Axel ya se estaba fastidiando. Eli demoraba muchísimo y si no se apuraba la iba a ir a buscar de la habitación y la sacaría esté como esté.
El Señor Fitzgerald y su esposa pasaron al salón junto con James y Courtney.
- Lame-Suelas. - Pensó para si mismo.
Sonrió al Señor Firzgerald y luego siguió observando a la gente pasar mientras esperaba a Eli
Una chica rubia con un vestido morado pasó a su lado provocativamente. Él sólo negó con la cabeza y dejó que la chica se fuera. Luego se preguntó: ¿Yo hice eso? Y rió para sus adentros pensando que en otra ocasión hubiera reaccionado distinto.
Fue en ese momento en el que sintió a alguien parado a su lado y cuando giró estaba Eli, con un vestido beige corto y algo plisado en la falda, en el busto con detalles de encaje, unos tacones rojos de aguja, su pelo recogido elegantemente, sus labios rojos y tentadores y el perfume que inundaba el lugar, estaba acomodando algo en un pequeño bolso de mano.
La espera había valido la pena.
- ¿Elixabeth?
- ¿Quién más? - Dijo ella riendo.
- Es que... - Dijo nervioso mientras reía. - Estas... estas... muy linda.
Eli lo miró sorprendida y sintió sus mejillas arder.
- Gracias, tú también te ves guapo. - Sonrió y se giró para acomodar un poco su saco y el cuello de su camisa.
Axel estaba totalmente guapo con su traje negro impecable y una camisa blanca con los dos primeros botones sin abrochar. Sus zapatos negros relucientes y su cabello prolijamente peinado, pero sin que le faltara ese toque rebelde que lo caracterizaba.
- Hasta podría casarme contigo. - Bromeó Eli.
Los dos rieron por la broma privada y se quedaron en silencio un rato.
- ¿Vamos a entrar? - Dijo él extendiéndole la mano.
- Si. - Dijo ella tomándola.
Cuando entraron al salón, había varias parejas bailando juntas. Un grupo de hombres con vasos de wiskys en la mano.
- ¿Tendremos que bailar así? - Preguntó Axel susurrándole en el oído.
- No lo sé, no me gusta bailar música lenta. - Respondió la misma manera.
- A ti te gusta bailar arriba de las mesas con mini-shorts. - Dijo él bromeando.
Ella se giró él y lo miró con ojos furiosos y divertidos al mismo tiempo. Se estaba refiriendo a aquella noche en el bar, donde le volteó los dientes a Trevor.
Él se acercó a ella y dejó un suave beso en su mejilla.
- ¡Que hermosa pareja! - Dijo el Señor Fitzgerald. - La cena la servirán en unos minutos, ¿Nos acompañan a la mesa?
- Claro. - Dijo Eli.
***
El Señor Fitzgerald fue llamado al escenario a decir un par de palabras.
- Quería agradecerles a todos por haber venido, principalmente por haber todos colaborado con el orfanato, que es nuestro objetivo. Y aunque era una jornada para mejorar la convivencia, terminamos haciendo negocios, de todos modos. - Algunos rieron. - y quería aprovechar para darle las gracias a una de mis empleadas más confiables y trabajadoras que he conocido. - hizo un gesto hacia Eli. - Elizabeth Taylor.
Los aplausos se escucharon, James y Courtney sólo estaban callados y miraban con un gesto como de haber pisado popo de perro.
- ¿Quisiera venir su esposo a dar una palabras?
Axel observó a Eli, ella se encogió de hombros. Claramente no estaban preparados para eso.
- Vamos. - animó el señor canoso que estaba a su lado - No seas tímido.
Axel se levantó dudoso de su asiento y subió al escenario.
- Em... no estaba preparado para esto. - Sonrió nervioso mientras hablaba por el micrófono. - asi que... si he de decir algo sobre Elizabeth Taylor... - La miró fijo y se quedó callado. - Es que... es una persona maravillosa, de la pocas en las que uno puede confiar, puede estar enojada contigo y aún así ayudarte si estas en problemas.
Eli sonrió, estaba recordando todo lo que habían pasado.
- Y sinceramente, no sé que hace un hombre como yo casado con ella... me apena comentar que en nuestra boda no pudimos bailar el bals... pero... - Dijo sacando el micrófono de su base. - Si los músicos me ayudan y si ustedes lo permiten, quisiera cantar la canción con la que nos conocimos.
A Eli le dio un vuelco el corazón. ¿Qué demonios estaba haciendo? No entendía nada... no sabía ni por qué el Señor Fitzgerald lo había llamado al escenario. Sus ojos se fueron al él, quién le guiñó un ojo y luego sonrió mirando al escenario.
La gente reunida comenzó a bailar al ritmo melódico de la música que interpretaba la banda.
- My life is brilliant. - cantó. - My love is pure. I saw an angel Of that I'm sure. She smiled at me on the subway. She was with another man. But I won't lose no sleep on that, 'Cause I've got a plan. You're beautiful.You're beautiful. You're beautiful, it's true. I saw you face in a crowded place, and I don't know what to do, 'Cause I'll never be with you.
Eli sintió eso que sintió la vez en la que él cantó esa misma canción en el sofá de su casa. Ganas de besarlo y no dejarlo ir nunca más.
Axel dejó el micrófono en el escenario mientras varios los aplaudían y miraban con atención como se le acercaba a Eli.
- ¿Quieres bailar conmigo? - Preguntó sonriendo.
- Si. - Dijo ella tomando su mano. Se pegaron un poco y se mecieron al compás de la canción. - A menos que quieras bailar arriba de una mesa.
Él rió y se acercó a su oído. - No creo que la banda sepa Black in back.
Eli sonrió y se apoyó en su pecho. Así era como quería estar. Con él. Cerca de él. Todo con él. Con el hombre más especial del mundo. Hasta ese momento ya no le importaba si su jefe le daba un ascenso, o si a Courtney le hervía la sangre de envidia, le importaba que Axel no la dejara... nunca.
Él no sabía ni en donde se encontraba o qué hacia, estar abrazando a Eli mientras aspiraba su perfume era lo único que sabía y que no se apartaría de allí. Lo que acaba de hacer había sido una locura... pero había salido desde su corazón.
- ¿Qué dices si vamos afuera? - Preguntó Eli en su oído. - Me siento incomoda con la gente mirándonos. - Susurró.
- Yo igual. - Confesó. - Vamos.
Tomó a Eli de la mano y caminaron hacía una de las terrazas al aire libre.
***
- La cara de James. - Rió Axel contagiosamente. - yo creo que le iba a agarrar un infarto.
- Creo que su cerebro sufrió daños. - Rió ella.
- Me divertí un montón, hoy. - Dijo él sentándose en un banco.
Ella lo siguió. - Yo igual.
El silencio se apoderó de la atmósfera mientras los dos buscaban palabras para entablar una conversación.
Eli se estremeció un poco por el frío del viento. Axel lo notó y se quitó su saco para taparla.
- Gracias. - Murmuró ella.
- De nada. - Sonrió.
- Eres muy buen actor. - Dijo ella riendo.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- Por lo del escenario, lo que dijiste. - Dijo ella seria.
El miró al suelo y se llenó de coraje para decirle lo que le iba a decir. Era el momento y debía apostar todo y arriergarse a perder en el intento. - No todo lo que dije fue mentira, Elizabeth.
- ¿De verdad? - Preguntó observándolo.
- De hecho... - Rascó su cabeza. - nada de lo que dije fue mentira...
- Yo... - Dijo ella nerviosa.
- No tienes que decir nada. Yo sé la respuesta. - Suspiró. – y... olvidalo, no debi decirte eso.
Eli miró hacia un costado y se mordió un labio tratando de buscar una forma de liberar todo.
Él se levantó del asiento y comenzó a caminar.
- Iré a pedir una habitación aparte, para que puedas dormir tranquila.
- No será necesario. - Dijo ella levantándose. - No creo que me moleste dormir contigo, lo hice muchas veces. - Sonrió y tomó su mano.
- Estabas borracha. - Rió él.
- Tal vez ahora lo estoy... o tal vez no. - Cruzó sus brazos por el cuello de Axel.
- Por el amor de Dios. - Rió levemente. - ¿Qué haces?
- Axel - Susurró en su oído. - No seas idiota, tú sabes.
Él la rodeó con sus brazos y se quedó unos segundos así mirándola fijamente a los ojos.
- No quiero que después me digas que fue un error. - Susurró él con aflicción. - No sabes lo que siento cuando me dices eso, es como si ne golpearan en la cara con una tabla.
Eli sintió una punzada de culpa olvidada y recostó su cabeza en su pecho.
- Estoy malditamente enamorado de ti, Elizabeth.- Las palabras salieron atropeyándose en la garganta de Axel - No sé qué demonios me hiciste, pero no puedo... no puedo estar lejos de ti. Y no quiero sentir lo qué sentí aquella vez... si tú no sientes lo mismo, sólo dejemoslo...
- Te amo. - Dijo ella. - Deja de decir estupideces porque yo también estoy jodidamente enamorada de ti. – dijo tocándole la mejilla.
Axel sintió un peso de 30 kilos fuera de su cuerpo, ya no podía impedir que tomara a Eli y la besara como nunca lo había hecho con alguien más.
- ¿Por qué me haces sufrir? - Dijo entre besos. - Me asustaste.
- Eres... - Lo besó una... - un... - Dos... - Tontito... - Tres veces.
- Te amo Eli. - La abrazó. - Creo que lo hago desde que te vi en el casino con ese vestido negro. - Rió.
- Entonces ¿Si fue amor a primera vista? - Rió ella.
- Por algo lo dije ¿no?
- Estos tacos me estan matando... ¿Vamos a la habitación?
- ¿Te llevo a caballito? - Rió el abrazándola.
- Estas muy chistosito, Doson.
***
Al llegar a la habitación lo primero que Eli hizo fue sacarse los tacones y desatar su pelo.
Axel quitó su camisa, sus zapatos, y su pantalón.
- Axel.. ¿Me ayudas con el cierre? - Dijo Eli recogiendo su cabello, dejando su espalda al descubierto.
Él la miró detenidamente y se acercó hasta ella, apreciando detenidamente la silueta que tenía en frente.
Tomó el cierre de la cremallera y la bajo lentamente admirando la piel desnuda de Eli. No pudo evitar pasar un dedo por su piel acariciándola.
Su boca se fue hacia el cuello de Eli y la besó lentamente.
- Era solo el cierre. - Rió ella.
- No me puedo resistir. - Sonrió el abrazándola. - Eres hermosa...
- ¿Me esperas hasta que me quite esto? - Sostuvo su vestido.
- Oh vamos. - Protestó. - Ya te conozco de todos lados.
- Me da vergüenza ¿ok? - Dijo ella escondiéndose en el baño.
- Eres terrible. - Dijo riendo mientras se acostaba en la cama.
Eli se demoró sólo un par de minutos hasta que salió del baño con su remera a tirantes y un short de algodón.
Se acostó junto a Axel quién ya estaba dormido con el control en la mano y luego apagó todas las luces. Lo único que los iluminaba era la luna que entraba por la ventana.
- Que descanses. - Dijo Eli besando los labios de Axel y acurrucándose en su pecho.
El se movió un poco y la rodeó con sus brazos. - Que descanses. - La besó. - Te amo.
- Yo también, te amo.
- Eres mi primera vez... ¿Sabes? - Murmuró casi dormido. - La primera que logró enamorarme.
- Siempre hay una primera vez, Axel.- Besó su mentón.
- Y tú eres la mía.
Eli escondió su cara en el cuello de Axel y mientras sentían su calor mutuo se durmieron.