Antes de que empieces a leer esta historia te pido que primero leas la primera parte Un Nuevo Comienzo para que puedas entender algunas partes de esta.
Ahora sí, con esto, que disfruten de la historia mis lectores.
En la vida todo tiene un precio, sino que se lo digan a Harry, un chico que al cabo de los años fue creciendo y con eso sus locuras, se parecía tanto a su padre que la gente le miraba como si estuvieran viendo al mismo Jasón.
Sin embargo, Sofía también creció, pero estaba llevando una vida un poco más tranquila era todo lo contrario a su madre Maica y su padre Eros.
Harry y Sofía eran completamente distintos, él era como el fuego, ella sin embargo era como el hielo.
Los dos no vivían muy lejos uno del otro, pero desde que crecieron no se veían tan a menudo como sus padres, cada uno estaba a lo suyo, además de que Harry que la veía cuando venía a su casa la molestaba hasta que Sofía se enfadase con el cómo en los viejos tiempos.
Estaban reunidos en el jardín de la que era la casa de Jasón, estaban dejando las cosas en la mesa para poder comer.
- Mi amor falta cuatro tenedores en la mesa llévalos – pidió Selene a Jasón que se había parado a hablar con Eros.
- Vale mi amor – contesto un cariñoso Jasón, dejando de hablar con Eros para poder llevarlo.
- ¿Dónde está Harry? - pregunto Eros a su hija que estaba sentada con el móvil, ella levanto la mirada hacía su padre y se cruzó de hombros diciéndole que ni idea.
Espero Eros a que volviera a salir Selene para preguntarla o si no se lo preguntaría a Jasón, normalmente cuando se reunían así para comer Harry tardaba en aparecer o ni aparecía en toda la comida.
Selene volvió a salir dejando en la mesa todo lo que faltaba.
- ¿Sabes si va a venir Harry? - le pregunto a Selene.
Ella miro la hora en su reloj que tenía en la muñeca para después hacer una mueca.
- Su padre le aviso esta mañana que teníamos comida juntos ya sabes cómo es dice que viene y luego a lo mejor no – Eros asintió entendiéndola, pensaba que era igual que su padre cuando era joven muchas veces no se presentaba a los sitios solo cuando él quería y si llegaba a hacerlo era demasiado tarde, sin duda era un segundo Jasón.
Cuando Jasón dejo los tenedores y estaba todo se sentaron todos, Maica se sentó al lado de su hija dejándola un beso.
Empezaron a hablar un poco de todo mientras comían, pero Sofía estaba enfrascada en sus pensamientos, hasta que Harry apareció sentándose.
Llevaba unos pantalones vaqueros, una camiseta blanca y su mítica chaqueta de cuero le daba un toque de chico rebelde.
Se sentó enfrente de Sofía se miraron los dos por un segundo, pero Sofía fue la primera en apartar la mirada cuando Jasón hablo a su hijo.
- ¿De dónde vienes? - pregunto serio, siempre lo era con él, no quería que se desviase del buen camino como él lo hizo cuando era más joven, que no llegue a cometer los mismos errores.
- Porai ya sabes – dijo sin más Harry, su madre Selene acaricio su pelo para después darle un beso en su mejilla.
Siguieron comiendo hasta que Harry sonrió tirándole unas migas de pan a Sofía, ella se quejó apartándola de su pelo para mirarle mal.
Pero él no se daba por vencido le volvió a tirar una bola de migas de pan, Jasón y Eros los pillo cuando Sofía molesta se la devolvió.
- Ya está bien jovencitos – soltó Jasón.
- Sofía basta – le regaño su padre Eros.
- Que yo no soy empezó el – miro a Harry que se estaba riendo de ella.
Sofía se enfadó tanto que lo poco que le quedaba en el plato que cuando se levantó se lo tiro a Harry encima.
Todos se sorprendieron de lo que había hecho Sofía, sin embargo, Harry se levantó enfadado.
- Imbécil – grito Sofía comenzando a correr hacía la casa.
- Niñata - grito Harry también.
- ¡Basta! - grito Jasón pegando un golpe en la mesa levantándose. - No podéis estar ni en una comida tranquilos sin pelearos - añadió molesto.
Harry rodo los ojos al enfado de su padre.
- Vete a limpiarte un poco Harry – le pidió su madre Selene.
Se dirigió a la casa haciendo caso a su madre, cuando entro se dirigió a otro de los baños que había, si se encontraba con Sofía se la iba a devolver.
Cuando se lavó las manos se quitó la chaqueta de cuero dejándola en una silla para después quitarse la camiseta blanca que estaba llena de tomate.
Mientras tanto Sofía había terminado de cepillarse el pelo quitándose los nudos que le había provocado las migas de pan, cuando salió escucho ruido en uno de los baños se acercó encontrándose con la puerta medio abierta con un Harry dándola la espalda, pero por el espejo del baño pudo ver como limpiaba su camiseta blanca y su torso desnudo bien trabajado.
Se quedo unos segundos contemplándole hasta que un ruido que podría porvenir de la cocina hizo que reaccionase para seguir su camino, Harry al escuchar el ruido se asomó viendo a Sofía supuso que había sido ella sonrió pensando que le había estado viendo sin que él se diese cuenta.
Iba a volver a seguir limpiando su camisa, pero al ver que Sofía iba a pasar por la habitación donde se guardaba las cosas de limpieza corrió cogiéndola de la cintura a Sofía para meterla en la habitación estrecha de limpieza y con un rápido movimiento echar la llave mientras que empujaba para que ella no la abriese.
Cuando cerro con llave se apartó soltado una carcajada que escucho Sofía.
- ¡HARRY! - grito molesta. - ¡Ábreme ahora mismo! - volvió a gritar aporreado la puerta.
Harry sonrió no pensaba abrirla hasta recibir unas disculpas por parte de ella.
- No, hasta que no me pidas unas disculpas, preciosa – contesto tranquilo.
- ¡NI EN TUS SUEÑOS HARRY! - contesto Sofía.
- Entonces me temo que pasaras lo que queda de día hay – dijo vacilante.
- ¿Qué? ¡NO! - dejo de golpear la puerta, pero su enfado seguía y ahora más que nunca.
- Pídeme perdón entonces – exigió Harry.
- Idiota – dijo Sofía un poco más bajo, pero él lo escucho igual.
Se mantuvo silencioso para que se pensara ella que se estaba yendo, acertó cuando al poco de los segundos una Sofía le estaba pidiendo disculpas a regañadientes.
- Está bien, lo siento – Harry decidió molestarla un poco más.
- ¿Que? ¿Qué dijiste preciosa? - se hizo el sordo.
- ¡QUE LO SIENTO IMBECIL! - Harry se rio una vez más acercándose a la puerta quito el seguro para después meterse con ella dentro.
- ¿Qué haces? Déjame salir – paso su mano para poder abrir la puerta, pero Harry no la dejo.
- Juguemos como en los viejos tiempos Sofía - su voz sonó un poco más ronca de lo acostumbrado, a ella la paso un escalofrió, pero no le dio importancia intentando salir del cuarto de limpiezas que estaba oscuro.
- Vamos no seas aburrida – le pico más a ella.
Sofía no le contesto, de esa manera se pensaba que cuando se cansara la dejaría ir.
Pero había un problema Harry no se cansaba tan fácilmente.
- ¿Acaso no vas a hablar o estas, sorda? - dijo Harry bruscamente, pero a la vez con un tono burlón.
- No, no soy sorda y si puedo hablar, es que aún no estudie nada para el idioma del imbécil como tú, lo que me digas claro que a ti se te da de maravilla – ella sonrió, aunque no viese bien el rostro de Harry sabía que él no se esperaba una contestación así de ella.
- ¿Me llamaste otra vez imbécil? - Sofía sonrió aún más.
- ¿Ahora quién es el sordo? - le contesto jugando al mismo juego que él.
Con un rápido movimiento Harry la pego contra la pared.
- Te arrepentirás de esto – con eso Harry abre la puerta dejándola abierta dirigiéndose a el baño de nuevo para recoger su camiseta y chaqueta de cuero.
Sofía salió de la habitación de limpieza, salió fuera de la casa encontrándose con sus padres despidiéndose de Jasón y Selene.
- ¿Nos vamos? - la dijo su madre, ella asintió despidiéndose también de los padres de Harry.
Cuando comenzó a andar de nuevo con sus padres al llegar al coche recibió un mensaje de su mejor amiga.
Mensaje de Beba:
Esta noche hay una fiesta en la casa de Erick, ¿te apuntas?
Sofía se quedó unos segundos mirando en la pantalla pensando en que contestarla.
Miro a sus padres, para volver a mirar la pantalla y de nuevo a sus padres, necesitaba el permiso de ellos.
- Mama... - dijo Sofía rezando para que la dejasen.
- Dime mi amor – contesto su madre cariñosamente.
- Esta noche hay una fiesta, ¿puedo ir con Vanessa? - refiriéndose a su mejor amiga.
Se produjo un silencio por unos segundos.
- ¿Papa? - llamo Sofía a su padre para que el también dijera algo.
- ¿Dónde es la fiesta? - Sofía suspiro antes de responder a su padre.
- En la casa de un chico el instituto llamado Erick – cuando dijo eso sus padres se miraron entre sí, como si estuvieran tomando la decisión a la vez.
- ¿Ira Harry? - volvió a preguntar su padre.
Ella rodo los ojos obviamente molesta, si él no estaba en una fiesta su padre no la dejaba ir porque decía que la podía pasar algo y Harry tenía que estar presente por si pasaba algo.
- Supongo él no se pierde ninguna fiesta – dijo con voz de irritada.
- Si va él te dejo ir - Sofía se apoyó en la ventana molesta, pero no se dio por vencida y siguió intentándolo.
- Pero papa por favor iré con Vanessa y más gente no me pasara nada – intento enredar a su padre tranquilizándole con que se portaría bien y no la pasaría nada malo.
Por la cara que puso su padre sin despegar la vista de la carretera parecía que se lo estuviera pensando, Sofía cruzo los dedos como si eso la fuera ayudar en algo.
- Está bien, pero con una condición que cuando estés en la casa mandes un mensaje a tu madre con que llegaste bien - Sofía sonrió al escuchar a su padre, la habían dejado esta vez sin tener que llamar a los padres de Harry para preguntarles si él iba a esa fiesta.
- Pero eso sí, pórtate bien y puedes beber, pero siempre controlando – soltó su madre que se había dado medía vuelta para mirarla, Sofía asintió con una sonrisa, para después acomodarse y contestar a su mejor amiga Vanessa.
Mensaje para Beba:
Si, claro que voy mis padres me dejaron, dime la hora para poder prepararme
¡FIESTAAA!
No paso mucho tiempo cuando llego a su casa, al salir corrió escaleras arriba para mirar que tenía en su armario.
No la importo dejar la cama llena de vestidos hasta encontrar el indicado para esta noche, tenía diecinueve años no la quedaba mucho para los veinte, estaba pensando todavía a que universidad iba a ir.
A pesar de su edad no hacía nada que sus padres no la dejasen, no se metía en líos nunca, muchas veces prefería quedarse en casa leyendo un buen libro, pero esta noche la apetecía salir más que nunca de fiesta.
Recibió otro mensaje de su mejor amiga.
Mensaje de Beba:
A las doce estaré en tu casa, besos
La mando un emoticono de besos, dejo el móvil en su cama para mirarse en el espejo de cuerpo entero viéndose el vestido por encima, sonrió, tenía una parte de su habitación en la pared llena de fotos desde su infancia hasta ahora, en algunas de ella salía con Harry, pero desde que crecieron la amistad que tenía desde antes no era la misma solo se metía con ella para enfadarla.
Decidió por recoger su habitación y el baño para después ponerse a leer para luego más tarde empezarse a arreglar para la fiesta y esta noche en la que esperaba que Harry no fuera.
Aunque tenía sus dudas ya que como dijo antes él no se perdía ni una.
Os dejo una foto de Sofía para que la pongáis cara 🙂.
Espero que os haya gustado el primer capítulo de la segunda parte de Un Nuevo Comienzo, vosotros me lo pedisteis con muchas ganas y aquí os lo traigo porque vuestras opiniones importan, nos vemos en los próximos capítulos de esta gran historia entre Harry y Sofía.
Dejarme en los comentarios que pensáis de ellos dos y sobre todo si creéis que algún día se podrán llevar mejor, besos.