La semana había empezado bien, todavía no había visto a mis amigo ni a Noah desde que me dejó en mi casa el domingo a la madrugada pero nos estuvimos mandando mensaje.
Estaba en la biblioteca de la escuela como manera de esquivar a mis amigos para no sentirme mal por estar mintiendoles y porque tenía que hacer un ensayo para historia.
Siento la mirada penetrante de alguien y levanto la cabeza para ver de quién se trataba y me encuentro a Noah Flynn con un libro, sonriendo en mi dirección y no me cuesta mucho copiar su acción.
¿Un libro? Me alegra enterarme de que sabes leer.
Le envió el mensaje para no llamar la atención de los que nos rodean. Lo observo mientras leé lo que le envié y sonríe otra vez mientras escribe lo que supongo será mi respuesta.
Solo miro las imágenes.
Río por lo bajo al leerla y niego mirándolo. Para intentar no distraerme y hacer lo que debía, el maldito ensayo.
(...)
Martes, ya habían pasado más de dos días desde que mamá y el señor Evans me confesaron que salían, pero este último todavía no le decía a sus hijos la noticia y seguía pidiéndome que no le cuente a Elle, que quería ser él el que le cuente pero que no encontraba el momento perfecto de hacerlo, hablarlo tranquilos y solucionarlo si llegaban a tener un problema.
A lo que yo sostenía que si ella notaba alguna actitud rara y sospechaba algo no le iba a mentir. Aunque ocultar la verdad también sea mentir. Y al parecer es lo único que hago últimamente: mentir a mis mejores amigos.
(...)
Me encontraba después de la escuela en la habitación de Noah, sentada sobre sus muslos mientras nos besábamos fervientemente, disfrutando esos hermosos segundos dónde éramos solo nosotros dos, sin mentiras, sin problemas, solo los dos.
-No. Tenemos trabajo- dije empujándolo del pecho haciendo que quede acostado sobre su cama y yo me moví para acostarme a un lado de él.
-¿Que? ¿Que pasa?- cuestiona al no saber porque me separé tan drásticamente.
-Deberiamos hablar de logística, de cómo hacer para que no nos descubran- informé a lo que Noah puso cara de aburrido, sabía que estaba mal mentirle a Lee sobre lo que pasaba con su hermano pero también me daba miedo decirle así que era mejor estar preparados.
-No sé cuál es el problema- empezó diciendo Flynn confundido -Nadie creerá que tengo novia- no puede evitar sonreír el escuchar como se refirió a mi pero lo reprimi mordiendo mi labio por la frase en general.
-Si, Dios quiera que nadie piense que tienes novia- use todo el sarcasmo que pude.
-Oye, tengo mi reputación intacta- puse cara de asombro aunque sabía que no hablaba enserio.
-¿Enserio?.
-Asi es- respondió divertido agarrándome de la cintura para ponerme encima de él y volvernos a besar.
No pasaron ni 5 segundo que se escucharon golpeas en su puerta que nos hizo saltar del susto.
-Mierda. Escondete- susurró mientras me baja de la cama -Un minuto- ahora grito para que la persona atrás de la puerta no entre.
-Solo necesito tu ropa sucia- anunció la señora Flynn, la mamá de mi mejor amigo y del chico con el cual hace 5 segundo me estaba besando, genial!.
No sabía donde esconderme y me encontraba mirando a todos lados en busca de un lugar donde no me vea.
-Abajo de la cama- me indico Noah un poco nervioso por la situación, lo más rápido que pude me tire al piso y me arrastre hasta abajo de donde me ordeno -Un segundo, mamá- pidió gritando para estar seguro de que me había escondido bien -Si, pasa- volvió a gritar cuando ya estaba debajo y no me veía.
Escuché el sonido de la puerta abrirse lo que me dejó ver los pies de la mejor amiga de mi mamá.
-Hola, cielo.
-Hola, mamá- saludó Noah intentado parecer relajado pero con un leve temblor de que estaba nervioso -Podría haber llevado la ropa yo- comunicó y solo veía los pies de la señora Flynn moverse por el lugar mientras recogía lo que suponía la ropa sucia del chico.
-No hay problema. Debo hacer tiempo antes de ver a los Anderson- explicó esta siguiendo con el trabajo de poner la ropa sucio en un canasto -Por cierto, no olvides que el sábado saldremos a festejar tu gran noticia- yo fruncí el seño al no saber de lo que hablaba la mayor ya que Noah no me había contado nada.
-No es necesario.
-Claro que si- le contradijo su madre obviamente emocionada -No todos los días te aceptan en una de las mejores universidades- levanté mis cejas por el asombro -Ah, invite a los Evans y a las Stone- le comunicó la única mujer de la casa -hazme un favor, se lindo con Cassie. Ella está enamorada de tí.
-¿En serio? No tenía idea- puedo jurar que estaba con un sonrisa en este momento, lo mataré.
-Claro que no. Los chicos nunca lo notan. Pero me di cuenta por como te mira- solo pedía al cielo que la tierra me tragara en este momento.
Al irse la mamá de Noah y cerrar la puerta, lo primero que escuche fue un risa de este haciendo que golpee su cama desde abajo.
-¡Cállate!- le grité bajo por si se llegaba a escuchar -Ella está enamorada de ti- repetí en un intento muy malo de copiar su voz.
-Se te nota por como me miras- siguió el juego y yo lo empuje levemente en el hombro ya que se seguía riendo.
-Basta. No debería ni estar acá- le dije sentándose de nuevo en su cama -En diez minutos, debo bajar para hacer el cartel del baile con Elle y Lee- le comuniqué una vez que dejó de reírse, le acomode un par de cabellos que estaban por su frente y me animé a preguntarle -¿Así que... Una de las mejores universidades?.
-No es para tanto- bajó la mirada intentando sacarle importancia al tema, pero no lo iba a dejar ir tan fácil.
-¿Que universidad?- insistí para saber más del tema.
-Harvard- susurró muy bajo pero lo pude escuchar igual haciendo que tanto la sorpresa con la emoción invadieron mi cuerpo.
-Wow ¿Es broma?- le pregunte sin poder creerlo -¡Es increíble!.
-Ni siquiera sé si voy a ir- lo miré confundida sin saber porque estaba dudando -No se lo cuentes a nadie ¿Si?- me lo pidió tan tierno que solo me límite a asentir.
Y ahí fue la primera vez que me di cuenta de que Noah se iría pronto a la universidad.
-Pero debes salir de aqui- me recordó agarrando mi mano para levantarnos de la cama -Y tienes suerte, porque ya pensé tu ruta de escape- estaba confundida porque nos estábamos acercando al balcón de su habitación y cuando mira hacia abajo veo una cama elástica enorme. Me volteo a verlo sin creer que quiere que me tire de aquí.
-¿Es broma verdad?.
-O podemos ir a decírselo a Lee ahora mismo- dijo mientras señalaba la puerta y suspiré resignada sabiendo que eso no sería una opción.
Y salte, al tocar la cama elástica obviamente rebote y cuando subía pude ser a la señora Flynn en el lavadero con la ropa sucia, mientras rezaba internamente que no levante la vista sino me iba a ver y el plan de escape iba a fracasar. Volví a tocar la cama elástica pero estaba en uno de sus costados lo que hizo que cuando bajaba termine en la piscina de los Flynn.
Cuando salí en busca de aire veo a Lee en el primer piso confundido de verme en su casa.
-Hola- saludé incómoda ya que estaba en su piscina con la ropa de la escuela puesta.
-Hola- confundido todavía -¿No te quitaste el uniforme?.
-No- respondí obvia.
-Bueno. Bajaré en un segundo- dijo cómo si fuera la situación más normal. -¡Jerónimo!- escucho gritar y a los segundos está mi amigo haciéndome compañía en su piscina ambos con los uniformes puestos.
Lee había salido ya del agua y estaba secándose, mientras yo intentaba hacerlo, cuando se escucha el sonido que hace mi celular cuando me llegan mensajes.
-Creo que recibiste un mensaje. Veré quien es- cuando dijo esto último me puse muy nerviosa y trate de salir rápido de la piscina.
-Dejalo ya voy yo- le informé saliendo por fin del agua, pero cuando me percaté de que ya tenía mi teléfono en sus manos y que me miraba confundido me asusté.
-¿Desde cuándo tienes contraseña?- preguntó extrañado a lo que me alivie casi olvidó que se la había puesto.
-Ahh- piensa Cassie, piensa -Es que... discutí con mamá y ahora revisa mi teléfono. Algo sin importancia- dudó un poco pero me lo paso y siguió secándose con una toalla.
Es divertido vernos a escondidas. Ser malo está bueno.
Era lo que decía el mensaje que Noah Flynn me había mandado y yo negué con la cabeza sonriendo. Cuando levanté la mirada y se cruzó con la de Lee, sabiendo que iba a preguntarme quién era me adelante a decir.
-¿Elle ya viene?.
-Si, ya debe estar llegando.
(...)
El resto de la semana me la pasé yendo con Noah en su moto a distintos lugares de la ciudad para tener pequeñas citas, intentando ocultarnos de mis amigos y los estudiantes de la escuela.
Subimos a unos botes a pedal, aunque casi nos caemos los dos por empujarnos. Andamos en bicicleta. Almorzamos en distintos puestos que bordean la playa. Noah intento enseñarme a andar en moto y aunque al principio costó pude, al menos, ponerla en marcha. Fuimos al muelle, que es un lugar donde no va casi nadie así que nos pudimos besar libremente. Estuvimos en la playa divirtiéndonos.
Los dos peores momentos, aunque no para tanto, de la semana fue cuando lo hicimos en el laboratorio de la escuela y cuando tuve clases me percate de que habían cámaras. Improvisando cree una bomba de olor haciendo que me castiguen yendo con el director dónde pude recuperar la cinta.
Y la otra cuando fuimos al cine con Noah y al salir nos dimos cuenta que Lee y Rachel estaban cerca jugando en la máquina de baile. Para escapar me puse el balde en la cabeza y salimos lo más rápido posible. Pero me sentía mal de seguir mintiendo, ya me estaba cansando. Pero en resumen fue una buena semana.
(...)
Ahora me encontraba viendo a mis amigos en la máquina de baile mientras estaba en el medio de estos.
-Me encanta. Realmente lo necesitaba- Empezó hablando Elle agitada por obviamente estar bailando.
-Si, últimamente no nos vemos mucho los tres- le siguió Lee y sabía que ahora venía una acusación hacia mi -Cass, tu te haz estado comportando muy rato- lo sabía.
-Si, es verdad es como si nos evitaras- estuvo a favor de nuestro amigo Elle.
-Espera, espera- le dijo Lee a esta parando el juego para que los dos me puedan enfrentar y mis nervios se dispararon.
Dios, que no pregunten nada en específico sino no podré mentir.
-¿Es porque no tienen pareja para el baile? Pueden venir con Rachel y conmigo- propuso mi amigo.
-O podemos ir las dos como pareja- propuso esta vez Elle levantando las cejas provocativamente para alivianar la tensión que se sentía.
No podía sentirme peor, ellos preocupados de con quién podía ir al baile y yo acá siendo la peor amiga mintiendoles. Llegó la hora.
-Chicos, hay algo que tengo que contarles- empecé diciendo pero me ví interrumpida cuando Rachel llegó.
-Hola, chicos- saludó está muy feliz.
-Hola, llegaste- saludó con un beso mi amigo a su novia.
-Perdon había mucho trafico- se disculpo la pelinegra.
-No pasa nada- le dijo Elle con una sonrisa -Hola.
-Hola- saludé esta vez yo por lo bajo sabiendo que toda la valentía que tenía hace un rato se fue.
-¿Te molesta que vayan Elle y Cassie al baile con nosotros? No quiero dejarlas solas- le preguntó mi amigo a su chica.
-Claro que no. Cuántos más, mejor- le respondió están sonriendonos a las dos.
-¿Ves?- preguntó esta vez mirándome a mi que seguía un poco incómoda.
-Entonces, ¿Que querías decirnos?- cuestionó Elle mirándome.
-Nada. Era sobre el baile, así que...- les respondí a ambos con una sonrisa falsa pero que se creyeron y dejaron el tema atrás cuando Rachel empujó a ambos para poder jugar ella en la máquina de baila e invitandome a bailar con ella. Lo cual agradecí para cambiar el ambiente incómodo que cree yo con mis mentiras, que cada vez eran más.