Miserable Matrimonio (Saga #1...

By _EJBlack_

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Disponible en Amazon Kindle (otra versión) Liviana Johnson, hija del conde de Hamilton, lleva enamorada de M... More

Capítulos de muestra
🍂《Booktrailer》🍂
Capítulo 1®
Capítulo 2©
Capítulo 3©
Capítulo 4©
Capítulo 5©
Capítulo 6©
Capítulo 7©
Capítulo 8©
Capítulo 9©
Capitulo 10©
Capítulo 11©
Capítulo 12©
Capítulo 13©
Capítulo 14©
Capítulo 15©
Capítulo 16©
Capítulo 17©
Capítulo 18©
Capítulo 19©
Capítulo 20©
Capítulo 21©
Capítulo 22©
Capítulo 23©
Capítulo 24©
Capítulo 26©
Capítulo 27©
Capítulo 28©
Capítulo 29©
Capítulo 30©
Capítulo 31©
Capítulo 32©
Capítulo 33©
Capítulo 34©
Capítulo 35©
Capítulo 36©
Capítulo 37©
Capítulo 38©
Capítulo 39©
Capítulo 40©
Capítulo 41©
Capítulo 42©
Capítulo 43©
Capítulo 44©
Capítulo 45©
Capítulo Final©
Epílogo
Agradecimeientos©

Capítulo 25©

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By _EJBlack_


Liviana no tuvo más remedio que enfrentar a lady Emma, la mirada de ella era de superioridad, aunque la del rango más alto en este caso, era Liviana.

-¿Perdón? - inquirió Liviana frunciendo el ceño y levantando la cabeza demostrando su superioridad al ser la duquesa y dueña de la residencia Agnes.

-Lo que quiero decir querida, es que tus trucos para atrapar a Marcus no te servirán, él está enamorado de mí, y por mi causa, es que se quiere deshacer de tu molesta persona para casarse conmigo.

-Yo no tengo trucos - dijo Liviana, quería demostrar que las palabras de lady Emma no le habían afectado cuando sabía que sí lo habían hecho, pero no le daría el placer de verla humillada -. Y sé perfectamente a cuál de las dos prefiere Marcus.

-Me alegra que lo tengas claro, y como sabrás, en muy pocas semanas dejarás de ser la duquesa de Agnes, así que no te paladees mucho esta residencia, será mía dentro de muy poco.

-En eso te equivocas querida - dijo Liviana con una media sonrisa de superioridad y seguridad -. Yo seguiré siendo la duquesa de Agnes, dama de esta residencia y esposa de Marcus - lady Emma frunció el ceño -. Tengo entendido que hace semanas no te visita, ¿y adivina con quien ha estado pasando todas estas noches?

Lady Emma se tensó al escuchar a Liviana, simplemente no esperó su ofensiva. En cambio, Liviana sonreía mirando la cara de mentecata que había puesto Emma.

Punto para ella.

-Estás mintiendo, Marcus no... yo soy la única mujer que él ama - expresó lady Emma con irritación.

-Yo no estaría tan segura, tú misma lo percibiste hace unos minutos cuando regresamos al salón - Liviana sabía que mentía al decir todas esas palabras, pero el gozo de ver la incertidumbre en el rostro de Emma era mucho mejor -. Puedes imaginarte lo que hicimos en nuestra ausencia.

-No permitiré que Marcus se quede contigo, él es mío - lady Emma tenía el rostro escarlata, no sabía que decir para atacar y humillar a Liviana, su mente estaba nublada con toda la información que estaba recibiendo.

-Inténtalo, estaré esperando - Liviana sonrió inequívoca y sintiéndose por primera vez más poderosa que Emma -. Lo mejor que puedes hacer para entusiasmar mi velada, es privarnos de tu molesta persona. Si me disculpas, tengo invitados que atender.

Liviana giró dándole la espalda a lady Emma, su corazón latía inmoralmente, una, por lo que había ocurrido hace minutos con Marcus en la biblioteca, y otra por la emoción de haberse contrapuesto a Emma sin salir tan lastimada.

-¿Excelencia? - escuchó la voz de lord William y decidió aquietar su paso - ¿Puedo acompañarla?

-No es necesario, solo quiero alejarme un poco y tomar algo de aire, de hecho me dirigía a afuera.

-Insisto en acompañarla.

Liviana iba a protestar pero decidió callarse, no podía rechazar más al duque. La disputa con lady Emma le aclararon la mente para tomar una decisión, lord William no era un mal hombre, muy al contrario, ¿qué dama no querría casarse con él? Era muy guapo, tenía un buen título, era amable y cariñoso y sabía que tendría un matrimonio pacífico y lleno de cariño, aunque ella no lo amase, haría el intento por quererlo, y eso no sería difícil.

Ahora se sentía un poco mal por lo que pasó hace minutos con Marcus en la sala verde. Volvió a caer ante él como una tonta, sin resistencia alguna, pero sabía que cuando Marcus la tocaba, ella perdía el control total de su cuerpo y emociones.

-¿Liviana? - llamó su atención al ver que estaba distraída, ya habían salido del salón y ella parecía no haberse dado cuenta.

-Tengo la respuesta para su propuesta - dijo ella dejando a lord Logan sobrecogido y a la vez excitable.

-¿Y cuál es?

-Acepto... acepto casarme con usted en cuanto deje de ser la esposa de Marcus.

Lord Logan no se podía creer que Liviana, la mujer que lo había atraído, aceptara ser su esposa, tenía deseos de besarla ahora mismo, y probar sus jugosos labios.

-Pero antes quiero decirle algo -debía ser sincera con él, no podía esconderle algo como eso -. Si se arrepiente de querer tenerme como esposa, lo entenderé.

-Creo que nada podría hacerme cambiar de parecer - dijo él con deleite al saber que Liviana sería para él.

-Yo dejé de ser virgen, y eso usted debe de imaginárselo, estoy casada, y por ende la consumación debió realizarse.

Lord William lo sabía porque Marcus se lo había restregado en la cara, pero aun así, él la quería para él, y no le importaba que Marcus hubiese sido el primero, él sería el último y el único hombre para ella una vez estuvieran casados.

-Liviana - la llamó por su nombre -. Eso ya lo sabía, Marcus ya me lo había dicho con el propósito de que retirara mi propuesta, pero no lo consiguió, y ahora que has aceptado ser mi esposa menos la retiraré...

Liviana dejó de escuchar, ¿por qué Marcus haría eso? ¿Acaso la quería ver sufrir sola el resto de su vida? ¿Tan miserable quería que fuera? Pero no se quedaría así, ella le apelaría su intromisión.

Siguieron conversando para conocerse un poco más y lord Logan cada vez quedaba más seducido por Liviana, sin embargo ella solo podía sentir un simple afecto por él, aunque deseara amarlo no podía, porque ya ese lugar lo ocupaba otro: Marcus Livingston.

Por otro lado Marcus estaba en el salón, ya había bebido lo suficiente como para decir cosas sin sentidos y verdades ocultas, no paraba de buscar a Liviana, preguntaba a todos pero nadie podía especificar donde estaba su esposa, hasta que se tropezó con lady Emma.

-Marcus, ¿estás ebrio?

-No, ¿sabes dónde está Liviana? - preguntó y lady Emma rodó los ojos, no podía creer que esa tonta hablara con verdad.

-No me interesa lo que haga esa mujer. ¿Por qué mejor no te vienes conmigo esta noche y la pasamos bien como siempre? Mira que me tienes muy abandonada.

Lady Emma pretendería por todos las vías de volver a tener a Marcus comiendo de su mano.

-No puedo... estoy buscando a Liviana - respondió Marcus buscando entre las pocas personas que quedaban en el salón la silueta de su esposa.

-¿Por qué la quieres encontrar Marcus? Aquí estoy yo para lo que quieras y necesites.

Lady Emma intentó acercarse, pero Marcus la alejó cuando reconoció como entraban al salón de baile su esposa junto a lord Logan, riendo muy encantada, por un instante su vista se nubló por la ira, rápidamente dejó a lady Emma prácticamente hablando sola para acercarse a ellos, ya casi no quedaban invitados, la mayoría se habían retirado al pasar la media noche.

-¿Qué haces con mi esposa? ¿Y solos ustedes dos?- preguntó Marcus jalando a Liviana para alejarla de lord William.

-Estábamos hablando - respondió lord Logan pasivamente.

-No tienes nada de qué hablar con mi esposa, Logan, deja de perseguirla.

-Marcus...

-Creo que deberían hablar, que pasen buenas noches, excelencia. - lord Logan se retiró dejando al matrimonio atrás.

-¿De qué habla ese idiota? - inquirió Marcus.

-Hablaremos más tarde - respondió Liviana queriendo clausurar la conversación con Marcus.

Continuaron así lo que restó de noche, Marcus detrás de Liviana.

Sus padres vinieron a despedirse y lady Lilian llevó a Liviana donde su hijo y su esposo no las escucharan.

-¿Cómo están fluyendo las cosas? - preguntó lady Lilian y Liviana sonrió débilmente, sabía que se refería a lo del bebé, pero no quería relacionarla al decirle que no continuaría intentándolo, así que decidió mentirle.

-No se preocupe, todo va perfectamente, a cualquier síntoma la primera en saberlo será usted.

Lady Lilian sonrió ilusionada al pensar en su primer nieto o nieta. Ambas se despidieron y Marcus volvió al lado de Liviana.

Pero habían sido descuidadas al no percatarse de que alguien las estaba escuchando, lady Emma no permitiría que Liviana quedase embarazada, no si ella podía hacerlo primero. Haría hasta lo imposible por destruir ese matrimonio.

En la habitación, después de que el baile se diera por terminado, Liviana se quitaba el vestido con la ayuda de Lizzy, hasta que Marcus irrumpió en ella como un huracán. Liviana le hizo señas a Lizzy de que ya podía irse a descansar, y así lo hizo dejándolos solos.

-Ahora me vas a decir lo que quiso decir Logan.

-Acepté su propuesta - simplificó Liviana tranquilamente mientras cepillaba su cabello.

-¿Qué? No, Liviana.

-Basta Marcus, sé que fuiste a él para que retirara su propuesta al decirle que nuestro matrimonio era válido, pero aun así quiere casarse conmigo y acepté.

-¡Pero estás casada conmigo Liviana!

-¡¿Por cuánto tiempo Marcus?! - gritó Liviana - Por solo unas semanas seguiré siendo tu esposa, ¿y después qué? ¿Tú podrás casarte y yo viviré miserablemente? ¿Tanto me odias para querer hacer de mi vida un infierno? - ya estaba llorando y Marcus no quería verla así, lo ponía tan mal verla con sus ojos llorosos, y su palabras le dolían - Sé que te condené a este matrimonio por mi egoísmo, pero no veo que amar a alguien sea egoísta, y mucho menos un pecado, sé que tú no me amas y nunca lo vas a hacer, ya lo comprendí, y por eso acepté terminar este matrimonio, porque solo sufrimos los dos.

-Liviana...

-No... déjame terminar. Deseo que seas feliz con Emma, como debió ser desde el principio, yo solo fui el estorbo en tu vida, el muro que bloqueó tu futuro, y te pido perdón Marcus... perdóname, pero también te pido que me dejes a mí buscar mi propio camino.

Marcus estaba un poco ebrio, sí, pero estaba igual de consciente, y por eso sentía aún más fuerte las emociones, no podía aceptar que Liviana se le fuera de las manos, que fuera de otro, él quería que se quedara, pero no encontraba las palabras exactas para decirle que la quería.

-No Liviana... no me dejes, no quiero que te vayas, quiero que sigas siendo mi esposa, mi mujer... mía... solo mía Liviana.

-¿Qué? Marcus...- no la dejó terminar de hablar y la besó, con ternura, pasión, deseo y... amor, eso pudo sentir Liviana.

-Quédate conmigo por favor...- volvió a besarla pero esta vez quitando los cordones que quedaban para quitar el vestido-... te dije que te quería esta noche en mi habitación y no he cambiado de idea, te voy a demostrar que sí te quiero.

E.J. Black

XXV

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