sea tarde... y-yo... no... me siento... b-bien...
— Necesito que resistas un poco más Yura, no puedes morir, no puedes dejarnos, a ninguno de nosotros, te necesitamos.
Cerré los ojos, sintiendo el calor que irradiaba su cuerpo hacia el mío.
— Yura, no cierres los ojos, cariño, oye... — tocando mi rostro, dando leves golpecitos— No me hagas esto por favor... no puedo perder a otra persona...
— Alexei... t-te amo...
— No dejaré que mueras aquí, no dejaré que te mueras en mis brazos.
Se quitó el abrigo, colocándomelo bien, me subió a su hombro y salió del lugar conmigo a rastras.
— Sigue viva, pero está muy mal, ábranme camino, necesito llevarla al hospital.
El hospital... yo sé muy bien que los mafiosos no vamos a hospitales, harían preguntas, unirían cabos, es peligroso...
— Encontramos a Pavel ¿Lo llevamos con nosotros?
Preguntó uno de los chicos.
Él "No" que susurré fue apenas audible, pero Luka lo escuchó, eso fue suficiente para que no hicieran nada para salvarlo, él me dio la espalda, que vea la manera de escapar de este lugar por las suyas.
Lo siguiente que sentí fueron balas volando de un lugar a otro, todo era caos a mi alrededor, no sé cómo, pero Alexei cumplió y me sacó del lugar, subimos a su auto e intentó mantenerme despierta todo el camino hasta el hospital, donde me recibieron rápidamente, mi estado era de gravedad, Alexei tenía un medico de cabecera que nos atendería, necesitaban llevarme a quirófano ahora para salvar mi vida, Alexei les pidió que hicieran todo lo posible, cualquier cosa, no importaba el precio, el tiempo, nada, él sólo quería que me mantuvieran con vida.
Me hubiese gustado decirle que pase lo que pase, siempre estaré a su lado, siempre lo amaría, pero estaba entumida y débil, no era capaz de hablar, moverme o abrir los ojos, mi cuerpo se relajó, multiplicando el dolor que caía sobre mi cuerpo.
Quise resistir, pero el cansancio terminó ganando la batalla, y me dormí.
***
Apenas abrí un ojo, el dolor me invadió, llevaba vendas en la mayor parte de mi cuerpo, y un brazo enyesado, en mi mano "Buena" tenía un catéter puesto conectado a un suero colgado en un sujeta suero de los que utilizaban en los hospitales, estaba conectada a una maquina que pitaba cada vez que mi corazón brincaba dentro de mi pecho, un saturómetro en mi dedo índice, marcando el resto de mis signos vitales, también estaba conectada a oxígeno, y estaba bien acomodada en una camilla de hospital.
Lo más extraño de todo esto, es que estoy en casa, en mi cuarto, pero tenía todo lo que podría necesitar en caso de emergencias, mi cuarto se convirtió en un cuarto de hospital.
Con mucho esfuerzo, estiré mi mano los dos centímetros que me faltaban para tomar el control con un único botón rojo, supongo que, si lo presionaba, alguien vendría.
Esa pequeña acción de hacer la fuerza suficiente para hundir el botón me tardó al menos cinco minutos, mi cuerpo no tenía fuerza, estaba exhausta, y todo me dolía tanto...
Quería volver a dormir para no sentir esto.
Un minuto después de que presioné el botón, Alexei entró al cuarto agitado, parece haber venido corriendo, tras él, una chica vestida de enfermera, supongo que ella sería quien me cuide mientras me pongo bien.
— ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?
— Señor, hablar gasta mucha energía para la señorita, el cansancio físico y emocional tardara un tiempo antes de desaparecer.
Respondió la chica.
Y que razón tenía, por más que intenté hablar, no pude hacerlo, y no quería, porque para hacerlo, necesitaba hacer uso de mi caja torácica, y el más mínimo movimiento era un completo infierno.
— ¿Siente dolor? — Preguntó la enfermera— Parpadee una vez para no, y dos para sí.
Parpadee dos veces, sin despegar la vista de la chica.
— En una escala del uno al diez ¿Cuánto le duele? Parpadee ese número de veces.
Parpadee siete veces, observando a la chica, quien asintió, rodeó la camilla y preparó unos medicamentos, inyectándolos en el suero, dijo que necesitaban ser diluidos, y que dejaría de sentir dolor de forma progresiva, luego me dejó a solas con Alexei, pidiéndole que no me exigiera tanto.
— No sabes el miedo que sentí cuando te vi en esas condiciones, no te movías, creí que estabas muerta — tomó mi mano con delicadeza— Nunca en mi vida sentí un miedo como ese — sus ojos se cristalizaron— y yo sí que he sentido diferentes tipos de miedo a lo largo de mi vida, pero nunca uno tan grande como el miedo a perderte, no podría vivir sabiendo que moriste por mi culpa, por mis arrebatos...
La primera lagrima cayó, destruyéndose al impactar con mi mano, Alexei estaba tan asustado por mi culpa, que ahora estaba llorando.
Nunca antes lo vi llorar.
— No vuelvas a hacerme algo así jamás... no me importa si es parte de un estúpido plan, no volveré a permitir que te alejen de mí sabiendo que van a dañarte, no vuelvas a pedirme que te deje ponerte en peligro otra vez.
Tomó mi mano, apretando su rostro contra esta, llorando con autentica desesperación.
En ese momento, me di cuenta de lo estúpida que había sido ¿Cómo pude creer que yo sola podía con lo que tenía planeado? Pavel y yo... que estupidez... él me habría dejado en la primera oportunidad que tuviera para escapar, me habría dejado a mi suerte, cómo ahora. Si quiero seguir adelante con mi plan de destruirlo todo y formar un buen lugar para ayudar a otras personas... necesito ayuda, necesito aliados que confíen en mí y quieran que sobreviva tanto como yo quiero que ellos sobrevivan.
Hubiese deseado poder responderle, me hubiese encantado decirle que todo estaría bien y dejaría de actuar con imprudencia, pero no pude, y a causa de esos medicamentos terminé por dormir otra vez.
Esperaba poder hablar con él la próxima vez...
***
La siguiente vez que abrí los ojos, fui capaz de levantar mi mano y acariciar el cabello de Alexei, quien dormía en una posición incómoda, sentado en esa silla, apoyado en mi camilla, parecía no haber dormido mucho, tenía feas ojeras bajo los ojos ¿Cuánto tiempo he estado dormida?
— Creo... que deberías ir a la cama...
Susurré.
Eso fue suficiente para que se levantara con rapidez, observándome.
— ¿Estás bien? ¿Cómo te sientas?
— Mucho mejor...
Sonriendo aún con la mascarilla de oxígeno puesta.
— Qué bueno... — desmoronándose del alivio— Joder... estaba tan asustado... ¿Cómo pudiste ser tan imprudente?
— No haré algo así de nuevo... lo prometo.
— No te creo. Tú siempre saltas hacia el peligro sin medir las consecuencias.
— ¿Me ayudarás la próxima vez? No quiero hacerlo sola la próxima vez.
— ¿La próxima vez?
— No voy a dejar de intentarlo, ese lugar es una pesadilla, quiero eliminarlo desde el centro, ese era mi plan, quiero eliminarlas todas, tenía mis contactos, tenía conexiones, tenía aliadas.
— Lo sé, leí unos apuntes que tenías escondidos... sin éxito, por eso, no maté ninguna chica cuando fui por ti, les dije que te agradecieran, porque gracias a ti estaban vivas, y sé que no descansarás hasta cumplir con tu objetivo, así que te ayudaré, pero primero recupérate por completo, cuando lo hagas, yo mismo me encargaré de tu seguridad y bienestar, no te pondrás en peligro sola nunca más.
La que lloraba ahora era yo.
Él me entendía completamente...
— ¿Me lo juras?
Sonrió.
— Joder... por favor, dame algo de tregua, casi te pierdo... por favor... déjame disfrutar el sostener tu mano por más tiempo, estos días han sido terribles...
— ¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?
— Estuviste cuatro días en el hospital, pedí tu traslado al quinto día, te traje a casa y despertaste dos días después, pero... te dormiste casi enseguida, y... pasaron tres días desde eso.
Demasiados días...
Claro que debió estar asustado.
— Lo siento...
— No vuelvas a hacerme algo como esto... por favor...
— No quiero que sufras por mi de nuevo... no volveré a hacer estupideces...
Esta vez, fui yo la que se aferró a él hasta dormirse, parecía cansado, fueron días terribles... no quería que volviera a pasar por eso de nuevo.
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HOLA HOLA MIS AMOREEES
COMO PROMETÍ, TRAJE EL CAPITULO MÁS TEMPRANO DE LO NORMAL, FUE TRISTE, SÍ, PERO CREO QUE FUE MEJORANDO.
AL FINAL PAVEL SI LA TRAICIONÓ
SI CONTÓ LO QUE TENÍA PLANEADO HACER
CASI SE MURIÓ, POR LOS PELOS, PERO SE SALVÓ
Y ALEXEI SÍ LA VA A AYUDAR DESDE AHORA
MI BEBÉ LLORÓ POR PRIMERA VEZ!! ME DIO TANTA PENA ESOOO
ALEXEI NUNCA HABÍA LLORADO
Y YURA SE PERMITIÓ EL CONFIAR EN ALGUIEN MÁS
CREO QUE POR FIN LOS ASUNTOS HAN SIDO RESUELTOS ENTRE ESTOS DOS, Y DESDE LOS CIMIENTOS, PUEDEN HACER UNA BONITA RELACIÓN
TENGO FE EN ESO
NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO MIS AMOREEES
UN BESOTE PARA TODAAAS