Capítulo 24
4 semanas después.
Santana caminaba por el pasillo que llevaba a la habitación de Brittany, había estado despierta desde muy temprano aquella mañana.
Aún no se acostumbraba a todo aquello, no era la primera vez en el último mes que había estado quedándose a pasar la noche con sus dos chicas, aunque la última semana se había estado quedando con ellas, en el apartamento la pasaría aburrida porque su hermana estaría de viaje con Patt por sus vacaciones, así que Santana y su sobrina habían estado en una casa nueva por todos esos días, cosa que para la morena era lo mejor del mundo, ahora no podía imaginar un día sin poder despertar y que Brittany fuera lo primero que viera por las mañanas.
Sonrió al entrar a la habitación mirando como la rubia dormía tranquilamente del mismo modo en como la había visto antes de salir de la habitación para mirar cómo habían estado las niñas, la noche anterior se mantuvieron despiertas hasta tarde así que al parecer esa mañana no iban a despertar hasta cerca de mediodía.
Brittany dormía mirando con dirección al lado que la latina acostumbraba dormir, y es que la ultimas semanas lo que más encontraba relajante Brittany era poder tener ese rico olor del shampoo que su morena de ojos negros usaba, era una mezcla de frutas.
Sonrió con sus ojos aún cerrados y su brazo se estiró hacía ese lugar para abrazar a Santana, pero al notar que el lugar estaba vacío abrió sus ojos encontrando nada más que las sábanas desordenadas a su lado.
Santana miraba desde la puerta el desconcierto en la forma en que su novia suspiro al no encontrarla ahí "su novia" aun recordaba ese momento especial en que la latina le había pedido noviazgo después de la tercera cita no quiso esperar nada más que poder llamarla su novia de nuevo, comenzar a escribir aquello en su historia, formar recuerdos nuevos ¡Que sería lo nuevo! ellas incluso estaban comprometidas en un pasado "¿Tendré que esperar por los recuerdos aun no se si volverán, para comenzar con ella lo que éramos?" era lo que se preguntaba Santana siempre que la tenía en frente.
Santana pensaba en lo hermosa que estaba esa mujer que tanto quiere... Brittany siempre estaba hermosa y era algo que nadie podía negar, cuando estaba lista cada mañana para irse a trabajar, cuando tenía una reunión importante de su trabajo, cuando saldrían por un helado, cuando se arreglaba para una de las varias citas que habían tenido las últimas semanas... su rubia siempre estaba hermosa, pero para Santana no había mejor vista que la que su rubia le daba por las mañanas, al verla despertar con sus pelos desparramados en su almohada un poco desordenado al sentarse en la cama, con sus ojos más chiquitos al querer habituarse a la luz de la mañana, la morena pensaba que ver a Britt despertar diario a su lado se había convertido en su actividad favorita del día, despertar mirando su rostro relajado y recibir esa sonrisa tímida de Brittany a primera hora de la mañana.
Era su nueva rutina y pensaba en que jamás podría cansarse de eso, de que cada mañana después de sostener a la mujer de su vida entre sus brazos, su pequeña se uniera a aquel abrazo, amaba ver el brillo en los ojos de su chiquita al verla junto a Brittany y amaba sobre todo cada vez que escuchaba la palabra "mamá" salir de los labios de la niña, recordando la pregunta que había hecho su niña en esa plaza aquella mañana, sintiendo cada vez que le escuchaba llamarla de esa forma cómo su corazón se llenaba de puro gozo, sentir cada vez que la palabra "mamá" podía hacerla sentir que nada en la vida podría hacerla sentir que flotaba por la felicidad que esto le provocaba.
-Estoy aquí mi amor. -Santana caminó hasta el borde de la cama sonriéndole a la rubia cuando vio como se daba vuelta ahora mirándola a su lado sentada. -Buenos días hermosa.
-Buenos días -la mano de Brittany subió hasta las mejillas de Santana dando una caricia y la morena sonrió tomándola entre sus manos dejando un beso en los nudillos -¿Ya despertaron las niñas?
-No -con un movimiento a su lado la morena hizo a la rubia correrse un poco para volver a entrar bajo las cobijas -Tengo un ratito aún sin ese par aquí en la habitación para darte unos cuantos besos -Brittany sonrió al escucharla y tomó las dos mejillas de Santana entre sus manos acercándola a su labios para no gastar más tiempo.
Cada beso compartido con Brittany era como subir al cielo y volver a la tierra, pero aun sintiéndose en el aire cuando la miraba a los ojos, Santana estaba segura que los ojos de Brittany serían la razón de su perdición algún día, en medio del beso sonrió por recordar todo lo que habían compartido en los últimos días, no podía dejar de besarla, decía que habían estado seis años sin verse y que tenían que compensar todo ese tiempo sin verse para nada, y por supuesto Brittany no podía negarse a nada que tuviera que ver con Santana.
Después de compartir unos besos mas y decidirse a por fin salir de la cama, aun notaban que las niña no estaban brincando en la cama pidiendo salir al parque o pasar el día jugando, pero aquello cobró sentido cuando salieron a la puerta de la habitación donde dormían las dos, las voces de las chiquitas se escuchaban totalmente entretenidas y ajenas a cualquier cosa que pudiera estar a su alrededor.
Elizabeth estaba sentada en el pequeño sofá en la habitación de Isabella con sus piernas cruzadas abrazada al unicornio que había ganado Patt la vez que fueron a la feria, miraba atenta a Isabella que al parecer estaba preparando una gran charla, Santana las miraba y quería reír porque parecían dos personas adultas muchas veces al verlas interactuar, Brittany miraba la escena agarrada de la mano de Santana muriendo de amor por lo unidas que se estaban criando esas dos.
Isabella se quedó frente a Lizzie con un par de fotos en la mano y Elizabeth solo la miraba atenta.
-Anda Isa, cuéntame ya.
-Paciencia. -susurraba la morenita -No había podido decirte nada porque era un secreto con mi mami y mis tías.
-¿Mis mamás? -preguntaba la pequeña Elizabeth -¿Te dejan decirle tías? ¿Por qué?
-¿No te gusta? -la pequeña Isabella preguntaba nerviosa, quería saber si su primita estaría bien con todo aquello.
-Si, me gusta la idea... asi seriamos como primitas -la pequeña rubia decía sonriendo. -¿Cuál era el secreto?
-Recuerdas cuando hablábamos sobre mi otra mamá en la plaza de juegos -Isabella decía caminando de un lado a otro mientras su prima asentía recordando lo triste que estaba Isa aquel día.
-Ese día estabas muy triste, y la señorita Brittany también. -la niña rubia hizo un puchero mirando a Isabella que ahora se había sentado en el piso, imitando su gesto la pequeña Elizabeth se sentó a su lado.
-Si, es que no encontrábamos a mamá -la niña decía sonriendo -¿Recuerdas que dijiste que tus mamis me ayudarían? ¡Lo hicieron! la tía pato es un genio. -la niña de ojos azules y pelo negro sonreía -Encontramos a mamá.
Santana sonreía y con lagrimas en los ojos abrazó a la rubia a su lado, al escuchar que su chiquita estaba triste y viendo como ella se sentía mal al ver y saber que Brittany sufría también, no podía imaginar lo mal que lo habían pasado sin ella.
Su pequeña confiaba en Elizabeth para decirle el cómo se sentía y eso le llenaba el corazón, esas dos niñas eran para Santana su adoración.
-Te dije que mis mamis son superhéroes -Elizabeth decía con una sonrisa antes de abrazar a Isabella -¡Ya esos tontos de la escuela no dirán cosas! ahora tendrás a tus mamis, como yo.
-Si, pero si dicen algo ya nos encargamos, como tu mamá Tasha no enseño. -Santana negaba riendo bajito porque se imaginaba a su hermana enseñando a las niñas a defenderse.
-Pero... ¿Si tu mamá vuelve cómo hará mi tía Tana? -Elizabeth miró al suelo y después devolvió la mirada a su amiga frente a ella -Yo se que mi tía y tu mamá son novias, como mamá y mi mami... es que yo las vi darse un beso -la niña susurro la ultima parte -No quiero que mi tía Tanita esté triste...
Santana sintió ganas de ir allí y abrazar a su sobrina, esa pequeñita se había robado su corazón por la ternura que siempre le causaba con todo lo que hacía y decía, su manera de preocuparse por lo demás, eso no cabía duda que lo había sacado de su cuñada... estaba feliz que su sobrina contara con suerte de tener una mamá tan grandiosa como Patt, y además de eso agradece que su hermana llegara a la vida de esa rubia en el momento indicado, porque de no ser así no hubiera tenido la oportunidad de compartir con una sobrina tan grandiosa como Elizabeth.
-Mira esta foto de mis mamás -la pequeña Isabella le mostró la foto a su prima.
-Es mi tía Tana -Elizabeth miró a Isabella -¿Mi tía Santana es tu mamá?
-¡Si! -Isabella aplaudía con emoción -, ahora que ella lo sabe, puedo decirte la verdad ¿Sabes eso lo que significa? ¡Que somos primas! -Isabella miró como Elizabeth sonrió pero no fue como la sonrisa que la niña siempre mostraba cuando estaba emocionada -¿Que pasa? ¿No te gusta que seamos primas?
-Si, pero es que si mi mamá Tash no es mi mamá... nosotras no somos primas.
La decepción en la voz de Elizabeth alertó a las chicas quienes suspiraron y con cuidado entraron al ver que Elizabeth tenía lagrimas apunto de salir sin parar.
-No llores chiquita -Santana se sentó en el piso al lado de su sobrina dejándola en sus piernas, mientras que Brittany se sentaba frente a ella con Isabella en las suyas -¿Que sucede?
-Ella dice que no es mi prima, porque mi tía Tash no es su mamá. -Dijo Isabella mirando con tristeza a Elizabeth, no quería ver a su primita triste.
-¿Por qué dices eso, princesa? -Brittany le preguntaba dulcemente acariciando su mejilla cuando la niña miraba a Santana -Puedes confiar en nosotras, hermosa.
-Es que cuando mamá me llevó a la oficina con ella para ir por mami para salir a almorzar, Reade me dijo que mi mamá no es mi mamá -la niña lloraba -Que yo tenía un papá y él no me quiso porque abandonó a mamá cuando supo que mami me tenía en su pancita.
Ese imbécil, seguramente al ver que nada había salido como quería la mejor forma de vengarse de Patt fue hacer que la pequeña quien era su amor chiquito sintiera tristeza en su corazón, Santana sintió tanta furia al escuchar como su sobrina lloraba de aquella forma, sabia que algún día Elizabeth sabría la verdad de todo, pero aun estaba muy chiquita para entender esa situación, y el imbécil de Reade ahora tenía a su niña sufriendo, era algo que no le perdonaría y ya se encargaría de hacer que Tasha lograra que le dieran lo peor allí en la cárcel.
-Mi amor, Tasha es tu mamá. -Santana decía tomando las mejillas de Elizabeth para hacer que la mirase -Eso nadie podrá cambiarlo, tú eres su pequeñita, la personita por la que da su vida.
-Yo no quiero un papá que no quiera a mami, y quiero que mi mamá Tasha nunca me deje -La niña abrazaba a su tía y tomaba la mano de Brittany que se había sentado ahora al lado de ellas para secar las lagrimas en la carita de la niña.
-Y siempre tendrás a tus mamis juntas, ¿Sabes por qué? -preguntaba Brittany al ver que Santana estaba muy afectada con el estado de su sobrina y no le salían las palabras -Porque tus mamis se aman muchísimo, y también te aman a ti mi amor, eso es lo único que debe importarte, no debe importarte nada más... ese tonto de Reade solo quiere molestar, nada mas que eso. -la rubia besó la mejilla de la niña con dulzura y le sonrió con ternura -Anda, no llores... que esos ojitos se ven más hermosos con una sonrisa, siempre tendrás a tus mamis, y Santana siempre será tu tía.
-Así es, mi vida... siempre seremos tu familia -La morena colocó su mano encima de la de Brittany -Así que Isabella si es tu primita, ahora tienes una compañerita de vida para compartir muchas cosas...
-Te amo tía Tana -la niña susurraba abrazando de nuevo a la latina. -Si tu eres la mamá de Isabella... -decía un poco más animada la niña ahora, sonriendo con las ultimas lagrimas cayendo por su rostro -Entonces somos primas y la señorita Brittany es mi tía ¿Verdad?
-¿Te gustaría que la señorita Britt sea tu tía? -Santana preguntaba quitando el resto de lagrimas de la cara de su sobrina y la niña asiente con emoción.
-¿Te puedo decir tía? -la niña preguntaba nerviosa a Brittany y la rubia sentía como se calentaba su corazón por la ternura que le transmitía la pequeña, que la niña quisiera llamarla de aquella forma le emocionaba.
-Claro que sí, princesa.
-Es que si eres novia de mi tía Tana, te vas a casar con ella ¿Verdad? -Elizabeth la miraba a las dos que ahora estaban con sus mejillas completamente rojas -Como mamá y mi mami.
-Espero que si, mi amor. -Santana decía mirando a la rubia sonriente. -Ustedes serán la niña de las flores. -bromeaba Santana ganándose aplausos de emoción por parte de las pequeñas.
-¿Ves? Somos primitas, nada lo cambia. -Isabella tomó la mano de su prima para salir de la habitación dejando a las otras dos solas sentadas en el suelo -Mis mamis ya lo dijeron, ahora vamos con Miriam, seguro nos hace galletas.
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Las horas del día pasaban más rápido de lo que planeaban, pero de lo único que Santana estaba segura era que Tasha la mataría si llegaba tarde por ella al aeropuerto, las chicas se habían tomado una semana completa para relajarse en Hawái, sin pensar en trabajo y nada más pensar en ellas aunque llamaran a la pequeña Elizabeth cada una hora para saber cómo estaba, dejar a la pequeña en la ciudad no fue fácil para ninguna de las dos, nunca querían dejarla y menos cuando podían tener tanto tiempo para dedicárselo a su princesa, pero también saben que ese tiempo a solas era necesario, con pena al ver a su niña llorar en brazos de Santana aquel día en el aeropuerto se habían ido pero si habían aprovechado estos días de total tranquilidad.
Santana supo que de verdad su hermana había disfrutado de ese viaje al encontrarla riendo mientras daba besos a su esposa en el lugar donde quince minutos antes tendría que haber estado esperando, Patterson se reía de alguna locura que Tasha le decía al oído y Santana quería reír por lo estúpidamente enamorada que su hermana se encontraba de aquella rubia.
-¡Mamis! -Elizabeth corrió hacia ellas cuando las pudo ver entre toda la gente que caminaba de un lado a otro.
Después de llenar a la pequeña de besos y abrazos por fin iban en camino a casa, estaban emocionadas por volver al fin, aun tenían unos días libres antes de volver al trabajo y no se despegarán de su pequeñita ni un solo momento de eso estaban completamente seguras, además que en dos días sería la primera presentación de Elizabeth junto a Isabella en la escuela y era algo que no podía ser pasado por alto, los videos que mandaba Santana todas las noches de Elizabeth practicando junto a Brittany les hacía sonreír porque veían como su pequeña disfrutaba de aquello, pero también disfrutaban riéndose de Santana porque al final del video la única que salía bailando era Brittany porque al parecer la latina no podía dejar de solo verla a ella, cada noche era siempre lo mismo de escuchar a Patterson diciendo que si quería grabar a Brittany le pidiera un baile personal antes de dormir.
-¡Sorpresa! -la voz de Brittany e Isabella se hizo presente cuando las chicas abrieron la puerta del apartamento -¡Bienvenidas! -Brittany se acercó para ayudar a las chicas con sus maletas.
-Que bonito todo, gracias. -Patt abrazó a Brittany y después tomó a Isabella en brazos.
-Tía Pato, mandamos hacer una torta con pequeñas maletitas. -la niña decía emocionada y las chicas reían porque ahora todas saben que la rubia amaba una torta en cualquier celebración y lo llevaban muy en cuenta -¿Te gusta? -Isabella señalaba la mesa en la sala.
-Esta hermosa, gracias.
-Mami, Isa es mi prima. -dijo Eli tomando a Patt de la mano para ir a la sala.
-Ella sabe todo, Izzie le contó hoy por la mañana -comentaba Santana siguiendo los pasos de los demás junto a Tasha que dejaba el resto de las maletas a un lado.
-Tengo que irme a la escuela -dijo Brittany mirando su teléfono, que le recordaba la reunión que tendrían en una hora -Tenemos todo esto de las actividades y ahora parece que la actividad favorita del director es hacer reuniones diarias, las niñas hoy no tuvieron clases.
-¿Mañana estarás libre? -preguntaba Tasha al recordar que sería el cumpleaños de Brittany. -Tenemos un día completo planeado para ti, ¿Verdad amor?
-Si, Santana nos ayudo muchísimo -Patt miraba a su cuñada con una sonrisa por lo roja que se había colocado -¿Verdad, Sanny? -la carcajada de parte de Tasha al ver a su hermana provocó risas de parte de todas.
-Te acompaño a la puerta, anda. -Santana tomó la mano de Brittany. -Isa, vamos a decir adiós a mami.
Después de pedirle a Isabella que se comportara muy bien con sus tías y su mamá la niña se había ido cuando Elizabeth le llamó desde la sala para que viera todos los regalos que habían traído las chicas de su viaje.
-¿Te tomará mucho tiempo la reunión? -preguntaba Santana recostada en el marco de la puerta.
-Espero que no, pero recuerda que hoy iríamos a nuestra antigua casa.
-Lo sé, tengo las llaves conmigo.
-Puedes irte adelantando, yo puedo llegar allí directamente. -Brittany se acercó a la morena con una sonrisa al ver como Santana cerraba sus ojos cuando veía la cercanía de la rubia -Puedes tocar y mirar todo lo que quieras cuando llegues a la casa, recuerda que todo eso es tuyo también.
El tiempo se pasaba volando y para cuando Santana miró su reloj se dio cuenta de que era más de las tres de la tarde, la rubia estaría mucho más tiempo en la escuela, al parecer le tocaba organizar todo lo que se daría aquella semana que comenzaba y con todo el tema de las actividades de los chicos le tomaría mucho mas tiempo, Isabella había quedado en casa con las chicas fascinada con todo lo que había comprado para ella y Elizabeth, tendrían una pijamada aquella noche en la que al parecer no serian extrañadas para nada.
Santana miró la llave en su mano frente la casa de la que había estado hablando la última semana con Brittany, la morena sentía que si la historia de ellas dos se podría leer sería en ese lugar donde la rubia le había dicho todas y cada una de las cosas que habían vivido en ese lugar, su corazón latía rápidamente y sentía como su respiración no estaba siendo normal, pero era normal por el nivel de nervios que sentía en ese momento; con su mano aun temblando fue capaz de meter la llave en la cerradura de la entrada principal dando vuelta lentamente hasta escuchar el sonido que hacia la puerta al dejar de tener el seguro, tomó aire profundamente antes de abrir la puerta.
Cerró sus ojos al entrar y pudo sentir el olor que siempre tenía Brittany, la casa tenia ese dulce aroma que acompañaba siempre a la rubia, sonrió al pensar en ella y en todo lo que le había contado sobre ellas dos, se animo después de unos minutos en abrir sus ojos y ver por fin la sala que estaba a la derecha de donde se encontraba de pie, y al cerrar la puerta y caminar hacia ese lugar, mirando como estaba todo en perfecto estado, sintió alivio porque aquella manera de ver lo cuidado que estaba el hogar de ellas dos, era como ver la forma en que la rubia había cuidado de su amor por todos esos años sin ella estar a su lado.
La foto que estaba encima de la chimenea en la sala fue lo que hizo apresurar más sus pasos para tenerla entre sus manos, era una donde estaban ellas dos con lo que parecía ser su uniforme de animadoras en la escuela, se miraban con una sonrisa en lo que parecía ser un momento de descuido, pudo ver como Brittany la miraba de igual manera en esa foto y la forma en que la miraba ahora, nada al parecer había cambiado, llevo la foto a sus labios dejando un beso y después apretándola contra su pecho.
En la mesita que estaba en el centro de la sala frente a los sofás donde al parecer eran perfectos para compartir un café, estaba una foto de ellas dos con Maribel, la morena la reconoció porque Tasha le había mostrado fotos de ella cuando estaban chiquitas y demás fotos de su madre que siempre mantenía con ella, acarició la foto con cariño, podía ver la felicidad en los ojos de su madre al estar con ellas dos...
La casa era hermosa y Santana se quedaba sin palabras con cada cosa que veía al visitar cada habitación, miro la cocina recordando las historias que Brittany le decía sobre ella sin gustarle cocinar, reía por eso.
Con la foto de ellas junto a Maribel había recorrido toda la casa, ahora se encontraba sentada en la cama de la habitación principal, que al parecer era de ellas dos, tenía todas las cosas personales de Brittany y lo que parecían ser sus cosas también en cada lugar, todo organizado, miro la foto en la mesita de noche y era una donde la rubia la besaba con una sonrisa enorme, estirando su mano para que se hiciera notar el anillo en su dedo "Nuestro compromiso de amor" decía la placa donde la foto se encontraba, unas lagrimas abandonaron los ojos de la latina y corrieron por su rostro.
-Ayúdame a recordar mami -lloraba la morena mirando la foto de su madre junto a ellas.
Se colocó de pie de nuevo caminando por toda la habitación, mirando las cosas que tenía la habitación y pudo notar como una cajita chiquita sobresalía en uno de los individuales del tocador frente a ella, mirándolo con curiosidad lo tomo en sus manos y junto con la foto, llegó a la última habitación de la casa, encendiendo las luces después de luchar por encontrar el interruptor pudo divisar el piano en la mitad del salón.
La foto quedó frente a ella encima de la tapa del piano al igual que la pequeña cajita que había traído de la habitación minutos antes, se sentó en la banquilla frente al instrumento sintiendo como su pecho tenía una sensación de estar reconociendo lo que estaba apunto de hacer, las primeras notas en el piano comenzaron a sonar y para Santana no fue una sorpresa cuando automáticamente lo que comenzaba a tocar era esa canción con la que había tenido la historia de amor junto a su rubia, Songbird seguía tomando protagonismo en ese momento, llenando sus oídos con el hermoso sonido de cada tecla e inundando el lugar con la paz que transmitía la voz de Santana al cantar la letra también.
Fue al final de la canción cuando Santana cerró sus ojos de golpe, con un llanto que no pudo aguantar cuando la última palabra de la canción abandonó sus labios, porque así como el silencio invadía ahora la sala en la que se encontraba, su mente se llenaba de apoco con flashes que pensó jamás recuperar, miraba todo a su alrededor nuevamente reconociendo dónde estaba, lo que significaba aquel lugar, pero no por saber lo que la rubia le había estado contando las últimas semanas juntas.
Su mano se posó en su boca cuando miro de nuevo la foto frente a ella reconocio el momento exacto de cuándo se había tomado, recordó la primera vez que hablo con Brittany, como fue la primera vez en que cayó rendida ante su mirada, en cómo fue su primer beso, recordaba como había sido la vez en que había pedido ser su novia, Santana tuvo todos y cada uno de los recuerdos que había tenido con Brittany, recordó como fue su primera vez, lo torpe y al mismo tiempo hermosa primera vez con su rubia, como fue su primera pelea, como había sido su primer mes viviendo juntas en una ciudad lejos de sus padres, como hablaban de planes de boda, como planeaban tener su primer bebe, recordó como en el sofá de la sala consolaba a su rubia al pensar que ella no sería capaz de quedar embarazada.
Su Brittany, recordaba a su hermosa rubia, miro la cajita frente a ella, ese era el anillo con el que había pedido matrimonio a la rubia años atrás, recordaba la noche en que había salido aunque Britt le pidiera que no se fuera, algo en su corazón le decía que ese día algo saldría mal pero no hizo caso al presentimiento de Brittany, si acaso hubiera hecho caso esa noche nada de esto hubiera sucedido, todos los años en que su mujer la había estado necesitando, todo el tiempo que su Brittany tuvo que salir adelante con su pequeña hija, Isabella... su niña la había estado extrañando y no había podido conocerla, ahora sentía como dolía su corazón al saber todo lo que se había perdido en el crecimiento de su pequeña princesa.
-Te extrañaba tanto mi amor -La morena hablaba a la foto frente a sus ojos, podía al fin hablar cuando su llanto se había calmado un poco.
Sacó el anillo de la cajita y dio un beso en él cuando salió a la sala, sentándose en el sofá mientras veía el anillo sin cansarse, necesitaba a su rubia en ese momento, y cómo por cosas del destino Brittany llegaba al lugar, encontrando a Santana sentada en silencio sentada en el sofá de la sala, quiso hablar pero escucho un leve sollozo por parte de la morena y lo único que logró hacer fue sentarse a su lado y sin decir una palabra acunar a la mujer en sus brazos.
Se sentía a salvo, ahora sentía que nada podía faltarle en su vida... tenía al amor de su vida sosteniéndola en sus brazos, como ahora recordaba siempre lo había hecho, su rubia siempre estuvo para ella en cualquier momento de su vida, apretó a Brittany contra su cuerpo en un abrazo diferente al resto.
-¿Qué te pasa mi amor? -susurraba la rubia en su oído y la morena al escucharla no pudo hacer más que llorar de nuevo -Creo que fue muy pronto para que vuelvas aquí... no te presiones a recordar, cielo. -Santana la tomó por las mejillas cuando escuchó aquello y acarició sus mejillas.
Brittany vio un brillo diferente en su mirada, sentía que su Santana estaba de vuelta completamente venía algo más que solo esperanza de todo lo que pudiera pasar, sentía que Santana estaba viéndola de forma diferente y de igual forma al mismo tiempo, porque si había algo que no había cambiado en Santana era en la forma tan única que tenía de mirarla siempre.
-Te amo Britt -susurró la morena cerca de los labios de la rubia -Te amo, muchísimo.
-Yo te amo a ti mi amor, con todo mi corazón. -ahora quien tenía las lagrimas a punto de salir era la rubia, no quería ilusionarse en pensar que Santana la estaba reconociendo pero la manera en que la miraba le hace sentir que si es así.
-Ahora lo entiendo todo, ya se que esto te lo había dicho pero ahora lo encuentro totalmente claro, todo este tiempo viviendo perdida en mis días, pensé que no tendría algo que valga la pena, pero te encontré y mi corazón te reconoció a ti, siempre lo hizo. -Santana decía y antes de continuar dejo un beso en los labios de la rubia -Por eso todo este tiempo sentía que mi corazón me gritaba siempre que tenía que buscarte, que tenía un amor puro como el tuyo esperando por mi, que aunque sufriera por no recordar nada, todo este tiempo en que no te tuve frente a mi, lo único que hacia mi corazón era pensarte, y eso lo corrobore el día en que te vi cuando fui por mi sobrina, estuve lejos de ti por tanto tiempo y amándote de la misma forma en que lo hice cuando te vi por primera vez con ese hermoso uniforme de porrista cuando llegue nueva a la escuela, así cómo también cuando te lastimaste tu tobillo y estuviste semanas sin poder bailar -Brittany miró a Santana con lagrimas en sus ojos en este momento, Santana la estaba recordando, su morena tenía su historia de nuevo...
-San...
-No sé cómo pude pasar todos estos años sin recordarte, sin tenerte a mi lado, supongo que mi corazón se negaba a olvidarte, es igual de terco que yo... te recuerdo toda entera Britt-Britt -Susurraba la latina cuando pegaba su frente a la de Brittany que a este punto no podía dejar de llorar y sonreír al mismo tiempo -Quería despertar de esa pesadilla de no recordar nuestra historia, soñaba con encontrar algo que no sabía que era hasta que volví a verte, hice la promesa de amarte siempre y mi corazón se la tomó en serio y hoy se lo agradezco, mi vida sin ti era solo un salón con nada más que silencio, sin luz y sin brillo Britt, sin verte te amaba y eso seguía creciendo eso puedo sentirlo, nuestro amor no es solo un decir, nuestro amor es una promesa escrita en lo infinito Britt.
Brittany la beso después de escucharla decir aquello, no podía creer lo que estaba sucediendo en ese momento, ahora podía decir que tenía a Santana completamente de vuelta, respiro profundamente antes de volver a besarla y cerrar sus ojos una vez más, sintiendo todo lo que Santana quería transmitirle desde que sus labios se habían juntado en ese momento, lo salado de sus lagrimas se mezclaban en medio del beso pero aquello no le importaba a ninguna de las dos, fue cuando Santana tomó la cajita en sus manos cuando pegó su frente a la de la rubia, y sonrió al pensar en lo que haría a continuación.
Se encontraba arrodillada frente a la rubia con la cajita donde se encontraba el anillo abierta y con una sonrisa e intentando controlar su respiración y que no la traicionara el llanto en mitad de lo que quería hacer, acarició el brazo de la rubia y suspiro.
-Sin ti no seria la mitad de lo que soy ahora, una mujer con un norte en el que siempre estas y es a quien veo, mi manera de encontrar un punto de partida y una mejor visión incluso en los peores momentos es pensando en ti, para encontrar un poco de luz cuando no hay nada de ello solo me basta verte a los ojos para sentir que detrás de cada falta de ilusión tú me devuelves toda la que creí perder... quiero continuar mi vida a tu lado, para seguir aprendiendo de ti, quiero que sigas haciéndome una mejor persona cada día, que me hagas creer en cosas de las cuales antes de ti pensé ridículas, así como el amor y los deseos, ahora frente a ti, deseo poder mirarte a los ojos y que esa sea la primera cosa que vea al despertar por el resto de mis días, pase de ser la persona que no creía en el amor a alguien que lo vive con solo mirarte a los ojos y recibir una sonrisa, encuentro el amor solo cuando pienso en ti, porque estás hecha de nada más que eso Britt, quiero que seas mi luz por el resto de mi vida, que seas quien apriete mi mano cuando el momento es difícil y quiero ser quien te abrace cuando estés perdiendo la esperanza en algo.
Brittany recordaba cada una de esas palabras, y ahora comprendía que Santana estaba de alguna u otra forma recreando la noche en que le pidió matrimonio.
-Te lo prometí años atrás y vuelvo a prometer ahora, te amaré con mi corazón pase lo que pase, te entregue mi corazón hace mucho tiempo, y ahora quiero volver hacerlo -Santana respiró profundamente antes de cerrar los ojos y sonreír, abrió sus ojos mirando a Brittany secar algunas lagrimas que caían en su rostro -Brittany Susan Pierce ¿Aceptarías casarte conmigo?
-Aceptaría eso mil veces si me lo preguntas -susurraba la rubia cuando veía como Santana sacaba el anillo de la cajita -Acepto casarme contigo mi amor, si y mil veces si.
Santana miró el reloj frente a ella viendo como marcaba las doce de la madrugada, sonrió y tomó la mano de la rubia.
-Feliz cumpleaños, futura señora López.