Ochenta y seis días.
Como novio eras aún más tierno de lo que imaginaba, me encantaba decirte cosas cursis y que tus mejillas se pusieran rojas, era adorable.
Yeji era la única persona que sabía sobre nuestra relación, al principio te opusiste a que se lo dijera pero sabía que confiarías en ella tanto como yo cuando la conocieras bien.