Incubos

By CGadel

5.3K 593 309

Kohaku solo quería salvar a su hermana, sin importar que le cueste el alma. Pésimo resumen, en serio horrible... More

Bastard
Hungry
Help
Cheated
The Deal
Start Plan
Blessed Girl
Burn
More Questions. No Answers

The Traitor

544 66 39
By CGadel


Estar con Minami era relajante, demasiado para alguien como él.
Las circunstancias en que conoció a la chica no fueron otras más que por trabajo, trabajo sucio. Uno de los humanos con los que había hecho un trato quería a la chica y a él podía importar menos, pero algo pasó, algo que cambió todo. Se enamoró de la humana.

El límite de tiempo que había puesto el humano fue de dos meses, pero dentro de esos dos meses quería que la chica no estuviera con nadie, así que pronto Tsukasa se vio obligado gracias a su comida a seguir a la chica por todos lados, fueron dos meses en dónde se entretuvo comiendo la energía vital del humano repugnante, causándole pesadillas en donde era asesinado de maneras distintas o durante el día haciendo que se encontrará a otros tipos repugnantes que le dieran una paliza... Sí, la manera de alimentarse de él era ver el sufrimiento físico de esos seres inferiores, aunque se suponía que los demonios comenzaban a devorar la energía vital de sus pertenencias solo cuando el trato estaba completo, pero las condiciones le permitían satisfacer un poco su hambre.

Así que él cumplía el trato, alejó a cuanto hombre se acercara a la rubia, pero un día tuvo que manifestarse puesto que el hombre con el que la rubia tenía una cita era otro que tenía pacto con un demonio, uno de clase baja al menos así que fue tan fácil cómo aparecer en escena para el pobre demonio inferior rompiera el trato, no quería tener problemas con alguien tan cercano a la familia del infierno.
Pero algo pasó, porque fue descuidado y la chica lo vio, así que cómo si nada fue hacia él.

— Disculpa, ¿Podrías decirme tu nombre? .-le había hablado de forma tímida, pero aún así se sorprendió por el sonrojo que está portaba al hablarle.

—Tsukasa .-respondió de manera calmada, observando a la humana frente a él.

—¿Sólo Tsukasa? .-frunció un poco el ceño, seguramente no del todo convencida con su respuesta, pero aún así le sonrió-. Pues mejor, solo nombres, me gusta. Yo soy Minami y al parecer me han dejado plantada.

—Ya veo .-se iba a retirar del lugar cuando observó un nuevo sonrojo en la cara de la chica ¿Qué le pasaba a esa humana? Podía notar una energía vital demasiado débil de su parte, no era una presa buena, seguramente era más del gusto de Taijuu o Ukyo.

—Si... Oye Tsukasa-kun... ¿Quieres ir por un café?

Según lo que le había dicho Gen, los humanos eran realmente expresivos con su lenguaje corporal, así que solo por mera curiosidad ante la sonrisa tímida y el sonrojo de la chica aceptó.

Y así pasó un mes, dónde siguió reuniéndose con la humana para conversar de todo, descubrió que estudiaba periodismo, que soñaba con trabajar como reportera en noticias que hicieran historia, un sueño patético para su gusto, pero lo que no entendía del todo era porque seguía manifestándose en ese mundo, ocultando su apariencia demoníaca junto a sus marcas en la cara, tado para verla, pero admitía que la compañía de la chica era agradable.
Se negaba a ir a reuniones junto a sus otros amigos demonios, incluso negándose a ver a Senku, quien era el príncipe en el infierno, respondía que había encontrado un trato demasiado pesado, todo para justificarse cuando en realidad pasaba las tardes con la humana.

Pronto llegó la fecha de cumplimiento de contrato, ese día se había excusado con Minami diciendo que tenía cosas que hacer, así que la chica acepto salir con su pertenencia humana. Fueron a un bar en donde el tipo la drogó, para así llevarla a su casa y aprovecharse de ella.

Cuando observó cómo el tipo comenzaba a desnudarla mientras ella estaba inconciente, inmediatamente las marcas en su cara aparecieron, ante su furia entró por la ventana de la casa para tomar por el cuello al humano separándolo de la chica para arrastrándolo hacia otro lugar.

—Se cancela el trato, humano repugnante .-toda la energía vital que había estado consumiendo desapareció, no era una gran cantidad al menos.

Y haciendo uso de su fuerza característica, le rompió el cráneo, matando al humano en el acto.
Tomó a Minami quien gracias a la cantidad de droga en su cuerpo no tenía ni idea que había pasado cuando a la mañana siguiente despertó en su cama, arropada pero con el mismo vestido del día anterior.

Y eso fue lo que lo condenó, el hecho de romper un trato, además de un pacto y dar muerte a la pertenencia se debía justificar ante el mismo diablo, Byakuya quien lo había visto crecer desde que conoció a Senku en el séptimo círculo del infierno no se veía para nada contento, pero más que eso estaba intrigado de cómo uno de los mejores demonios de la violencia rompió un trato.

—¿Y bien? ¿Qué hay que decir en justificación, Tsukasa, demonio de primera y uno de los generales en el ejército de los infiernos? .-estaba enojado, el tema de que uno de los amigos de su hijo había faltado a un pactó, a un trato y para variar, lo había interrumpido en uno de los momentos que descansaba junto a su esposa y hija menor.

Podía desaparecer dependiendo de sus palabras, había entendido el porqué se negó a terminar el trato con aquel humano, se había enamorado de Minami, de esa humana.
Había actuado sin pensar, sin siquiera pasarle por la mente las consecuencias de su actuar, no era el primero que cancelaba un trato, pero si era el primer trato que cancelaba él, su reputación era enorme en aquel lugar.

Cuando se decidió a hablar, ya sabiendo lo que iba a decir escucho una voz a su espaldas, una risa prácticamente.

—Viejo, sus razones ha de tener .-Senku apenas enterarse de lo sucedido descendió hasta el último círculo del infierno, no podía perder a uno de sus amigos por un simple trato roto o eso fue de lo único que se enteró él-. Tsukasa no es el primero en romper algo, así que ya deja de joder.

—¡Senku! .-Lillian se acercó corriendo a su hijo mayor y único varón, lo abrazó con fuerzas aún a regañadientes de él-. ¡Es bueno tenerte aquí!

—Si si si, hola madre .-bufó mientras se soltaba de los brazos de aquella, para volver su vista hacia enfrente caminando sin prisa para quedar junto a su amigo-. Ya viejo, deja a Tsukasa tranquilo, o mandalo a pasar unos años al purgatorio a lo mucho.

—¡Senku! .-gruño mientras caminaba hacia su hijo, quien lo observaba desafiante-. ¿Vas a responder tu en nombre de Tsukasa acaso?

—No dije eso .-rasco en su oído con indiferencia, por eso y más no visitaba tanto a su familia-. Solo digo que un tiempo en el purgatorio sería óptimo, dado que es la prim-... .-no continuo gracias a las palabras de Tsukasa, palabras que jamás olvidaría

—Rompí el trato porque me enamoré una humana .-listo, había dejó caer la bomba, dejando a todos los presentes asombrados ante la revelación, incluso haciendo que Suika, la hija menor la que era un querubín apareciera en escena.

—Me estás jodiendo .-tomó a Tsukasa por el cuello de la camisa que portaba, no podía comprender lo dicho por su amigo-. Repite la mierda que dijiste ahora.

—Me he enamorado de una humana, Senku .-vio al nombrado sin arrepentimiento, notando como las marcas negras de en su cara resplandecían de furia.

—Me estás diciendo .-su voz comenzó a tiritar de la furia que sentía en esos momentos-. Que he venido a este asqueroso círculo solo para escucharte decir que estás colado por una puta humana con tetas y culo ¿Esa mierda me quieres decir?

—Senku, sueltalo .-Byakuya ya intuía que algo así podría pasar, a pesar de todo había escucho el lento latir en el corazón del demonio de la violencia, latir que solo pasaba cuando un demonio o una divinidad se enamoraba.

—No te metas en esto, padre .-gruñó de rabia mientras su cola se enredaba en el cuello de Tsukasa, presionando de manera que le empezó a faltar la respiración al desgraciado-. Te daré solo mil años en tu propio círculo si retiras lo que dijiste Tsukasa y esto quedará olvidado.

—¡Senku! .-Suika voló hacia su hermano, sus alas habían aparecido hacia unos meses pero ya las controlaba, tironeando de los hombros de este para tratar de calmarlo-. ¡Hermano por favor!

—Senku, basta .-Lillian se acercó, tomando a su hijo por los brazos, alejándolo rápidamente antes de que cometiera una locura.

—¡No defiendan a este puto traidor! .-solo lo soltó porque su madre y hermana lo pidieron, de no ser así ya lo estaría torturando.

—Byakuya .-vio a su esposo, quien inmediatamente entendió la mirada que le daba.

—Vale, tú te encargas .-camino hasta su hijo quien seguía insultando al demonio, tomándolo de los hombros chasqueo los dedos y desaparecieron.

Cuando ambos desaparecieron, Lillian miró con pena al demonio frente a ella, por haber sido humana en algún tiempo conocía lo que era la compasión, al igual que su esposo quien en algún momento fue un ángel, pero por oponerse a su creador, terminaron allí aunque no se arrepentían puesto que habían formado una familia digna, además de que ahora sus poderes eran casi tan poderosos como aquel que algún día dijo amarlos. Pero ahora sentía tanta pena por Tsukasa como pena por su hijo. Senku no entendía lo que era el amor, más que el familiar y hasta cierto punto puesto que apenas pudo se lanzó a disfrutar del vivir del pecado.

—Mamá .-Suika se encontraba curando las marcas malditas del cuello de Tsukasa provocadas por Senku, nunca vio a su hermano así de furioso-. ¿Papá calmará a mi hermano?

—No .-habló con sinceridad, todos sus hijos habían nacido del amor eso no lo dudaba, pero Suika nació como un querubín gracias a ese amor que se profesaron con Byakuya luego de una pelea-. Solo lo detendrá momentáneamente, así que debemos arreglar esto cuanto antes.

—Lillian-sama yo... .-iba a agradecer lo realizado por su reina pero está misma lo interrumpió.

—Ahórrate eso Tsukasa .-sonrió con tristeza, por más que lo negará había cometido un pecado, uno grande-. Vamos a ver ¿Qué deseas hacer? No puedes salir ileso de todo esto.

—Lo sé... Por eso estoy dispuesto a pasar la eternidad en el purgatorio.

—Lo que acabas de hacer no sé arreglará allí .-suspiró mientras se acercaba a Suika para tomarla en brazos-. Haz cometido el pecado de la traición y deberás pasar la eternidad en la fauces de Lucifer.

Lucifer, la forma definitiva de Byakuya, se encontraba en aquel círculo devorando a los traidores más grandes de la historia, era un respiro que su esposo supiera cómo dividir sus formas y por eso podía pasearse mientras su forma definitiva ejercía el castigo divino.

—¡Mamá! ¡Tsukasa no ha traicionado a nadie! .-como alguien celestial, a Suika le costaba entender todo lo que pasaba en los infiernos pero aún así se quedaba callada, hasta ahora.

—Si traiciono a alguien Suika .-acaricio a las alas de su hija suavemente, sintiendo la suavidad de estas mientras miraba a Tsukasa, otra vez con tristeza-. Traicionó a Senku, tu pactó con él ha sido el de no sentir devoción por nadie más. Eso fue lo que pactaron si no me equivoco.

Apretó sus puños, su pactó de niños con Senku fue ese, cuando lo conoció mientras era golpeado por un demonio quien al enterarse que el rey de los infiernos estaba paseándose junto a su familia en el séptimo círculo quiso demostrar su valía aprovechándose del demonio menor quien recién había conseguido su cola, inesperadamente Tsukasa dio vuelta a la pelea, mostrando así su capacidad frente al pequeño principito.

Le rompiste el orgullo a ese demonio patético .-Senku había observado la pelea solo por aburrimiento ya que su padre le pidió cuidar de su hermana en ese círculo, así que ambos se alejaron cuando se sintieron aburridos de tanto bla bla.

Nii-san, padre nos va a regañar .-se había mantenido detrás de su hermano, Homura no cambiaba la cara de seriedad por nada.

Si si si, podemos lidiar con él después .-sonrió sin dejar de mirar al demonio frente a él, algo le decía que podía hacer más-. Dime niño, ¿Hacemos un pacto?

¿Eh? .-todos los demonios le debían respeto a la familia real, pero un pactó con ellos significaba ascender rápidamente, hasta lo más alto.

No me gusta repetir las cosas .-hurgó en su oído despreocupado, pero continuó sonriendo-. Tú te vuelves devoto a mi y solo ha mi, a cambio yo haré que llegues hasta lo más alto en este lugar, lograré que mi padre te ascienda rápidamente .-extendió su mano que rápidamente fue rodeada por un aura negra-. ¿Qué me dices? ¿O planeas pasar toda la eternidad en este patético círculo?

Nii-san, padre se acerca .-se estaba poniendo nerviosa, que el maldito demonio de cuarta aceptará el pactó rápido o se llevarían un regaño directo al purgatorio.

Ya ves, no tengo todo la eternidad para estar aquí .-su cara cambio a una de fastidio, quizás se estaba equivocando.

Tsukasa ni lo medito demasiado para estrechar la mano de aquel, no planeaba vivir toda su eternidad alimentándose de lo que restaba de torturar a los humanos repugnantes que bajaban a su círculo.

Te seré devoto por toda la eternidad .-y las marcas en la cara de ambos brillaron, cerrando aquel pactó que entregaba su vida eterna a aquel príncipe.

Perfecto.

Y así conoció a Senku, con ese pactó maldito que lo llevó hacía lo más alto de la pirámide, podía hacer lo que quisiera con tal de no sentirse devoto por nadie más que el principito, con la excepción de la familia de este pues ser devoto a ellos era ser devoto a Senku, pero al salvar a Minami y además enamorarse de ella, su pacto se rompió convirtiéndolo en un traidor.

—Así que dime Tsukasa... ¿Estás seguro de querer pasar la eternidad con Lucifer? .-la mirada de Lillian no cambiaba, sentía demasiada pena por aquel demonio.

—¡Mamá! .-Suika se separó de los brazos de su madre, interponiéndose entre ella y Tsukasa, necesitaba salvar al que una vez fue amigo de su hermano-. ¡Los votos! ¡Puede hacer los votos!

Los voto de perdón, sólo se usaban en caso de que una divinidad o demonio quisiera vivir en el mundo de los humanos,como uno de ellos, pero había un costo alto a pagar. 

—¿Los votos de perdón? .-pareció analizarlo un momento, si Tsukasa accedía tendría suerte, puesto que estos solo podían realizarse en presencia de ella o Byakuya, además de la presencia de alguien de mucho más alto rango que un ángel, en ese caso Suika. Suspiró, volviendo a tener una sonrisa triste en su rostro-. Bien. ¿Estás consciente de qué pasará en caso de que solicites esto, Tsukasa?

—Viviré mil años en el mundo de los humanos, sin morir, hasta cumplir los mil años que podré morir y volver a bajar a los infiernos para ser torturado por toda la eternidad.-no sonaba mal, no del todo... Iba a solicitar los votos si eso significaba poder estar con Minami, pero Lillian habló antes.

—No solo eso .-negó mientras cruzaba los brazos-. Con los votos vivirás mil años junto a los humanos, conservarás tu forma y poderes de demonio sí, pero ya no podrás hacer tratos con ninguno de ellos, deberás buscar una manera de alimentarte. Además de que tendrás dos condiciones impuestas por mi y Suika.

—Tsukasa-san .-voló tomando las manos de aquel, mientras lo miraba preocupada, ella sabía que su hermano le quería, fue uno de sus primeros amigos en aquel infierno-. Estas condiciones no se pueden romper, en caso de hacerlo tú desaparecerás, ni tu recuerdo quedará en la memoria de aquellos que te conocieron en el mundo mortal, y no volverás al infierno, ni al cielo o purgatorio, simplemente dejarás de existir.

¿Podía conservar sus poderes? Eso era bueno, pero la parte de buscar cómo alimentarse se le dificultaba... El disfrutaba de ver las torturas físicas de aquellos humanos repugnantes... Pero podría estar con Minami, junto a la humana de cabellos rubios que hizo latir su putrefacto corazón.

—Lo haré .-vio a Lillian detrás de Suika, su miraba era de una madre triste, sabía que muy en el fondo ella si lo quería como a otros de sus hijos, así que en parte le dolía lo que le pediría-. Solicito a Lillian, mejor conocida como Lilith y a la querubín Suika que me permitan hacer los votos de perdón.

Ya no había vuelta atrás, con tristeza en su voz Lillian habló.

—Yo Lillian, también conocida como Lilith, primera esposa de Adán, reina de todos los demonios e infiernos y única esposa de Lucifer, aceptó conceder los votos de perdón al demonio de la violencia Tsukasa, ex general del ejército de los infiernos y demonio de primera clase .-lo meditó un minuto antes de seguir, su condición sería solo por proteger a su hijo varón-. Con la condición, de que no podrás, jamás, en lo que resta de tu vida, matar a Senku, el príncipe de los demonios, quien seguirá siendo tu superior .-tomó una de sus manos que automáticamente se rodearon de un brillo rojo. Hubiera querido decir que no podría tocarle un pelo a su hijo, pero la verdad era que sabía que en algún momento se encontrarián y Tsukasa necesitaba defenderse, además de que su hijo no podía morir del todo, pero sí podía pasar un buen tiempo siendo torturado, algo que jamás permitiría...

—Yo Suika, tercera hija de Lucifer y Lilith, nacida en el último círculo del infierno con alma divina, aceptó conceder tus votos de perdón. Con la condición de que no podrás matar a ningún humano .-sabía que de una forma u otra Tsukasa encontraría la manera de alimentarse, pero no quería que ningún humano muriera por su culpa. Tomando la otra mano de Tsukasa, la cual fue rodeada de un brillo celeste selló los votos.

—Ahora .-soltando la mano del antiguo general volvió a sonreír, esta vez un poco más alegre-. Ve a conquistar a esa humana, sal rápido de aquí antes de que mi hijo logre liberarse de su padre.

—¡Tsukasa-san! .-se tiró a abrazar a quien alguna vez la acompañó en su soledad-. ¡Por favor cuídate! Prometo que cuando tenga la suficiente edad te iré a ver al mundo de los mortales, por favor, por favor, trata de no toparte a mi hermano. 

—Lo intentaré.

Y así abandonó el último círculo, meses después había encontrado la forma perfecta de alimentarse sin llegar a matar a nadie. El boxeo fue su salvación, podía seguir disfrutando de hacer sufrir a los humanos... Eso jamás se lo diría a Minami, de hecho, ella ni siquiera estaba enterada de su ser demoniaco. Así que la chica solo sabía que estaba saliendo con un boxeador sumamente famoso, el primate más fuerte según lo apodaron los humanos.

Después de un año, logró formalizar su relación con la chica y ahora podía decir que su putrefacto corazón seguía latiendo, incluso más que antes. 
Minami le había presentado a todos sus amigas, entre ellas Kohaku, una joven que apenas vio supo de su gran energía vital, una enorme, pero como era amiga de su novia jamás se le pasó por la mente tratar de comer de ella... Pero un día algo cambió, como todavía conservaba sus poderes pudo notar que la rubia amante de las artes marciales había realizado un trato con un demonio, este había sido demasiado bueno puesto no había rastros para saber quien era, seguramente era uno de primera clase como él, pensó en Ryusui, pero el favor pedido por la chica había sido seguramente el de salvar de la vida de su hermana enferma y él conocía muy pocos demonios que realizaran ese tipo de tratos, parte de él no quería pensar que fuera Senku, quien hacía tratos de todo tipo mientras pudiera comer... Lamentablemente se equivocó.

Esa noche Minami había ido a visitarlo a la apertura de uno de sus nuevos gimnasios, porque en el mundo de los humanos debía conseguir dinero, así que aprovechando de sus ganancias por cada pelea decidió abrir un gimnasio de boxeo, allí podría entrenar humanos que quisieran ser fuertes... Patético, pero bueno, entrenar también significaba golpear y al golpear los podía hacer sufrir un poco, comida gratis.
Se habían quedado hasta tarde, agradecido de haber equipado el lugar con un pequeño dormitorio por si pasaba ese tipo de cosas. Ambos estaban descansando sobre la cama, él estaba observando como ella dormía tranquilamente en sus brazos después de hacerle el amor, porque sí, Tsukasa le hacía el amor, entregándose con completa devoción a ella. 

Siguió observándola hasta que noto, a unas calles de ese lugar la presencia de un demonio, uno de clase alta, así que por mera curiosidad otra vez quiso ir a ver de quien se trataba y quien era el pobre humano que se había atrevido a realizar un trato con el demonio. Mala suerte porque al llegar a la azotea del edificio de donde provenía la presencia, se dio cuenta de quién se trataba, no era otro más que su antiguo amigo, del príncipe de los infiernos, era él, era Senku.

Tenía a su pertenencia humana agarrada de las muñecas con su cola, mientras la besaba adentrando su lengua en su boca ¡Mierda que sabía bien! Subió una de sus manos para presionar un pecho de la chica, quien soltó un jadeo al sentir como lo masajeaba de una manera casi desesperada, pero la maldita perra mordió su lengua, otra vez resistiéndose.

—Deja de luchar, tonta .-bajo sus labios a besar el cuello de la chica mientras le presionaba el pezón por sobre la camiseta haciéndola soltar otro jadeo-. Te dije que hoy no te salvarías. Si dejas de resistirte prometo hacerte disfrutar .-río contra el cuello de la rubia mientras que con su cola volvía a presionar sus muñecas, a ver si con eso entendía.

—¡N-no quiero! .-gimió involuntariamente al momento que Senku mordió su cuello-. ¡Basta!

—¿Cuando vas a aprender? .-bufó mientras volvía a subir su mano para tomarle la cara con algo de brusquedad-. El que pone las reglas aquí soy yo, Leona.

—¡Y una mierda! .-quiso darle una patada justo entre las piernas al condenado demonio, pero este fue más rápido y lo evito.

—Me estás haciendo enojar Kohaku .-frunció el ceño y jalo su cara para tenerla más cerca-. Tenemos un trato. Tú alma y cuerpo me pertenecen, si quieres romper el trato tu querida hermana volverá a estar enferma y adivina qué, morirá porque yo mismo me encargaré de eso.

—Te odio .-sintió las lagrimas acumularse en sus ojos, maldita sea la hora en que se le ocurrió pensar que hacer un trato con alguien como él sería buena idea.

—Sí, me lo dicen seguido .-sonrió mientras sacaba su lengua para lamer las lágrimas de la chica ¡Sabía de maravilla! Pero lo suyo no era verla llorar, aún sabiendo que la energía vital de los humanos se consumía más rápido de esa manera-. Ahora, ¿puedes tratar de disfrutar esto? .-aflojo un poco su agarre de sus muñecas sin llegar a soltarla mientras que con la mano que detuvo la patada acariciaba la pierna de la chica.

—N-no creo que pueda .-se removió un poco ante el toque de Senku, de verdad que se iba a hacer imposible relajarse después de lo que dijo.

—Tranquila Leona, yo me encargaré de que puedas.-recorrió su rostro con besos para volver a devorar sus labios, después de su llanto inútil sabía aún mejor, bendita sea la hora en que le arrebató el trato a ese demonio de cuarta, si no, hubiera perdido semejante exquisitez.

Al parecer lo había obedecido puesto que después de un momento ella misma comenzó a corresponder al beso, mejor para él aunque debía admitir que una parte suya se divertía al verla intentar pelear. 
Soltó su cara para volver a jugar con el pezón de la chica entre sus dedos aún por sobre la camiseta mientras que con la otra la tomaba por las caderas para levantarla y poder ponerla sobre el mueble, metiéndose entre sus piernas rápidamente antes de que pudiera cerrarlas como había previsto que pensó, adentro su lengua la cual fue recibida por la chica tímidamente, le mostraría que relajarse era lo mejor que podía hacer en esos momentos.

Siguió jugando por un rato más con la lengua de la chica hasta separarse para poder descender besando su cuello, frotó el pezón entre sus dedos y río al escuchar como la rubia gemía nuevamente.

—Te dije que era mejor para ti disfrutar de esto .-le soltó las muñecas para poder utilizar su cola y así enredarse en el otro pecho de ella, presionando con algo de fuerzas sacando un nuevo gemido de los labios de la rubia-. Eres virgen ¿No es así? .-chupo su cuello, ya sabía la respuesta pero quería hacerla ponerla roja, él sabía todo de ella.

—S-si .-no entendía porque su maldito cuerpo estaba reaccionando de esa manera. El hijo de puta prácticamente la estaba violando.

—No es violación si tu igual lo deseas .-se alejó nuevamente para poder verla a los ojos, estaba sorprendida así que río-. Te dije que se todo sobre tí Leona, incluso lo que piensas.

—¿Co-Cómo lo... .-gimió cuando la mano de Senku se metió entre sus piernas yendo directamente hacia su vagina.

—Odio repetir las cosas .-frotó nuevamente su pezón antes de soltarlo para bajar la cabeza para ver directamente entre sus piernas-. Oh, ¿de verdad no querías esto? .-rió mientras que su mano frotaba su clítoris sobre su ropa interior escuchando otro excitador gemido-. Tienes las bragas mojadas Leona

—¡Ca-Cállate demonio bastardo! .-trato de cerrar las piernas pero las manos de Senku se lo impidieron ¡El maldito estaba totalmente ebrio pero aún así no podía contra él!

—Lo bueno de ser un demonio es que procesamos el alcohol mucho más rápido que los humanos o divinidades .-sonrió acercándose a olfatear entre su intimidad, se daría un buen banquete allí.

—¡No hagas eso! .-quiso bajar las manos para alejarlo, otra vez en vano puesto que sus muñecas fueron nuevamente apresadas por esa puta cola-. ¡Senku! ¡Ni se te ocurra bastardo!

—¿Otra vez a resistirse? .-negó divertido sacando la lengua para acercarse a lamer, pero nunca lo logró ya que sintió la presencia de alguién-. Me tienes que estar jodiendo .-soltó las piernas de la chica para incorporarse-. Esto tiene que ser una puta broma.

—¿Eh? .-no sabía porque parte de ella se sentía decepcionada ¿Qué mierda le pasaba?-. ¿Qué pasa?

—Vamos a tener que dejar esto para otro día .-gruñó soltando las muñecas de la chica pero aún así se acercó a besarla, ni en broma se iría sin comer aunque sea un poco más, parte de él se sorprendió de que Kohaku correspondiera levemente al beso, así que se alejó sonriendo-. Duérmete ahora Leona, por hoy te has vuelto a salvar solo porque tengo asuntos pendientes .-mordió el labio de la rubia arrancándole un último gemido-. Lo dejaremos hasta aquí pero volveré con más hambre y no pararé hasta que te escuche rugir mi nombre.

Y desapareció dejando a la chica totalmente cansada, el cansancio siempre aparecía justo después de que ese puto demonio se fuera y dejara su maldito olor por todo el lugar, respiro de manera errática antes de poder incorporarse para dirigirse a su cuarto, necesitaba dormir, no tenía ni idea que hora era pero solo sabía que quería su cama para dejar de pensar en lo que acababa de ocurrir. Su tarta tendría que esperar hasta mañana



Apareció sobre la azotea de aquel edificio, su puto sentido no había fallado cuando vió al demonio que tenía enfrente, allí se encontraba quien se había atrevido a traicionarlo por una puta humana.

—Tsukasa .-habló con odio en su voz, aún con una sonrisa ladina en su rostro. Iba a disfrutar torturando a ese hijo de perra.

—Su alteza .-hizo una reverencia antes de volver a ver a Senku, y sonrió con tristeza, siempre espero que él lo perdonará por haberlo traicionado.

—Sabes, tu puta presencia acaba de interrumpir mi comida .-hurgó en su oído cerrando los ojos, el maldito demonio aún se atrevía a sonreírle.

—Lamento escuchar eso, Senku .-debía estar alerta porque sabía que lo podían atacar en cualquier momento-. ¿Una buena pertenencia?

—De hecho... .-sonrió malicioso, quizás molestarlo un poco antes de llevarlo al último círculo del infierno sería bueno-. Es una rubia con un buen culo y tetas, como la puta humana de la que enamoraste .-se llevó una mano a la barbilla meditando un rato-. De hecho creo que se conocen .-se relamio sus labios, aún sentía el sabor de la Leona-. No entiendo como te enamoraste de esa puta, muy poca energía vital tiene.

Lo sabía, muy en el fondo de su ser no quería pensar en que el demonio con que hizo el trato Kohaku se trataba de Senku, la pobre humana no sabía con quien se había metido.

—Lo siento por interrumpir tu comida .-por más que quisiera, no podía hacer nada contra uno de los trató de Senku. Frunció el ceño mientras apretaba los puño-. Minami no es una puta.

—Oh, ¿Ahora sientes algo? .-rió mientras hacía tronar los huesos de su cuello, ignorando lo último dicho-. Tu disculpa no me sirve de nada .-las marcas en su cara aparecieron, brillando negras de furia-. No me sirve nada que venga de un traidor como tú. 

Y se lanzó contra él, con las garras saliendo de su mano.
Iba a disfrutar más que nada torturarlo en el círculo de los traidores, aunque primero lo haría pasar quinientos años en el séptimo círculo para así poder deshacerse de él los próximos quinientos años que le restaban a ese traidor. Porque nadie lo traicionaba a él y podía salir ileso.









¡YA POR FA NO ME ODIEN! 
Se que Senku es un verdadero hijo de put* aquí, pero aguanten que es un demonio.
El tema de que diga Infierno o Infiernos es uno mismo, según la Divina Comedia el Infierno se divide en Nueve Círculos, creo que por allí puse que eran diez pero me equivoqué, algunos de estos círculos se dividen en giros o secciones según la traducción el libro. Bueno cada círculo se podría tomar como un infierno diferente, así que por eso uso Infiernos pero bueh.
Estoy diez billones por ciento segura que se van a enojar porque tengo la manía de interrumpir el delicioso xD, pero ta bien, espero los tomates.
Sinceramente este fue un capítulo que se me dificulto mucho escribir porque parte de mi decía "haz wenito al Senku antes que tu misma lo termines odiando por culpa tuya", pero no la tonta quiere tratar de desarrollar bien la historia, este fic va pa largo gente.
Gracias por leer y perdonen todas la faltas de ortografía y redacción que encuentren
¡XOXO!







Continue Reading

You'll Also Like

625K 58K 45
"ADAPTACIÓN" Me ví obligado a casarme con el hombre más frío, cruel, orgulloso, prepotente y multimillonario de todo el país solo por un contrato que...
592K 79.5K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
276K 19.6K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...
806K 120K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...