Me entregaste tu mano fingiendo caminar conmigo hacia lo eterno, pero en el proceso, fuiste tú el mismo que me empujó a este abismo, destruyendo el poco amor que sentía, destruyendo poco a poco mis sentimientos.
Mientras caía. Mi cuerpo ya se dio por vencido, sigue cayendo en este abismo pero el amor que sentí por mí, más que por ti, hicieron crecer mis alas, que me permitieron volar y no seguir cayendo.
PD: Al sentirte sola buscas el amor pensando que es la única forma de quererte a ti mismo, pero cuando aquel amor en lugar de reconfortarte te hace daño, obligándote a reconocer lo importante que eres tú misma.