La luz entra por mi ventana, suelto un quejido tapándome, me vuelvo a destapar rápido levantándome para ir derecha a la ducha, era la única manera que me despejara para afrontar un nuevo día.
Las imágenes de anoche vuelve a mí sobre todo en el momento que Harry estuvo a poco de besarme.
Me pase la cuchilla por mi cuerpo, cuando me lave el pelo salí preparando mi ropa que me iba a poner hoy.
¿Qué debería ponerme hoy si me encuentro con Harry?
¿Desde cuándo pienso que ponerme por él?
Descarto esa idea cogiendo algo cómodo.
Me visto para después secarme el pelo, cuando he terminado bajo oliendo a tostadas con mermelada.
Mi madre me dedica una sonrisa al verme.
-Buenos días mama – la abrace por la espalda.
-Buenos días mi vida – se dio media vuelta para darme un beso en la frente.
-¿Dónde está papa? - miro a mi alrededor dándome cuenta que no está.
-Esta con Jasón en el garaje arreglando unas cosas – asiento cogiendo mis tostadas, pasaban mucho tiempo juntos.
Desayune viendo la tele mientras que mi madre hablaba con Selene la mama de Harry que vendría a casa dentro de un rato.
Por más que quisiera mantenerme lejos de Harry es imposible ya que nuestros padres son mejores amigos y están muy unidos, así que tarde o temprano coincidíamos.
Cuando termine de desayunar baje a ver a mi padre, salude a Jasón.
-Oye Sofía - me llamo Jasón.
Me acerque a él.
-¿Ayer donde estuvisteis? - mierda eso era una pregunta trampa, yo no estaba en la cabeza de Harry para saber si le había dicho algo o no, pero seguro que no y más tratándose de carreras ilegales.
Tampoco se lo diría porque entonces mis padres me matarían.
-Estuvimos en un bar tomando algo con los amigos – conteste intentando que no se notara que estaba algo nerviosa porque me pillaran, a veces mentir se me daba fatal.
-Harry volvió tarde a casa – me congele en el sitio cuando mi padre se dio la vuelta mirándome.
-¿A qué hora volviste tu a casa? - estaba comenzando a sentirme encerrada, esto parecía un interrogatorio.
-Ay papa, tampoco tan tarde me trajo un amigo de Harry – dije sin más intentando esquivar la mirada de mi padre.
-¿Seguro? - me dijo no muy convencido.
-¿Acaso no crees a tu propia hija? - salte a la defensiva para que no notasen nada, me pasaba eso cuando me sentía encerrada.
-Está bien, te creo – dijo mi padre para que me calmara.
Sentía la mirada de Jasón sobre mí, porque tenía que ser así de intenso, como loca hui del sitio volviendo a la casa.
Corrí escaleras arriba para buscar mi móvil y llamar a Vanessa.
Cuando marqué me senté en la cama esperando a que ella contestará.
-¿Sí? - escuche su voz como agitada.
-¿Te pillé haciendo ejercicio? - la pregunte confusa.
-Eh... No, ¿Te despertaste ahora? - escuche otra voz para luego escuchar como cerraba una puerta.
-No, ya llevo un rato despierta, te llamaba por si tenías algún plan – eran vacaciones había que aprovecharlas.
-Tenía pensado salir a correr - sonreí, llevaba unos cuantos días sin salir a correr.
-Me apunto – colgamos las dos, me cambie de ropa para ponerme ropa deportiva con un top.
Vanessa no vivía muy lejos de mí, cuando baje abajo avise a mi madre.
-¡MAMA ME VOY A CORRER CON VANESSA! - la grite al no verla para que me escuchara.
-Me parece muy bien hija, tener cuidado – grito ella también, cogí mi botella para salir encontrándome con Vanessa.
Nos dimos dos besos saludándonos para comenzar a correr por la misma ruta que hacíamos juntas siempre.
Mientras corrimos estuvimos hablando como casi siempre salió el tema del grupo de Harry, Vanessa estaba teniendo un lio con Cameron desde ayer, por la forma en la que hablaba ya se habían liado, suerte por ellos.
-¿Y tú? ¿Vas a salir con alguien? - me pregunto cuando nos paramos a estirar las piernas en unas bancas.
-Después de lo de Ethan ni de coña, estar liada con un tío es un dolor de cabeza y eso que solo fue un beso – dije entre jadeos por haber corrido sin parar, estaba sudando como un pollo.
-Sofía no estarás toda la vida sola – negué bebiendo un poco de agua antes de contestar.
-Claro que no, pero mientras tanto estoy bien ya sé que no existen los típicos tíos como en las historias, pero agh no lo necesito tampoco – mi amiga me miro como si estuviera loca.
-¿Dónde está la Sofía que cree en el amor a primera vista? - estiro sus brazos.
-Por ahora se fue con un billete de avión - las dos nos reímos para seguir corriendo.
Esta vez iba con los cascos puestos, entramos en la calle donde estaba la casa de Harry, note que mi amiga Vanessa me miraba de reojo no entendía hasta que no me percate que el garaje estaba abierto en el cual un Cameron estaba con Harry y como no llevaba un cigarro sobre sus labios.
El primero en darse cuenta fue Cameron que saludo primero a Vanessa y luego a mí, mi amiga le saludo como una niña enamorada, después note la mirada de Harry sobre mí, acelere un poco más cuando Vanessa decidió parar.
-¡SOFÍA! - me grito Vanessa al ver que me iba sin ella.
Me di la vuelta andando hacía atrás sin parar.
-Me voy a casa, nos vemos – ella dejo caer sus hombros en forma de derrota.
Si podía evitar estar con Harry y encontrármelo lo haría sin duda.
Narra Harry:
Miré a Cameron que parecía que se había quedado embobado con algo, al levantar mi mirada me encontré con Vanessa y sobre todo Sofía con ropa deportiva que se la quedaba muy ajustada a su cuerpo, nuestras miradas se cruzaron, pero ella rápido la aparto comenzando a correr más aún.
Así que, huyendo de nuevo de mí, eh, Sofía - pensé para mí mismo negando con mi cabeza.
Estaba claro que estaba haciendo todo lo posible por evitarme, no sé si fue por lo de anoche, pero estaba claro que no me quería ver.
Cameron se levantó para acercarse a Vanessa dándola un beso, al parecer estaban liados, nada nuevo en Cameron.
-¿Qué hacéis? - pregunto Vanessa entrando al garaje.
-Cambiando unas piezas – conteste yo, limpiándome de nuevo con el trapo viejo manchado.
-¿Por qué se fue Sofía? - pregunto Cameron a Vanessa.
-Últimamente no sé qué la pasa está muy rara – contesto ella sin entender muy bien.
-Me tengo que ir – termine de arreglar la moto sacándola.
Me puse mi chaqueta de cuero montando en la moto poniéndome el casco.
-Ten cuidado tío – se acercó Cameron a mí, asentí.
Con eso basto, no se tenía porque preocupar no era la primera vez que iba al club.
Arranque dejándolos a los dos atrás, acelere aún más, en el camino no vi a Sofía supongo que se habría cogido otra calle para evitarme.
Cuando llegue al club deje la moto asegurándome que estuviera bien, al entrar mucha gente que ya conocía se me acercaron saludándome.
-Te está esperando en su despacho – me dijo uno haciéndome una seña a donde estaba el despacho.
Sabía dónde estaba ya que no era la primera vez que entraba, abrí la puerta sin llamar encontrándomelo acaramelado con una tía rubia, al verme le dijo que se fuera ella hizo caso echándome una mirada de arriba abajo para después salir del todo cerrando la puerta.
-Te estaba esperando para darte tu dinero – abrió un cajón sacando unos cuantos fajos de billetes por ganar la carrera - sonreí cuando los cogí todos.
-Así es un gusto trabajar contigo – le conteste, se encendió un puro para después volver a hablarme.
-Tengo otro trabajito para ti, pero esta vez es distinto – alce mi ceja esperando a que me explicase. - Siéntate y te cuento – me senté en la silla.
-Al grano tengo cosas que hacer – le dije serio.
-Esta noche viene un camión cargado de cosas con mucho dinero, te lo pido a ti porque es en la persona que más confió Harry, sé que no me defraudaras, la sangre de tu padre corre por tus venas – rodé los ojos, no sabía exactamente en lo que se dedicó mi padre un día, pero no necesitaba un master para intuir lo que era.
-Sabes que yo no me meto en esas mierdas Richard – me alce un poco para mirarle fijamente.
-Tranquilo Harry es fácil tu solo tienes que asegurarte que la mercancía llega sana y salva te pagare bastante – me lo pensé por unos segundos, aprete mis labios.
-Te juro que como vea algo sucio me iré dejando todo – ladeo su cara observándome fijamente.
-Confía en mi hasta ahora no te he defraudado – hice una mueca.
-No te sientas ofendido, pero no me fio ni de mi propia sombra – me levante.
-A las doce te mandare la ubicación - asentí saliendo del despacho.
Choqué puños con otro tío que trabajaba en la barra, una chica parecida a la de antes se acercó hacía a mi coquetamente, me pedí lo mismo de siempre bebiéndomelo de una para fijarme de nuevo en la chica.
-Hola bombón – hablo con ese tono sexual.
No la conteste pedí más alcohol dejándome la botella para que me echara lo que quisiera.
-¿Qué haces aquí tan solo? - no se dio por vencida intentándolo de nuevo.
-Ahora estás conmigo, ¿no? - la mostré una sonrisa de lado.
Bebí unas cuantas copas más notando el alcohol por mis venas, la tía rubia que ni sabía su nombre siguió coqueteando conmigo, nos besamos desesperadamente queriendo los dos lo mismo.
Me llevo a una habitación casi a oscuras con una cama y poco más, me desnudo mientras que no parábamos de besarnos.
Bebí de la botella que me había llevado conmigo quedando poco contenido.
-Estas muy bueno, ¿no te lo dijeron? - gateo encima de mí hasta llegar a el botón de mi vaquero quitándomelo.
-Hazme una mamada te pagare lo que quieras – eso basto para que llegase la acción, me deje caer en el colchón relajándome cuando note sus labios sobre mi polla.
Dos mundos distintos uno de excesos entre muchas cosas como la droga, el alcohol y chicas.
En el otro se encontraba una chica que sabía divertirse con los suyos incluso sola, que le encantaba leer, escribir incluso dibujar, sabía estar sola sin tener que depender de nadie.
Creía en el amor sí, pero no un tío en el cual no necesitara nada más.
Si algún día encontraba a la persona indicada seguiría sin duda haciendo lo que tanto le gusta, como viajar, salir a alguna fiesta, descubrir sitios nuevos.
Ella tenía sueños.
El sin embargo quería vivir día a día con adrenalina como si fuera a ser el último día de su vida.
¿Pero qué pasaría si esas dos personas se unieran en una?
Sería un completo desastre.
Termine de escribirlo cerrando el Word, suspirando mientras me tocaba el hombro que se me había cargado por llevar unas cuantas horas, sentada frente al ordenador.
Me tire en la cama agotada, cuando deje a mi amiga con los otros dos mi ejercicio no se acabó seguí en el jardín de mi casa, hasta que fui a darme una ducha, luego comí con mis padres para después ponerme a escribir mi nueva historia.
Decidí por ver una película en Netflix relajarme un poco por el día me lo merecía, prepare unas palomitas y todo, no pensaba llamar a Vanessa porque seguro que estaría con Cameron ahora que sé que están enrollados.
Los pedí a mis padres que no me molestaran ya que estaría viendo o series o películas, no hubo problema porque ellos iban a cenar afuera, si así era, ellos hoy tenían como una especie de cita.
Comencé por ver una película, cuando acabo comencé una serie nueva que estaba en número 1, parecía interesante y me había enganchado desde el primer momento.
El tiempo pasaba era muy tarde eran casi la una y media cuando unos golpes provenientes de abajo se escucharon.
Abrí la ventana de mi habitación asomándome, no había nadie así que decidí volver a cerrarla, pero sin echar el seguro.
Decidí por bajar a lo mejor eran mis padres que habían vuelto de su cita, pero todo estaba a oscuras.
-¿Papa? ¿Mama? - los llame, pero no obtuve ninguna respuesta.
Cuando me iba a volver a subir arriba para seguir viendo la serie, escuche un crujido de madera, me quede rígida en el sitio.
-Sofía - escuche una voz ronca y como si estuviera débil.
Muerta de miedo me di media vuelta encontrándome en la oscuridad una silueta.
Sin más solté un grito subiendo las escaleras rápido, la persona corrió detrás de mí.