La agenda de la reunión trimestral de hoy fue el mismo tema de siempre sobre rebeldes, disidentes, piratas espaciales y razas alienígenas vistas cerca de la frontera de las galaxias bajo el papel del Imperio. Wulfric apenas escuchó.
Realmente se preguntaba por qué no podían simplemente tener algún tipo de conferencia virtual en lugar de tener esta reunión cara a cara. No es que haya una gran diferencia entre los dos. Todavía podían discutir lo que quisieran discutir. La única razón por la que podía pensar en por qué insistían en este tipo de reuniones era porque querían molestarse mutuamente.
No había sido general durante tanto tiempo como los otros cuatro. De hecho, en comparación con ellos, probablemente todavía sería considerado como un pollito. Después de todo, ya habían pasado sus cien años mientras él acababa de cumplir los treinta. E incluso si tenía el título de 'general', no tenía un territorio que debiera proteger a diferencia de los otros cuatro.
Desde la estabilización del poder del Imperio después de la guerra hace 3000 años, siempre ha habido solo cuatro generales a la vez. Esto se hizo para que el poder pudiera dividirse en partes iguales con los cuatro generales manteniéndose a raya.
Un quinto general solo apareció gracias a Wulfric. Su hermano, el Emperador, lo ascendió a ese rango a pesar de la objeción de muchos nobles en el parlamento. Porque pensaban que era inestable y estaba fuera de control. Si le dieran más poder, no están seguros de lo que haría.
Pero su hermano no los escuchó y simplemente procedió a promocionarlo. Luego pidió a las personas que se oponían a su decisión que le dijeran directamente a la cara que su hermano no tenía la fuerza para ser llamado general y que se retractaría de su decisión.
Por supuesto, esos nobles e incluso algunos miembros del personal militar que se opusieron a esta promoción no pudieron hacer eso. ¿Cómo podían decir que la única persona en el Imperio con un físico y una fuerza mental de doble nivel SSS junto con toneladas de méritos militares en su haber no merecía el rango de 'general'?
Y así fue como Wulfric se convirtió en el quinto general del Imperio.
Los celosos de él dirían que él era solo una adición redundante a las filas y que no debería tener derecho a hablar en tales reuniones. Pero nadie podía ignorar el poder en sus manos. Su Escuadrón Fenris podría diezmar fácilmente un pequeño planeta si quisiera. No importa cuánto intenten hacerlo irrelevante, simplemente no sucedería. Porque es así de fuerte.
Es por eso que incluso estos cuatro generales experimentados no podían simplemente ignorarlo.
La reunión terminó con Wulfric sin escuchar la mayor parte. Se puso de pie y no podía esperar a salir de la sala de conferencias cuando uno de los generales lo llamó.
"Su Alteza, un momento, por favor", dijo el general Schwartz.
Wulfric miró al general con ardientes ojos rojos. Sintió un ligero empujón a la espalda. No hay duda de que es Leland. Ese tipo demasiado cuidadoso probablemente pensó que ignoraría al general Schwartz. Casi se dio la vuelta y le puso los ojos en blanco. ¿Por qué ignoraría al general Schwartz? De todos los generales aquí, él era el único al que Wulfric realmente respetaba.
A pesar de ser un poco aburrido, Blake Schwartz era el epítome de cómo debería ser un soldado. Realmente puso la seguridad del Imperio a la vanguardia antes que cualquier otra cosa. ¿Cómo podía Wulfric odiar a ese tipo de chico? Especialmente si lo comparaba con los otros tres generales.
El general Thorne era como una zorra astuta, el general Radcliffe era un tonto incompetente y el general Lancaster era un bastardo codicioso. Entonces, básicamente, el general Schwartz era el único general agradable aquí en su opinión.
"¿Hay algo?" preguntó.
"Espero que Su Alteza pueda dedicar algo de tiempo para asistir a la ceremonia de apertura de la Academia Militar Imperial. Hay muchos jóvenes que lo idolatran. Su Alteza puede simplemente dar un breve discurso. Estoy seguro de que es más que suficiente para motivar a una muchos de ellos."
Una arruga apareció en la frente de Wulfric cuando escuchó eso. Sin hablar, su rostro estaba lleno de desgana. Pero antes de que pudiera hablar, su lugarteniente ya habló.
"Por supuesto, General Schwartz, Su Alteza está más que feliz de asistir".
"Bien."
Wulfric no habló y solo asintió con la cabeza hacia el otro antes de salir de la sala de conferencias. Miró de reojo a Leland. "¿'Más que feliz de asistir'? ¿Desde cuándo dije eso?"
"Mis disculpas, Su Alteza. Pero creo que sería bueno para su imagen asistir a la ceremonia de apertura. Demostraría que está apoyando a la generación más joven que sueña con convertirse en soldados", dijo Leland, empujando sus lentes hacia arriba. buscando disculpas en absoluto.
"¿Desde cuándo tengo que preocuparme por mi 'imagen'?" Preguntó Wulfric. "Además, ¿qué generación más joven? Todavía estoy en la misma generación que ellos".
Con una vida útil de al menos 300 años, eso era cierto. Pero Leland dijo: "Razón de más para mostrarles que Su Alteza es un gran modelo a seguir".
"¿Y si me niego?"
"Entonces yo, Hildred, Slade y Edmund solo podríamos hacer todo lo posible para atar a Su Alteza y traerlo personalmente a la academia".
Wulfric se burló. "¡Ja! ¿De verdad crees que ustedes cuatro son suficientes para detenerme?"
"Sólo podemos intentarlo. Pero espero que Su Alteza pueda compadecerse de nosotros. Porque si todos nos lastimamos, entonces Su Alteza tendrá más trabajo en sus manos."
Wulfric se limitó a mirar de reojo a su lugarteniente. Porque era tan obvio que el otro lo estaba chantajeando.
"Será mejor que reduzcas mi carga de trabajo si asistes a esto", dijo finalmente.
"Por supuesto, Su Alteza", dijo Leland, la pequeña sonrisa en su rostro mostraba que estaba realmente feliz. "¿Dónde es el próximo destino de Su Alteza?"
"El Palacio."
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Wulfric caminaba por el pasillo del palacio imperial. A cada paso que daba, podía ver su magnificencia y su resplandor. Los sirvientes que pasó junto a él se inclinaron con respeto, la mayoría con miedo, cuando lo vieron. No era algo nuevo para él. No es que le importara de todos modos.
Le dijeron que el Emperador estaba en el jardín real. Por eso caminaba hacia esa dirección.
Pronto, llegó a su destino.
El jardín real estaba lleno de todo tipo de hermosas flores. Es por eso que en el momento en que ingresó al área, su nariz fue inmediatamente asaltada por la diferente fragancia de las flores. No se detuvo y trabajó hacia un área en particular.
Allí, en el medio, vio a un hombre alto y delgado vestido con una sencilla camisa blanca y pantalón negro. Su cabello dorado brillaba bajo el sol. Su par de ojos dorados miraba gentilmente a la mariposa que aterrizó en su mano. El era hermoso. Como una obra de arte.
"Cyn", llamó.
El hombre se volvió hacia él. Una agradable sonrisa apareció en su rostro cuando lo vio. "Wulf, bienvenido de nuevo."
Este hombre era el Emperador del Imperio de la Luna: Cynric de Lunaris.
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(Capitulo setenta y dos ^^ si cree que hay algún error favor de avisarme)