Me despierto con dolores en todo el cuerpo. No se que hora es, pero tampoco me importa.
Me giro en la cama para mirar el despertador de la cómoda, marca las 15:37h.
No se si levantarme o quedarme un rato más en la cama. Más rato seria todo lo que queda de día.
Cojo el móvil de la mesilla y veo un par de mensajes de Alex:
Bella durmientee
¿Vas a querer salir esta tarde?
Otro par de Ash:
Chica parece que te has muerto jajaja
¿Esta tarde quedas con Alex y conmigo?
No contesto a ninguno. Me tienen que dar explicación pero mejor si me las dan mas tarde.
Me levanto a duras penas de la cama y voy directa a la ducha, el agua caliente me sentará bien. Agua muy caliente.
Después de una media hora larga bajo el agua salgo y me visto con lo mas simple y cómodo que encuentro en mi armario.
Salgo de mi cuarto a toda prisa para ir a la cocina, estoy muerta de hambre.
Cojo una bolsa de Doritos, un buen alimento, y le dejo una nota a James de que me voy a dar una vuelta.
No se donde estará, habrá salido con sus amigos supongo. O a lo mejor ha tenido una urgencia en el trabajo.
Salgo corriendo de mi casa comiendo los Doritos. Lo único que he cogido ha sido el móvil, las llaves, algo de dinero y la comida. No necesito más para ir a ver al imbécil.
¿Dónde estaba la casa de Derek?
Empiezo a caminar camino de su casa, espero.
Me acuerdo del edificio pero no mucho más, no se a cuantas casas estaba de la mia, creo que a cinco o seis. ¿O eran siete?
Sigo caminando mirando todos las casas y edificios que están en mi camino, a ver si tení suerte y lo reconozco.
¿Qué le diré?
Necesito explicaciones, más de las que me dio anoche, pero que sea un ángel...
Me resulta muy poco creíble, pero el tatuaje que tengo en el brazo... Desvio la vista a mi brazo y observo las dos runas.
Cuando me acabo la bolsa la tiro a una basura sin prestar atención si a caído dentro o fuera. Me doy cuenta que ya he llegado al edificio de Derek, reconozco el portal. Por lo menos iba en dirección correcta.
Me quedo unos minutos obsevando las cinco plantas hasta que decido entrar. Sigo sin saber que decirle.
Entro al vestíbulo y busco las escaleras. Comienzo a subir por ellas, no quiero coger el ascensor, prefiero moverme un poco.
Tardo poco en llegar al último piso, entro al pasillo y solo hay dos puertas.
¿Cuál era la suya?
Joder.
Toco la puerta que se encuentra a la derecha y espero. Espero que sea esta o sino no se que le diré a la persona a que me encuentre al otro lado.
Cinco minutos después abre la puerta una mujer mayor, de unos 70 años. Pelo blanco, ojos azules pálido y la cara dibujada con arrugas, está apoyada en un bastón y con la espalda un poco encorvada. Mierda, contra antes lo pienso antes pasa.
-¿Qué deseas, querida? - dice con una voz dulce mirándome a los ojos.
Estoy algo vergonzosa y dudosa, tenia que ser una anciana y no Derek, joder. Cuando voy a contestar una voz detras mio me lo impide:
-Tranquila, señora Parker, esta chica me busca a mi. - contesta la voz masculina, el imbécil.
-Oh, cariño, ¿es una amiga tuya? - le pregunta la mujer con una dulce sonrisa.
-Si, señora Parker.- le responde Derek con una encantado sonrisa - Se habrá confundido de puerta.- me coge del ante brazo para darme la vuelta - Hasta luego señora Parker, que tenga una buena tarde.
-Lo mismo os digo, queridos - dice la señora antes de cerrar la puerta.
A la que me doy cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, estoy en el salón de la casa de Derek.
-¿Para que has venido? - me pregunta borde cuando cierra la puerta a sus espaldas.
-Quería hablar contigo.. - susurro sin saber si me va a oir o no.
-¿Cómo anoche? - dice divertido.
-Quiero que me expliques todo. - digo mirándole a los ojos. Quiero saber todo aunque parezca una película mala.
Se toma unos segundos en los que me mira de arriba a bajo, como si me estuviese escaneando, para decidir si me voy a volver loca o no si me lo cuenta.
-De acuerda. - suspira al final. - sientate - dice señalando el sofá.
Hago lo que me dice sin pensarlo dos veces, y él se sienta al lado mio.
-Voy a explicarte lo todo, pero como me interrumpas para decirme que es mentira o gilipolleces de esas te echo de casa, ¿de acuerdo? - asiento enérgicamente, él suspira antes de comenzar. - Vale, soy un ángel caído con sus alas, blablabla.. ya te lo dije, lo que te está pasando estos días es que el Cielo y el Infierno va detrás de ti porque desde hace dos mil años nadie habia controlado dos elementos a la vez. - Mira mis tatuajes.- Y creo que tu vas a poder controlar los cinco. Que una mortal controle los cinco elementos es algo que ni el Cielo ni el Infierno quieren, eres diferente, pos eso van a por ti.
-¿Por qué me ayudaste anoche? ¿Que hacian los espíritus? - pregunto rápidamente.
-Entre los demonios existen diferentes tipos, son del grado uno al cinco. El cinco el más poderoso, solo existe un demonio asi, Lucifer, y los de grado uno son los más mediocres. El chico con el que ibas anoche, Bain, es un demonio de grado tres. Lo que hizo fue invocar a los espíritus aunque ellos te puedan tocar no pueden hacerte ningún tipo de daño tu les puedes hacer más, pero eso Bain no lo sabia... Cuando empezaste a sentirte débil fue porque tu cuerpo habia conectado plenamente con el bosque, protegiéndote de todo peligro.
Deja de hablar para dejarme asimilar todo poco a poco, aunque creo que si no me he vuelto loca ya nunca lo haré.
Suspiro pesadamente dejandome caer en el respaldo del sofá. Estoy agotada, tanto por lo de anoche y por tanta información de golpe.
Intento asimilarlo todo cuando veo una sombra al lado del sofá, miro asustada pensando que podría ser alguno de los de anoche, o la que me atacó cuando iba en moto pero no, es Kernal.
-Hola Skyler, ¿Qué tal va? - pregunta con su encantadora sonrisa.
Entonces toda mi frustración estalla sin poder evitarlo.
-¿¡Qué que tal voy!? ¿¡Tu eres gilipollas Kernal!? ¿¡Por qué no hiciste nada y me dejaste irme con él!? ¿¡Por qué!?
Sin poder evitarlo comienzo a llorar y escondo mi cara entre mis rodillas para que no me de un ataque de ansiedad hay mismo.
No se si Derek ve a Kernal, pero me da igual. Quiero gritar, y si es a alguien mejor.
Noto una mano en mi hombro izquierdo y levanto la vista para mirar a los ojos claros de Kernal que me observan con pena.
-Te avise, pero si te hubiese dicho la verdad no me hubieses creido. - Y desaparece.
Odio que haga eso.
Vuelvo a esconder mi cara en las rodillas intentando relajarse un poco.
-Creo que por hoy es suficiente información para ti - dice Derek.
-¿Ves... ves a Kernal? - pregunto aun escondida entre las rodillas.
-Solo cuando él quiere, tu puedes verlo hasta cuando él no quiere.
Sigo unos minutos mas con la cabeza entre las rodillas y Derek se mantiene en silencio, se lo agradezco en verdad.
Me levanto del sofá de golpe, me arreglo el pelo y me limpio los ojos. Giro para ver a Derek y darme cuenta que el también se ha levantado.
-¿Parece que he llorado? - le pregunto terminando de arreglarme. Odio llorar, y más delante de la gente. No es un símbolo de debilidad, pero aun asi es lo que más detesto.
Derek sonríe de oreja a oreja.
-Pareces mas dura que una roca, Sky.
-Aun no me has contestado...¿por qué me proteges? - le pregunto cambiando de tema.
-Cuando estaba en el Cielo era un ángel importante, hace dos mil años que caí... me enamore de una mortal algo especial. - sonrie por el recuerdo -la cuestión es que tu me recuerdas a ella... tu fuerza de voluntad...
-Vamos, que me proteger porque te recuerdo a tu ex - digo borde, este chico cada vez que abre la boca la caga.
-No, te protego porque eres de los pocos mortales que merece la pena proteger.
Cuando termina de decir eso me da un vuelco el corazón. Bueno, hay veces que no la caga tanto.
Le abrazo involuntariamente apoyando mi cabeza en su pecho y rodeandole con mis brazos su espalda. Él se sorprende pero segundos después corresponde a mi abrazo.
-¿Qué hago cuando me ataquen de nuevo? - pregunto aun en su pecho.
-Estaré donde lo necesites - dice como si nada, con toda la tranquilidad del mundo.
Me separo de él sin romper el abrazo para mirándole a los ojos.
-Gracias..-susurro.
-Vamos, sera mejor que te marches ya a casa - dice rompiendo el abrazo.
-Espera, una pregunta más. -Me mira curioso- Todas las noches, por mi ventana, veo una figura humana con ojos azules... parece tener algo extraño, ¿tu sabes algo?
Se queda totalmente quieto y se tensa.
-¿Has dicho una persona?
-Si, y explicame un poco mejor lo de ángeles y demonios. - contesto a su pregunta.
-No puede ser - sonríe llevándose las manos a la cabeza - Te tengo que explicar algo bastante largo. Lucifer no es el rey de los demonios, en realidad solo puede mandar sobre ellos por ser el único demonio de grado cinco. Lucifer y Dios no existen como lo dicen en la biblia ni mucho menos. La política demoníaca y angelical no esta controlada por un "ser supremo". Dios no existe. El Diablo menos. Los ángeles y los demonios existimos como los cambia formas, los vampiros, los dragones, bueno, los últimos se extinguieron... A lo que iba, el Cielo y el Infierno ni existe como el bien y el mal, te puedes encontrar a demonio "decentes" y a ángeles malos. Pero es más común encontrarse a un demonio con ganas de destrucción y a un ángel con ganas de paz. No hay nadie que controle a los ángeles, cada uno hace lo que quiere, solo puedes caer cuando te enamoras de un mortal... - se toma un tiempo para continuar - Esa figura creo que era un dios, el dios Hades. Me habían informado fuentes fiables de que estaba por aquí, detrás de ti, pero no se por qué.
-¿E-El dios Hades? - le pregunto con la boca abierta. - ¿El dios del infierno? ¿Del inframundo? ¿El de Can Cerbero?
-Si. - Contesta. - Y ahora deberías irte y asimilar todo lo que te he dicho.
Me lleva hasta la puerta y la cierra en el mismo momento en que salgo sin dejarme tiempo a protestar
Voy a volver a casa y tirarme resto del sábado en el sofá, lo necesito. Ya les pediré explicaciones mañana.
********
Llevo todo el sábado en el sofá con Cerbero en mis piernas durmiendo.
Cada día es más adorable.
Le acaricio la cabeza y se acurruca.
-¡Ya he llegado! - dice James desde la puerta.
-¡Ya era ahora! - grito fingiendo enfado - ¿Cómo puedes estar todo el día sin venir a casa?
-Lo siento, mami - dice imitando mi voz de niña. Retrasado.
-Calla - le digo con una sonrisa.
-Vengo a ducharme, a cambiar de ropa y me voy de fiesta - dice animado.
-Me alegro, princesa - le digo mientras sube las escaleras.
En la siguiente hora escucho en el piso de arriba como James se ducha, se cambia de ropa, baja para comer y luego se va.
Son las nueve de la noche y creo que me va a tocar levantarme para hacerme algo de cenar.
Me levanto y voy a la cocina con Cerbero detrás mio, cojo unos trozos de pechuga, los pongo en un plato y se los doy a la bola de pelo. Agarro una pizza para mi y la pongo en el horno para cocinarla.
Me quedo mirando el horno con Cerbero al lado cuando escucho un ruido extraño en la parte de la casa que da al bosque.
Me levanto sin pensarlo dos veces y salgo para ver que pasa fuera.
En cuanto veo lo que hay fuera me quedo petrificada sin saber que decir o hacer. Con Cerbero a mi lado ladrando.
No puede ser.
¿Justo ahora?
¿Por qué?
Son... son ellos. Mis padres...