Veintiocho días.
No me volviste a hablar desde que me viste con Mingi. Me dolía, pero el miedo a estar equivocado me impedía hablarte.
Le conté a Yeji lo que pasó y ella me prometió que lo arreglaría. No sé qué hizo pero en la noche tenía un mensaje tuyo, sentí como si pudiera volver a respirar después de estar mucho tiempo bajo el agua.