Argentina caminaba de un lado a otro, la llamada que había hecho a USA había sido un s.o.s bastante importante, según él.
Su mascota lo veía pasar de aquí para allá. Mientras veía su plato de comida vacío, quizás solo estaba distraído.
Entonces fue el momento exacto en qué Estados Unidos pateo la puerta de entrada y entro con un grupo de S.W.A.T bien equipado.
Argentina quedó estupefacto ante tal actuación de llegada.
Cómo siempre; USA se lo tomaba todo enserio.
—Argie, what is the problem?!— Dijo el de 50 estrellas, quién ya estaba preparado para cualquier situación.
Argentina no sabía si decirle, simplemente lo abrazo con mucha fuerza y entre lágrimas que comenzaron a salirse sin aviso. Se escondió en el pecho de su mejor amigo, el único capaz de consolarlo en cualquier momento difícil que hubiera.
—Gordo... Russia...— Estaba desconsolado. Apenas había ocurrido un corto tiempo desde aquella ruptura. Y una amarga noche acabo con todo.
—Argie... Q-que... ¿Que hizo?— USA sin entender del todo las palabras del celeste y blanco, correspondio su abrazo y una horrible sensación le atravesó cada centímetro de su ser.
—¡ME VIOLO!— y sin más, quebró en llanto.
USA, desconcertado ante tal horrible noticia miro a su equipo de S.W.A.T y dio la orden de irse afuera en su respectivo idioma.
Acurrucó a Argentina entre sus brazos tratando de darle consuelo, entre caricias en su espalda y cabello.
Mientras que la ira consumía cada particula de él, ¿que es lo que haría? ¿una declaración de guerra?
No, eso sería demasiado imprudente. Pero, para USA, tocar a quien ama en secreto y hacerle daño, era una gran declaración de guerra.
—Do not worry honey. I will take care of you.— Y sin más, beso su frente con dulzura.
Sí, para el estrellado, ya era todo muy personal.